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"Toma la iniciativa..."
Tn esperó pacientemente, con su teléfono al oido. Aguardando una respuesta del otro lado de la línea, mientras se mordía los labios y miraba nerviosamente a sus pies
-Oh, hola. Tn.
-Hola Oliver... ¿Estás disponible este sábado?
El chico del otro lado de la línea sonrió
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Ambos acordaron verse ese sábado en la entrada de la feria del muelle. Donde Oliver había esperado aproximadamente 20 minutos antes de la hora, mentalizado a pasar un día divertido junto a su novia y no dejar que ningún baboso le faltara el respeto esta vez
Mientras que del otro lado de la calle, una azabache repasaba mentalmente su estrategia. Estaba confiada en que no fallaría y para el final del día habría conseguido algo más que un primer beso
Sus miradas se encontraron cuando cruzó la calle. E instantáneamente Oliver sonrió al verla, agradeciendo internamente que ese día no llevase un vestido, ni una falda. Sino unos jeans normales, con una blusa un poco abierta y una chaqueta
Y la única cosa que podría lamentar eran aquellos jeans algo pegados
-¿Lista para los juegos?
-Nací lista.
Oliver sonrió
-Te lo advierto, soy el hermano mayor con experiencia en premios grandes.
-Y yo quien te va a quitar el título, bebé.
Ella regresó la sonrisa, de una forma coqueta. A lo que él chistó
-Eso está por verse.
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-¡Maldita sea!
Masculló, sujetando el arma de plástico. Sin haber conseguido darle a ninguno de los blancos, cabe destacar. Oliver no dijo nada, sin embargo estaba sonriendo satisfactoriamente cuando puso una mano sobre el hombro de su novia
-No puedes vencerme en algo en lo que ya soy bastante bueno.
Tn gruñó, con una sonrisa. Sacando un ticket de su bolsillo para ponerlo sobre la mesa y mirar al encargado del puesto. Obstinadamente
-Segunda ronda.
El empleado asintió, recargando las armas de juguete. Y activando el mecanismo del juego, una vez que los blancos comenzaron a moverse, Oliver se puso dos pasos detrás de ella
Mientras que Tn apuntó de nuevo
-Ya verás lo que fue ser la única niña en mi vecindario con una Nerf
El encargado dirigió una mirada al peliblanco quien solo se encogió de hombros
Tn separó las piernas y fijó su objetivo. Primer intento; el corcho le dió a la carpa detrás del juego. Mientras que el chico del puesto levantó una ceja en burla
Segundo intento, el corcho dio a la base del juego, rebotó entre los peluches y calló en el tarro de café junto a la barra. Ella sonrió nerviosa, mientras que su acompañante rodó los ojos divertido con la situación
Tn se inclinó un poco y recargó sus codos en la barra para apuntar mejor
Tercer intento. El vendedor miraba de reojo el escote de la azabache, antes de estirar su pierna y golpear la base. Haciendo que fallase a propósito el tiro
Oliver se percató de eso. Mientras que Tn solo se frustró más
Cuarto intento, Oliver tomó el arma de la barra sin que ella se diera cuenta y apuntó justo a un lado de su cuello. Mientras que el cuarto tiro de la azabache rebotaba en la barra y le daba en la cabeza a un transeúnte que pasaba por ahí
Quinto y ultimo intento. Oliver disparó en el momento exacto en que ella lo hizo, empujando con su munición el corcho de Tn en la dirección correcta. Mientras que el suyo dio a parar en la frente del vendedor, con una increíble precisión
Tn no se dio cuenta de eso ya que a penas vio que pudo darle a uno de los blancos se olvidó de el mundo y comenzó a saltar y a presumir su logro en la cara de su novio
-¡Es que yo sabía que yo era tremenda!
Oliver no dijo nada, solo la miró divertido. Mientras el vendedor se levantaba sobándose el chichón
-Ahora. ¡Deme uno de esos monos de aspecto raro de un solo ojo!
El vendedor vagamente la miró con el ceño fruncido. A punto de reclamarle, cuando se encontró con la mirada de su novio. La cual no demostraba mucha amabilidad que digamos. Así que sabiamente optó por cerrar la boca y sacar de debajo de la barra un pequeño banquillo para tomar uno de los peluches de aspecto mono cíclope
El cual la azabache prácticamente arrebató de sus manos para voltearse hacia su novio, con una sonrisa socarrona
-Ten bebé, lo gané para ti. Puedes ponerlo junto a tu almohada para que cada noche que lo abraces pienses en... ¡Que tu novia es tremenda!
Oliver sonrió, tomando el peluche con bastante gracia. Para luego dejar algo de dinero sobre la barra y dar una ultima mirada de avertencia al vendedor
-¡Vamos, quiero ir al siguiente juego!
Oliver se dio la vuelta. Sin prestarle atención a los premios que dejó sin reclamar, acto seguido su novia lo jaló del brazo para ir al siguiente puesto
Mientras que el chico encargado los miraba, con un fuerte dolor de frente y una extraña sensación de que no debió haber apartado la mirada del juego
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