-Kumogakure-

-¿Bee-san? ¿Ocurre algo?- Preguntó uno de los guardias de las puertas de Kumogakure al ver al Jinchuriki salir de la aldea como si nada.

-Muchacho, dile al Raikage que se preparé- Dijo Bee sin voltear a verlo y lanzarle un pergamino al joven guardias mientras seguía caminando.

-¿Para qué? ¡Oiga Bee-san! ¿A dónde va?- El guardia trató de detenerlo pero el ninja desapareció en pocos segundos, el guardia vio el pergamino y no perdió el tiempo para ir a la oficina del Raikage e informar sobre el raro comportamiento del ninja.

Mientras a lo lejos, Bee había alcanzado una velocidad asombrosa, incluso superando por poco la de su hermano A, el bromista shinobi no había ningún chiste. Su contacto con la naturaleza era mayor y por eso sentía que había una situación grande.

-Bee… ¿Qué es lo que realmente estás pensando? ¿Es algo similar a lo que sucedió con Akatsuki? - Preguntó el Hachibi buscando sentir el chakra de alguna de los Biju a su alrededor a cada paso veloz de Bee.

-Es algo más, alto que me resulta familiar y que solo va a traer desgracias.- El shinobi apretó más la velocidad a la de un auténtico rayo, llegar a los límites de Kumogakure tomaría mucho pero no para él.

-Presiento que estamos a las puertas de algo para lo que nos preparamos: La guerra bakayaro- Bee notó la dirección del viento cambiar de forma calmada, guiándolo en su camino para ir a toda marcha hacía el país del fuego, tardaría mucho pero la intuición de Bee era más fuerte a cada paso que sentía y al extraño cambio de panorama que empezaba a sentir en el País de Relámpago, uno en el que la tormenta llegaría a todo galope.

  -En los límites de Konoha-

-Esto es peor de lo que pensábamos, de alguna forma les lavó el cerebro a todos y el equipo médico cada vez es nulo Sasuke, es lo que puedo hacer por tu ojo ahora- Decía Karin aplicando chakra curativo en la herida superficial del ojo escarlata el Uchiha.

-No les han lavado el cerebro, es un arte de la guerra…guerra psicológica, la usa a su favor cuando puede. Es un señor de la guerra, a su manera.- Dijo Sasuke meditando la situación con más calma.- Lo único que me preguntó es desde que momento empezó a estudiar las artes shinobis, incluso mi clan, incluso los secretos del Sharingan.

-¿Crees que nos estuvo espiando todo este tiempo? ¿Sin que nadie le notará? Después de todos son usuarios sin chakra- Pregunto Karin recordando la pelea de la invasión principal.

-Cómo sea, están preparados para contrarrestar cualquier estrategia shinobi, solo eso puede explicar por qué superaron a muchos pero piensan como una sola mente y su líder está entrenado en el arte de la guerra para hacerme frente…La clave está en esa espada que carga- El Uchiha se levantó poco a poco recuperando su visión mirando el humo que se daba en la aldea.

-Otro ataque no tendría éxito, fue capaz de matar prisioneros. Debemos planear algo.- La pelirroja se puso a pensar mientras Sasuke se dio la media vuelta y mirando el amplio campo en el que se encontraban.

-Debemos pensar mejor la estrategia Karin y no podremos hacerlo aquí, así que lo haremos en otra parte- Dijo el azabache caminando y dejando a Karin con preguntas de su plan.

-El refugio de Orochimaru de donde salimos está lejos Sasuke, nos tomará un buen tiempo llegar y si ellos no poseen chakra no puedo detectarlos a largas distancias, solo cuando galopan.- Karin siguió al Uchiha recalcando los puntos en contra que estaban en este momento.

-Si hay una guarida de Orochimaru en esta zona…significa que hay esa víbora siempre tiene un plan B, debe estar una muy cerca considerando la posición. Después hablaremos de nuestro plan.

