-¿Y qué piensas Naruto? Acerca de lo que viste y oíste. - Pregunto Kurama de brazos cruzados mirando el rubio con una cara seria, parecía tener una respuesta concreta.

-Es un plan arriesgado, muy arriesgado pero yo quiero saber qué clase de misión le dijeron al capitán Yamato ¿Porque no me lo dijeron? - Naruto estaba que echaba humo en esa cuestión, sin el conocimiento de dicha misión secreta empezando a formularse muchas teorías en su cabeza.

-El plan en si significa hacer un sacrificio y veo que Hatake será el sacrificio pero yo quiero saber que tienes en mente, no despertaras en un tiempo por lo que veo por la falta de chakra pero nos dará tiempo para formular algo. - El zorro camino en círculos rodeando a Naruto, el rubio suspiro.

-De hecho si Kurama, primero quiero saber si la espada que tiene en sus manos ¿Puede usar mi chakra a su voluntad? - EL oji azul sorprendió a Kurama con esa pregunta pero no le detuvo en su andar.

-Sí, como te dije antes, la espada Ryusei fue creada junto con otras 4 armas en caso de que las bestias de las colas atacaremos sus aldeas, dichas armas se perdieron en el tiempo y fueron remplazadas por otras más efectivas pero a nivel defensivo. La espada es distinta por ser de estilo ofensiva y cualquiera puede usarla, claro que con un control absoluto de su cuerpo y mente. - Nuevamente el zorro le contó la historia breve del arma, Naruto tenía más dudas.

-Entiendo, entonces él debe tener un control perfecto del cuerpo y la mente, puede empuñarla con tu poder, debió obtenerla de algún lado… ¿Y si se la quitamos? ¿Cambiara algo?-  El rubio pregunto con algo de esperanza y en ese momento el orbe que Kurama había creado se volvió a activar para dejar la imagen de su hijo, muy cansado y desanimado.

-Bolt…me dan ganas de abrazarte ahora más que nunca, que bueno que estás vivo, tú y tu hermana están a salvo.- Pasando por alto a Hinata, el rubio estaba lleno de dicha de ver a su hijo a su lado, mientras veía a una pelirrosa diciéndole algunas palabras y retirarse, dejando a los dos rubios para hablar.

-Fuera de la mente de Naruto-

-¿Papá? ¿Puedes oírme? Papá…ojala pudieras decirme algo, aunque será regañarme por algo pero como desearía que me dijeras una palabra- El chico se aguantaba muchas cosas  al ver a su padre así.

-Si no puedes hablarme yo lo haré, mientras estés en este estado hablaré contigo las veces que sean necesarias ¡Te lo prometo!- Dijo Bolt con energía en su ser, buscando de alguna manera alentar al Hokage a levantarse. Naruto estaba sorprendido cada vez más por el comportamiento de su hijo y solo escucho más de lo que tenía que decir.

-Hima está aquí papá, está a salvo junto con la tía Hanabi. Kakashi-San las salvó de esto este infierno pero mamá sigue afuera, ahí en la aldea.- Bolt se empezó a poner algo triste. – Sé que te parecerá extraño y sé que a pesar de lo que pasó ante con ella, los regaños y todo eso…es mi mamá, no podemos dejarla ahí, ni a todos. – Bolt no quería llorar, debía y quería ser fuerte, sus palabras como las de todo un chico son honestas.

-Por favor papá…despierta,- Bolt apretó con fuerza la mano de su padre, esperando algún milagro. Mientras eso pasaba del otro lado de la puerta estaba Sakura escuchando la conversación y ella estaba peor al momento de guardar sus sentimientos. Su corazón se había pequeño dejando ir unas lágrimas en sus mejillas.

-Estoy separando una familia…sabía que esto…por Kami- La pelirrosa avanzó a toda prisa sin importar el dolor de su pierna, entrando a la habitación de Hanabi y Himawari, aun dormidas. Sarada y Sabaku habían ido a investigar un poco en la fortaleza y Kakashi a dormir un poco, la ojiverde empezó a cuidarlas para que estuvieran más cómodas. Unos minutos después se sentó sin abandonar el cuarto, recordando en lo que Bolt había dicho.

-¿Qué estoy haciendo? Sé lo que pasó pero…me siento mal, no quiero que te odien por mi culpa Naruto…-

-¿Sakura-san?

