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Las lágrimas no temieron en salir.
El pensamiento de nunca más volver a ver a Unicornio me dolía. Creí haberlo superado.
-Ok- dijo el doctor- una última y puedes descansar.
No quería ver más fotos, todas me recordaban de los únicos amigos que realmente me habían gustado, otras solo me hacían recordar que monstros me están persiguiendo.
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