Capitulo 2.- De Maestra a Alumna
Créditos al autor: Shadowauditore1992
Konoha se encontraba en una paz con ninguna, en especial para los shinobis de dicha aldea, que ahora podían disfrutar esta mañana tan tranquila y sin preocupaciones, el sol apenas salía para reflejar sus rayos en las residencias y en el pasto, pero también entrando en cierto cuarto, el cuarto le pertenecía a Sakura Haruno, la aprendiz de la Godaime, pero ella no estaba sola. Yacía ella en la cama acostada con mucha tranquilidad cubriendo su cuerpo desnudo con sábanas blancas mientras que a su lado se encontraba el héroe de todo el mundo shinobi y su verdadero amor, Naruto Uzumaki, quien estaba abrazándola con mucha ternura después de una noche intensa, donde ellos liberaron su pasión y sus deseos más oscuros y llenos de lujuria. Los dos dormían plácidamente cuando un rayo de sol incomodo a la ojiverde, quien hizo una mueca de desagradado, la kunoichi comenzó a moverse lentamente tratando de acomodarse en su cama, para terminar dándose la vuelta y tener frente a frente de Naruto, Sakura lentamente abrió los ojos para toparse con la mirada del ojiazul, una mirada tan azul como el mismo cielo y tan pura como su corazón, Naruto le sonrió a su princesa que apenas iba despertando pero feliz de tener a Naruto a su lado, por fin sentía que su corazón encontrara su mitad, su media naranja, ambos se dieron su beso de buenos días, uno corto pero lleno de sentimiento.
-Buenos días Sakura-Chan.- Dijo el rubio de una forma muy cariñosa hipnotizada por los ojos de su amada pelirrosa mientras la susodicha solo le regalo una sonrisa al rubio.
-Buenos días Naruto –Kun.- Sakura se ruborizo un poco al decir la palabra "Kun" y tocando el rostro de Naruto con sus manos suaves en especial en sus marcas zorrunas.
-¿Dormiste bien?- Pregunto Naruto con mucho interés después de esa noche tan intensa que tuvieron, mostrando a un Naruto como una fiera total y a una Sakura con una mente muy pervertida, Sakura solo rio ante esa pregunta.
-De maravilla y contigo a mi lado, no podría pedir otra cosa en esta vida.- Dijo la chica de pelo rosado estando más cerca del rubio, para ella era un sueño hecho realidad y quería disfrutarlo al máximo, pero había perdido el sueño y era tiempo de levantarse por lo que trato de levantarse de la cama no sin antes estirarse, pero para su sorpresa, Naruto la estaba reteniendo para que se volviera a acostar a la cama que ambos compartían en estos momentos, la ojiverde solo vio a un Naruto con ojos de cachorro.
-No Sakura-Chan, quédate un rato más.- Decía Naruto abrazando a su amada Sakura-Chan de una forma cariñosa, Sakura podía sentir que estaba siendo protegida por un ángel guardián y le gustaría estar así un buen tiempo, pero tenía cosas que hacer, como reportarse con la Godaime.
-Naruto, tengo que levantarme, apuesto que Tsunade-Sama se ha de preguntar dónde estamos y si no voy a verla, nos mata a los dos.- Sakura solo imaginaba como iba a recibir el regaño más grande hasta el momento por la Godaime al notar que ninguno de los dos estaban, pero Naruto solo quería estar con su Sakura-Chan.
-Pero no quiero que te vayas.- Dijo Naruto muy cariñoso haciendo que Sakura se ruborizara violentamente al escuchar esa petición por parte del rubio que al final de cuentas, cayó en sus palabras y nuevamente Sakura fue llevada otra vez a la cama para acostarse un poco más con Naruto terminando en un abrazo juntos.
-Pero solo un rato más Naruto, además necesito tomarme una ducha y comer algo, ayer todas mis energías se consumieron como el fuego.- Sakura aun recordaba los sucesos de esa noche, el traje de enfermera, las esposas, las suplicas de su parte más pervertida y Naruto siendo una fiera total, incluso dominándola, a Naruto se le ocurrió una idea mientras él recordaba todo eso también, en especial a su gatita pervertida.
-¿Te gustaría repetirlo, Saku-Chan?- Naruto le susurró al oído a Sakura mientras se movía aún más para tener a Sakura en sus brazos y no liberarla mientras Sakura, a pesar de que sabía que trataba de hacer el rubio, no podía hacer nada por el poco espacio que tenia.
-N-Naruto, no ahora.- Sakura busco el forcejeo para poder salir de esta situación algo comprometedora, pero que no se comparaba a la noche de ayer.
