Capítulo 31.- El ataque de los refugios
-En el exterior-
-Poderoso Khan, en estos momento varios de los escuadrones están abriendo los bunkers que se encuentran fuera de la aldea, hasta el momento tenemos a varios civiles que se escondieron, están siendo llevados a la aldea- Uno de los jinetes hizo una reverencia de su líder quien estaba observando las columnas de humo salir de los diferentes lugar del país del fuego.
-¿Y los shinobis?-
-Algunos se han rendido pero otros han intentado luchar, perdimos un escuadrón entero pero los ninjas fueron aniquilados por otro escuadrón- Reportó el jinete mientras Hanzo caminaba hacía su noble caballo y un grupo de jinetes, los más confiables de su escuadrón.
-¿Alguna señal de Hatake?- Preguntó Hanzo subiéndose a su corcel.
-Ninguna, hasta ahora no hemos encontrado señales de su ubicación- El soldado fuera claro a pesar de traer malas noticias a su líder, de igual manera Hanzo no se iba a detener por nada.
-Continúen con la inspección de los bunkers, si llegan a encontrar a Hatake disparen una bengala-
-¡Si poderoso Khan!-
El Khan galopó con sus soldados a toda prisa hacía otro de los refugios para hacer salir a cuanto shinobi estuviera afuera y en busca del albino que había desafiado a la muerte, no iba a dejar un cabo suelto.
-En el refugio-
-Esto no me gusta, si fue una explosión significa que están en movimiento por todo el país, debo ver esta situación- Kakashi no podía creer que la situación había cambiado, debían ser más cuidados así que decidió encaminarse para hacer tiempo.
-Lo acompaño Kakashi-San, luchemos como lo hicimos en el palacio feudal- Sabaku se acercó al Hatake a toda prisa.
-No Sabaku, quédate aquí, no sabemos qué tan cerca están y además la situación ha cambiado, no es como en esa ocasión, esta vez y espero equivocarme, es el ejército principal, es mejor que te quedes aquí con los demás.- Decía el albino manteniéndose firme y dándole la espalda al muchacho de cabello rojizo vino.
-Con todo respeto Kakashi-san no puedo hacerlo- Las palabras de Sabaku detuvieron el andar del Sexto.- No puedo estar aquí sabiendo que la aldea está en un asedio total y menos cuando ya hemos estado al borde de la muerte-
Se cimbró un silencio incomodo en el lugar y Kakashi miró con más detenimiento al muchacho, viéndose a sí mismo reflejado, cuando era Gennin.
"Este muchacho es muy seguro de sí mismo...es alguien muy interesante"
-Sabaku- Se aceró nuevamente posando su mano en el hombro del Gennin. – Lo siento- En ese instante una nube de humo se hizo aparecer y Sabaku vio un tronco caer como si nada, buscando al albino por todos lados.
-¡¿Cómo demonios lo hizo?! Maldición…todo fue un engaño y ahora debe estar muy lejos para alcanzarlo, tengo que ir con Bolt y Sarada, espero que hayan sentido lo mismo que yo.- El muchacho fue corriendo a regañadientes por no ver lo que iba a hacer el albino.
-Con Kakashi-
La explosión vino del oeste, debo llegara ellos antes de que nos descubran y con suerte habrá sobrevivientes- El Sexto invocó a Pakkun y de inmediato apretaron el paso.
-¿Ya muy pronto Kakashi? Debe ser importante para invocarme” Dijo el perro ninja mirando a Kakashi con mucha seriedad y con tensión encima.
-Pakkun ahora escucha, están atacando los bunkers, debemos pararlos antes de que alcancen el refugio, con suerte los voy a interceptar y hacer lo que pueda.- Kakashi buscaba como loco entre los árboles el refugio atacado y Pakkun asintió.
-Entiendo, te guiare a donde están los más cercanos pero ¿Qué pasará con el resto?- Pregunto el canino y Kakashi no mostró alguna respuesta clara pero la pensaría en el proceso, ahora debía evitar que todo el grupo fuera encontrado0, incluso poniendo su vida en riesgo.
-Con Shina y Sarada-
-Esto me da mala espina, debo hablar con Kakashi para poner tener un plan- El rubio salió del almacén para buscar al albino y Sarada en silencio fue a acompañarlos pero a cada habitación a la que iba no encontraba.
-Demonios, debió salir para ver lo que pasaba, debo ir a interceptarlo ahora. Sarada necesito que me hagas un favor, reúne a todos y que los pongas en alerta de la situación, más por el Hokage y por Konohamaru.- Decía el rubio mirando a la Uchiha con los nervios de punta y después salió corriendo para intentar alcanzarlo.
-¿Y luego qué? ¿Quedarnos aquí a esperar? ¿Y si es una trampa? ¡Shina espera!- Sarada trato de alcanzarlo pero como si fuera un relámpago, desapareció de la vista de la azabache.
-Rayos, debí ver eso...debo avisar a mamá de esto… ¡Sabaku!- La Uchiha vio a Sabaku correr por el pasillo, frenando el paso del muchacho y yendo a ver a su compañera.
-¡Sarada! ¿Estás bien?- Preguntó el pelirrojo.
-Sí, estoy bien pero Shina salió a toda prisa y no me dejo ir para ver si necesitaba algo, ahora tenemos que ir con la Sensei ¿Y tú? ¿No estabas con Kakashi-San?- Dijo la chica de lentes.
-Me engaño y uso un Jutsu de sustitución para despistarme, ahora los jinetes están muy cerca de la zona, debemos prepararnos para cualquier cosa, -Dijo el muchacho algo molesto por la actitud del albino y trató de crear una estrategia con Sarada.
-Cierto, podemos hacer un perímetro con explosivos en caso de que intenten entrar pero antes debemos informar esto, aunque creo que ya lo saben por la explosión, vamos Sabaku.
-Con Shina-
-Esto va de mal en peor, mi padre aún sigue grave y si atacan tendremos que enfrentarlos aunque tengamos la desventaja numérica.- Decía Shina por los árboles en dirección opuesta a Kakashi, investigando cualquier rastro de los jinetes.
-Los números no significan nada, entre tú, Hatake y su madre podrían ganarles sin problemas- Dijo Kurama con mucha confianza, él no creía que pudieran ser vencidos sin dar pelea.
-Tampoco subestimemos a los enemigos, en especial su líder pero si podemos pararlos…-
Una explosión alcanzó al Shina y tirándolo de los árboles, destruyendo varios árboles y creando un pequeño incendio, el rubio apenas y logro caer de pie mirando, en ese momento escucho algo detrás de él y lentamente se dio la vuelta.
-No te muevas shinobi- Era uno de los jinetes que estaban inspeccionando la zona, alrededor de unos 15 empezaban a rodear a Shina armados con sus flechas. El rubio se sacudió la ropa mirándose superado pero mostrando una confianza extraordinaria y sacando unas dos kunais. -Baja el arma en estos momentos, el Khan perdonará tu vida si te rindes, considera tus posibilidades reales-
-¿Creen que un montón de arqueros me dan miedo? Está claro que saben con quién están lidiando- Dijo el ojiverde haciendo una posición de ataque y vigilando a los arqueros, por si intentaban atacarle al mismo tiempo.
-Lo sabemos y no eres el único que dice eso- El jinete líder del escuadrón llamó a los suyos y trajeron a tres Gennin y dos Chunnin derrotados, puestos de rodillas enfrente de Shina, el rubio apretó con fuerza sus armas notando la situación de rehenes.
-Última oportunidad shinobi o estos shinobis se mueren aquí- El jinete sacó su espada para ponérsela en el cuello de una chica, tan cerca que podía sentir el frío de la hoja.
-Deja a esos muchachos, tu oponente soy yo- El rubio tuvo que pensar rápido en una estrategia entorno a su ambiente, escuchando como las cuerdas de los jinetes se tensaban más.
