Capítulo 30.- A través de los ojos verdes
Sakura-san? ¿Qué quieres decir?- Pregunto Hanabi con miedo al ver a Sakura muy aterrada y sin soltar la mano del rubio.
-Sólo tuve una pesadilla Hanabi...por Kami soy patética, lloró hasta por una pesadilla pero fue tan real, sentí como...la angustia de perderlo.- La ojiverde estaba dejando salir sus sentimientos, los verdaderos y los que estaban ocultos.
-¿Era con respecto al Hokage? ¿Verdad? Él estará bien, sé que está haciendo lo mejor para que despierte y yo sé que él estaría encantado de estar en las manos de la mejor kunoichi médico de la aldea.- Hanabi intentó calmar a Sakura poniendo su mano en su hombro.
-Pero no es suficiente... ¡No lo es! ¡Y eso es lo que me duele! ¡Me siento una inútil en no poder hacerlo despertar! ¡No es justo ver a Naruto así! Sólo quiero oír su voz de nuevo...daría todo porque me volviera a decir Sakura-chan- Las palabras de la pelirrosa vinieron del corazón y de su amor por él, de forma descuidada, cosa que tomó a Hanabi de sorpresa.
-¿Sakura-chan? Le sorprendería las veces que al séptimo se le ha escapado decir ese nombre.- Dijo Hanabi mirando al rubio aún en su estado de coma.- Contando sus anécdotas a mis sobrinos, la menciona con mucha felicidad, como si estuviera un motivo más para vivir...como si fuera la persona que más ama en la vida.-
Sakura volteó a ver a Hanabi limpiándose las lágrimas y notando como la mirada de la chica Hyuga era intensa en ella.
-¿En serio? No lo sabía...De casualidad ¿Qué más dice?- Preguntó Sakura mirando a su amado ojiazul en la cama.
-Dice que lo mejor que le pudo haber pasado, es haber hecho equipo contigo, aunque esas historias no le gustan a Hinata, puedo entender porque...después de todo, ustedes fueron más unidos que ella y el séptimo. ¿Le confieso algo Sakura-san? Siempre creí que formarían una hermosa pareja, son como el aire y la tierra, se complementan tan bien. Si quiere la dejó a solas y...
-Hanabi ¿Puedes cerrar la puerta por favor?- Pregunto la alumna de Tsunade un poco más calmada.- Hay algo que tienes que saber pero que quede entre nosotras.
Hanabi asintió cerrando la puerta con seguro, que sería lo que la ojiverde estaría a punto de decir. La ojiverde se levantó sin despegar su mano de Naruto, para no abandonarlo y dejarlo a su suerte.
-Hanabi. Ojala puedas perdonarme pero...ya no puedo más y honestamente no puedo engañarme a mí misma ni ocultarlo.- Dijo Sakura con una voz seria y determinada, se veía el fuego en sus ojos.
-¿Ocultar? Sakura-san acaso...-
-Hanabi...Naruto y yo...tenemos una relación.
-Con Shina-
-"¿Qué tanto miras muchacho?"- Pregunto Kurama al sentir la preocupación del chico rubio, observando la mitad del pergamino del Jutsu espacio-tiempo.
-No puedo evitar pensar en lo que está pasando en nuestro mundo Kurama, me come la ansiedad de no poder ayudar a papá y verlo aquí en coma, yo debería estar ahí para luchar contra esos bastardos.- Shina apretó con fuerza el pergamino, estaba ansioso de saber lo que pasaba en su mundo, su hogar y el no tener respuesta alguna le empezaba a desesperar.
-"Pero estás luchando para evitar un destino similar en este mundo, aun no podemos revelar nuestras intenciones, hasta que este conflicto termine"- Dijo el zorro de nueve colas tratando de calmar su ansiedad, el rubio ojiverde solo suspiró y abriendo el pergamino, su texto incompleto y algo críptico no le daban muchas pistas.
