Ojos de Hielo
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son todos del señor Avión disparando al cielo.
Bueno, son todos propiedad de Mo Xiang Tong Xiu, simplemente los tomo prestados para los fics.
Pareja: Mo Beijunx Shang Quinhua ( El señor Avión disparando al cielo)
Shang Quinghua suspiro mientras terminaba de recoger el agua del rio. Después coloco ambos cantaros entre sus brazos y regazo y emprendió el camino de regreso. Estaba harto de las tareas que tenía que hacer como parte de An ding Peak. Odiaba que tan pronto fuese en esa secta y en ese cuerpo en el que hubiese transmigrado.
A veces todavía rumiaba al respecto, por no haber sido el protagonista, o mejor aún algún otro de sus personajes de gran poder y de vida más cómoda.
Renegaba todo el tiempo de su suerte. Él, el pobre autor, él era el dios de ese mundo carajo.
¿Por qué tenía que haber caído en dicho personaje insignificante?, carne de cañón, no, peor que carne de cañón. El saco de boxeo. El ceniciento de la novela, el traidor, además. El sin chiste.
Bueno, se dijo. Al menos su apariencia no era mala. Pero qué triste consuelo cuando todos en su novela eran de buen ver, unos más atractivos que otros, no recordaba haber descrito un personaje feo. Cayo en ese cliché literario de hacerlos bonitos a todos, o por lo menos simpáticos.
Dejo ir otro suspiro con pesar.
Al principio hacer las tareas de discípulo de An Ding Peak era pesado. Después de su encuentro con Mobei Jun y el trato con "su rey" la cosa cambio. Ahora era el señor del pico, era el líder, aunque siguiera siendo un sirviente, al menos tenía más categoría que antes. Al menos había cierto estatus y un poco más de comodidad. Bueno un mucho, no es lo mismo ser un discípulo de clase baja, que el señor del pico.
Pero el precio, esa traición, esa información, aquel evento en la cumbre, en el torneo. Todas esas víctimas, esas vidas perdidas eran su culpa. De forma indirecta, pero lo eran.
Fue él quien dejo pasar a los demonios para que atacasen a sus "Compañeros discípulos" Como bien le acuso Qi Quinqui. Bueno no era su culpa, era del maldito endemoniado sistema, que lo coacciono a hacer dicha cosa. Pero sí, su culpa también por hacerlo, su culpa por escribirlo, por crear esa situación y ese personaje. Su culpa por que sí quería poner una trama de acción tan necesaria en ese tipo de novela, además había sido un punto clave para el protagonista y el villano aquel evento.
El intentaba pensar en las victimas como simples mobos de un juego, personajes desechables, no personas, "personajes" No estaban vivos, no de verdad. Igual él los había creado como ficheros del montón para ser exterminados. No debía sentirse culpable. ¿A caso un escritor se sentía culpable cuando mataba personajes para el desempeño de la trama? Pues la verdad no.
Bueno tantito, pero sólo cuando lo hacía con los personajes más queridos de los lectores y estos le comentaban cosas como:
"Oíste eso, es mi corazón quebrándose" "Ay dónde está el cloro"
"No puedo más estoy llorando ahora" "Esos fueron mis sentimientos siendo aplastados"
"No era necesaria tanta maldad" o incluso el típico cómico de "Ya basta Freezer"
En fin la vida como Señor del pico y lacayo, sirviente, reposapiés y saco de boxeo de Mobei Jun, no era tan mala. No después de todo. Cuando visitaba la tierra de los demonios, no tenía mucho que hacer, por lo general sólo asistir a Mobei y cumplir sus caprichitos. Irse con cuidado, si no quería ser aporreado tres veces al día. Eso sí que dolía, dolía e indignaba.
Parte suya sentía que siempre andaba siendo abusado. Y lo odiaba, odiaba la situación y la relación toxica que tenía con este. Y lo odiaba por que no podía odiarlo. Porque a pesar de todo lo miraba con admiración. Con amor, con un amor casi paternal de ser su creador, mezclado con admiración y con un amor sensual, de haberlo creado justo como el hombre de sus sueños primaverales.
Entonces ya no lo veía de forma paternalista, si no....Censurado, censurado.
Pero no, él no era un masoquista, no que supiera, no antes de caer en ese jodido y torcido mundo que él creo.
Pero claro él no lo creo tan jodido y torcido como ahora era. De eso culpaba al sistema. Maldito fuera cosa del demonio. Maldito sistema ratero usurpador de poderes, plagiador, robador de tramas.
Finalmente llego a su destino. Dejo los cantaros sobre la mesa y se estiro para relajar los doloridos hombros y brazos.
−Ni que pesaran tanto.
−Bueno mi rey, no todos tenemos su súper fuerza.
Replico con sarcasmo.
−No, pero no pensé que fueras tan débil, y tan contestón. Desde aquel incidente no has dejado de ser un insolente.
Shang Quinghua, sabía muy bien a que incidente se refería, cuando se había atrevido a levantarle la mano y a reclamarle. Cuando actuó tan temerariamente estando seguro de que huiría de regreso a su mundo. Cosa que no hizo por...Quien sabía por qué.
Le miro con los ojos entrecerrados y respondió con la insolencia de que se le acusaba.
−No todos tenemos súper fuerza como su real majestad, y no me da miedo replicar, total ¿qué podrías hacerme ya, que no me hayas hecho? Me has aporreado una y otra vez, me has golpeado, insultado, abusado. Y al igual que una esposa maltratada se cansa y dice ya no, pues igual yo. "Nunca más" me oyes, nunca más.
− ¿Una esposa?
Mobei Jun enarco las cejas y sonrió con burla ante la comparación. Le gustaba esta nueva versión de Shang Quinghua, más valiente, más rebelde, más retadora. Le gustaba que le enfrentase, nadie antes había hecho eso. Al menos no como lo hacía él, nadie tan débil como él.
−Como sea, estoy harto. Tu nunca te preocupas por mí, es más me expones al peligro, estar cerca de ti, se suponía debía ser bueno, se suponía que debía sacar partido de ti, tener algún beneficio, un provecho, cuando escribí a Shang Quinghua, sí era un personaje secundario carne de cañón, ya lo sé, pero tenía un propósito para la trama, y se suponía que él se veía beneficiado de su sociedad contigo. Pero ¿qué obtengo? ¿qué? Gritos, malos tratos, golpes. No, estoy harto. Carajo debí irme, me iré, lo haré y esta vez no vas a encontrarme, no señor, esta vez sí voy a cruzar el umbral. No más Shang Quinhua para ti.
Dramatizo gesticulando mucho y haciendo aspavientos, esta vez Mobei Jun, se había quedado confundido. No entendía bien de que parloteaba, salvo que era una queja y que de nuevo el idiota subordinado suyo amenazaba con irse. Cosa que le irritaba y mucho.
−Incluso recode que tu tío te haría traición y me quede, te salve de él y....
−Lo hiciste, te devolví el favor, te salvé de él también.
−En primer lugar, él no me tendría en la mira, si no te hubiera defendido. A veces me pregunto ¿por qué lo hice? ¿Por qué lo hiciste avión disparando al cielo, por qué?
Mobei le escuchaba, pero no entendía ni media palabra, pero aquello comenzaba a resultarle irritante.
−De que te quejas, nadie te pidió que te metieras. ¿Acaso yo te pedí que me ayudaras? Además, después te hice tus estúpidos fideos.
Con esa repuesta por la mente de Shang Quinghua paso el meme de Saitama, con esa misma frase de ¿Acaso yo te dije que...? Gruño enfurruñado. Era cierto él no le pidió ayuda. No lo hubiese hecho nunca, pues su orgullo jamás lo hubiera permitido y si recordaba bien los hechos, él sí había sido impulsivo para defenderlo. ¿Significaba que le importaba, aunque fuera un poco? O era eso de, sólo yo puedo destruir mis cosas. Le miró fijamente y pensó que era lo segundo.
−Estaban quemados. Deberías aprender de Luo Binghe en la cocina.
Replico groseramente y después observo los cambios en el rostro del rey de los demonios del norte. Esos ojos de hielo se congelaron aún más, la mueca que hizo con los labios y la forma en que contrajo el ceño le dijeron que se había pasado. Nada bueno, le esperaba nada, nada.... Pensó ahora en el meme de Run Bitch Run...