-¿Hanabi?-

Sakura fue sorprendida al ver que Hanabi estaba levantándose de la cama tras un largo sueño, la pelirrosa estaba aliviada de verla pero no sabía si ella le había escuchado y mientras eso pensaba la ojiverde…Hanabi pensaba en otras cosas y en lo que había oído.

-Con Sarada y Sabaku-

-Pobre Bolt. Es difícil concentrarse al ver a su padre en coma y a su mamá en la aldea con esos malditos, al menos Hanabi-san y Himawari están a salvo.- Decía la Uchiha mirando a Sabaku practicar algo de taijutsu en una cámara de entrenamiento.

-Y que lo digas, por eso debemos hacer piense con la cabeza fría, los esfuerzos de la Sensei por despertarlo son  más intensos.- Contesto el azabache concentrado en lo suyo.

-Sí, mamá estuvo toda la noche buscando la manera de sacarlo del coma, solo pude darle un cobertor al verla dormida.- Sarada observaba los movimientos de su compañero de equipo.

-No me gustaría saber porque copias mi taijutsu.- Sabaku se detuvo observando a Sarada, la chica de lentes solo se cruzó de brazos.

-Eso ni tú te la crees, solo porque eres bueno en taijutsu no significa que te quiera copiar, por los movimientos que haces son básico.- Respondió la Uchiha con seriedad pero sin olvidar que Sabaku le había sorprendido antes, con técnicas de taijutsu algo avanzadas.

-Eso pensé…apuesto que no podrías seguirme el paso.-

-¡Pero qué dices tarado!-

-Hola chicos, ¿No les molesta si los acompaño?- Los dos Gennin fueron interrumpidos por la presencia del Sexto recargado en la pared, sin quitarles la mirada de encima.

-No, para nada Sexto.- Respondieron los dos chicos al unísono de forma disciplinada.

-Por favor, solo díganme Kakashi, no hay que ser tan formales. Se lo que piensan, no tienen que preocuparse por Bolt Todo es cuestión de tiempo para tener una estrategia  y ganar esta invasión inesperada.- El albino se acercó a ellos y tocando el hombro de cada uno de ellos.

-Su misión no debía transformarse en una carrera entre la vida y la muerte pero es algo que por el momento deben lidiar.-  Completó su oración el Sexto Hokage con toda sinceridad.

-Lo entendemos Kakashi-San…Pero ustedes nos puede decir ¿Por qué decidieron atacarnos? ¿Por qué motivos?- Pregunto Sarada tratando de sacar información.

-Lo único que se Sarada es que con un ejército que nació de la guerra y de la conquista. Es lo que puedo decirles por lo que se.- Respondió Kakashi pensando en la batalla que tuvo con el líder de los Jinetes, un hombre muy hábil en combate.

-Entonces estamos a ciegas, estos tipos usando mucho el ataque en conjunto y si tienen la posibilidad, de separar y atacar a uno para que los demás no les den problemas. Son analíticos pero confiados y podemos usar eso para alguna ventaja.- Sabaku aportaba su opinión, algo que era muy interesante para los otros dos shinobis.

-Lo mismo noté y que usan tácticas diferentes a las nuestra, de hecho…nos han estudiado a la perfección.- Kakashi complementó la opinión del muchacho.

-Deberíamos planear algo, no se cuanto podamos estar en el refugio. Solo me gustaría que el Hokage estuviera con nosotros, sería de gran ayuda.- Sarada suspiró después de hablar, Kakashi lo sabía a la perfección pero el cuándo iba a despertar su ex alumno era un misterio.

-Hasta que tengamos una mejoría en el Hokage, es mejor esperar…lo que me recuerda algo.- Las palabras de Kakashi tomaron por sorpresa a los dos mientras él caminaba al centro de la cámara de entrenamiento.

-¿Qué les parece que practicamos algo? Para no perder la condición.- Sugirió el albino con una sonrisa que ocultaba su máscara.

-¿Enserio? Creo que nos podría ir de maravilla un poco de entrenamiento ¿No lo crees Sabaku?- Sarada sonrió acomodándose los lentes, sería lo mejor por el momento.

-Lo mismo digo, creo que estoy listo para algo de entrenamiento.- Sabaku empezó a estirarse mirando al Sexto con algo de entusiasmo.

-Quiero que los dos me den un buen combate, pueden usar incluso algún Jutsu elemental por si lo ven complicado.- Esa oración dejó Sabaku algo confundido.