-La pregunta es ¿Cómo? ¿Cómo puedo hacerlo?- Shina se recostó en su cama mirando el techo, jugando con una kunai, inmerso en sus pensamientos y como el tiempo pasaba muy lentamente, los minutos pasaron y en ese instante atrapó su arma y se quedó pensando, fue cuando se levantó de la cama.
-Tengo que verlo amigo...tengo una idea, puede ser arriesgado pero puede ser la solución.- El muchacho se levantó y salió de la habitación para encaminarse a la enfermería.
"¿Estás seguro muchacho? ¿Qué planeas?"-Preguntó con curiosidad Kurama.
-¿Recuerdas lo que me dijo acerca del vínculo? Cuando mi padre me entrenó, me llevó a una isla donde podía tener una conexión contigo, hizo lo mismo cuando Killer B le entrenó para controlar tu poder. Podemos usar eso con mi padre.- Shina recordó el entrenamiento que tuvo con Naruto en su tiempo, al momento de ser Chunnin y poder controlar mejor el poder de Kurama que yacía en su cuerpo.
-"Así que planeas que exista una conexión como mi otro yo...astuto pero considerando que apenas tiene chakra para sobrevivir, dudo que funcione en este caso."- Cuestionó el plan de Shinachiku, la falta de chakra sería un gran problema.
-Debemos intentarlo, de tan solo verlo así y ver a mamá sufriendo...no puedo soportarlo. Espero que Kakashi no esté por aquí rondando, parece fantasma merodeador.-
El rubio se puso frente a la puerta de la enfermería y estuvo a punto de abrirla, ya habría preparado la excusa para evitar las preguntas de Sakura.
-Hola Shina.- Cierta Gennin Uchiha caminaba por el pasillo y alcanzó a ver al rubio, esto le sorprendió al ojiverde.
-¿Huh? ¿Sarada? Hola, es un gusto verte.- Shina saludo cordialmente a la chica pero vio su intento de ayudar al Séptimo
"¡Rayos! ¡¿Cómo no la sentí?! Es muy buena para alguien de su edad"
-A mí también ¿Sucede algo con el séptimo?- Preguntó la chica Uchiha con curiosidad.
-Bueno, estaba...uhm...revisando que estuviera todo en orden pero Sakura-san está atendiéndolo, así que decidí no ser un estorbo.- Mintió el rubio recargándose en la puerta como si nada.
-Ya veo, mamá ha estado horas sin parar cuidando al séptimo, incluso sin comer o tomar un descanso, hace todo lo que puede pero aun no despierta.- Sarada se recargó en el otro lado del pasillo observando una de las antorchas del lugar.
-Su madre es una mujer extraordinaria, el Hokage está en buenas manos Pero dime ¿Tú que haces sola? ¿No estás con los muchachos?-Preguntó el viajero arqueando la ceja, Sarada sólo se limitó a estirarse.
-No, necesitaba un momento para estar a solas, además esos dos son unos tontos sin remedios, podría esperarlo de Bolt pero de ¿Sabaku? Creí que era más maduro. Pero...al menos están bien, debe ser duro para Bolt ver a su padre así, no saber de su mamá, que horror.- Suspiró Sarada mientras Shina le escuchaba con atención, el ojiverde notó una venda extra en la pierna de la Uchiha.
-Aun así se ve que son buenos muchachos, recuerdo como trabajaron en equipo para protegerse entre sí, a propósito ¿Cómo sigue tu herida?- Señalo Shina a las vendas y Sarada no podía pasar por alto la herida que la flecha de los jinetes le provocó
-Ya se encuentra mejor aunque no se puede decir lo mismo la cicatriz. Aun no puedo creer que esos sujetos hayan llegado a la aldea sin que nadie pudiera preverlo y aún más sorprendente luchar sabiendo de nuestras habilidades. ¿Qué piensa? ¿Tienen algún secreto que no sepamos?- Le preguntó Sarada con mucha preocupación.
