Konan se había quedado dormida, provocado por el cansancio y en sus sueños podía ver a Yahiko y Nagato esperando por ella junto con su maestro Jiraiya, acerca de ir a una misión, la peli azul sonrió discretamente disfrutando de su sueño pero poco a poco ese sueño se convertiría en una pesadilla cuando su entorno cambió.

De escuchar risas y vivir buenos momentos todo se tornó oscuro, la muerte de Jiraiya, de Yahiko y el paso a la oscuridad de Nagato junto con el despertar el Rinnegan hizo que se despertará de golpe.

No había pasado unas dos horas desde que se quedó dormida pero no podía seguir ahí, ya estaba descansada y continuo su camino a donde fuera que estuviera la Alianza Shinobi, cada paso era importante y no se veía como salir del bosque, ella podía alzar el vuelo pero sería el blanco más fácil de todos.

-Naruto...espero que puedas entender lo que estoy haciendo. No quedará tiempo hasta que Nagato logré descubrir los secretos del pergamino- Decía Konan en voz baja apretando el paso y abriéndose paso entre todos los árboles.

La kunoichi podía ver el final del bosque y tuvo que usar todas sus fuerzas para llegar al final y alzarse en vuelo pero de la nada dos cadenas de diamantina atraparon las piernas de la antigua integrante de Akatsuki y la jalaron con toda sus fuerzas, mandándola contra un árbol grande.

Las cadenas le ataron en el tronco y Konan trató de convertirse en papel pero las cadenas alimentadas por chakra le impedían tal acción e incluso apretando con fuerza.

-Esto es imposible...No puedo liberarme- Konan sintió como las cadenas apretaban con fuerza su cuerpo y provocarle unas heridas en sus brazos. Enfrente de ella apareció Kushina con sus cadenas saliendo de su cuerpo para aprisionar a la peli azul.

-No podrás escapar de esta Konan.- La retornada caminó hacia ella con una kunai en mano y quedar de frente, la peli azul no iba a soltar el pergamino pero su herida se volvió a abrir dejando caer sangre en el tronco del árbol.

-Adelante, mátame pero nunca obtendrán el pergamino, lo destruiré para dejarlo más inservible.- Konan ponía un papel en el pergamino, solo faltaba una mecha para hacerlo estallar pero Kushina se le quedo mirando.

Konan miró como la Uzumaki estaba llorando y la mano temblaba dejando caer la kunai, la usuaria de papel quería saber que pensaba la pelirroja en ese momento pero sin descartar la idea de que era una trampa.

-Por favor...salva a mi hijo, salva a Naruto. No puedo resistir por mucho más tiempo y ellos vendrán. Están en movimiento.- Decía la pelirroja tratando de liberarse del Edo Tensei y la influencia de Orochimaru en ella. -Ese sujeto, Nagato está tratando de descubrir el mayor secreto del pergamino que le robaste y el resto fue enviado para cazar a los amigos de mi hijo. No están a salvo.- Kushina liberó a Konan lentamente y trató de tomar la kunai pero Konan le detuvo de forma gentil.

-Ahora entiendo de donde viene la gentileza de Naruto. Nagato no podrá hacer nada sin esto...ahora entiendo su plan, quiere que lo lleve a donde está La Alianza y así obtener el pergamino completo.- La kunoichi guardó el pergamino en su cintura. - No voy a dejar que lo consiga, no sin pelear ¿Qué más sabes?

-Orochimaru me obliga a hacer estas cosas horribles, estoy encadenada a él y a Akatsuki...no puedo decirte nada más. Debes huir, diles que Nagato está...no...¡No!- Kushina cayó de rodillas gritando y suplicando por piedad, Konan no entendía pero quería ayudarla. La pelirroja creó una cadena para empujar a la usuaria de papel.

-¡Ahí vienen! ¡Vete ahora! ¡O será tarde! ¡Ah!- Gritó Kushina escuchando la voz de Orochimaru llamando por ella, autentico veneno en su cabeza.- ¡Dile a Naruto que hay una oportunidad! ¡El heredero Uzumaki debe usar el pergamino!

Konan sintió dos chakras familiares y sintió mucha pena por Kushina y de no poderla liberar del Edo Tensei, con el dolor de su corazón se marcó no sin antes dejar una trampa de papel activada pero la peli azul detuvo su paso escuchando el dolor de la Uzumaki.

-Debo ayudarla...debo...-

Los papeles explosivos estallaron al instante y empujando a Konan fuera del bosque, la gran nube de humo llamó la atención de Yahiko y Orochimaru que estaban muy cerca. La peli azul miró aquella parte del bosque arde y solo pudo crear sus alas de papel para volar, con tristeza de no poder ayudar a Kushina después de lo que le dijo.

-Lo lamento mucho.- Dijo Konan aguantando sus lágrimas y volando lo más rápido mientras la nube de humo lentamente se disipaba, dejando ver la zona del bosque con un gran cráter, árboles caídos y una Kushina que tenía unas heridas en su cuerpo de retornada. La Uzumaki pensó que con dicha explosión acabaría con su sufrimiento pero estaba regenerando partes de su cuerpo mientras estaba de rodillas apretando los puños.