Sasuke y Karin se pusieron en alerta, recuperándose un poco de su herida visual y Karin sin poderlos detectar al instante si no es por el sonido de las patas de los caballos, estarían a merced de los Jinetes del Infierno que en el segundo día de la invasión, ahora estarían cambiando el mundo de Konoha de una vez por toda, tanto militar como psicológicamente.

-Konoha-

El líder de los Jinetes del infierno presentaba unas quemaduras de las llamas negras del Amaterasu, haciendo fama a este Jutsu era imposible apaciguarse por lo que Hanzo aun sentía ardor y calor, sin embargo estaba observando cómo se hacían algunas reparaciones, apagando el incendio de la prisión en donde estaban los shinbois que iban a ser liberados por Sasuke y ver el Monte de los Hokages hecho añicos, la bandera invasora en lo más alto del edificio del Hokage cuando uno de sus hombres se acercó.

-Poderoso Khan, nuestros hombres tienen el resultado de su recorrido de la mañana, alrededor de 30 shinobis intentaron escapar…fueron exterminados todos.- Dijo el soldado haciendo una reverencia y mirando el fuego negro en el cuerpo de su líder.

-Bien…aún existe una resistencia entre los shinobis de Konoha, están usando sus tácticas de guerrilla, usarán en el elemento sorpresa.- Decía Hanzo apretando el puño y aguantando el dolor de la flama negra. - ¿Algo más?

-Si señor…encontramos a nuestros exploradores muertos en su campamento, tienen señales de que les cortaron la garganta y sobre todo quemaduras, como si un rayo les golpeó pero no se presentó lluvia en la noche de ayer.-

Las palabras del soldado hicieron molestar a Hanzo y su estado de ánimo hizo que la espada Ryusei brillará en un aura naranja que estaba absorbiendo las llamas negras de Amaterasu para unirse a la hoja del arma antigua y que seguía siendo un misterio para los que llegarán a ver el arma.

-¿Has dicho relámpago? Maldito hijo de perra, está vivo- Hanzo volteó a ver a su soldado que estaba algo nervioso por el comportamiento iracundo de su líder.

-Quiero a todos los jinetes exploradores que vigilen cada rincón del país, todo lugar debe ser revisado y no quiero errores.- Hanzo con mal humor dio la orden a su soldado para hacer que la voz corriera en los exploradores. El líder de los jinetes del infierno estaba sorprendido de no verlo venir y peor aún de olvidarlo.

-Ese shinobi albino…me hizo creer que lo había matado: Kakashi Hatake…-Hanzo apretó la empuñadura de su espada Ryusei con fuerza y con molestia y el uso del chakra de la espada destruyó una pared del edificio.

-No puede hacer shinobi que se me escape , no hoy…ni nunca-

-Mientras tanto-

-Muy bien, nadie nos ha seguido- Shina a una sola mano abrió las puertas del refugio subterráneo y dejar pasar primero a Moegi para ayudarlo con Konohamaru, el rubio cerró la entrada con mucho cuidado. Los pasos de los shinobis llamó la atención de Sakura, quien sonrió al ver al muchacho a salvo junto con los shinobis pero la pelirrosa vio el rostro de Konohamaru y la condición en la que llegaba dándole el recuerdo de cuando Naruto perdió su brazo.

-Shina ayúdame a ponerlo en una camilla por favor- La kunoichi entró de emergencia a la enfermería de nueva cuenta mientras el chico de los ojos verdes con Moegi a su lado entraron para recostar el nieto del Tercer Hokage en la camilla. La ojiverde empezaría a revisarlo y la kunoichi de cabello naranja se quedó sin palabras al ver al Hokage en un estado de coma.

-¡H-Hokage! No…él no está…

-No, no está muerto…por ahora- Dijo Shina tratando de ser realista, ni el mismo sabría de la condición en la que su padre de otro tiempo enfrentaba.

-Veamos, Konohamaru fue noqueado  y vaya golpe que le dieron, necesito revisar bien su herida, no sé cuánto tiempo estuvo expuesta sin los cuidados necesarios.- Sakura tomó su equipo médico para hacer los estudios y remplazar el vendaje improvisado.

-S-sakura-san ¿Él estará bien?- Preguntó Moegi sin poder dejar de ver a su amigo con mucha angustia y más cuando detrás de ella estaba el Hokage en estado de coma.

-Konohamaru estará bien pero si se le infectó la herida tendré que hacer una operación,  incluso remover la otra parte que no fue cortada…-Sakura pudo quitarle la venda a Konohamaru y vio que parte de su brazo estaba infectado pero a un grado de una cirugía.

-Los encontré huyendo Sakura-San, esos invasores están en todas partes y no dejarán que los ninjas escapen o peleen.- Dijo Shina tras el enfrentamiento contras los perseguidores de sus compañeros shinobis.

-Entiendo, Shina hazme un favor, lleva a Moegi a la habitación donde está Habani, yo me encargo de revisar a Konohamaru.

El rubio asintió y guío a la kunoichi mientras ella seguía siendo un manojo de nervios, Sakura por otro lado trataba de moverse por todas partes creando con lo que tenía a la mano un bálsamo para ayudar a la eliminación de las bacterias junto con su chakra para curar a Konohamaru.

-Está herida la hizo un arma muy extraña, el corte es perfecto, Konohamaru debió perder mucha sangre si no fue tratado, debo ser cuidadosa en este caso.- La pelirrosa terminó de limpiar  la herida y aplicar el bálsamo para fusionarlo con su chakra, esperando que pudiera cerrarse. Sin saber que Naruto le volvía ver desde el interior de su mente.

-Mente de Naruto-

-¡Malditos bastardos!- Naruto golpeó el suelo creando eco. -¡Esos malditos atacaron a Konohamaru y a sus amigos! ¡No pienso perdonarles esto! ¡Kurama tiene que haber una manera, no podemos perder tiempo! –

-¡Ya te dije que no hay manera, el que hayas recuperado parte de tu chakra perdido no significa que puedas despertar con facilidad! ¡Pondrías tu vida en riesgos y por lo tanto si tu mueres, morirán todos afuera!  ¡Aprende a calmarte!- Kurama ya estaba cansado de escuchar eso de Naruto, debía entender que su condición era grave, el rubio suspiró tratando de calmarse mirando en el orbe a Sakura curando a Konohamaru y de ahí hacerse una pregunta importante.

-Kurama, esa espada que has mencionado… ¿Cómo es posible de existencia si nadie ha hablado de ella? Recuerdo que mencionaste que en el pasado existían objetos que podían contener el poder de los Bijuus. ¿Por qué nadie lo menciona?- Pregunto el Hokage tocándose la herida que en su mente no tenía. El zorro de las nueves colas se mantuvo callado por unos minutos.

-No sabría decirte en qué momento se creó, incluso entre nosotros mismos no sabíamos de su existencia. Sin embargo el Sabio conocía la existencia de estas armas… ¿Recuerdas Los tesoros sagrados de los seis caminos?- Preguntó Kurama con la paciencia suficiente.

-Sí, las recuerdo.  TenTen las resguarda y las mantiene en un lugar que solo ella sabe…espera ahí Kurama, me estás diciendo que…

-Al principio también creía que no podía ser posible pero al ver el tipo de arma que era y el tipo de poder que tenía, no pude equivocarme e hice la relación. Esa espada…Es el sexto tesoro de los seis caminos.- Kurama hizo la relevación inesperada y tenía de cierta forma sentido, esa espada podía almacenar el poder del mismo Kyuubi y repeler chakra en enormes cantidades.

-¡Imposible! ¡Tiene que ser otra cosa! ¿¡Y su fuera uno de los tesoros cómo es que ese jinete que no usa chakra puede blandirla!? ¡Debe ser un mal chiste!- Naruto estaba a nada de perder la cabeza sin poder entender si era posible.

-Yo también quiero descifrar ese misterio, lo único que puedo confirmar es que él posee una de las armas más poderosas y que tiene el conocimiento militar para hacerles frente. Un señor de la guerra y no se parece a nadie a quien hallas enfrentado en el pasado.- Kurama dejó a Naruto pensar, era cierto lo que decía, era un enemigo distinto a Nagato o Madara, uno que les tenía la medida por conocer las tácticas de los shinobis y en sus manos un arma muy poderosa.

-Lo que necesito saber Kurama… ¿Cómo puede blandir un arma así? ¿Qué le hace diferente a los demás?

-Con Kakashi-

-Más rápido, necesito que ambos me empiecen a quitar espacio para que no pueda maniobrar- Decía Kakashi mientras estaba a la defensiva de los ataques de Sarada y Sabaku en modo taijutsu y con kunais mientras el albino les esquivaba sin mucha dificultad.

-Sarada necesito más intensidad de tu parte y Sabaku quiero que hagas concretos, no importa que sean pocos pero prefiero eso a que sean muchos ataques y poco efectivos.- El albino logro pasar de la defensa al ataque contra Sarada dejando a Sabaku relejado que buscaba lanzar un ataque sorpresivo mientras la Uchiha ahora debía jugar a la defensa.

“El Sexto es muy fuerte pero puedo mantenerlo así para que Sabaku pueda atacarlo”

Sarada desvió un golpe del albino y logro saltar encima de él, haciendo un movimiento de manos.

-Katon: Goukakyuu no Jutsu- La chica de lentes lanzó una gran bola de fuego encima de Kakashi para dar el golpe ganador, el calor estaba sintiéndose en el aire mientras la Uchiha caía del otro lado de la zona de entrenamiento con Sabaku.

-Buena esa Sarada, sí que el Sexto nos quiere ver movernos.- Dijo Sabaku mirando el fuego de Sarada lentamente despareciéndose para notar que Kakashi no estaba ahí.

-¿Cómo lo hizo? Lo tenía…

-¡Doton: Shinjūzanshu no Jutsu!

Las manos de Kakashi tomaron a Sarada para enterrarla bajo tierra exceptuando su cabeza y dar un golpe en la cara a Sabaku para ponerlo contra la pared, el albino solo tenía polvo en sus ropas.

-Lo siento Sarada pero nunca debes distraerte y  mucho menos si tu oponente es potencialmente peligroso.- Decía Kakashi mirando a Sarada tratar de liberarse del entierro, ahora era entre Sabaku y el albino.

-¡Maldición! ¡¿Cómo es que no le pude ver?! ¡Sabaku dale con todo!- Mientras la chica de lentes continuaba luchando para liberarse del entierro, el muchacho de color vino se lanzó con una patada pero fácilmente Kakashi se detuvo en medio del aire.

-Predecible- El Sexto golpeo en el estómago al Gennin con un golpe precioso para dejarlo caer en el suelo, el muchacho apenas y podía acumular chakra, sintiéndose desbalanceado. El albino se detuvo dejando de crear chakra en su cuerpo y ayudar a Sabaku a pasarse.

-Creo que daremos por hoy el entrenamiento, hay mucho que hacer aun.- Después de ayudarlo, Kakashi fue con Sarada para sacarla de la tierra con mucho cuidado y darle a los dos chicos una palmada en sus hombros.

-Puedo ver que tienen un gran talento individual pero no basta con luchar uno por su cuenta,  un ejemplo. Sabaku, dejaste de enfocarte en mí cuando yo estaba atacando a Sarada y si tu enemigo es peligroso, no debes dejarle espacio alguno. Además de que fuiste predecible en muchos ataques, fácilmente podría contrarrestar los tuyos pero no lo hice porque era un entrenamiento. En un combate…el enemigo te hubiera matada, debes mejorar un taijutsu defensivo.- Kakashi fue directo con el muchacho quien aún resentía el golpe que había recibido.

