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Capítulo 16.- Remolino de Hielo

-¡No lo harán!

Arriesgando su pierna y en un trabajo en equipo, logró impulsarse desde la espalda del joven rubio que la cargaba para dar un rodillazo a la cabeza del invasor que estuvo apuntó de matar al Hokage y estrellándolo contra los estantes mientras él ANBU con kunai en mano golpeo las flexiones de las piernas para desequilibrar a los otros guerreros y golpearlos fuera de la enfermería. La ojiverde noqueo al atacante de Naruto con un fuerte golpe al rostro para checarlo, temía que algo fuera a pasarle al héroe del mundo ninja.

-Sus signos vitales están estable pero no estás seguro aquí, debo sacarte lo más pronto posible.- Decía la pelirrosa tocando su corazón y sintiendo su chakra, totalmente estable.

-¡No permitiré que se acerquen a él!- Shina se interpuso entre los shinobis de la hoja y los invasores, quieres mostraron su peor mirada y deshaciéndose de los arcos para desenvainar las espadas.

-Sin duda ustedes han ido demasiado lejos y es tiempo de terminar con su invasión, cortarla de raíz.- El rubio ojiverde apretó con fuerza sus kunai sin mostrar nerviosismo.

-Tantos shinobis han dicho las mismas palabras, todos ellos han muerto. Eventualmente te unirás a ellos.-Los jinetes del infierno se lanzaron con furia hacía Shina quien pudo detenerlos con sus dos armas en mano pero ellos atacaban como marabunta, esperando desequilibrar al shinobi y quitarlo del camino.

-¡Sakura-san lléveselo! ¡Y no voltee!-  Gritó el ANBU con todas sus fuerzas mientras Sakura asintió tomando a Naruto en su espalda, aprovechando el hueco que había dejado Shina y huir hacía donde el Hokage pudiera estar seguro.

-¡No lo harás perra!- Uno de los invasores logró deshacerse de la guardia de Shina y cargar contra la ojiverde para darle muerte, únicamente para encontrarse a Shina y sus armas atravesándole el pecho con mucha violencia.

-¡Ahora!- El rubio perdía la paciencia al ver paralizada a Sakura, logrando reaccionar y huir dejando al ANBU atrás a enfrentarse de los peligrosos invasores. El palacio cada vez más perdía madera y las llamas más intensas, todo era cuestión de tiempo.

-Naruto, te voy a sacar de aquí, solo tienes que resistir.- Decía Sakura corriendo lo más rápido posible y esquivando los escombros y los cuerpos de los fallecidos, hasta que detectó algo al frente y fue cuando vio a sus dos alumnos pasando de largo.

-Este chakra… ¡Bolt! ¡Sarada!-

-¡Sensei!- El grito de la pelirrosa hizo que os dos Gennin pararán su andar y verse en el pasillo con su Sensei. -¡Mamá, están por todos lados!- Exclamo Sarada muy preocupada y ansiosa.

-¡Rápido chicos debemos salir, conozco una salida, nos llevará muy adentro del país del fuego!-

-¡Y qué hay del Sexto! ¡Está luchando junto con Sabaku!- Dijo Bolt jalando aire, abriendo los ojos de golpe.

-¡¿Qué?! ¡¿Permitieron que Sabaku peleara!? – La pelirrosa les dio un fuerte regaño a sus dos alumnos.

-¡Él insistió mamá! Él…

-¡Ya verán cuando salgamos de esta pero por el momento hay que ponernos a salvo! ¡Rápido por aquí!- La ojiverde interrumpió las palabras de su hija, emprendiendo la huida con ellos al frente a los Gennin, la misión era simple: Salir con vida.

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-Eres valiente y  tonto al mismo tiempo.- Kakashi susurro mirando de reojo al joven Gennin, chocando espaldas, analizando la situación.

-Es un honor pelear a su lado Sexto, además,  a la Sensei no le gustaría que abandonemos a un shinobi, eso nos haría peor que escoria.- Sabaku le respondió de forma serena y listo para lanzar un ataque más.

-Cuida tú espalda y recuerda…

-¡Estilo taijutsu: Hoja silenciosa!-

Sabaku apareció delante de uno de los jinetes a gran velocidad, golpeándolo en una serie de patadas que eran invisibles a la vista para nada entrenada mientras que Kakashi podía ver los golpes que el Gennin provocaba hasta dar el golpe de gracia en la cabeza pero terminando exhausto el muchacho tras ese ataque.

