Stefan iba a buscarlo cuando lo vió salir de la cripta de la prisionera.

___¿ en qué andas hombre?, ¿Confraternizando con el enemigo?, te recuerdo que Baby Blade puede estar perfectamente asociada con los que quieren destruirte, si tienes dificultades para sacarle información yo puedo hacerme cargo___intentó abrir la puerta y Klaus sintió que quería arrancar de raíz la columna de su segundo al mando, últimamente sus nervios de acero estaban a flor de piel, mas exactamente desde la llegada de la barbi vampiro, pero mostrar piedad era justamente la debilidad que le acababa de decir a Caroline que debía suprimir, y nadie podía saber que él después de siglos haciendo el mal como tan acertadamente ella le había dicho, estaba comenzando a sentirla y no solo eso sino un caudal de emociones que solo su hija había comenzado a despertar cuando nació.

___ alejate de aquí Stefan! ella es mi prisionera, mi cena, y solo yo decidiré la hora, lugar y forma de su muerte , tu por otra parte no me has traído ninguna noticia de Lookwood.___ su tono inquietantemente bajo, resultaba más que perturbador para el sagaz destripador.

___¡ bien, bien! pero que sensible nos estamos poniendo por aquí con todo esto.

___el híbrido comenzó a cambiar sus facciones y esa fue la señal para Stefan de que no debía seguir presionando y salió pitando de allí, Klaus lo observó alejarse suspicaz.

Stefan había sido un leal colaborador en todos sus actos para mantenerse en el poder y proteger a los suyos, la poderosa familia Original, pero cuando el Rippah tomaba el control ..., sabía que aún y cuando había llegado a considerarlo un amigo, uno sádico, sociopata y dañado de formas irreversibles, algo similar a él hasta cierto punto, el destripador era un demonio legendario y eso era perfecto, en la guerra cuando lo único que importaba era destruir al enemigo a cualquier precio, pero su casa, la fortaleza Mikaelson ya no era la misma y tenerlo por allí con su hija tan cerca..., definitivamente ningún hechizo era suficiente para protegerla. Hope su pequeña y dulce esperanza aunque estaba muy seguro que a pesar de ser aún un bebe la pequeña tenia habilidades y se auto protegía, no quería correr ningún riesgo, toda la familia original había querido cuidar de ella cuando supieron de su existencia pero él no los dejó, durante muchos siglos habían vivido infelices huyendo del maldito Mikael y cuando por fin las cosas parecían haber mejorado con los enemigos contenidos y él establecido como el Rey de New Orleans no quiso que continuaran haciendo sacrificios por él, Kol y Rebekah estaban bien en Monaco y Elijha el mas terco de todos se había ido a Francia y finalmente había encontrado algo de paz con una vampiresa llamada Gia, los vampiros,brujos y lobos estaban medianamente contenidos y no eran su mayor preocupación, había logrado asentarse por la fuerza gracias a su poder y con Hope todos le temían aún más, aunque no faltaba quien quisiera revelarse el había logrado acabar cualquier intento, lo quisieran o no al igual que él su hija existía y era incluso más poderosa que cualquiera de las facciones, era una trihibrida descendiente de los clanes de lobos ancestrales que poblaron América el suyo, del Atlántico Norte y el de los Crecent, sangre de la poderosa bruja Esther corría por sus venas, aún entonces no podía creer el regalo tan grande que representaba la pequeña, sin notarlo siquiera estaba frente a su cuna, ella aferraba sus manos y le sonreía como si lo conociera, pero no como todos los demás sino como su padre y lo aceptara a pesar de los miles de corazones que había arrancado con esas manos, nunca pensó que su encuentro con la loba Andrea Labonair que en aquel momento se presentó como Hayley Marshall y astutamente había omitido el pequeño detalle de ser la princesa heredera de los alfa de la manada Crecent ,le traería a su preciosa hija, sus manadas eran enemigas desde tiempos inmemoriales, cuando supo de la treta para unirlos por poco la mata, pero la pequeña Hope estaba creciendo dentro de ella, su pequeño milagro estaba en camino, la loba aunque estaba al pendiente de la niña y todas sus fuerzas al igual que las de él estaban siempre protegiéndola, ella no era... la madre mas amorosa precisamente, no es que él fuese el padre del año pero la pequeña no distaba mucho de cualquier niño humano a esa edad, ya tenía un año y parecía hablarle con la mirada,cuando sus híbridos le dijeron que la pequeña intentaba aferrarse a Caroline cuando la atraparon no podía creerlo, su pequeña necesitaba una madre pero una de verdad que se preocupara por ella no un vientre de alquiler como la loba Labonair que aunque fuera una princesa y se hubiese convertido en híbrida también y se preocupara a su manera por ella, era seguro que no sería su reina, todas esas ideas rondaban su mente mientras la niña en su regazo lo abrazaba como nunca nadie lo había hecho.