64 [N;Jennie]
Pov Jennie
Apenas las puertas del elevador se cerraron sentí un revoltijo en el estómago causándome náuseas. Estaba nerviosa, todo era tan familiar a la ultima vez. Además que no tenía una idea concreta del porque le pedí a Lisa que nos viéramos,habían pasado dos meses desde entonces y ahora me di cuenta que no tenemos por qué esperar más tiempo por nosotras. Pero mi mente seguía en blanco referente a lo que iba a decirle una vez que la vea.
Caminé hasta el último pasillo donde se supone que esta la habitación de Lisa, como era de esperarse el hotel era enorme y yo soy muy torpe. Pero fue un alivio encontrar el número tan rápido, recargué mis nudillos suavemente contra la puerta y di unos golpes. Así de rápido, no quería una sorpresa como la de aquella vez.
Tardó en abrir, pero cuando lo hizo no pude evitar soltar un pesado suspiro cuando su olor me golpeo, siempre olía tan bien que me hacía marear. La había extrañado muchísimo.
- Estaba a punto de salir a buscarte.- me dijo agitada.- me preocupó que no respondieras el celular-.
- Perdón, me he quedado sin batería-.
Asintió, mirando cada rincón de mi rostro poniéndome lo bastante nerviosa para apartar la mirada. Pereció reaccionar un momento y finalmente entramos ambas a la habitación. Había dos bandejas de comida sobre la cama y mi estómago hizo ruido, no había comido nada desde ayer en la noche.
- Creí que sería bueno que comiéramos juntas.- la escuche e mi espalda.
Dios, es tan tierna.
Le sonreí caminé hasta ella para tomar su mentón al ver lo inquieta que se veía. Tan vez mi reacción no fue la correcta.- Esta perfecto, gracias.-
Ambas nos dejamos caer en la esponjosa cama con la bandeja sobre nuestra piernas cruzadas, el sentimiento de nostalgia apoderándose de mi al recordar las tardes en casa que pasaba con Lisa. No hablábamos, y sinceramente el silencio era bueno. Pero aún así pensé que un poco de platica no nos vendría mal.
- ¿Has ensayado ya?
- lo hice por la mañana.- contesto cuando logro comer lo que tenis en la boca.- cuando me dijiste que quería que nos viéramos cambie los horarios para tener la tarde libre.
- Tengo un boleto, lo compré hace mucho. Pero, no sabia si iba a necesitarlo.
Se giro a verme sorprendida y solté una risa.
- ¿Iras a verme?
- Si. ¿Te molesta?
- Claro que no, me encanta que estés ahí y lo sabes.- susurró.
Mordí mis labios. Desviando la mirada con las mejillas calientes, seguía logrando que me sonroje.
Cuando terminamos de comer una persona vino por los restos de las bandejas, aproveche para quitarme los zapatos que me estaban matando de dolor y conectar mi celular. Recargue mi cabeza en el respaldo de la cama cerrando mis ojos, ¿dónde conseguían esas camas tan cómodas? Definitivamente necesito una.
Pasaron unos segundos y no escuche más el ruido de Lisa en la habitación, llegué a pensar que había salido pero cuando levanté la cabeza me asustó verla parada frente a mi, recargada en la puerta con los brazos cruzados. Observandome.
- ¿Tienes sueño?- dijo con voz suave.
- Algo.- me corrí hasta la punta de la cama y me senté ahí.- no he podido dormir bien últimamente.
- Tampoco yo.-
Hubo un silencio, y a comparación de la ultima vez no era nada doloroso. Ambas estábamos calladas, sabíamos con exactitud que venia después de ahí. No podemos estar más separadas.
- sobre el beso...- empezó y sentí mis mejillas ponerse calientes. Otra vez.- lo siento, se que no debí hacerlo porque no te lo consulté antes, pero tú estabas ahí y yo no pude...-
- Guarda silencio.- interrumpi sus balbuceos.- ambas lo deseábamos, ya deja de culparte sobre todo.
- No estaríamos en esta situación si hubiese confiado en ti.- murmuró.- no sigas tratando de justificarme, por favor.
- Tonta.- le dije con una sonrisa.- eres una tonta de verdad.
- Tú también eres una tonta, una muy preciosa.
Sonreí bobamente jugando con mis dedos. Oí su suave suspiro y subí mi mirada para encontrarme con la suya.
- ¿Que haces aquí, Jen?.- preguntó.- yo debería ser quien vaya a ti, debería de solucionar las cosas malas que hice. No tú. Tu no tienes porque tratar de arreglar esto.
Suspire.- somos una pareja,guapa. Como un equipo, ambas debemld darlo todo para que funcione, y sí estoy aquí es porque entendí que no vas a atreverte a dar este paso, por qué aun sigues molesta y decepcionada de ti. Sigues pensando que no mereces otra oportunidad.
- ¿realmente la merezco?- susurró.
Realmente la mereces. Para mi.
- Jamás sabremos que hubiese pasado si las cosas hubieran sucedido al revés.- ignore su pregunta.- Quizá el enojo o la decepción también conseguían ganarme, nunca lo sabremos Lisa. Las personas actuamos por instinto y realmente no podemos seguir estancadas en este hoyo por algo así. Hay que salir y parar.
Dejó caer sus hombros soltando un suspiro. Luego sus ojos me miraron con dolor.
- ¿Estas terminando definitivamente?
¿Qué?
- No. Claro que no, boba.- me acerqué a ella con apuro cuando vi sus ojos brillantes por las lagrimas.- lo que estoy tratando de decir es que esto es como un bache y en lugar de solucionarlo solo estamos hundiendo más. Separadas no vamos a lograr fortalecer la confianza. Además, no estoy dispuesta a darle el gusto al estúpido de Kai. Nadie, por mas que quiera, va a separarme de ti.
- Entonces...
- Entonces abrazame que no puedo estar un segundo más apartada de ti.
Sus brazos me rodearon con rapidez, tan rápido como las lagrimas bajaban por mis mejillas y mi pecho se llenaba de calor. Su calor. Me aferre a su espalda y suspire contra su cuello, llenándome de su fragancia embriagadora.
La sentí apoyar su barbilla en mi cabeza y sus brazos me apretaron mas a ella de la cintura. Beso mi cabello y luego empezó a murmurar cosas.
- Gracias por no dejarme, hice todo mal pero estas aquí y no dejare que vuelva a ocurrirnos.
Me separe un poco para mirarla a los ojos desde abajo, estaban brillando tanto que pensé que iba a ponerse a llorar. Tomé su cara entre mis manos, acariciando sus mejillas con mis pulgares.
- Perdóname tu a mi por esto, fue una decisión apresurada y no me puse a medir el dolor que iba a causarnos. Ambas fuimos víctimas de Kai, no tuvimos culpa de nada y salimos terriblemente afectadas.
Negó tomando una de mis manos para llevarla a sus labios.
- Sólo hiciste lo correcto, mi amor. Este tiempo fue doloroso pero bueno, ahora sabemos que realmente y a pesar de todo nunca podremos vivir sin la otra... jamás podría vivir sin ti, Jennie.
- Yo tampoco.- susurré con la voz rota.-Nunca.
- Escuchame.- ahora ella tomo mi cara entre sus grandes manos.- olvidemos todo esto, olvidemos que existe Kai, que alguna vez existió una lisa que no confio en el amor de su vida. Vamos a olvidarlo todo, cariño, y empezar de nuevo.
Asentí. Una lagrima cayó por mi mejilla y se encargo de limpiarla, dejando un pequeño beso en mis labios.
- Te amo.- susurró contra mi boca.
Sollocé y me tire a sus brazos, teniendo que ponerme de puntitas para alcanzar a rodear su cuello. Había esperado y necesitado tanto volver a estar así.
- También te amo, guapa. Mucho.
Sus manos me recorrieron la espalda hasta llegar a mi nuca para separarme de su cuello, y ni siquiera me dio tiempo de parpadear cuando me llevo a su boca, tan ansiosa que fue difícil seguirle el rito al principio. Me apoye de sus hombros al sentir mis piernas temblorosas, siempre iba a ser jodidamente débil ante Lisa.