-Ayer no me decías eso, pequeña pervertida.- Naruto hizo sacar las armas antes una Sakura que se sonrojo al máximo, Naruto la tenía en una posición muy incómoda mientras que el rubio lo disfrutaba al máximo al recordar a su "ángel pervertida" en acción.
-S-Solo no se lo digas a nadie ¿Por favor?- Dijo Sakura avergonzada de lo que estaba pasando, sus pensamientos le jugaban una broma y corazón le traicionaba, pero Naruto tenía otra cosa que decir.
-Claro que no lo hare Sakura-Chan, no lo hare.- Con una sonrisa en su rostro, Naruto beso a Sakura en su mejilla y la "libero" de sus brazos para que ella pudiera salir, Sakura salió con calma y a la vez con prisa ya que tenía que reunirse con la Hokage pero tampoco quería irse y solo quería pasar todo el día con su amor, pero el deber era el deber.
Más tarde.
Después de una ducha "compartida" con cierto chico rubio y un desayuno tranquilo, Sakura salió de su casa para dirigirse con velocidad, usando sus ropas con las que ha estado usando desde hace diez años y su arma ninja, fue corriendo a ver a la Hokage y por lo menos reportarse, el único problema era que el cabello lo tenía algo alborotado y todo por culpa de Naruto quien antes de irse, ambos tuvieron algo de "intimidad" rápida, la ojiverde llego al edificio del Hokage esta vez con calma para llegar a la oficina de su maestra, toco la puerta pero no escuchaba, por lo que entro aun pidiendo permiso sin que le respondieran.
-Lo siento Hokage-Sama por la tardanza, lo que pasa es que tuve algo de trabajo y entrenamiento y la verdad es que yo...
-Siéntate Sakura.- Sakura se congelo por la voz tan seria de Tsunade, quien se encontraba en su silla con una mirada seria entre lazando los dedos y un montón de papales en el escritorio, la ojiverde ya lo temía, su maestra estaba completamente molesta y ella se sentía algo culpable por eso, por lo que mejor fue confrontarla estando de pie ante ella, algo temerosa de lo que su maestra estaba a punto de decir.
-¿Hokage-Sama está bien?- Sakura pregunto temerosa de lo que iba a decir, pero para darle un giro a la situación, Tsunade solo rio y uso su mejor carta en la ojiverde.
-Así que...tú y Naruto tuvieron sexo ¿verdad?- Al hacer esa pregunta, Sakura de inmediato se quedó paralizada y trato de replicar dicha pregunta pero no podría decir algo porque sinceramente ya habían descubierto, la rubia se estaba divirtiendo al hacer dicha pregunta y ver a Sakura buscar una respuesta para dicho cuestionamiento.
-Tu silencio te delata Sakura.- Dijo la Godaime divertida como nunca ante su alumna paralizada.
-¿Cómo? ¿Pero cómo? Tsunade –Sama no diga esas cosas a la ligera, yo y Naruto...
-Ya no mientras Sakura, es obvio que lo hicieron y veo que lo disfrutaste, lo puedo ver en tu mirada y tu forma de hablar. Al parecer las cosas entre ustedes dos parecen que tomaron ya un rumbo fijo ¿Verdad?- Dijo Tsunade tomando de su vaso de sake y arqueando la ceja esperando la respuesta de la ojiverde.
-Si Tsunade-Sama.- Dijo una Sakura que se le paso el susto por lo mencionado antes y el ver que las cosas con Naruto se resolvieron de buena manera.
-¿Y que pasara ahora? ¿Qué dijo Naruto?- Tsunade comenzó a realizar preguntas mucho más aterrizadas a esta situación en la cual ella no tomo ningún lado, esperando a que ellos solos lo solucionara.
-Él...me ama, siempre me quiso, siempre pensó en mí y todo este tiempo, él esperaba que lo nuestro fuera realidad y la verdad yo también, yo lo extrañaba, su forma de ser, sus bromas, su actitud ante cualquier reto. Extrañaba esos ojos azules, esa cabellera rubia y esa boba sonrisa que tanto me hace sentir feliz. No podía ocultarlo y ambos nos dejamos llevar.- Sakura llevo sus manos a su corazón que latía con mucha fuerza al recordar las cosas que Naruto le había dicho en el lago, Tsunade podría ver en los ojos de su alumna una felicidad autentica, sustituyendo la tristeza por felicidad.
-Estoy feliz por ti Sakura, yo sabía que dentro de Naruto había estaba ese amor que tanto ardía por ti y no me equivoque, a pesar de que lo veía con Hinata y haber contraído matrimonio en ella, sabia aun en su mirada aún se encontraba tu reflejo y mira ahora, no me equivoque para nada.- Decía Tsunade con palabras llenas de sabiduría de la legendaria perdedora, pero aun había un cabo suelto que tenía que atarse lo antes posible.
