Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Mejores momentos...🚍

  
  Odiaba las despedidas. Decir adiós era dejar de ver a las personas que en una etapa de tu vida te hicieron felices.

  Tampoco quería abandonar esta tierra de Nunca Jamás. Es cierto que hubo momentos grises y sombríos, pero ahora, pasando todo por el dulce filtro de la memoria, solo recordaba los días de sol.

  Devolví a mi maleta la ropa, los productos de aseo, el celular y… unas hojas de papel en blanco. Sonreí. Ya quedaban pocas. El resto lo había usado para escribir los artículos de Lady Whistledown. Siempre amé escribir y, por alguna razón, quería que mi voz llegara hasta otras personas. Pero nunca tuve el valor para colocar mi nombre en la firma. Y cuando escuché a Vanesa hablar el primer día sobre la misteriosa escritora, me pareció el seudónimo perfecto.

  Me miré en el espejo de cuerpo completo. No era Lady Whistledown, no era Daenerys Targaryen. Era yo, una chica de 23 años que en dos meses había aprendido más de sí misma que en toda su vida. 

  Melisa ayudaba a Caterin a organizar el eterno caos en la maleta que le había robado a Newt Scamander.

  Nora despegaba el póster de BTS de la pared y se lo devolvía a su dueña. La ironía me hizo sonreír. Había venido a este campamento para despedirme del fanatismo y me llevaba más fandoms conmigo que los que tenía al inicio de esta aventura.

—Ehm... ¿Claudia?

—Dime —me giré hacia Vanesa, que sostenía su chula Army Bomb.

—Quiero… quiero que tengas esto. —Sostuvo la linterna esférica frente a mí.

El gesto me tomó por sorpresa.

—¡Ay no, Vanesa, no puedo aceptarla! Eso significa muchísimo para ti.

—¡Por favor! —insistió—. Significa mucho más para mí la promesa que me hiciste. Si me prometes que vamos a ir a ese concierto y que la vas a llevar contigo… voy a ser más que feliz.

Aunque indecisa, tomé la Army Bomb de su pálida mano, pero sí me mantuve firme al decir:

—Te lo prometo. E incluso si no vuelven a cantar como grupo, vamos a ir a los conciertos individuales de cada uno de los chicos.

Ella abrió los ojos como linternas.

—¡Tendríamos que comprar un montón de entradas!

—Entonces tenemos que empezar ahorrar desde ya.

  Ella esbozó una dulce sonrisa.
Había conocido a muchas personas a lo largo de mi vida, pero nunca a alguien tan empático y angelical como ella. A veces, las personas justificaban sus malas actitudes con las penurias y tristezas que afrontaron en el pasado. Pero frente a mí tenía una valiente chica que había sufrido mucho, y sin embargo no dejaba de sonreír y de mostrar amor a los demás.

—¡Pero qué traición! —exclamó Melisa en nuestra dirección—. Están planificando ustedes dos solas ir al comeback de BTS y no invitan a más nadie.

—No, no —trató de remediarlo la chica pelirroja—. Nosotras encantadas de que tú vayas con nosotras.

—Ey, yo también quiero ir —Nora levantó la mano—. Quiero gritar como loca en uno de sus conciertos.

—Bueno, yo mejor voy saliendo —dijo Caterin recogiendo su maleta del suelo—. Porque sospecho que me van a querer arrastrar hacia algo que no quiero.

  Como siempre, el comentario de Caterin nos hizo reír.     

    Erik supervisaba la entrada de los campistas a los autobuses e intercambiaba con ellos saludos de despedida.

  En cuanto me vio, se alejó del grupo para caminar en mi dirección.
Frunció los labios.

—Va a ser un poco difícil no verte por un tiempo.

—Si solo es un “poco”, entonces no estarás tan mal —lo provoqué devolviéndole una sonrisa.

—Bueno… será bastante difícil —se corrigió—. Aunque no va a ser por mucho tiempo. Recuerda que dentro de dos meses voy a la capital para lo de la adaptación del libro.

—¡Ah, es verdad! —Fingí no recordarlo, pero en realidad lo tenía muy presente. Erik adaptaría al formato videojuego una serie de libros juveniles conocidos como la Liga de las damas extraordinarias.

—Así que no estés triste —bromeó.

—¡¿Eh?! ¡No voy a estar triste! —Le propiné una palmadita en el pecho.

—¿Y no me vas a extrañar? ¿Aunque sea un poco?

—Un poco sí.