Gire la cabeza a un lado dejando que su lengua entrara en mi boca, gemí por la sensación y lleve mis manos a su nuca para acariciar su cabello largo. Me apretó mas hacia su cuerpo bajando sus labios mojados a mi cuello cuando necesitábamos con urgencia respirar, recorriendo toda mi piel sensible hasta llegar a mis clavículas descubiertas, pero no pasó mucho tiempo para tener su boca de vuelta contra la mía. Tome aire por la nariz casi ahogandome, pero no iba a separarme, no ahora que la tenia ahí después de tanto tiempo. La necesidad no era de ahora, ni de los dos meses anteriores. Había sido mucho antes, la había necesitado desde hace tanto. ¿Realmente puse la condición de ser amigos? Dios, ella y yo jamás podremos ser sólo amigas de nuevo.
Apretó mi cintura y nos dio vuelta para que mi espalda ahora estuviera contra la puerta, apresandome con su cuerpo y sin romper el beso. El ruidoso chasquido de nuestros labios se oyó cuando nos separamos, respirando jadeantes y con los labios hinchados.
- Lisa...- suspiré.
Sentí sus calientes manos pasar por debajo de mi blusa y así acariciar la piel desnuda de mi espalda.
- Si venias para que solo habláramos.-lamió mi cuello.- lo siento mucho.
Reí cerrando los ojos y dejando que me marcara el cuello tanto como quisiera. Hizo un recorrido desde ahí hasta mi boca, dejando pequeños picos en ella. Muchos.
- Enseñame que plan tienes entonces.- susurre contra sus labios.
Se alejo para ver todo mi rostro con una sonrisa, apresó su labio inferior entre sus dientes y volvio a besarme tan desesperada como antes. Ahogue un gritito de sorpresa cuando tomo mis muslos para levantarme, enrede mis piernas en su cintura con mis brazos en su cuello para sostenerme y no caer.
Camino torpemente hasta la cama y me dejó caer en ella, se metió entre mis piernas levantó los brazos para desaserse de su propia playera, relamí mis labios su perfecto abdomen marcado.
Me arrastro hasta su cuerpo haciendo que mis pechos choquen con los suyos y sintiendo sus pezones erectos.
- Eres rápida, Manoban.- Me burle acariciando su cintura.
Río entre dientes levantando mi blusa para besar mi abdomen que no era como el de ella, mas bien era mas gordito, sin apenarme. A Lisa le gustaba besar mi abdomen para recordarme lo lindo que era, y eso era suficiente.
- No puedo reaccionar de diferente manera cuando, estas debajo de mi y estoy a punto de hacerte mía.
Metió sus manos por debajo de mi camisa desabrochandome el brasier y comenzó a acariciar mis pezones con sus pulgares haciendome gemir. De pronto, vi todos los botones salir volando y abrí la boca.
- ¡Lisa!- chillé.- era mi favorita.
Me retiro con apuro la prenda rota y la lanzó cayendo junto a la suya en el suelo.
- Me estaba molestando.
Le restó importancia y pude seguir protestando si no fuera porque volvió a besarme. Callandome con esos labios esponjosos, y que me hacen perder el aliento.
Sus manos tocaron todo mi cuerpo desde mi cuello hasta mis piernas, estaba fallandome la maldita respiración y aun no pasaba nada.
Desabrocho mis pantalones maldiciendo por no conseguirlo a la primera, reí y termine dándole en un poco de ayuda antes de que terminara igual que mi pobre blusa.
- Te eh extrañado jodidamente tanto.
Gemí al verla desprenderse de su pantalón. Necesitaba esto. Tanto.
Deslizó mis bragas, dejándome completamente expuesta ante su mirada miel, que me examinaba desde arriba mientras luchaba por sacarse su pantalón. Cuando lo logro regreso a mi boca hambrienta, temblando por el contacto de su piel desnuda contra la mía.
No sé como lo hacía, pero podía hacerme sentir mas especial en cada encuentro intimo que compartíamos, como si fuese la primera vez.
Deslizó sus manos a lo largo de mis piernas, inclinandose sobre ellas para dejar besos húmedos en mi piel.
- Jodida debilidad que tengo por estas piernas.- murmuró.- toda tu eres mi maldita debilidad.
- No quiero juegos esta vez.- sentí sus dedos bajar por mi abdomen y llegar llegar peligrosamente a mi entrada.- sólo hazlo, por favor.
- ¿Hacerte que, mi amor?- se burló, metiendo un poco la punta de su dedo indice y haciendo pequeñas embestidas. Iba a estallar tan rápido si seguía jugando así conmigo.
- Que empieces... a hacerme el amor.- Gemí
Retiro su mano y puso dos dedos delante de mi. Sentí la cara caliente al entender a donde quería llegar. Los metí a mi boca, tratando que ambos quedaran lo suficiente lubricados por mi saliva. No tenia idea de lo que hacia, jamás había echo algo como aquello pedo para mi sorpresa no estaba nada avergonzada.
- Se va a sentir diferente, no tengo consolador.
- ¿Porque deberías de tenerlo?- suspire jadeante al sentir sus dedos de nuevo en mi entrada.- yo no venía a esto... joder.
Dejó salir una risa ronca y deslizó sus dos dedos dentro de mi, tan lento y desesperante.
- En una habitación, con una enorme cama, tú luciendo tan sexy y yo con tantas ganas de ti. Deberías de haberlo imaginado, bebé.
Grité, adentro los dos de un solo impulso. Sentí su respiración en mi cuello mientras comenzaba a moverlo. Estaba ardiendo, su cuerpo sobre el mio ardiendo y se sentía malditamente bien.
Abrí la boca ahogando un sonido cuando bombeo sus dos dedos llegando a mi Punto G, vi borroso y mis ojos no pudieron durar mas abiertos al sentir que estaba a punto de romperme. Con el consolador estaba bien, pero esto es majestuoso sentir los dedos de Lisa dentro de mi es... es... ash no hay palabras correctas para describirlo.
Mierda. ¿Como habíamos llegado hasta aquí?
Vi una pequeñas lucecitas de colores y un nudo se formo en mi vientre, estaba cerca y al darse cuanta metió un tercer dedo dentro de mi.
- A-Ahh~ Li-Lisa~.- Gemi y solloce de placer. m-me vengo.
- Lo sé.- beso mis labios.- tengo grabada tu cara y se cuando estas cerca. Dale nena, tu puedes.
Tres de sus dedos seguían penetrando mi interior, todo tan necesitada que me olvide del dolor al no acostumbrarme aun pero no iba a ponerme a pensar en eso ahora, no en este momento.
Me aferré a las sabanas, retociendome al sentir su lengua mordiendo y chupando mi clítoris. Moví mis caderas levemente hacia arriba para sentir mas su contacto, desesperada por mi liberación.
- ¡Lis-Lisa~!
Me deje ir sintiendo los espasmos por todo el cuerpo, en mi pequeña nuve de placer sentí el vacío en mi interior y como dos dos de sus dedos tomaban de mi esencia para seguir con las caricias en mi zona sensible. Respiré entrecortado y levante la cabeza para verla deslizarse las bragas negras que la hacían ver mas sexy de lo normal y no es que me queje pero uff. Estoy empezando a ponerme loca.
Volvió a ponerse entre mis piernas y suspiré al sentir su calor tan cerca de mi. Me beso tomándome de la nuca, mordisqueando mi labio inferior para luego rozar su sexo en el mio y alejarse. Solte un jadeo ahogado, ¿ya había mencionado que estaba desesperada nuevamente y mi sexo palpitando? No era normal aquella maldita reacción que provocaba tan rápido con su toque en mi.
- No juegues, Manoban.- suspire.
Sus dedos acariciaron mis mejillas con dulzura. Suspiré por la delicadeza y sonreí.
Sus ojos, podría verlos toda la vida y jamás cansarme. La manera en la que brillaban mientras me observaba, podía ver mi reflejo en ellos y hacerme sentir perfecta.
- Eres el amor de mi vida, ¿lo sabes?
- Lo sé.- metí mis dedos entre su cabello.- tu eres la mia, para siempre.