-Debieron estudiarnos desde hace tiempo, es muy difícil sorprender a un shinobi en estos días. Es algo que me inquieta, no sé sabe de dónde vinieron pero ya habrá tiempo para eso, mientras no te preocupes Sarada, estoy seguro que el Hokage despertará, no hay que perder la esperanza.- El rubio debía pensar como entrar si ser visto así que paso a retirarse dejando a Sarada sola.
-Lo sé...ojala pueda despertar a tiempo, lo necesitamos mucho y espero que papá nos encuentre, ha estado afuera por mucho tiempo y más por esta situación.- Al mencionar a Sasuke, Shina se detuvo pero no se dio la vuelta para ver a la Uchiha.
-No te preocupes por tu padre, se ve que es un hombre muy fuerte.
-¿Fuerte? Es el segundo shinobi más poderoso de la aldea y del mundo ninja, solo después del Hokage, estoy más que segura que él podrá ganarles hasta con los ojos cerrados. Él es un Uchiha.- Sarada reconocía el poder de su padre acorde a lo que había escuchado y el orgullo se escuchaba, a pesar de que su contacto con él era muy mínimo, el rubio se dio la vuelta para verla, en ella vio a la Sarada de su tiempo, una buena amiga de su hermana Hikari.
"Sarada...a pesar de que son iguales tiene un pensamiento distinto a su padre"
-He escuchado eso de él, ha estado en situaciones peores según me cuentan.
-¿Enserio? Bueno...la verdad es que no sabría decirte, solo he escuchado los rumores.- Sarada se acarició el brazo con algo de pena, atrayendo la atención del ojiverde.
-¿A qué te refieres?
-Mamá por alguna razón no se acuerda mucho de sus misiones con él, es raro...lo siento, ha de estar pensando que estoy loca o algo.- La azabache sacudió la cabeza y solo hizo una sonrisa, pensando que iba a incomodar a Shina por su historia personal.
-No lo creo pero déjame decirte algo Sarada, creo que tu sacaste la personalidad de tu madre, si me lo preguntas. Bueno, debo revisar algo en el almacén, si vamos a quedarnos aquí por un tiempo debe haber alimento.
-Si quiere le puedo ayudar, es lo menos que puedo hacer por salvarnos, sé que Bolt y Sabaku no estarán por aquí y no tengo nada que hacer.- Sarada sonrió ofreciendo su ayuda al rubio, parecía que el rubio no podía estar solo en ningún minuto al ver que siempre había alguien que interrumpía sus planes para ayudar a su padre.
-Me vendría bien la ayuda, gracias Hik...Sarada, Sarada.- El rubio compuso su oración y caminó en silenció, Sarada solo arqueo la ceja observando los gestos faciales de Shina pero fuera de eso no parecía que le delatará mientras ambos caminaban a la par.
"No sé por qué pero Shina tiene un chakra cálido...similar al Hokage, se siente cómodo...ojala este plan funcione para saber más de él"
-Con Sakura-
-Sakura-san...usted y el séptimo...no entiendo.-Hanabi no sabía que hacer ahora, no sabía ni que decir mirando a Sakura con incredulidad, incluso sus manos temblaban, pensaba que era una broma cruel pero la ojiverde se veía muy seria.
-Hanabi, sé que puede sorprenderte y puede que me odies ahora, por faltar el respeto a Hinata y a sus hijos...yo le prometí que mantendríamos el secreto pero ya no puedo, cada día que pasa es una tortura para mi, de no poder expresar mi verdadero amor por Naruto. Días, meses...años, en el que estuve atrapada en una jaula de oro...
-Sakura, suficiente-Hanabi interrumpió de forma abrupta.- ¿Cómo puedo saber si es verdad o solo es por la presión de la situación? ¿Cómo sé que no es algún sentimiento pasado y que ahora florece? Tú estás casada con Sasuke...y una hija...