-¿Entonces Naruto y Hinata, se van a separar?- Se preguntaba la rubia mientras que la ojiverde, quien al principio tuvo dudas de cómo iban a tener una relación si Naruto aún estaba casado pero al final gracias al rubio, llegaron a una decisión que era la más sensata.
-Acordamos en hablar con ella cuando regrese de su misión, antes que nada, no quiero lastimarla ni para parecido.- Sakura fue concreta y segura en su respuesta, haciendo que Tsunade se enorgulleciera de su alumna al mostrar tal seguridad y ya sin titubeos como en el pasado.
-Hinata ya no es la chica tímida y frágil, ella es una mujer de fuerte temple, pero es muy acertado lo que están haciendo ustedes dos.- Tsunade hacia énfasis en ello, ella misma había visto el gran progreso de Hinata como Kunoichi y su personalidad combinada, pero estaba de acuerdo de todo lo que decía Sakura, en cuanto regresara de Kiri, las cosas serían totalmente diferentes para Naruto, Sakura y Hinata, Tsunade volvió a otro tema de igual importante.
-A propósito Sakura... ¿Naruto es un excelente amante?- Cuando Tsunade volvió a preguntar eso, Sakura se exalto al máximo, conociendo que su maestra tenía mente muy lujuriosa, ahora entendía de donde saco esa parte pervertida que tanto le fascinaba a Naruto.
-¡TSUNADE-SAMA! ¡PORQUÉ ME PREGUNTA ESO!- Dijo Sakura alterada sacudiendo los brazos con fuerza ante una Tsunade que quería saber todo con respeto a la vida sexual de ambos shinobis.
-O quizás... ¿Usaste las esposas verdad?- Tsunade imagino que la chica ojiverde había usado esas esposas que casualmente ella sabía de su existencia, Sakura no supo que responder ya que era cierto y de una manera muy apropiada para el momento.
- Y-y-yo.- Sakura trato de hablar pero en ese momento Tsunade se levantó de su asiento para acercarse a su alumna estando frente a frente y sin decir nada, la rubia abrazo a Sakura con fuerza.
-Sakura, estoy feliz por ti, eres como la hija que nunca tuve.- Tsunade por un momento comenzó a sonar muy sincera y algo melancólica al estar enfrente de Sakura, quien no sabía porque esta extraña reacción de su maestra, pero sin decir nada, acepto el abrazo de su mentora como un cariño fraternal.
-Gracias Tsunade-Sama.- Dijo Sakura conmovida con la reacción de la rubia, para nuevamente sentarse en su escritorio para tomar ahora sí, un tema de mucho más seriedad, ofreciendo a Sakura un asiento para que escuchara con atención a lo que iba a decir.
-No me gusta quitarte tu felicidad en estos momentos Sakura, pero tengo que hablar contigo de algo más serio.- Sakura entendía la situación por lo que Tsunade trato de explicarle la situación pero algo enmudecida.
-¿Qué sucede Tsunade-Sama?- Pregunto Sakura algo preocupada por su maestra quien comenzó a hablar.
-La amenaza de los rebeldes es más grande de lo que pensábamos, al parecer ellos están preparando un ataque a gran escala. No son ataques de guerrilla, ellos en realidad pueden representar un gran peligro para la Alianza Shinobi, sus hombres están organizados, poseen tácticas militares impecables. Es una situación muy complicada si me preguntas. En unos tres días me reuniré con los Kages para discutir el curso de esta amenaza.- Dijo Tsunade muy preocupada de la formación de una fuerza muy temeraria, llena de poder único y que podría ser el detonante a una nueva guerra.
-No solo está preocupada por eso ¿verdad Tsunade-Sama?- Dijo Sakura al notar las palabras de preocupación de Tsunade algo pesadas, la rubia solo suspiro y ella sabía que tendría que decirlo sin remedio.
-Sakura...Mi ciclo como Hokage está a punto de terminar y yo lo he pensado, no quiero que el consejo intervenga en la elección del nuevo Kage, por lo cual yo elegí a...
-¿A Naruto, verdad Hokage-Sama?- Pregunto Sakura, ya que ella sabía que esa era la opción correcta a la elección del nuevo Hokage sin embargo...
-No Sakura, no es Naruto.- La rubia sorprendió a la ojiverde en su respuesta, si no era Naruto entonces ¿Quién era?
-...Te he elegido como su sucesora: Sakura Haruno.
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