En todo el tiempo que llevaba recorriendo el mundo en busca de su monstruo particular, nunca supo que podía existir un ser como ese frente a ella. En sus ojos se veía la bestia que aullaba en su interior; un vampiro con todas las fortalezas de un lobo, el monstruo perfecto y la mordida letal llegó como el ataque mortal y veloz de una cobra.

Klaus era implacable y sus colmillos de lobo se hundieron sin piedad en la aorta de la rubia, pensaba arrancarle el corazón con sus propias manos en su salvaje estado de híbrido allí mismo; Pero su sangre era joven, dulce y provocativa, tan deliciosa como no había probado ninguna en mucho tiempo y empezaba a despertar sensaciones más que de rabia o venganza, por haber intentado llevarse a su hija y atreverse a desafiarlo. Sentía deseo, lujuria por la pequeña vampira a punto de sucumbir en sus brazos, su lado mas racional se obligó a soltarla antes de cumplir su palabra y secarla o despedazarla. Aunque esas habían sido sus intenciones, inicialmente, el ver su cuerpo frágil empezando a convulsionar por su ataque híbrido, le hizo reconsiderar sus planes. Su hija estaba a salvo,después de todo, ella había sido capturada por su ejercito de híbridos y no era más, que una vampira relativamente neófita. No era fuerte, ni se veía que estuviese aliada con ninguno de sus muchos enemigos para destruirlo. Su sangre por otro lado era... Sencillamente lo mejor que había probado nunca ¿ sería verdad que el sabor dependía de la personalidad de la víctima o que ¿a mayor temor mejor sabor?. No lo sabía; igual dudaba que esa chica supiera lo que era el miedo, si había sido tan capaz de ir nada menos que hasta su ciudad a enfrentarlo a él, pero sin duda era muy particular. En esa disyuntiva decidió que viviría, para ser su cena o quizás algo más, noche tras noche, hasta hartarse. Sería un castigo que su lado cruel disfrutaría darle, aunque por el veneno de lobo que corría en sus venas, sabía que si lo hacia directamente, ella no duraría mucho aunque la curase luego de morderla, así que pediría a alguna de sus brujas que consiguiera un hechizo para disfrutar de ese placer sin matarla, al menos, no tan rápidamente.