“Asombroso…este muchacho es un nato usuario del taijutsu, como lo decía su expediente”

-¡Sexto cuidado!- Sabaku advirtió de Kakashi al ver a dos invasores atravesar sus espadas en el torso del shinobi, dejando paralizado de terror al Gennin pero en ese momento, el albino empezó a presentar grietas y estar envuelto de polvo para finalmente hacer caer pedazos de piedra que desquebrajaba su cuerpo para sorpresa de los jinetes.

-Un clon.- Sabaku estaba sorprendido, ya que no había visto al Sexto hacer un movimiento de manos para hacer un clon, la tierra empezó a temblar debajo de los invasores.

-Doton: Ressenga- Kakashi apareció detrás de ellos para golpearlos con toda su fuerza y habilidad, el albino parecía tener todo controlado pero aún no era suficiente. El Sexto vio cómo se reunían sus enemigos para lanzar un ataque en conjunto.

-No se rinden, su stamina es muy alta y el fuego no está ayudándome. Sabaku... será mejor que te apartes de las paredes.- A gran velocidad, Kakashi hizo un movimiento de manos a gran velocidad y con facilidad logro reunir chakra.

-Katon: Gōkakyū no Jutsu.

Y así el infierno se liberó, acumulando el fuego de las paredes ardientes del palacio, Kakashi lanzó una gran bola de fuego que cubrió a sus invasores con mucha facilidad y con el mínimo esfuerzo. La llamarada paró y el albino había derrotado con facilidad a sus oponentes, Sabaku se apoyó en un pilar con sorpresa.

-Los…los quemó como si nada,  ¿Acaso esté es el poder del Sexto Hokage?- Susurro el Gennin viendo los cadáveres de los invasores.

-Debemos salir y esperar lo mejor…

De la nada, dos de ellos se levantaron al instante y lograron herir a Kakashi en el pecho con sus armas y recibir una patada para desequilibrarlo, Sabaku logró ir en el auxilio del Sexto.

-Imposible…Solo tres de ellos fueron afectados, no entiendo porque.- Kakashi estaba tan sorprendido al ver a esos dos guerreros en pie y más que furiosos. Sabaku notó algo, las partes metálicas de sus trajes parecían absorber el fuego.

-Su traje, ahora entiendo porque a ellos no les afectó el fuego- Dijo Sabaku mirando el cadáver de los demás invasores, completamente diferente su traje al de ellos dos. -No se notan cansados por el fuego, su traje les está permitiendo maniobrar  así, incluso con jutsus de estilo de fuego.

-No solo saben cómo nos movemos, sino que jutsus poseemos, debemos intentar otra cosa y rápido que en cualquier instante el palacio se caerá.- Ahora que habían descubierto uno de sus secretos, la pelea sería más niveladas, dos jinetes del infierno adelantándose a los eventos y dos shinobis que deberían usar todo a su alcance para ganar, el tiempo corre… ¡No se detengan Shinobis o su mundo está destinado a caer!

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-¡No los dejaré avanzar!- Shina golpeaba con toda su furia, las explosiones cada vez eran más fuertes, el calor era insufrible pero Shina luchaba contra cuatro invasores con valentía pero no le dejaban hacer algún Jutsu hasta tenerlo arrinconado muchas veces en las paredes.

-Son muy persistentes, este enemigo…es muy organizado.-Ese momento de distracción le costó una posición defensiva al rubio al ser herido en el pecho, justo donde Sakura le había curado antes, haciéndolo caer en una mesa, mirando la sangre salir de la venda y en su ropa.

-Mierda, mi herida se abrió.-  Decía Shina tratando de levantarse pero uno de los invasores le golpeó en el rostro para dejar su hoja en el cuello, pisando su herida en su pecho.

-Eres un shinobi terco pero valiente, sería una pena que murieras por una herida.- El invasor retorcía con mucha saña la herida del rubio, provocando gritos por el lugar.

-Ve el lado amable…cuando mueras no veras a tus compañeros morir, sobre todo a esa mujer pelirrosa, ella recibirá un mejor trato, te lo aseguro…

Shina se quedó en silencio, pareciendo que perdería el conocimiento pero el guerrero no sabía que la sangre del rubio ardía con fuerza, su chakra se estaba alimentando de su segunda fuente externa y el chakra fue liberado en Shina mandando a volar al invasor como si nada, fracturándole un brazo.

-Puede que mi vida este en juego, puede que mi cuerpo no pueda continuar, puede que mis heridas me hagan caer…pero nunca permitiré que mi hogar caía.-El rubio lentamente se levantó, cerrando poco a poco la herida en su pecho, rodeado de un aura de chakra roja burbujeante y hablando en una voz más grave.

-¿Y sabes que más no permitiré?- Shina dio un salto para llegar a donde estaba su oponente, este lo vio con terror en sus ojos.

