El refugio había sido destruido del techo, exponiendo a los shinobis tras unos días de poder recuperarse. Los jinetes preparaban sus flechas y espadas, listos para la batalla pero fue su propio líder quien les detuvo para ser el primero en hablar. Sakura no dejaba de verlo ni de ver la espada que tenía en sus manos, sintiendo un chakra familiar.

-Esto es...imposible...- Dijo la ojiverde en voz baja y apretando los dientes.-Ese es el chakra del zorro ¿Cómo es posible? ¿Será que esta fue la arma que atravesó a Naruto?-

-Por tu expresión shinobi, sabes que el chakra del legendario Kyuubi está en la mítica espada Ryusei y esto te hace una mujer especial, sólo lo diré una vez y escucha con atención- Dijo Hanzo señalando a Sakura con su espada. -Ríndete ahora y vivirás como aquellos que estás protegiendo adentro...si te rehúsas…

Los arqueros estaban preparados para atacar a la pelirrosa e imponer su clara ventaja numérica, Sakura tuvo que ver la situación a fondo.

-No pueden pasar, así que tendré que enfrentarlos por mi cuenta, no importa lo que pasé...- Decía la kunoichi mirando detrás de ella, lo que estaba en juego era muy alto y más sin Kakashi o Shina como apoyo.

-Me rendiré...¡Cuando ya esté bajo tierra!- De un solo golpe, Sakura destruyó uno de los muros del refugio para bloquear el camino mientras que en el lugar todos sintieron la magnitud del ataque al temblar la tierra, Hanabi vio como caían las rocas dejando a Sakura del otro lado.

-¡Sakura-san, no lo hagas!- La Hyuga empezó a quitar las rocas para ayudar a la Haruno.

-¡Habani, llévatelo de aquí! ¡Yo los detendré, me reuniré con ustedes!- Sakura sacó dos kunais para lanzarse al ataque, la Hyuga solo quedó paralizada a la instrucción de la pelirrosa pero era eso o morir. Así que tomó al rubio en su espalda y llevarlo a toda prisa a donde los muchachos se encontraban.

Pero una explosión le evitó avanzar, otra de las paredes del refugio fue destruido dejando entrar a más jinetes del infierno armados con flechas y espadas.

-¡Miren! ¡Esa mujer tiene al Hokage! ¡El bastardo está vivo!- Los jinetes se fueron contra Hanabi y ella buscaría esquivar sus ataques.

-¡Mokuton: Barrera de madera!- Bloques de madera lograron deber el ataque de los jinetes protegiendo a Hanabi a escasos centímetros.

-¡Habani por acá!- Decía Moegi con un poco de problemas para sostener la barrera y con Konohamaru en su espalda, asegurado con un arnés. -¡Rápido que no puedo sostener este Jutsu!

La Hyuga emprendería la huida con Moegi sobre el refugio, la barrera de madera fue rota con facilidad y los Jinetes fueron a perseguirlas en un número algo pequeño.

En el exterior, Sakura luchaba contra los jinetes que le tenían rodeada, le asombraba que podían mantener el ritmo de pelea, e incluso a combate de cuerpo a cuerpo donde ella mezclaba golpes y patadas para dejarlos en el suelo, estos seguían levantándose y luchar.

La ojiverde tomó a uno de ellos del brazo para arrojarlo con su fuerza monstruosa contra sus camaradas pero estos no se rendían al disparar sus flechas hacía la pelirrosa que lograba esquivar la mayoría, solo siendo herida superficialmente. La ninja se elevó por los cielos y con una axe kick partió el suelo mandando a volar a todos los arqueros y a algunos enterrarlos en el suelo.

-¡Van a pagar por lo que han hecho!- La voluntad de fuego de la ojiverde ardía como mil soles observando a sus enemigos caer pero notó que el propio Hanzo Khan estaba ahí sin hacer ningún movimientos, desde que ella atacó solo vio a los soldados atacar pero él no movió ningún dedo, observando sus movimientos, analizándola a todo detalle.

Finalmente se quedaron mirando, la pelirrosa fue un poco prudente sabiendo al enemigo que tenía enfrente y Hanzo hacía lo mismo.

-Ese ataque y esa mirada, supongo que eres la alumna de Senju Tsunade. Estoy sorprendido sinceramente.- Dijo Hanzo quitándose parte de su armadura y hundir la tierra un poco. La ojiverde se puso a la defensiva pero con un mar de dudas en su cabeza tras la mención de Tsunade.

-¿Dónde está ella?-

-Dónde debe...en una prisión en la que se pudrirá-

Detrás apareció Sakura tras usar un Jutsu de sustitución para golpearlo en el rostro pero Hanzo logró protegerse e intentar golpear a la Kunoichi con el mango de la espada Ryusei, la rapidez de la ojiverde le hizo esquivar el ataque y usar su fuerza monstruosa, golpeando el estómago de Hanzo.

El líder de los jinetes del infierno sintió el gran impacto en su cuerpo pero en un giro tomó el brazo de Sakura, lograr golpear su tobillo para quitarle equilibrio y derribarla con fuerza, la mujer se vio sorprendida por el agarré inesperado pero le contesto con una patada a la quijada, buscando una combinación de taijutsu a base de pateadas pero Hanzo se tornó defensivo, sintiendo el gran impacto de los golpes de la kunoichi, protegiéndose por todas las direcciones y en un punto ciego Hanzo golpeó en las costillas de la pelirrosa en dos ocasiones.

-Mierda ¿¡Está buscando mis puntos débiles?!- Sakura le dio un fuerte golpe en el rostro mandándolo contra un árbol a destruirlo, después avanzó a toda velocidad lanzando sus kunais para ser repelidas como si no fueran gran cosa para Hanzo que sacó su lanza extensible.