  Él me miró a los ojos, como solía hacerlo cuando dejaba a un lado las bromas para asumir un modo serio. Sonreí desviando la vista hacia las calcomanías de colores estampadas en la maleta de una chica. Cuando Erik estaba en modo gracioso y relajado no era difícil mirarlo a los ojos, pero cuando se ponía profundo, sostener su mirada era todo un desafío. 

—¡Ey, tortolitos! —Nora interrumpió lo que sea que iba a decir Erik.

—Ya veo que la agente de CSI está de vuelta en su trabajo —dijo Erik.

—Pues mira que no —le rebatió Nora—. Decidí renunciar. No me pagan lo suficiente por ese trabajo. Solo vengo a decir que nuestro recorrido ya va a salir.

  Erik hizo un mohín de disgusto. El tiempo para ambos había expirado, al menos por ahora.

 Nora ya se había despedido del resto de las chicas y tenía un pie puesto en el primer escalón del autobús. Nuestra ruta había sido una de las últimas, y ahora éramos casi los primeros en irnos.

 —¿Vamos a llamarnos? —me preguntó Vanesa con la nariz roja.

—Sí, claro. Tienes mi número —dije inclinándome para abrazarla.

   Melisa fue la siguiente en despedirse de mí.

—Gracias —Me rodeó con los brazos—, por todo. —Ella no había hecho mención a algo específico, pero yo sabía a qué se refería.

—Vamos a ir ese concierto y a cantar Idol a todo pulmón. —Le guiñé un ojo.

—Obvio. —Me apoyó poniendo los dedos con la forma del corazón asiático.

  El turno ahora fue para Caterin, que para mi desconcierto me dio un abrazo de oso.

—Sé más libre. Exprésate más  —me susurró al oído para después agregar—: Y suscríbete a mi canal de Booktube.

 Reí por el comentario random. Si a alguien le debía el sesenta por ciento de mis risas en este campamento era a ella.

—¿Cazadoras de sombras por siempre?

—Cazadoras de sombras por siempre —repitió ella con las mejillas coloradas por primera vez—. Y ya, por favor, que quiero tener una reservita de lágrimas para los libros.

  Vanesa y Melisa también rieron.

  Me aparté de ellas a regañadientes, luchando porque el agua que comenzaba acumularse en mis ojos no acabara derramándose.

Los últimos campistas de este recorrido estaban subiendo al autobús. Las maletas ya estaban en la zona de carga y serían transportadas por otro autobús sin pasajeros.

  Al poner un pie en el primer escalón volteé a ver a las chicas, que me dirigían un adiós temporal.

Erik me miraba desde abajo y yo no pude aguantar la tentación de romper las reglas y darle un beso en la mejilla, para luego escabullirme dentro sin esperar su reacción.

Busqué mi asiento al lado de Nora, justo en el mismo sitio de la vez anterior. Otto ya estaba sentado enfrente y tenía una radiante sonrisa.

—Bueno… es un viaje largo, así que voy a usar tu hombro de almohada. —Nora no esperó mi respuesta y recostó la cabeza a mí.

  El autobús se había puesto en marcha. Estiré el cuello para ver a las chicas por última vez a través de la ventanilla contraria. Detrás, cerca del lago, ondeaba la bandera del corazón negro sobre el fondo blanco, en el punto más alto del asta. Y comenzamos a dejar atrás la tierra de Nunca Jamás.

  Nora levantó la cabeza y se acomodó su hermoso cabello rizado. Se lo había cortado antes de venir al campamento pero ya había recuperado el largo. Suspiró.

—Y pensar que en unos meses voy a estar dándole clases a unos universitarios —dijo en medio de un bostezo.

—¿Crees que serías la profesora cool o la profesora pesada a la que los estudiantes le hacen brujería?

—Depende de cómo se comporten ellos.

Puse los ojos en blanco en modo divertido y miré a la ventanilla.

—¿Y tú? —preguntó.

—¿Yo?

—Sí. Tú eras la que estaba histérica con todo esto de empezar a trabajar y tal. ¿Ya no estás nerviosa por eso?

—Un poco sí —confesé—. Pero ya no tanto. —Volví a enfocar la vista en un punto más allá de la ventanilla. —No puede ser tan malo. Y creo que mejores momentos están por venir.

   En contraste con el lluvioso y gris escenario de nuestro viaje al campamento, un radiante sol nos escoltaba en nuestro camino de vuelta a casa.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro