-Tiempo actual-

-Lamento interrumpir Shina, debí preguntarte algo pero…pude sentir un poco de tu chakra de forma inestable, puedo ver porque.- El albino estaba curioso de lo que estaba viendo, con todo ese hielo cristalino en el piso creado por el ojiverde y notar como su chakra era inconsistente y lleno de rabia.

También ver al rubio con lágrimas en sus ojos y una mirada llena de venganza, esto le hizo recordar eventos del pasado, con cierto Uchiha, pero el semblante era distinto, le recordaba al Hokage por alguna razón que él desconocía.

-No es nada…solo un mal recuerdo, es todo.- Shina bajo la mirada al responder de una forma tranquila pero notó que había llamado mucho la atención, rogaba en sus pensamientos que él Hatake no hubiera escuchado más cosas.

-Puedo notarlo, la forma en la que te expresaste y el hielo que está a tu alrededor, mostrado en un estado de ira. ¿Ellos fueron? ¿Ellos te arrebataron a tu familia?- El Sexto se acercó a él para posar su mano en su hombro, creyendo que habían sido los jinetes del infierno los causantes de su desdicha, el rubio negó con la cabeza si mirando para otra dirección.

-No…fue alguien más, lamento si le moleste pero me tengo que ir, iré a ver si hay más ninjas con vida. Con su permiso.- Cuando Shina trató de avanzar rápido, Kakashi lo frenó e incluso sintiendo la presión de su mano en el hombro del rubio.

-¿Por qué no descansas hoy? Yo iré nuevamente, tú ya hiciste mucho por nosotros, es lo justo.- Le sugirió el albino mirando de reojo las reacciones y las expresiones faciales del muchacho, Shina tuvo que verle a la cara y pensar rápido en una solución con la que debía salirse de los cuestionamientos de Kakashi.

-No puedo hacerlo, me sentiría mal de no poder hacer algo, me sentiría un inútil y yo no soy uno.- Shina remarcó esas palabras y cerrando los puños con fuerza, incluso se podía escuchar como rechinaba los dientes. Kakashi notó un fuego interno y que podía verse en sus ojos, muy idénticos al Hokage…quizás demasiadas coincidencias.

-Tienes fortaleza Shina pero si tu mente no está conectada al cuerpo, difícilmente podrás hacer algo, tienes que descansar…piensa en tu familia ¿A ellos les gustaría?- Kakashi buscó hacerle entender al joven que no debía perder la paciencia y mucho menos la calma ante la situación de la aldea y colocando esa pregunta en Shina para que pudiera dar una respuesta clara, el ojiverde suspiro.

-No…no les gustaría- Finalmente cedió el chico en sus palabras para no hacer sospechar más al Sexto. -Kakashi-San… ¿Puedo preguntarle algo?

-Claro ¿Qué pasa?-

-¿Hay esperanza para el Hokage? ¿De qué despierte? ¿La hay?- Shina quería creer que había una posibilidad de que despertará aun sin el chakra del Kyuubi en su cuerpo, Kakashi le soltó del hombro y se cruzó de brazos.

-Eso me gustaría pensar, no tengo una respuesta clara…Sakura está haciendo lo mejor que puede para que haya una respuesta de su parte pero pasan las horas y la tensión es más fuerte, hay dos ninjas que escaparon de la aldea y la hija del Hokage como su cuñada también lograron escapar, tenemos que saber a lo que nos enfrentamos dentro de Konoha. Estamos ante el indicio de una guerra, es lo más seguro.- Kakashi fue honesto, no veía otra alternativa más que mantenerse ocultos y si su mensaje llegaba a Yamato sería la mejor noticia de todas.

-Entiendo, si me disculpa tengo que revisar las provisiones de la guarida, determinar si podemos quedarnos aquí o avanzar, con su permiso Kakashi-Sensei… ¡Digo, Kakashi!- El rubio apretó el paso muy rápido alejándose del legendario ninja que copia mientras él estaba sorprendido de que le dijera Sensei.

-Es…muy peculiar ese chico, como si lo hubiera visto antes…aunque su mirada me recuerda a Naruto…quizás esté alucinando o no- Kakashi siguió mirando el hielo cristalino y partió una muestra para conservarla, como si quisiera estudiarla. Tomaria algo de tiempo pero eso era lo que les sobraba.

-Con Sakura-

-Solo un poco más y…listo, esto fue algo rápido para ser honesta- Decía la pelirrosa aplicando su chakra de curación en el brazo amputado de Konohamaru, tras una operación rápida, logro removerle la carne putrefacta y cocerle la herida, colocándole las vendas limpias con material de curación.

-Pobre Konohamaru, no podrá hacer un Jutsu en esta condición…a menos que usemos las células de Hashirama pero ahora me es imposible obtener unas y…Arhg…- La ojiverde al tratar de usar más chakra sintió un dolor en su brazo derecho, la mujer abrió los ojos sorprendida, ver un sello de color morado con el símbolo Uchiha ardiendo en su piel y provocarle un dolor molesto.

-No…no ahora…mierda- La pelirrosa dejó de usar el chakra y ver como el sello se disipaba en su piel, mordiéndose el labio para aguantar del dolor y recargarse en la pared para descansar.

-Sakura-san, me preguntaba si… ¿Está bien?- Hanabi entró y vio a Sakura sujetándose el brazo derecho con fuerza.- ¿Se cortó? Déjeme ayudarla.

-No Hanabi…estoy bien, solo es un calambre y me estoy dando un masaje, es todo- Sakura mintió a la Hyuga y se puso a ver a Konohamaru.- Vivirá Hanabi solo que su vida de shinobi ha sido acortada por la falta de su brazo y pensar que él quería ser Hokage algún día…espero que su objetivo no se vea truncado por esto.

-Es fuerte…pero testarudo y necio, si estuviera muerto…jamás se lo perdonaría, eres un cabeza hueca Konohamaru.- Hanabi se le acercó mucho al Sarutobi y querer reclamarle de hasta lo que se va a morir pero a la vez felicidad al verlo con vida.

-Oh ya veo…así que tú y Konohamaru…- Sakura sonrió al ver la actitud de la Hyuga, provocando que se sonrojara.

-¿Qué? ¡¿No pensará que Konohamaru y yo somos?! ¡Qué cosas dice! ¡Los dos somos buenos amigos!- Hanabi se cruzó de brazos pero sin dejar de ruborizarse, la ojiverde se mostró interesada en eso.

-Claro que si Hanabi, son muy buenos amigos…sabes, incluso los mejores amigos no se llevan la comida después de una misión ¿O me equivoco?- Sonrió de forma pícara la Haruno haciendo que Hanabi se sintiera atrapada.

-¡No es cierto! ¡Eso solo fue un detalle para él! ¡Es decir…yo…no es lo que parece!- La Hyuga se excusó de las aparentes acusaciones y del acercamiento con Konohamaru.

-Hanabi…yo no diré nada pero por como los dos se miran y cómo interactúan…te gusta y puedo ver que Konohamaru siente algo por ti, no tienes que negarlo.- Sakura le dio su confianza de no decirle a nadie a Hanabi.

-Si quieres puedes cuidarlo mientras revisó al Hokage, prometo no tardarme.- La ojiverde salió del cuarto de donde era atendido el Sarutobi e ir hacía el Séptimo, notando el cambio de ambiente, mientras en uno había una alta esperanza de salir librado el otro parecía que la muerte lo rodeaba a cada minuto.

Sakura ingresó y vio a su amado rubio sin dar señales, todos los esfuerzos de la pelirrosa eran inútiles y si quiera un movimiento leve, la mujer se acercó a Naruto y sentarse a su lado. Fijándose de que nadie estuviera viéndola, ella lentamente tomó la mano del ojiazul y apretarla con fuerza.

-No sé qué hacer Naruto…estoy desesperada, he intentado todo y la única opción es una operación para hacer una transfusión de chakra pero ninguno de nosotros puede darte la cantidad de chakra que necesitas…tengo miedo- La ojiverde con su otra mano acarició la mejilla del rubio.

-De que nuestros esfuerzos sean en vano…de que…no vuelva a verte…de verte morir…daría mi vida con escuchar tu voz de nuevo Naruto…mi amor.- Sakura apretó con fuerza la mano del ojiazul, empezando a quedarse dormida por el cansancio de no poder dormir bien y estar constantemente curando a Naruto, era justo que ella decidiera descansar sus ojos, sin dejar de sostener la mano del Hokage.