Abri mis ojos a mas no poder, cuando en un abrir y cerrar de ojos Lisa acerco su cara a mi vagina. Intente cerrar mis piernas como acto de reflejo pero Lisa me lo impidió y me dio una sonrisa tranquilizadora. Nunca en mi vida me habían echo un oral.
Sentí la punta de su lengua en mi entrada, entre abrí mis labios suspirando pesadamente y posiblemente mi grito se escucho a los ocho pisos del hotel cuando Lisa empujó toda su lengua dentro. De una sola vez, me sentía en el cielo y tenia una necesidad. Mucha necesidad y amor.
- Mierda, sabes tan bien.- gruñó. Saliendo para volver a entrar poniendo sus manos en mis pechos y amasandolos al ritmo de sus penetraciones.
Se quedo ahí unos segundos mas y volvio a salir. Dios esta mujer me va a matar. Solté una queja porque quería sentirla mas y pareció no darse cuenta por la pregunta que me hizo.
- ¿Te hice daño?
Negué sin aliento, como pude hablé y reí al mismo tiempo, se me fue la molestia en un segundo al ver su carita.
- ¿Por que estas actuando como una adolescente en su primera vez?- gemí al sentir su aliento cerca de mi nuevamente.- Te recuerdo que me as partido con el consolador muchas veces, sin embargo esto es mas exquisito, sentir tu lengua dentro de mi.
Se río, dando una lamida a toda mi longitud y quedarse jugando con mi clítoris. Uso sus dientes para morder y me senti desfallecer.
- Entonces supongo que ya puedo empezar.- jadeó cuando moví las caderas.- porque un segundo mas es mucho para mi autocontrol.
Metió dos dedos de una para salir lentamente, y luego metió su lengua de golpe.
Demonios, estaba toda su lengua de nuevo y había empezado a olvidar como respirar.
Maldita Lisa caliente Manoban que me hace perder la cabeza.
Ambas nos decidimos en gemidos, claro que los de ellas ahogados. Salia mordía,lamía y chupaba sin medir su velocidad y delicadeza, literalmente me estaba comiendo el coño. Estaba siendo ruda y yo no podía hacer mas que disfrutarlo.
Nuestra primera vez fue tierna, realmente fue mi primera vez aunque alla sido con consolador. Estaba tan avergonzada de primero y tenia miedo. Ahora, no me desagrada para nada la idea de que mi primer oral sea de Lisa comiéndome ferozmente, La mujer era tan caliente que me había echo una pervertida sin vergüenza, y ahora mismo no me importaba si todo el hotel estaba escuchandome.
Una voz parecida a la de Irene llego a mi cabeza: "Hazla sufrir más, no se la dejes tan fácil. No puede solo volver a pedirte perdón y luego follarte", me habia dicho antes de irme. Quize reirme, estaba haciendo completamente lo contrario pero me encontraba muy ocupada disfrutando de las sensaciones que me causaba Lisa entrando, saliendo y comiéndome cada vez mas rápido, que no tuve tiempo para pensar en eso.
Para ese momento había olvidado lo que hacia ahí y a que realmente había venido. Y la fuerte imagen del cuerpo de Lisa y metida entre mis piernas comiéndome completamente no ayudaba mucho.
- Tan malditamente mía.- Senti mis paredes contraerse al alrededor de su lengua y apretó mas fuerte mis pechos.- Esa manera en la que sabes, me vas a volver loca.
Mi cuerpo comenzó a balancearse más rápido cuando cambio su agarre a mis caderas e intensificó el agarre para subir la velocidad. Los choques toscos de su boca y mi vagina, hacían mover la cama junto con la cabecera que ya golpeteaba contra la pared en un sonido vergonzosamente erótico. Diablos, que suerte que era la única habitación en el pasillo. Me sostuvo mas fuerte y así impulsandose más profundo hasta logar tocar mi punto G haciendome delirar de placer.
- Ahí.- abrí mas mis piernas soltando un chillido.- Dame otra vez ahí.
Logro encontrarlo fácilmente de nuevo, tocando ese lugar una y otra vez, la garganta me ardía y sentía que cada uno de sus toques me quemaba deliciosamente.
- Me haces perder la maldita cabeza.- siseó y entro por milésima vez llegando al punto.