-Lo sé y aunque Sarada es lo más hermoso que me ha pasado, me sentí infeliz a lado de Sasuke- Ahora fue la ojiverde quién interrumpió a la menor del clan Hyuga, Sakura soltó por un momento la mano del rubio y se recargó en uno de los muebles de la enfermería, recordando aquel asunto que le atormentaba.-Me sentí atrapada entre una habitación sin ventanas, sin poder gritar a los cuatro vientos, sin poder ser libre ¡Sin poder pedirle ayuda a Naruto!
El grito lleno de amargura de Sakura retumbó en el lugar, Hanabi podía sentir los cambios de ritmo cardiaco de la ojiverde y como su chakra aumentaba por las emociones.
-No es justo para Hinata esto...pero tampoco puedo ocultar mi dolor al saber que por hacerme feliz...Naruto me dejo ir...fui una tonta al no poder decirle que lo amaba después de la guerra. Ahora, ya no podía...Supongo que te enteraste de lo que paso hace ya unas noches.- Sakura sentía que había pasado ya hace tiempo pero solo era cuestión de días, el día que todo cambio para bien pero sería un amor imposible, prohibido y lleno de incertidumbre.
-Escuche chismes, que Sasuke y Naruto pelearon de una forma intensa.- Respondió Hanabi encogiendo los hombros pero no dejaba de ver a Sakura y ver como estaba a nada de romper el mueble.
-Sí...Naruto me salvó de ser violada por Sasuke, se puso enfrente de mí, protegiéndome.- La confesión fue tan pesada como la misma roca, Hanabi sintió un escalofrió terrible en su espalda y Sakura solo recordaba aquellos ojos escarlatas encima de ella.
-Después eso, solo quería...darle las gracias por haberme salvado y terminamos besándonos en mi sofá- Sakura soltó unas lágrimas, poniéndose sentimental. –Lo siento Hanabi...no pude y nuevamente estoy haciendo infeliz a alguien más, a una familia solo por mis sentimientos.
-Sakura-san...no sé cómo decirlo pero...estaba sospechando algo así pero no esperé esta revelación.- La Hyuga pudo finalmente decir algo mientras observaba a su cuñado, Sakura arqueo la ceja de curiosidad.
-Los primeros años y el nacimiento de Bolt y Himawari fueron una luz de esperanza para él pero no podía ni siquiera sonreír ni mostrar esa calidez que tanto le admiraba, desde que se casó no puede expresar sus sentimientos a Hinata y cuando lo hace se escucha tan vacío y áspero como un desierto. Pensaba que era por el trabajo. Ya ni siquiera disfrutaba el puesto de Hokage, se sentía muy vació.- Hanabi apoyó su mano en la frente del rubio, queriendo sentir su chakra fluir y que despertará de un golpe.
-Sólo veía esa llama...cuando habla de ti, Sakura-San.
-Con Shina-
-Muy bien, creo que podremos sobrevivir por una semana completa. Nos vamos a pasar con carencias en nuestra estancia aquí- Decía Shina dando una última observación al almacén y Sarada estaba ayudándole a colocar las últimas caras de semillas.
-Uff eso fue algo laborioso, así podemos planear como vencer a esos sujetos, estoy de acuerdo con Bolt de que no podemos estar todo el tiempo aquí, ocultos, no podemos dejar a nuestros amigos solos.- Decía la chica Uchiha limpiándose el sudor del trabajo realizado.-Por cierto Shina ¿Cómo es que puedes hacer ese estilo de hielo? Es muy poco común verlo en acción.
Shina se dio la media vuelta para ver a la azabache y se puso a pensar en la excusa para evitar una pregunta igual de delicada, así que tuvo que recurrir a sus días en la academia.
-Bueno, supongo que te han enseñado que algunos shinobis pueden tener dos o tres naturalezas de chakra, eso pasa conmigo, usó el elemento viento y el elemento agua para que en un momento complicado pueda usar el hielo- Dijo del ojiverde haciendo un movimiento de manos y aparecer en la palma de su mano un cisne de hielo.