-Bueno…eso sería un problema, ya que yo no uso algún tipo de Jutsu elemental-. Respondió Sabaku algo avergonzado, Sarada solo río.

-No tienes que ponerte así Sabaku, no todos pueden manejar esa clase de jutsus.- Sarada trató de hacer sentir mejor al muchacho de ojos color vino pero también como una burla.

-Interesante, ven Sabaku.- Kakashi llamó al azabache mientras sacaba algo de su bolsillo, Sarada prestaba atención. Sabaku estaba enfrente del Sexto también pensando en lo que iba a hacer.  El albino sacó unos papeles, familiares para Sarada.

-Lo descubriremos ahora ¿Te parece? Solo tienes que elegir uno de estos y deja fluir tu chakra, no hay prisa alguna.- Kakashi le puso los papeles enfrente para que pudiera tomar uno, Sabaku tomó el primer papel que vio, sujetándolo con delicadeza.

-¿Y sólo debo hacerlo?- Sabaku dejó fluir un poco su chakra, Kakashi y Sarada estaban al pendiente, hasta ahora no pasaban nada y pensando que tomaría más tiempo el papel se la nada se arrugó sorprendiendo a Sabaku.

-Sorprendente….

-El papel se arrugo, Kakashi-San eso significa que….

-Sabaku tiene naturaleza de relámpago, que curioso.- Kakashi miró el rostro del muchacho, no había duda que le recordaba a el mismo cuando era más joven y también a Sasuke. Sin duda Sabaku era un chico algo interesante.

-Bien, comenzamos con el entrenamiento muchachos. Sabaku, después del entrenamiento te daré una clase especial: El cómo manejar el elemento rayo.

Esto levantó preguntas, Kakashi desde que vio a Sabaku ayudarlo con los jinetes en el palacio, veía en él potencial pero no imagino que incluso llegaran a ser similares, mientras Sarada sólo se le quedó viendo a su compañero de equipo, quizás sería mejor conocerlo más a fondo.

-Con Naruto-

-Oh Bolt…no sé cómo decirte las cosas, menos con esto. Debo pensar el cómo decírselo.- Naruto había quedado enmudecido con las palabras de su hijo, apenas pudo entender la preocupación que Bolt tenía.

-¿Y entonces? ¿Qué hará? Me queda claro que tú y la pelirrosa seguían así ¿Pero hasta cuándo? O mejor aún ¿Qué pasará cuando sean descubiertos? En pleno conflicto no querrán una noticia así. Quizás suene rudo pero…era preferible que alguna de ellas muriera.-

-¡Eso jamás Kurama! ¡Yo jamás hubiera dejado morir a Sakura-chan o a Hinata!- Naruto explotó al instante pero Kurama no se vio para nada sorprendido.

-Sólo estaba confirmando mis sospechas Naruto.-

-¿Sospechas?- El rubio no estaba de humor para estos cuestionamientos. Kurama sonrió.

-Solo confirmaba que antepondrías la vida de ella sobre la tuya, yo sé que jamás dejarías a nadie morir pero viene lo interesante. ¿Qué harás cuando todo termine? Eso si contamos con que despiertas.- El zorro se recostó mirando los movimientos corporales del Hokage. Naruto quedó enmudecido, entendió lo que su amigo le había dicho.

-Primero Kurama, liberare a la aldea de esos malditos, dalo por seguro.

-¿Y luego?

El silencio se hizo incomodo, ese paso el plan era lo importante además de despertar de su coma. La respuesta la tenía, el problema era cómo hacerlo. De impredecible sería el plan según Naruto Uzumaki.

-Afuera-

-Siendo un gran chakra en la aldea Kurama, ese tipo está luchando de nuevo y este chakra es de él…después de todo volvió para enaltecer su orgullo pero este otro chakra…no puede ser ¡Está viva!- Shina paró en seco en el camino mirando hacía el camino de la aldea.

“No hay duda de eso muchacho…pero hay dos chakras moviéndose hacía nosotros, vienen de la aldea…deben ser sobrevivientes”

-Entonces no perdamos tiempo amigo, si podemos salvarlos es ahora o nunca.- Shina apretó toda la velocidad por todo el camino nuevamente para encaminarse a la aldea.

El día dos de la invasión había empezado, las batallas nuevamente se volverían a dar mientras los sobrevivientes buscan un plan, una alternativa…una luz al final del camino. Y esto llegaría a oídos de ellos…de los Shinobis de Kumo y del Raikage.

Continuara...