-Date la vuelta y de rodillas- El Jinete estaba perdiendo la paciencia y buscaba hacer lo necesario para hacer rendir al rubio, Shina por su parte lentamente ponía sus kunais en el suelo y se ponía de rodillas, siendo seguido por las flechas de los jinetes.
-De acuerdo... ¡Hyoton: Piso de hielo!- El joven viajero con gran habilidad congeló atrapó a los arqueros y volvió a tomar sus Kunais para matarlos uno por uno a una velocidad digna del mismo relámpago amarillo de Konoha, el hielo se volvió rojo por la sangre de los arqueros que no lo vieron venir y los shinobis prisioneros sorprendidos de alguien tan habilidoso como él.
-Todo terminó aquí, déjenme ayudarles- Shina desató a los shinobis capturados y cuidadoso de no ser visto en la zona.- Ahora tienen que salir de la aldea, vayan a la frontera, busquen refugio me temó que la aldea está tomada.
-De acuerdo, muchas gracias muchacho, la verdad es que no creímos que fueran tan peligrosos., yo los llevaré lejos- Dijo uno de los Chunnin mientras se alejaban de la zona, dejando a Shina atrás.
-Eres bueno shinobi pero no para vencernos al mismo tiempo, tu aldea ya fue tomada.- El ojiverde se dio la vuelta y observó a un jinete solitario que había descendido de su caballo marrón portando una arma de doble filo, Shina detecto algo extraño en las dos hojas del arma.
-Lucharemos para recuperarla… ¡Hyoton: avalancha!-El rubio lanzó una poderosa ola de nieve para enterrar al jinete pero este en vez de huir se lanzó al ataque con su arma y partir la nieve de la avalancha en dos, lanzándose contra Shina quien se defendió usando sus Kunais.
Los dos combatientes estaban mostrando un enfrentamiento como mucha tenacidad y fuerza en sus armas, el choque de las hojas se podía escuchar y era un estruendo de habilidad pura, incluso el jinete se daba el lujo de dejar la defensa y pasar la ataque mientras Shina era calmado y buscando en muchas ocasiones el flaco débil.
Al final los dos lanzaron un ataque al mismo tiempo pero solo hiriéndose en las mejillas y nuevamente quedar frente a frente en posiciones defensivas.
-Son buenos también en el combate de cuerpo a cuerpo, tengo que aceptarlo pero tengo que terminar esta pelea rápido.- Decía en voz baja el ojiverde, fue cuando sintió en su cuerpo el poder de Kurama que lentamente creaba un aura.
-¿Necesitas mi poder?- Preguntó Kurama sonriendo y mostrándose algo divertido en esta ocasión.
-Pero que no sea tan obvio viejo amigo, no quiero alertarles ni que sepan que soy el Hokage- Shina asintió apretando sus kunais y sintiendo el gran poder del zorro de nueve colas-
-¡Ahora veras porque no deben meterse con la aldea la hoja!- El rubio se lanzó de nuevo al ataque pero con movimientos rápidos y contundentes, haciendo perder el equilibrio al jinete pero esté no parecía rendirse con facilidad, viéndose en la necesidad de pelear con mucha adrenalina en su sangre que se le podía ver en sus ojos.
Shina no podía prolongar más la pelea y espero el momento en el que el jinete trató de matarlo con un ataque frontal, logró usar saltar y ponerse arriba de él, usando sus kunais para clavarlas en la espalda, para terminar con un movimiento de manos.
-¡Hyoton: estacas de montaña!- Shina cubrió sus kunais con hielo para terminar con la vida de su oponente y aun mostrando su aura del Kyuubi, el caballo relinchó haciendo ruido y salió galopando.
-Demonios, hasta pusieron trampas en la noche por si aún había ninjas por la zona. Debo encontrar más de esos escuadrones antes de que sea tarde.
-Con Kakashi-
-Ahí están y es un grupo muy grande- El albino a diferencia de Shina logró pasar inadvertido escondido en la copa de los árboles mirando a más de 30 jinetes agrupando y separando a los ninjas de la gente, estando alerta por cualquier atacante.
