Recuerdo la primera vez. Estaba llorando y tu llegaste a casa, me viste y solo me abrazaste y lo necesitaba, estuvimos un rato así hasta que rompiste el silencio.

-Qué pasa?-era raro verme llorando, de hecho era la primera vez que me veías así, yo era como "la fuerte" de las dos o eso intentaba aparentar. No pude aguantarlo y solo te lo dije, te hable de mis inseguridades, de mi cuerpo, de lo había pasado, de todo, tu asentiste y no dijiste nada por un rato, te limitaste a abrazarme.

-Ven sígueme, tengo una idea- Me llevaste al baño frente al espejo y me dijiste que repitiera unas cosas, lo hice y me quede viendo mi reflejo en este. Yo era más alta y tu cara quedaba perfectamente en mi cuello, lo besaste y susurraste algo que no entendí, sujetaste mi mano y me llevaste a la habitación. Te quitaste la ropa y quedaste en ropa interior, hiciste lo mismo conmigo y nos acostamos en la cama cara a cara viéndonos. No lo pude evitar y te besé, nuestras lenguas luchaban entre ellas mientras mi mano se deslizaba por tu espalda hasta tu brassier pero te separaste, dijiste que no podías, te vestiste y te fuiste.