- Te amo, te amo.- solloce.
-Te amo más, Te amo.- gruñó. Sus movimientos haciéndose torpes dentro de mi.- te amo tanto joder. Dijo separándose y hacer que nuestro sexos se rosaran fuertemente el uno con el otro.
De pronto la sentí venirse, gimiendo roncamente sobre mi boca.
Al haberse ya corrido regreso a mi sexo y penetro de nuevo con su lengua rápidamente, no paso mucho tiempo cuando me sentí romper, y grite tirando de su cabello al sentir mi potente y rico orgasmo atravesarme. Jesús, me había echo llegar sin la necesidad de tocarme más, había sido tan intenso y sofocantemente caliente.
Salio de mi agarrándome de la cintura y girando en la cama llevándome con ella para recostarme en su pecho. Tomó un par de toallas húmedas para limpiarnos, seguía muy perdida y estaba tan cansada que me dejé hacer, después vi como se levantaba para ir al pequeño bote de basura que estaba en el cuarto dejándome ver si perfecto cuerpo desnudo.
Volvió a la cama y me atrapa en sus brazos otra vez. Quedandonos así un buen rato, sólo escuchando el sonido acelerado de nuestras respiraciones.
- Te amo.- susurro contra mi cabello.- perdóname por ser una imbécil. Por no confiar en ti, por todo lo que dije, mi amor. Perdóname, toda la vida voy a pedirte perdón.
Acaricie su mejilla y bese su barbilla.
- Yo también he cometido errores antes. También confíe en las palabras de otra persona cuando me aleje de ti, y me perdonaste cariño. Lo hiciste sin importar que. Sin importar lo cobarde que fui.
- No confíe en ti y dije cosas horribles.- rozó su nariz contra la mía.- nada es lo suficientemente malo para justificar eso.
- Estamos bien ahora. Ambas nos hemos echo llevado algo de esto, reforzaremos mas la confianza que nos tenemos, pero juntas.- Dejé un pequeño beso en su boca.- pero realmente estas advertida, Manoban. No quiero que esto tan bonito se vuelva dañino.
Asintió. Volviendo a mi boca para empezar un beso mas largo, lento. Lleno de amor.- Me sentí tan enferma, Jennie.- susurro.- no soporte la idea de otras manos tocándote. Mierda, ni siquiera puedo imaginarlo y luego las fotos, yo... perdí la cabeza.
- Jamás permitiría que otras manos me tocaran.- bese su mandíbula tensa.
- Yo tampoco lo permitiría.- enterró su rostro contra mi cuello. Para luego acariciar con la palma de su mano desde mi hombro muy lentamente hasta llegar a mi trasero y quedarse ahí.- primero le deformo la cara al hijo de puta, Kai tiene demasiada suerte de estar en la cárcel.
Solté una risita disfrutando la sensación de sus labios deja do tibios besos en la piel sensible de mi cuello.
- ¡No le hable a las chicas para decirles que llegué bien!- recordé de pronto tratando de salir de sus brazos para buscar mi celular, pero obvio no me lo permitió.
- Jisoo puede hacerlo, vamos a quedarnos así.- capturó mi cintura con sus fuertes y tatuados brazos para subirme sobre ella.- para toda la vida.
Me incline para llegar a sus labios y empezar un dulce beso. Su sabor era tan familiar y calido me hacían sentir tan bien, tan amado. Solté un jadeo, cuando abrí mi boca aprovecho para adentrar su lengua para encontrarse con lamía. Apretó mis muslos y me aleje un momento para respirar.
- Eres una hormonal.- gemí bajito ante su palpitante sexo debajo del mio.
- No puedes culparme, tu simple presencia me provoca excitación.- me movió sobre ella. Con esa sonrisa tan seductora en la boca.
-Te amo.- susurré.- no me voy a cansar de decirlo.
Volví a besarla. Las chicas podrían esperar por mi llamada unas horas más.
Gracias por leer:)
Voten❤
Amores disculpen la demora pero la escuela me esta exprimiendo el tiempo y lo poco que me queda lo ocupo para leer. Lo siento.
Espero les guste este capítulo de +3000
Si hay algún erró me avisan:(
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro