Narrador:

Habían pasado cinco meses y con los dos de antes, sumaban siete meses sin estar en un local. Balloon Boy se aburría cada vez más, nadie hablaba con él, nadie le miraba. Ya recibió llamadas de atención por su risa que era molesta para todos, o eso era lo que sentía Balloon Boy

Él estaba contando los segundos, los minutos y las horas desde su lugar asignado. Al no tener nada que hacer, Balloon Boy estaba mirando todo y prestando atención a cada mínimo detalle que había en la habitación. Había aprendido a saber cómo sonaban los pasos y ahora era capaz de identificar a alguien por su forma de caminar o por el ruido que hacía.

Sonaba patético desde su punto de vista.

Los demás recibían más atención que él, recibían más actualizaciones y medidas de seguridad. Los reparaban y limpiaban para que no se estropearán, les hacían chequeos mientras él estaba solo y abandonado en un lugar. Acumulando polvo muy lentamente.

¿Qué necesidad había de traer a los antiguos animatronicos? ¿Por qué no podían dejarlos en el olvido?

Balloon Boy se abrazó a sí mismo pensando en la suerte que tenía de ser solo metal y plástico, si fuera humano ya habría muerto hace tiempo allí metido.

Ojalá pudiera salir de aquí.

Balloon Boy se acurrucó en la esquina, los pasos se escuchaban en el pasillo, pero la puerta estaba cerrada con llave y no se podía salir de allí. Cada segundo que pasaba parecía una tortura para Balloon Boy. No tenía a nadie con quién hablar. Estaba solo.

Las horas pasaban y nadie iba a verlo o a preguntarle cómo estaba. Aunque lo último era una tontería, él era una máquina y nadie se iba preocupar por él de esa forma. Y él lo sabía muy bien.

Solo había que esperar. Era lo único que quedaba, verdad? ¿No se iban a olvidar de él, cierto?
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Ellos lo hicieron.

Los otros fueron al local. Él se quedó a pudrirse en esa habitación, oxidado y abandonado por todos. Pero quizás eso fue bueno, pues no tuvo que estar en los incendios de los locales.

Al parecer es muy normal que se incendien las pizzerías. El mega Pizza Plex se incendió dos veces y los animatronicos terminaron fundidos y destruidos. Quemados hasta el punto de no poder ser reparados. Circuito y cables freidos hasta ser un líquido de colores.
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•Y este es el final. Ya dije que iba a ser un fanfic corto.