-Ojala no sea tarde.- Dijo en un susurró Kushina y lentamente se paró al sentir el chakra de Yahiko y de Orochimaru. El ninja de cabello anaranjado observó el cráter y varios retazos de papel en el suelo y los árboles, mientras Orochimaru miraba a la mujer pelirroja.

-No hay duda, esto fue obra de Konan y fue una trampa bien elaborada. Papel explosivo bien oculto.- Yahiko tomó uno de los papeles de la peli azul mirando al frente, donde terminaban los árboles de la frontera. –No puedo ver nada a esta distancia.

-Descuida Yahiko, aquí Kushina nos puede decir hacía donde fue ¿No es así querida?- Decía el Sannin acariciando la barbilla de la Uzumaki, incluso siendo retornada podía sentir la fría mano de Orochimaru, sintiendo repulsión. –Siendo tú quien activaste la trampa, significa que Konan está muy cerca.

-No…no se a donde fue, hubo diversas pistas falsa que me llevaron a este punto, después de eso, la explosión ocurrió. Dijo Kushina con una expresión de terror en su mirada, no podía ver a Orochimaru a los ojos.

-Konan no se arriesgaría a emprender el vuelo sabiendo que Deidara está vigilando el cielo y las pistas falsas están bien cubiertas por su chakra, puede estar en cualquier lado.-Dijo Yahiko pensando en que tipo de estrategia estaría utilizando Konan.

-Sugiero avanzar hacia adelante, si nos quedamos aquí puede que hayamos perdido mucho de nuestro tiempo buscándola.- Dijo Orochimaru usando el control que tenía sobre Kushina para levantarla a la fuerza. -De acuerdo, Kushina ¿Puedes sentir su chakra desde este punto?-

-No, no puedo detectarla. Por la explosión mucho de su rastro de chakra se esparció por toda la llanura, no sé qué camino tomar.- Decía la pelirroja con miedo, aun sin mirar a los ojos al Sannin.

-Me lo imaginaba pero tomaré tú consejo Orochimaru, andando.- Yahiko dejó que Kushina y Orochimaru fueran los primeros en avanzar fuera de la frontera y Yahiko se quedó detrás de ellos avanzando para encontrar a Konan y mientras eso pasaba en tierra, en el cielo más adelante la cosa era distinta.

-¿Ves algo Deidara?- Preguntó Sasori con mucha calma limpiando partes de sus marionetas tras el combate en la antigua base de la Alianza Shinobi.

-Nada, llevamos dos días volando y la perra se esconde bien.- Dijo el rubio con mucha molestia en su voz, después de observar el suelo desde las alturas, el Akatsuki se recostó en su ave de arcilla.

-No hay que bajar la guardia, en una de esas nos estará esperando.- Decía el pelirrojo inyectando veneno en una de las agujas, recordando como la peli azul casi los mata de un solo ataque.

-Espero que Hidan y Kakuzu tengan mejor suerte y a todo esto ¿Porque Itachi y Kisame no están buscando?- Preguntó el ninja de la arcilla mirando de reojo a Sasori.

-Nagato los necesitaba para algo, relacionado con el pergamino.- Dijo a secas el escorpión de la arena roja terminando de armar la marioneta, Deidara suspiró mirando el cielo estrellado. -¿Usted que piensa Sasori-San? El que estemos vivos. Aún no lo comprendo del todo. Lo último que recuerdo es que me suicide para nada contra el Uchiha y luego retornar en el Edo Tensei.-

-¿Sobre nuestra resurrección? Honestamente es un misterio y considerando lo que vi, lo que Nagato me mostró, me hizo ver que este mundo no tiene salvación. La arena está destinada a subir más guerras.- Dijo el amo de las marionetas tratando de ser lo más directo, teniendo el recuerdo de cuando Nagato le mostró la verdad, el pelirrojo esta vez estaba más convencido de su  misión como Akatsuki. Deidara vio como el de la arena se quedaba mirando la aguja envenenada

-Supongo que esa aguja ya tiene nombre.-

-Así es, la he estado guardando para esa mujer y como dije antes, no sería tan mal siendo una marioneta, la reuniré con su hijo- El pelirrojo guardó la aguja y miró uno de sus pergaminos, en donde se almacenaba una de sus marionetas favoritas: La de Orenji Uzumaki.

-En otro lado-

-Por el amor de Jashin, no hemos encontrado más que pura tierra en este lugar y necesito un sacrifico al menos.- Hidan estaba sentado en una roca y mostrando una cara de aburrimiento.

-Cómo puedes ver Hidan no hay más que rocas, si quieres un sacrifico haznos un favor y córtate la cabeza, nos ahorraras mucho y yo me quedaré con tu poder.- Kakuzu también estaba descansando, dos días caminando por un páramo sin encontrar nada, si bien el dúo inmortal podía continuar, con el poder que tenían era imposible que alguien les enfrentase. -El tiempo es valioso como el dinero.

-¿Te das cuenta que en este lugar no hay ni siquiera una moneda? Y a propósito ¿Qué llevas en ese pergamino? No te despegas de él desde hace un tiempo.- El seguidor de Jashin estaba muy interesado en el pequeño secreto de su compañero.

El hombre de ojos verdes abrió el pergamino sin decir nada a su compañero y mostrando lo que era un afiche con una gran recompensa. Hidan no estaba sorprendido al ver a las dos personas que estaban en esa recompensa: Sakura y Hikari Uzumaki.

Continuara...