-Y tú Sarada, pude detectar lo que pensabas hacer, distraerme lo suficiente para que Sabaku me atacará pero como plan B usaste tu uso de Jutsu elemental, fue astuto pero tu error es dar por vencido a un enemigo, eso hizo que no pudieras protegerte de mi estilo de tierra.- Mientras el Sexto decía eso Sarada se limpiaba el polvo escuchando con atención.

-Muy bien, descansen, debo atender un asunto privado y recuerden, trabajen como un equipo y nunca abandonen a su compañero.- Kakashi se empezaba a alejar de los Gennin dejándolos conversar con el cuerpo cansado.

-La reputación del Sexto está sustentada en hechos- Dijo la Uchiha recargándose en la pared jalando aire. Sabaku se sentó a su lado y se quedó mirando el papel que el albino le había dado para descubrir su naturaleza elemental.

-¿Relámpago? El Sexto parecía muy interesado en mi estado elemental. ¿Me preguntó si es por el entrenamiento- Se preguntaba el muchacho jugando con dicho papel.

-Yo creo que sí, recuerda lo que dijo, en momentos como esté es mejor entrenar y sacar nuestro potencial aunque eso signifique que nos termine matando de cansancio y a todo esto ¿Has visto a Bolt?- La Uchiha se quitaba los lentes para limpiarlos, preguntándose por el paradero del chico rubio.

-Ni idea, pero ojala estuviera aquí para que entrenemos los tres.

-Con Bolt-

-Hima duerme de forma tranquila tía, es un alivio verla a salvo…pero mamá…

-Tú madre fue valiente Bolt pero yo no pude protegerla como debía y ahora está afuera, en la aldea donde están esos malditos.- Hanabi no podía ocultar su enojo respecto a la situación.

-Es todo un caos Hanabi, esos tipos se pasean como sabuesos de ataque, muchos shinobis han sido encarcelados y asesinados por ellos. Incluso creíamos que en verdad el Hokage había muerto…esto es una pesadilla- Moegi no podía sacarse de la mente la muerte de su amigo quien les ayudo a escapar.

-El esfuerzo que hace Sakura-san y Kakashi-san es muy grande, por ahora debemos poner nuestra suerte en ellos…es lo único que podemos hacer.

-También podemos confiar en Shina.- Bolt interrumpió a su tía, mostrando curiosidad.

-¿Shina?

-Sí, él fue quien me salvo, a Sarada y Sabaku, él que nos trajo aquí. Él puede ayudarnos a ganar en esta situación, debiste verla tía, es un ninja extraordinario y no sé por qué pero…me recuerda a papá.

-¿Shina? Te refieres a ese shinobi rubio ¿verdad? Bueno…puedo agradecerle de que a Konohamaru y a mí  nos haya salvado y es algo…lindo. ¿Saben en donde está ahora?

-En otra parte-

“¡Shina! ¡Llama a tu hermano, que ya es hora de comer!”

“Oye Shina, vamos a entrenar, te puedo ganar en esta ocasión”

“¡Orenji, papá nos tiene prohibido jugar con sus kunais!”

“¡Feliz cumpleaños Hikari!”

“¡Orenji! ¡Háblame hermano! ¡Orenji!”

“¿Mamá? ¿Dónde estás? ¡Mamá! ¡Mamá!”

-¡Mamá! ¡Orenji!- Shina golpeo el suelo dejando un gran hoyo con algo de hielo cristalino a su alrededor, el joven shinobi estaba sudando en frío y su cara reflejaba angustia y miedo, sus lágrimas pasaban por sus mejillas.

-No es justo Kurama…No quiero recordarlo ahora...Maldito Uchiha…Maldito Kakuzu ¡Los odio! ¡Los odios!-El rubio golpeo con fuerza el piso para levantar el suelo con mucha rabia en su corazón.

-No dejes que tu odio te domine Shina.- El rubio alzó la mirada lentamente y ahí lo vio, solo rogaba que no le hubiera escuchado sus últimas palabras.

-Kakashi-san-

 
Continuara...