-Puedo decir que eres una ninja inteligente, muchos usuarios de taijutsu ya estarían muertos de no haberlo descubierto.- Ahora fue él quien se lanzó al ataque con su lanza con ataques rápidos y frenéticos, Sakura los esquivaba y buscaba golpear pero siempre chocaban con la lanza, absorbía mucho el impacto de los golpes alimentados con chakra. La ninja trató de cambiar la estrategia usando kunais y golpes de forma intercalada y aunque mostraba a un Hanzo tratando de seguir los ataques, incluso perdiendo intensidad, no podía pasarse.

Finalmente se desarmaron al instante e intercambiaron un golpe al mismo tiempo en el rostro, el de Sakura con más poder para mandarlo lejos pero el señor de la guerra se aferró al suelo parando el impulso del ataque.

-¡Shannaro!- Sakura avanzó a gran velocidad y uso su mejor golpe para mandar a Hanzo Khan por todo el lugar destruyendo los árboles y creando una enorme nube de humo. La ojiverde sonrió mientras tomaba aire.

-Excelente...eso me dará tiempo para…

Una luz anaranjada apareció a lado de ella y reveló al líder de los jinetes del infierno sosteniendo la espada Ryusei y con un golpe del arma, rompió la defensa de Sakura e incluso lastimare el brazo derecho ocasionándole una cortada muy grande y un rodillazo al rostro que ahora ponía a la pelirrosa en peligro, cayendo al suelo con el rio de sangre que era en ese instante su brazo,

-Imposible...yo... ¡Ah!- La pelirrosa gritó con fuerzas al sentir como la hoja de la espada Ryusei entraba en la herida y como Hanzo retorcía el arma para causarle mucho dolor.

-¿Crees que eres la única intentar derrotarme? Varios de tus compañeros shinobis lo hicieron, tu propia maestra lo hizo, al igual que el Hokage y el último Uchiha… ¿Tú que eres? No eres más que un aprendiz, un estorbo.- Hanzo se limpiaba con su otra mano la sangre de su rostro. Sakura con su otra mano apretó con fuerza el pie de Hanzo pero el líder de los jinetes del infierno clavó más a fondo su espada.

-¡No te dejaré ganar! ¡No nos rendiremos! ¡¿Cómo le arrebataste al Hokage su poder?! ¡Dímelo!- Dijo Sakura apretando los dientes y aguantando el dolor, Hanzo se zafó de la mano de la ojiverde y le dio una patada al rostro. La kunoichi se trataba de curar, poco a poco para cerrar la herida y detener la sangre, en eso sintió como el chakra del zorro de las nueve colas se elevaba gracias a la espada Ryusei.

-No necesitaras saberlo cuando te maté…y a decir verdad ¿Por qué te interesa tanto? Ninguno de mis hombres te vio, yo no te vi…debes ser de los shinobis que están dispersos por todo el país de fuego y estas ocultando algo, cuando derribaste la entrada…o mejor dicho a alguien.- Hanzo Khan se encaminó hacía la entrada derribada lentamente.

-¡No lo harás!- Sakura con todo y un brazo herido se lanzó al ataque para golpearle la costilla y romperle unos huesos pero Hanzo golpeó en el estómago a la ojiverde con el mango de la espada y la tomo el cuello apretando con fuerza.

-Insolente mujer, tus patéticos intentos de proteger a los que ocultas será en vano, el mundo el shinobi terminará aquí y serás testigo a eso si es que sobrevives de tus heridas.- Hanzo la soltó para dejarla en el suelo de rodillas, la ojiverde tenía mucho dolor en el brazo y el señor de la guerra había destruido los escombros con facilidad, los pocos soldados que podían levantarse ingresaron con mucho cuidado.

-¡Quiero a todos los que estén adentro muertos! ¡No muestren piedad!- Comandó Hanzo Khan a sus soldados con autoridad y crueldad, Sakura hacía derrotada, no podía pensar en otra cosa que fuera la seguridad de su hija, de su equipo, de sus amigos y de su amado Naruto.

-No puedo…no puedo dejarlo ganar…si llega a ellos, todo estará perdido, no puedo dejarlo ganar.- Sakura lentamente se paraba, emanando chakra curativo para su brazo, aun cuando el sello Uchiha le impedía usarlo todo.

-No puedo permitirme esto, ya fue suficiente… ¡Aún no estoy derrotada!- El grito lleno de enojo de Sakura atrajo a Hanzo quien se dio la media vuelta. –No voy a permitirte el paso, así tenga que morirme aquí.- La ojiverde se puso en posición de combate con su fuego ardiendo.

-Ya has perdido shinobi, no te queda más que morir en paz…a menos que quieras intentarlo de nuevo, sufrirás el mismo destino que tus compañeros.- El Líder de los jinetes mostró una cara de desprecio en Sakura.

-No…no voy a dejarte, mientras sigamos luchando, mientras aun tengamos fuerzas para ponernos de pie ¡No se ha terminado aún!- La ojiverde sacó el pergamino que tenía guardado, al abrirse creó una nube de humo y liberar una gran hacha brillante y afilada con un símbolo rojo en la hoja, fácilmente sosteniéndola a una mano.

-¡Tú y yo aquí! ¡Si tengo que morir por proteger el sueño del Hokage, lo hare!

Y fue en ese momento donde Sakura Haruno, dejo de ser aquella mujer sumisa de los últimos años, con un fuego tan intenso, haría lo necesario para proteger a su aldea, a sus amigos y defender el sueño de su amado Naruto Uzumaki.

 
Continuara...