-¡No permitiré que le hagas daño!- Shina tenía los ojos rojos, colmillos saliendo de su boca y sus pupilas de rejilla, liberando un chakra infernal. Él rubio lo tomó del cuello apretándolo con fuerza.

-¿Q-qué eres?- El jinete trató de liberarse pero Shina simplemente desató su chakra enfrente de él, con la figura del gran zorro de las nueve colas.

-Yo… ¡Yo soy en Jinchuriki de nueve colas!- Un brillo verde esmeralda apareció en sus brazos de la nada, era el golpe definitivo -¡Shiruken Rasengan!

Tras ese impacto, el invasor cayó muerto, Shina seguía alimentado por el odio per debía ser discreto o alguien se daría cuenta de su tipo de poder, no había tiempo que perder, podrían estar en problemas Sakura y los dos Gennin, con el Hokage en coma, la única esperanza de un triunfo era derrotarlos en el castillo.

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-¡Estamos más cerca, no se separen!- Sakura estaba muy al pendiente de cualquier peligro al que estuvieran expuestos, sus dos estudiantes avanzaron tratando de buscar la salida que la Sensei les había dicho y cuando parecía que el camino se aclaraba se encontraron con muchos escombros bloqueando la salida. Sakura en ese momento sintió frustración.

-Demonios está bloqueada, hay otra salida pero hay que volver…

Varias flechas volaron rozando el rostro de los Gennin y clavarse en los escombros, muy cerca de Sakura. Dándose la vuelta y ve los invasores que había enfrentado en  la enfermería, mostrándose serios.

“Nos siguieron…Maldición ahora tengo que encontrar la forma de sacar a todos de aquí.”

-Nosotros los detenemos Sensei.- Bolt se puso a la defensiva protegiendo a la pelirrosa con determinación -Usted siga, tiene que salvar a mi padre.

-Déjanos esto a nosotros mamá- Sarada activo su Sharingan poniéndose a la par del rubio.

-¡Están locos si piensan que los abandonaré!- La pelirrosa les comenzó a recriminar con todas sus fuerzas.

-¡Sensei, nosotros podemos manejarlo!- Respondió el Uzumaki mirando de reojo de su Sensei.

-¡Cuidado!

La advertencia de Sarada llegó a tiempo, los invasores se lanzaron sin mostrar una señal de dejar a nadie vivo, los dos Gennin estaban listos para pelear y poner en alto la voluntad de fuego de la aldea…

-¡OH Por supuesto que no! ¡Shannaro!

La ojiverde usando su Byakugō y acumula chakra en su pie, logro hacer temblar la tierra de forma tan destructiva, acabando con todo el pasillo, los muros y parte del techo, llevándose entre los escombros a los jinetes del infierno, acabando en pocos segundos con la amenaza y aún había más por parte de Sakura pero decidió guardarlo para otro momento, su prioridad era Naruto.

-Y si los dos me vuelven a levantar la voz, harán práctica hasta que sea de noche.- Decía Sakura mirando a sus dos alumnos con ojos desafiantes y letales, Sarada y Bolt asintieron más que nerviosos.

-¡Bien, síganme!- La ojiverde decidió buscar un camino alterno y los dos Gennin la siguieron en silencio.

-La Sensei da miedo.- Susurro el rubio Uzumaki llamando la atención de Sarada, quien siguió mirando a su madre.

-Y eso que no vives con ella.

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-Estamos perdiendo el tiempo, el techo caerá sobre nosotros.- Kakashi no dejaba de ver la situación, después de combatir a nivel de taijutsu contra sus oponente y saber que ninguno iba a ceder, empezó a buscar opciones.

-Tengo una idea y si…

-Se lo que planeas, quieres derribar los pilares pero si lo logras, tendrías que ser muy rápido para escapar del colapso.- Kakashi interrumpió las palabras del Gennin, los pilares no iba a soportar una explosión, no era mala idea.

-Y ese no es tu deber como shinobi.- Sin embargo Kakashi no le iba a permitir a que hiciera algo tonto el muchacho. El albino avanzó con mucho cuidado hacía sus enemigos.

-El tuyo es seguir viviendo para seguir tu camino ninja…Y el mío es preservar el futuro.

Un estrello azul se hizo presente en el palacio, lanzando muchas chispas y generando una fuerza incalculable, Sabaku vio aquella esfera eléctrica en las manos del albino.

-¡Chidori!

Kakashi atravesó el pecho de uno de los invasores mientras que su kunai quedó clavada en el cuello del otro guerrero para así terminar con dicho combate de una forma certera, Sabaku quedó asombrado con tal determinación del Sexto Hokage.

-Debemos irnos Sabaku, a buscar a los demás.- Kakashi y Sabaku emprendieron la huida, fuera del palacio, en busca de los demás y ver si la situación fuera controlada o había algo peor.