-Es hermoso Shina pero vaya que debiste entrenar mucho para conseguirlo, un perfecto equilibrio de chakra para hacer lo que hiciste en el palacio feudal.- Dijo Sarada en un cumplido.
-Todos pueden hacerlo Sarada, como bien dices es cuestión de practicar y de controlar bien el chakra, eso me decía mi madre...
En ese momento se pudo sentir una sacudida en la tierra que empezó a mover a todo el refugio, los dos shinobis se recargaron en la pared tras el impacto, interrumpiendo a Sakura y a Hanabi, sorprendiendo a Bolt que cuidaba a Himawari, generando temor en Moegi quién cuidaba a Konohamaru y dejando a Sabaku con Kakashi sin palabras, la guarida se convirtió en una tumba a excepción de pequeñas rocas que se caían.
-¿Qué demonios? ¿Un temblor?- Bolt miraba por todos lados mientras abrazaba a Hima con fuerza.
-Hermano ¿Nos están atacando?-Preguntó la pequeña Uzumaki también mirando el techo del lugar.
-No digas esas cosas Hima, estamos seguro aquí- El rubio tuvo que mentirle a su hermana para no asustarla.
-Este temblor no es común, es como una onda expansiva, es cómo...
-Una explosión.- Completó Sabaku las palabras del albino, los dos en ese momento sintieron los nervios de punta...estaban cerca los jinetes.
-A las afueras-
-¡Gal!- La orden de uno de los jinetes del infierno fue tan estruendosa como el mismo cielo cuando más de veinte arqueros, cargados con flechas explosivas habían destruido las puertas de un bunker de shinobis de la hoja, los soldados cargaron contra el refugio y se podía escuchar la pelea dentro del lugar, aun había ninjas que estaban luchando ante un enemigo desconocido.
Mientras que en otra parte del país del fuego se escuchaba otro estruendo, los jinetes estaban en movimiento descubriendo refugios fuera de los límites de la aldea, atacando, derrotando e incluso asesinando a los ninjas que se resistieran a una rendición "pacifica"
Pero lo peor es que el líder de los jinetes del infierno estaba coordinando el ataque desde su caballo, mirando por todos lados como un sabueso buscando a su presa, los guerreros extranjeros habían tomado algunos objetos interesantes de la oficina del Hokage...como la ubicación de todos los bunkers del país de fuego.
-Mundo alterno-
-Listo, ya quedo.- Dijo Sakura Uzumaki en la tienda médica ayudando a un shinobi de la arena con una fractura de mano, la pelirrosa con Shizune hacían un trabajo extraordinario en cuidar a los heridos y enfermos. La muerte de Tsunade Senju fue un duro golpe en los shinobi médicos pero ahora estaría en buenas manos con las dos mujeres más cercanas a la rubia.
En ese momento, un visitante inesperado apareció y se acercó a Sakura mostrando una paz pese de la situación.
-Me alegra que estés a salvo Sakura.- Dijo el Kazekage, sentándose en una de las camas y quitándose el sombrero de Kage.
-¡Kazekage! ¿Todo está bien? ¿Le duele algo? Déjeme ayudarlo- Sakura de inmediato empezó a curar el ungüento para los rasguños y marcas más superficiales.
-Gracias Sakura, aunque vine solo para verte. Qué bueno que estés con nosotros y más en tiempos como esté, supongo que tú y Naruto hablaron.- Dijo el pelirrojo sin poder ocultar su sonrisa.
-Hemos hablado, la verdad...pensé que nunca iba a perdonarme por lo que hice, temía lo peor y más con mis hijos...fue complicado.- Respondió la ojiverde después de curarle las heridas.
-Eso jamás, nunca te odiaría ni aunque su vida dependiera de ello. Naruto hizo lo posible para buscarte, incluso las aldeas estuvimos meses tratando de encontrarte, estaba al borde del llanto muchas veces. Te echábamos de menos- Gaara posó su mano en el hombro de la pelirrosa y ella solo asintió.