-“Civiles y shinobis apartados, demonios sí que se han puesto a buscar por todo el país, hay que liberarlos-
Los jinetes escucharon el sonido de varias aves cerca pero no veían de donde era, hasta que de la nada apareció Kakashi de su escondite con varios relámpagos en su mano.
-¡Chidori!- El Sexto Hokage atravesó a uno de los jinetes y lanzó dos de sus Kamui-Shuriken imbuidas en relámpago a dos de ellos directamente en el cuello.
-¡Es Hatake! ¡El Khan lo quiere muerto!- Los Jinetes desenvainaron las espadas para atacar al shinobi, chocando sus armas en un combate de alto riesgo para ellos.
-¿Su líder me busca? Eso no es bueno para él...debe sentirse derrotado- Kakashi jugaba de forma psicológica con los invasores, incluso invocando clones para luchar con todos los métodos conocidos del legendario Kakashi Hatake.
-En el refugio-
-Sé que fue un mal momento para habértelo dicho Hanabi, yo y mi bocota, ayúdame con Naruto.- Mientras tanto Sakura con Hanabi guardaban el equipo médico necesario por si llegaba la invasión a su refugio.
-No tienes que disculpaste Sakura-san pero tendremos esta conversación para al rato, si lo que dijo Sarada es cierto, entonces hay que apurarnos ¿Hay una salida en este lugar?- Hanabi no tenía problema alguno con la revelación de la pelirrosa pero eso sería en otro momento.
-Yo creo que sí, Orochimaru jamás se conformaría con una sola entrada o salida en este caso. Sarada y Sabaku están buscando la salida ¿Bolt y Himawari lo saben?- Preguntó la ojiverde algo alterada.
-Les dije y espero que ambos no hagan algo tonto, en especial Bolt- Dijo Hanabi con una expresión de preocupación, en ese momento Sakura sacó algo de su equipaje, un pequeño dispositivo en forma de araña con chakra recorriendo en tubos de PVC, la pelirrosa se lo puso en el pecho del Hokage con mucho cuidado. -¿Qué es esto Sakura-San?
-Descuida Hanabi…sabía que necesitaría esto pero aún falta por probarlo, quién lo diría.
-Es un equipo portátil médico, Tsunade-Sama y yo lo empezamos a desarrollar en caso de que tengamos que curar a alguien estando en movimiento, estará conectado con chakra de curación, nunca lo he usado y solo sirve para heridas superficiales…no arreglará su problema pero al menos estará físicamente bien.- Dijo Sakura conectando la especie de red con preocupación.
-Bien pensado, sin duda eres sorprendente Sakura-San.- Hanabi se sorprendió de la invención de la pelirrosa. A su vez notó que Sakura tenía un pergamino con un símbolo raro, tenía el parecido a una hacha.
-Gracias, es una pena que sea un prototipo, listo ahora podemos…
La puerta del refugio explotó siendo reducida a miles de pedazos alertando a todos, Sakura y Hanabi sintieron lo peor y con sus cuerpos protegieron al Hokage en coma, Moegi hacía lo propio con Konohamaru en la otra habitación y los Gennin lejos de la ubicación sintieron el refugio temblar.
-¡Mierda están aquí! – Bolt abrazó a Himawari con todas sus fuerzas.- No te apartes de mi hermana.
-¡Hermano, tengo miedo!- Decía la niña Uzumaki mientras Sarada se aferraba a una pared y Sabaku en sujetándose en el suelo.
-¡Resistan chicos! – Grito Sabaku al ver que incluso las rocas estaban flojas en el techo.
En medio del caos, Sakura saló de la enfermería y ver la entrada hecha pedazos y la parte de arriba, la pelirrosa los vio, con una mirada llena de sorpresa a aquellos invasores armados hasta los dientes.
-Nos han descubierto…Un momento…este chakra es de…
La pelirrosa observó que los jinetes se apartaban poco a poco y dejar pasar a su líder, la mente maestra de la invasión con la espada Ryusei desenvainada y desde lo alto miró a Sakura.
Hanzo Khan los había encontrado.
-
Continuara...
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