Los minutos pasaban como el agua de un rio, en la guarida no había ruido estruendoso ni pasos, reinaba la paz…pero esta paz tenía una sensación extraña, poco natural y como si el aire mismo fuera pesado.

Sakura lentamente se despertó, se sentía descansada gracias a esa siesta y decidió continuar con el tratamiento del rubio, checando sus signos vitales, aplicando un poco de chakra en su cuerpo.

-Te aseguro que cuando despiertes lo primero que veras será…- En ese momento se escuchó el corazón del Hokage bombear a un ritmo muy acelerado, los dedos de Naruto lentamente empezaron a moverse pero algo andaba mal. La ojiverde notó que sus signos estaban muy activos y su chakra muy inestable.

-¿Naruto? ¡¿Qué es lo que pasa?! ¡Naruto despierta! ¡Respira! ¡Trata de controlarte! ¡¿Dónde está la anestesia!?

Cuando Sakura por la encontró en una de las gavetas, sintió que algo no estaba bien y que se sentía vigilada, sintiendo un chakra muy conocido y muy poderoso, la pelirrosa se vio la vuelta y vio el ojo escarlata con aspas mirándole como si fuera el mismo diablo.

-Sakura...estas a salvo.

-¿¡Sasuke?!-

El Uchiha tomó a Sakura del cuello y la estrelló contra la pared de la enfermería haciendo soltar la anestesia para el rubio que seguía en agonía, a la pelirrosa le estaba faltando el aire.

-¡Sasuke! ¡Déjame! ¡Sueltamente ahora mismo!- Exigió la kunoichi tratando de usar su chakra para darle un golpe con toda su fuerza pero el Uchiha generaba presión y evitaba cualquier intento de ella por liberarse.

-Cuando te diga que hables…hablaras, veo que no aprendes tu lugar en esta relación, esposa mía- El Uchiha seguía con el Sharingan activo y Sakura no podía dejarle de mirar, estaba aterrada.- Veo que no es suficiente el hacerte entenderlo y no he olvidado lo que pasó…

-S-Sasuke…eres un desgraciado…Konoha está…Naruto está…

-Lo se…y la verdad es que me importa poco lo que le pase a la aldea ¿Y en Naruto? Tampoco: Amaterasu- Sasuke activo el Mangekyo Sharingan y con las llamas negras empezó a quemar vivo al rubio que estaba gritando de desesperación ante la impotencia de Sakura.

-¡No! ¡Naruto no! ¡Maldito bastardo! ¡Eres un desgraciado y un traidor! ¡No, Naruto!-  Sakura estaba llorando y rogando por la vida del Hokage y Sasuke solo le volteó a ver con el Mangekyo Sharingan activo.

-Ahora ya no hay nada que me detenga…de mi verdadero objetivo, solo me queda atender un asunto pendiente- El Uchiha puso sus dos dedos en la frente de la pelirrosa, ella estaba aterrada y quería gritar con toda su alma pero Sasuke la tenía bien sujetada del cuello.

-Veras el mundo a mi manera y el primer paso es quitarte esos ojos….-

-¡No! ¡No Sasuke! ¡Suéltame! ¡Ayuda por favor! ¡Naruto!-

-¡Naruto!- Sakura se despertó de golpe, notando que había estado en una pesadilla pero ella lo sintió tan real, estaba llorando y temblando, la cara pálida y sosteniendo aun la mano del rubio, él estaba bien afortunadamente pero ella estaba hecha un manojo de nervios.

-Sólo era una pesadilla…una pesadilla, no era real- La pelirrosa estaba llorando por ver el Sharingan y teniendo un ataque de nervios.

-¡Sakura-.San! ¡¿Esta bien?! ¡¿Qué ocurre?!- Hanabi entró a la enfermería al escuchar el grito de la pelirrosa y logró verla blanca por el susto- ¡Por Kami! ¡¿Qué paso?! ¡¿Sakura-San?!-

La ojiverde tomó con fuerza la mano de Naruto para sentirse protegida y hacer pasar el mal rato de su pesadilla.

-H-Hanabi…yo….no…-

-¿Sakura.-san? ¿Está bien?-

-No…no estoy bien…no lo estoy.

 
Continuara...
 

Próximo capítulo: A través de los ojos verdes