-Gracias Gaara-La ojiverde no dudo en darle un abrazo al pelirrojo y sintiendo tristeza al escuchar la terrible noticia por parte de Shizune.- Lo siento por lo de Kankuro...lo siento mucho.
Aunque Gaara trató de mantenerse fuerte, esté no pudo más, solo soltando unas lágrimas discretas.
-Debí ayudarlo... ¿Qué clase de hermano deja morir al suyo así?- Gaara decía en una voz entrecortada, su corazón estaba al borde de quebrarse, mientras que desde el otro lado de la tienda, Temari veía la escena sin interrumpir, ella también sentía dolor por la pérdida de su hermano y desviando al mirada.
-Vaya, apenas es encontrada y ya tiene el derecho de hablar con quiera esa mujer, es un peso muerto...si fuera el Kazekage me alejaba de ella, solo trae mala suerte.- Decía Kurotsuchi tratando de pasar a la tienda pero vio la escena y sintió asco.
-Ese no es su asunto Tsuchikage, por favor, para el Kazekage es una amiga muy querida- Dijo Temari con tranquilidad pero la azabache no se iba a conformar con eso.
-Perdóname por lo que diré Temari pero esa Sakura es la causa de que el Hokage no estuviera concentrado para luchar y en lo que a mí respecta la causante de la muerte de tu hermano, del Raikage y de mi abuelo ¡Esa mujer no trae más que problemas!-
En ese instante todo el campamento se quedó helado, en silencio y con la mirada sorprendida, todos vieron la escena de una Kurotsuchi en el suelo con su boca sangrando con una mirada de fiera y Temari con su puño cerrado con esa misma expresión.
-¡No tienes el derecho de hablar de esa manera perra! ¡No eres la mitad de Kage como lo fue el viejo Oonoki! ¡Sakura es mucho más valiosa que tú!- Temari se lanzó sobre Kurotsuchi a puño limpio pero antes de ir más lejos fueron separadas por un muro de arena.
-¡Qué está ocurriendo! ¡Temari! ¡Kurotsuchi!- Gaara mandó a llamar a varios shinobis y detener a su hermana mientras que los de la aldea de la roca separaron a su líder.
-¡Esa perra que cree que puede juzgar a la gente!- Explotó la rubia.
-¡Lo he dicho porque es verdad! ¡Esa Sakura es innecesaria para la alianza!- La nieta de Oonoki también habló con mucha rabia.
-¡Las dos suficiente! ¡Temari hablaré contigo más tarde! ¡Y Tsuchikage no le voy a tolerar esto!- El pelirrojo se hizo rodear del aura del Shukaku haciendo que los shinobis a su alrededor se pusieran nerviosos, Kurotsuchi se dio la media vuelta aun molesta y Temari fue a la tienda de campaña médica.
-Lo siento Sakura por eso es solo que... ¿Sakura? ¿Sakura?- La rubia no la vio por ningún lado, pensando que se había ido de ahí y sintiéndose mal al escuchar las palabras de la azabache, algo que no fue del todo cierto.
-Con Sakura-
-¿Ino? ¿Estás aquí?- La ojiverde entró a la tienda de la rubia y la encontró meditando. –Ahí estas.
-Frentuda, veo que ya estas mejor. –Se levantó Ino y le dio un fuerte abrazo a su amiga.- Pero estas ahora con nosotros, dime que se te ofrece.
Al preguntar Ino, Sakura se puso seria y se aseguró que no hubiera nadie a los alrededores, eso significaba una cosa, algo que Ino sabía que iba a pasar.
-Ino...yo...
-Descuida frentuda, se lo que me pedirás pero en la noche cuando no haya nadie...podrás ver a Hanami.
Continuara...
Próximo capítulo: Killer Bee en acción.
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