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-¡Rápido! ¡La salida! ¡Estamos cerca!- Sakura podía escuchar como el palacio se estaba cayendo a pedazos, las llamas ya estaban consumiendo todo a su alrededor, apretando el paso, ella con Naruto en su espalda y Bolt con Sarada lograron salir por una puerta que llevaba a los jardines del palacio y fue ahí que el techo se cayó destruyendo una gran historia.

-Apenas y pudimos escapar ¿Están bien chicos? –Preguntó Sakura a sus dos alumnos, viéndolos cansados y acalorados pero al menos estaban a salvo.

-Vengan, debemos avanzar.

-¿A dónde Sensei? ¿Qué haremos ahora? ¿Mi padre está bien?- Bolt preguntó muy alterado observando a Naruto aún en coma.

-Por el momento sus signos vitales están estable, pude sacar algunos instrumentos médicos antes de la caída del palacio así que debemos ir a otro lugar, ir a la aldea sería una decisión mortal.

Los arbustos enfrente de ellos se movieron violentamente  y de la nada salieron varios guerreros invasores rodeando a los shinobis.

-¡Imposible! ¡Estuvieron aquí todo el tiempo pero no pudimos detectarlos!- Sarada estaba muy cansada y no podía reponerse  del calor por el momento, Bolt ayudó a la Uchiha a pararse pero eran aventajados.

-Fue difícil encontrar shinobis en esta zona pero el palacio feudal se convirtió en la guarida perfecta,  aunque su amo pudo huir…ustedes no tendrán la misma suerte.- Dijo uno de los invasores con un sonrisa malvada afilando su espada mientras sus hombres preparaban el arco y flecha.

-Son demasiados, no podremos con todos.- Sakura veía el campo abierto a favor de ellos, con el palacio feudal hecho añicos detrás de los shinobis y los caminos bloqueados, podían ser blancos fáciles además con tener al Hokage en la espalda de la pelirrosa.

-Maldita sea, esto no puede terminar así, debo pensar en algo…

-¡Disparen!

Las flechas salieron como arpones buscando su objetivo, Sakura no llegó a interponerse entre las flechas y los dos Gennin, mirando la lluvia de flechas avanzar a ellos…era el fin.

-Hyōton: Kōri no kabe.

Un gran muro de hielo apareció enfrenté de los shinobis para protegerlos de las flechas, una gran barrera que pudo aguantar las flechas como si nada sorprendiendo a los invasores y al equipo siete. Una figura familiar apareció arriba del muro de hielo.

-Yo me encargaré  de ellos.- Un aura de seguridad de hizo presente en el área, aquella cabellera rubia y esa mirada esmeralda, estaba dando esperanza al equipo siete.

-¿Vio eso Sensei?- Bolt quedó sin palabras viendo el gran muro de hielo, cayendo al pasto y sentir ese chakra que poseía el otro rubio.

-Hielo.- Sarada estaba tan asombrada, como su compañero y Sakura estaba sin hablar, mirando lo que pudiera hacer el ANBU en estos momentos.

-Yo me encargó de ellos- El ojiverde empezó a hacer una serie de movimientos con sus manos, acumulando chakra, pasando por sus manos y recordando lo esencial de la naturaleza del ckara.

“Fuego, tierra, relámpago, agua y viento. Esas son las cinco naturalezas del chakra hijo, recuerda que esa es la fuente de todo ninjutsu que cualquier shinobi hace. Además de que hay muchos que pueden controlar dos tipos de naturaleza y sobre todo…combinarlos para crear un tipo de naturaleza.

- Hyōton: Aisusutā.- El viajero de otro mundo aprendiendo las enseñanzas de su padre hizo aparecer en sus manos una especie de esfera hecha de hielo con picos, mirando a sus oponentes, teniendo en su espalda el peso de protegerlos, de alguna manera le recordaba a su familia y con la combinación de su chakra hacía que la esfera tuviera más poder. Se lanzó desde lo alto del muro de hielo para tirar la esfera con toda su fuerza y tras el impacto hizo que los picos de dicha esfera salieran a diestra y siniestra matando a los invasores que amenazaban con la vida del equipo siete.

Bolt estaba asombrado, Sarada sin palabras y Sakura incrédula, aquel Shinobi era alguien muy distinto pero la pelirrosa al ver el hielo pudo recordar lo que pasó hace mucho tiempo cuando era Gennin, el Kekkei Genkai de Haku ¿Cómo era posible eso? No había explicación alguna.

Quizás, solo quizás tenía enfrente al primer shinobi de la hoja en usar el elemento hielo…Algo jamás visto.

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Continuará…

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