Y sí salió huyendo tan rápido como sus piernas se lo permitieron. Obviamente su velocidad nunca competiría con la de Mobei Jun, se vio sujetado con facilidad por el mayor y este le miro con aquellas gélidas pupilas, las cuales le pareció que lanzaban un fuego entre azul y purpureo. Estaba frito.
−Tu definitivamente no tienes moral, pero si tienes una lengua muy larga.
−Larga no, sólo estúpida por favor no me la cortes.
−Fíjate que no lo había pensado. Pero tengo otra manera de castigarte.
Shang Quinghua tembló pensó que iba a ser golpeado, torturado, quizá incluso quemado o mutilado. Dramatizo imaginando los peores escenarios mientras veía esa sonrisa retorcida.
−Cuando termine contigo, lo último que me pedirás es que aprenda algo de Binghe. Voy a divertirme contigo, jamás volveré a cocinar para ti, esa es tu tarea "esposa" como también lo es cualquier otro servicio, además de complacerme en todo. ¿Sabes? Hay algo en lo que Luo es muy malo, los rumores han corrido como fuego en pradera, pero me han dicho que en ese campo yo soy muy bueno ¿sabes de que se trata?
Shang Quinghua sudo frio al pensar en la respuesta. Ay no, ay no, ay no, quizá era mejor que lo aporrearan otra vez, que le rompiesen los huesos, las piernas, las costillas, que ...Pero en realidad no, No podía negar una emoción secreta al pensar que estaban hablando de "eso"
− ¿Pa,pa,pa?
Pregunto temblorosamente.
−He descubierto tus manuscritos, esos... ¿Como los llamaste? Fanfics slash Liushen...Sería interesante que Binghe, los viera.
−Oh no por favor no, si ve eso me hará una vara humana.
Él mejor que nadie conocía la capacidad de venganza que poseía su protagonista oscurecido, su celopata, posesivo y psicópata toxico protagonista. Aunque el Luo de ese mundo no era tan malo como el original, aún era de temerse.
−No, tranquilo, no le mostrare a Binghe "Guera de [Beep][beep] o Follando con él Shidi" Pero recrearé esas escenas contigo, además te daré inspiración para tus próximos escritos primaverales.
−Bueno entonces no estaré siendo castigado, si me harás pa, pa ,pa será hasta un premio.
Dijo muy quitado de la pena. Se sentía nervioso sí, pero más excitado aun, después de todo no es como si no hubiera soñado hacer eso con Mobei Jun desde que... Sí, desde que lo recién creo en aquella página en blanco.
El demonio pensó que el chico en verdad carecía de moral, pero aun así sus palabras levantaron su ego y algo más.
A la mañana siguiente Shang Quinghua no podía caminar, que caminar, ni siquiera era capaz de levantarse. Ahora entendía al hermano Shen, de quien solía burlarse secretamente. Pero al menos, se dijo para consolarse, lo había hecho con el hombre de sus sueños, el personaje de sus sueños y era verdad.
Allí donde Binghe era malo, Mobei era excelente, después de todo, era mejor la habilidad de follar que la de cocinar si tu hambre es de xxx ademas podia comprar comida, pero comprar sexo pues...no le entraba a eso, aunque si el gigolo fuera mobei...
Saco una hoja de papel y su pluma y comenzó a escribir otro fanfic, uno dónde contaba sus fantasías con su rey.
Le dolía la cadera, el trasero, la espalda, y las veinte mil mordidas que habían quedado en su cuerpo, pero estaba satisfecho y quería otra ronda.
Al terminar su relato erótico que deseaba que en la noche se realizase se fue a la fantasía escribiendo otro fic Liushen y uno en dónde Binghe era el Shou y no el Gong.
Nota: Me disculpo si escribí mal, algún nombre, se me complican mucho, son raros y difíciles, y bueno, son chinos.
Bueno, espero les haya gustado. El próximo Fic sera un Liushen. No sé quizá veamos que escribió el señor Avión sobre ellos. 😘😏
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