Capítulo 14.- Hoja de fuego
-El palacio feudal-
-¡Mamá! ¡Estás viva! ¡Por Kami estás viva!- Sarada no podía contener sus lágrimas de felicidad y sin dejar de abrazar fuerza a su madre.
-Mi Sarada, estaba tan preocupada por ti y por los muchachos, que no sabía qué hacer en mi condición.- Parecía que el alma le regresaba al cuerpo de la pelirrosa, sujetando con fuerza a su pequeña.
-Tú pierna.- Dijo Sarada al ver los vendajes que le envolvían en la fractura, Sakura solo decidió desviar la mirada pero sin perder el ánimo.
-Una pequeña fractura, no te preocupes por mí.- La pelirrosa usando su Jutsu médico y un poco de sus habilidades logró curar la herida de Sarada provocada por la flecha que los invasores le habían lanzado.
-Prefiero que tú camines mejor. ¡Chicos!
-¡Sensei! ¡Creímos que la habían vencido!- Tanto Bolt como Sabaku corriendo para ayudar a su maestra a levantarse, mostrando su preocupación por ella.
-Pero que dices Bolt, hace falta algo más para dejarme en el suelo pero me alegra de verlos con vida, estaba temiendo lo peor.- Sakura les empezó a levantar el ánimo a su equipo, no podían mostrarse débiles ante la adversidad, incluso si está era tan contundente.
-Nosotros igual Sensei pero gracias al ANBU, pudimos no solo perderles la pista, sino poder luchar con uno grupo de ellos.- Sabaku fue el primero en hablar de aquel ANBU rubio que los salvó en dos ocasiones y que los protegió.
-¿ANBU?- Sakura con ayuda de su equipo pudo pasarse y verlo, el ANBU por otro lado solo se dio la media vuelta tratando de no verse descubierto por ella aun cuando en su interior sentía un alivio por verla a salvo, un recuerdo que parecía estar olvidado.
-Este valiente muchacho no solo fue capaz de detener un grupo entero de invasores, sino pudo proteger a los muchachos aun con una herida de este tamaño, debes tener una resistencia formidable.- Kakashi le tomó el hombro, el Sexto estaba sorprendido de su resistencia al tener la herida que aquel líder de los invasores le asestó.
-No tiene que decirlo, solo cumplía mi labor.- Decía el rubio fingiendo un poco su voz para evitar ser reconocido.
-Muchas gracias por salvar a mi equipo, si quieres déjame ayudarte con la herida.- La ojiverde usando un bastón para caminar, fue con toda la tranquilidad del mundo y ponerse enfrente del muchacho rubio pero él trataba de alejarse, como si tuviera miedo a algo.
-Yo…lo siento mucho es solo que no creo necesitarla, lo más importante es la salud de los chicos.- Decía el rubio tragando saliva pero sintió el aura imponente de la kunoichi de inmediato, teniendo que pensarlo mejor.
-No digas tonterías, ven te llevaré a la enfermería.- Sakura no iba a aceptar un no por respuesta ante la situación bélica y ella guio al muchacho hacia la enfermería, sin despegarle la mirada por unos minutos, no iba a dejar que el salvador de su equipo se fuera así con era horrible herida.
-Lleven a los chicos a una de las habitaciones, que estén cómodos.- Kakashi le dio la orden a uno de los guardias del palacio feudal mientras fue a seguir a Sakura con el joven rubio.
-¡Sí señor!
Los guardias escoltaron a los Gennin hacía una habitación grande donde pudieran descansar un poco y comer algo, los guardias se fueron dejándolos a solas para conversar.
-¿Creen que estaremos bien aquí, sabiendo lo que pasa en la aldea?- Cuestionó Sarada sentándose en la cama, sus brazos y piernas temblaban por el cansancio.
-Por el momento estamos a salvo, debemos reponer fuerzas y luego… a esperar lo mejor.- Sabaku se quedó de brazos cruzados recargado en una pared pensando que hacer ahora, Bolt fue el único que se quedó callado mirando por una ventana, el humo que se extendía sobre la aldea, la angustia y preocupación le hacían pensar de cosas terribles, su deseo era simple: rogar por el bienestar de su familia.
-Mamá, Himawari...ya vamos en camino ¿Dónde demonios estás papá?
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-La enfermería-
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-¿Rodeamos? ¿Qué quieres decir con eso?- Mientras tanto, Kakashi estaba sorprendido ante las declaraciones de un Shina que estaba siendo atendido por Sakura en el tratamiento de su herida, la pelirrosa estaba en silencio pero en su mente preguntándose como un shinobi podía aguantar un corte muy profundo.
-Esos invasores han mandado a muchos guerreros por todo el País del fuego, incluso aldeas pequeñas porque saben que podríamos escapar mediante túneles o por los árboles.- Las veces en las que Shina podía darse el lujo de avanzar mientras trataba a salvar la aldea, veía a muchos invasores a caballo haciendo rondas para estar en una búsqueda intensiva.
-Nos han estudiado, eso es lo más seguro.- Concluyo Kakashi de forma contundente, no había otra forma. Sakura terminó de limpiar la sangre en el cuerpo de Shina pero fue cuando tuvo una pregunta valida.
-No lo entiendo ¿Cómo es que nos estuvieron observando? Hubieran sido avistados de inmediato.- Kakashi entendía el punto de Sakura, debieron hacerlos avistado desde un principio.
-¿Espías quizás? Es la única forma en la que pudieron saber cómo nos movemos y entrenamos.- El joven rubio tratando de ocultar sus rasgos fue por la suposición más lógica.
-Lo dudo, no creo que sean del tipo sigiloso, aun así, es un ejército muy disciplinado. El albino sin embargo descartó dicha teoría, al verlos luchar como una sola mente, implacables y sobre todo temibles guerreros le hacían dudar de que fueran espías o sobornar.
-Kakashi-Sensei…Este nuevo enemigo ¿Sabe realmente lo que quiere? ¿Por qué nosotros? – Sakura se cruzó de brazos sin poder hallar la respuesta y más por el cansancio físico que estaba sintiendo por el estado de coma en el que estaba Naruto.
-No lo sé Sakura pero por el momento debemos recuperar nuestras energías, en estos momentos solo habrá que esperar hasta que despierte.
-¿Despertar? ¿De quién hablan?
Sakura se mordió el labio inferior hasta sacar sangre, impotencia era lo que podía expresar mientras Kakashi se mostró serio, el joven rubio estaba mirándolos y en su interior estaba muy nervioso ¿Qué era lo que estaban ocultando?
-El Hokage…está en coma.
Y fue cuando el espíritu combativo de Shina estaba empezándose a quebrar, sintiendo un nudo en la garganta, ¿Su padre en coma?, no, tenía que ser una broma pero al verles el rostro, este no pudo expresar temor y su preocupación. Parecía que a donde iba, la tragedia lo acompañaba, en su mundo, era su madre quién desapareció y ahora en este…su padre estaba entre la vida y la muerte.
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-Horas después-
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-¡No puedo quedarme aquí! ¡Mamá y Hima están en la aldea! ¡Porque nadie me quiere escuchar!- Bolt explotó con mucho nerviosismo, no sabía porque se estaban tardando en decirles algo respecto a la aldea.
-¿¡Bolt quieres calmarte!? Ya escuchaste a la Sensei y al Sexto, apenas pudimos con un grupo pequeño de invasores ¿Quieres enfrentarte a un ejército de ellos?- La Uchiha se le puso enfrenté con molestia, no era momento de perder la cabeza
-¿Y tú que propones Sarada? ¿Quedarnos aquí sin hacer nada?- El Uzumaki era un manojo de nervios, solo quería saber del bienestar de su familia.
-Ya se, le preguntaré al Sexto si vio a mi padre, debe estar planeando un ataque sorpresa ¡Sí eso hare! – Bolt salió de la habitación corriendo para buscar a Kakashi y perderse ante la vista de Sarada.
-¡Espera! ¡Ah! ¡Si será necio! ¿Sabaku porque no lo detuviste?- Se recargó la Uchiha en la puerta muy molesta con su compañero rubio y llamó la atención al shinobi de cabello de tono tinto.
-Porque tiene razón.- Suspiro Sabaku acercándose a Sarada con una expresión de tranquilidad.
-Mientras nosotros pudimos salvarnos, allá afuera están otros shinobis, peleando por la aldea y por la gente.- Sabaku quería salir a luchar, quería proteger a la aldea, su fuerza interna le daba ese impulso.
-Pero también hay que tener prudencia, sabemos cómo trabajan ¿Los viste?- El muchacho se puso enfrente de Sarada, esto generó sorpresa de parte de parte de la Uchiha.
-Creí que era la única pero es cierto.- Sarada se acomodó los lentes y fue atenta a los pensamientos de Sabaku.
-Separan al que más problemas pueden causar, dejando expuestos al resto, tienen tácticas militares interesantes y un armamento único.- El shinobi pudo ver esto gracias a que recordó que habían herido previamente a Sarada y si de alguna forma supieron que era la hija de Sasuke, pudieron idear la estrategia en base a la observación.
-¿Y entonces?
-Sera mejor que les digamos lo que vimos, con suerte ellos pueden armar un plan mejor para ir a la aldea pero estoy temiendo lo peor.-
Sarada y Sabaku salieron del cuarto para buscar a su Sensei o al Sexto, serían más discretos que su compañero rubio. Parecería que ellos tendrían la forma de combatirlos de no ser porque uno de los guardias del señor feudal los logró escuchar desde el fondo del pasillo…alistando sus flechas para seguir a los Gennin y darles una muerte rápida.
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-En el pasillo-
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-Este lugar es enorme, ojala pueda encontrar al viejo aquí.- Bolt seguía caminando por el palacio sin saber a dónde ir, buscando a su padre pero todo el palacio parecía estar en silencio total.
Teniendo mucho cuidado de no ser descubierto por su Sensei llegó un piso abajo donde se escuchaban a muchas personas hablar, el rubio vio la puerta entre abierta y se puso a ver por dónde se podía ver algo en el interior, quizás ahí podría ver si su padre estaba ahí.
-¿Alguna novedad?
-Nada, no tiene respuesta aún, signos vitales aún estable.
-Niveles de chakra aún bajos, necesitamos tiempo.
-Ojala logre despertar.
Los médicos estaban preocupados, moviéndose a todas partes, la tensión era más que evidente, Bolt en su mayor curiosidad y sin querer abrió más la puerta y fue cuando la verdad salió a relucir.
-¡Papá!- El grito desgarrador de Bolt distrajo a los médicos quienes hacían los estudios correspondientes a un Naruto en coma, Bolt corrió para llegar a donde estaba el Hokage pero fue detenido de inmediato por dos guardias del palacio.
-¡Quien dejo al muchacho entrar! ¡Sáquenlo de aquí!- Decía uno de los doctores mientras los guardias sacaban a Bolt de la enfermería.
-¡Suéltenme! ¡Es mi padre! ¡Déjenme verlo!- El Uzumaki gritó con todas sus fuerzas y queriendo golpear a los guardias. Finalmente ya en el pasillo, fue llevado a la habitación que les habían proporcionado y dejándolo adentro.
-¡Hey! ¡¿Quién demonios se creen?!- Bolt buscó reclamarles golpeando la puerta con fuerza.- ¡Debo ver a mi padre y estos guardias no me detendrán!
-Bolt…cálmate.
-¡¿Sexto?!- El rubio de inmediato volteó al ver a Kakashi sentado en un banco leyendo su libro y esperando a que la rabieta del Uzumaki terminará.
-¡¿Calmarme?! ¡¿Cómo quiere que haga eso si mi padre está en la enfermería?! ¡¿Cómo quiere que lo haga si mi familia sigue en la aldea?! ¡Respóndame!- Bolt se puso firme por fuera pero por dentro sentía que se derrumbaba por toda la situación. Kakashi sólo se levantó para tomarlo de los hombros.
-Ahora sabes el motivo por el que tienes que estar aquí. Tú, Sarada y Sabaku, estos sujetos no son un juego, tú los vistes en acción y no se detendrían ni se tentarían el corazón por ser un Gennin. La aldea ya no es segura por el momento y entiendo lo que sientes pero no podemos simplemente atacar por atacar.- La voz apacible del albino lentamente calmaba la adrenalina del Uzumaki.
-Tú padre estará bien pero tienes que confiar en mí, iré por tu madre y por tu hermana personalmente, te lo prometo. Solo no salgas de aquí ¿Me harías esa promesa?- El Sexto buscó la confianza de Bolt, él hacía todo el esfuerzo de encontrar a Hinata y Himawari en el caos.
-Sí…lo entiendo.- El Uzumaki asintió aun lleno de tensión y estrés provocado por esos invasores, Hatake le despeino un poco para entrar en confianza.
-Ahora quédate aquí mientras buscó a Sarada y a Sabaku, ustedes sí qué…
En ese momento se escuchó el ruido de dos cuerpo cayendo de forma pesada, esto puso a Kakashi en alerta.
-Bolt, cuando yo te diga, ve a la enfermería, ahí está Sakura pero tienes que prometerme que lo harás sin decir nada.- El albino desenvaino una kunai sujetando el picaporte de la puerta.
-¿Qué sucede? – Preguntó el rubio sorprendido por la petición del Sexto.
-Están aquí.-
Kakashi abrió la puerta y vio diversas flechas dirigirse hacia él pero con gran habilidad pudo desviar la mayoría con su kunai para crear una nube de humo y evitar ser el blanco.
-¡Vete ahora!-
Bolt protegido por la nube de humo fue en busca de sus amigos y Sensei mientras Kakashi avanzó para ser él la carnada y sus sospechas fueron ciertas, lo que había escuchado al principio eran los dos guardias que habían sido asesinados por flechas mientras el albino observó que tenía tres “guardias” armados con espadas y flechas, eran ellos. Los jinetes del infierno habían logrado entrar al palacio feudal y ser “guardias”
Ahora la situación había cambiado pero Kakashi no iba a permitir que siguieran su paso por el lugar.
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-Listo, mientras no hagas un esfuerzo brusco estarás bien.- Mientras en la enfermería, Sakura estaba terminando de vendarle el torso al joven rubio de otro mundo, sin que ella lo supiera, mientras Shina seguía con la cara cubierta.
-Muchas gracias…Sakura-San.- Hizo una reverencia breve y se levantó de forma abrupta, esperando de forma impaciente ver a su padre.
-Oye no tienes que cubrirte el rostro todo el tiempo.- Decía Sakura curiosa sobre el comportamiento del rubio.
-No…es solo que un ANBU…
-Entiendo, no te preocupes. Ahora si me disculpas, tienes que descansar.- La pelirrosa interrumpió a lo que iba a decir el joven shinobi y solo tomó su bastón para apoyarse por su pierna, en eso, Shina se sintió algo mal.
-No te preocupes por mi pierna, solo tengo que reposar un poco…
Una explosión fuerte hizo volar la entrada de la enfermería junto con varios escombros, Shina se interpuso en el camino de los escombros para evitar que golpearan a Sakura, rompiendo parte de la máscara con la que se cubría.
-¡Sakura-San! ¿¡Está bien!?- Preguntó Shina al ver las llamas en algunas partes de la habitación.
-¡Lo estoy! ¡Qué está pasando!- La pelirrosa se puso a lado de Shina preocupada por lo que paso ¿Un rayo? No…era algo peor que eso y fue ahí que vio a otros cuatro “guardias” con espada y flechas como armamento principal, presentando el emblema del caballo en sus ropas. Sakura no lo podía creer, habían sido encontrados por esos sujetos.
-¡Por Kami!- La pelirrosa se puso en posición de combate aun con la molestia en su pierna pero no importaba ahora. –Ustedes se han atrevido a atacarnos pero ahora han cometido el peor error en su vida.
El chakra de Sakura estaba elevándose, dándole una mayor confianza para acabar con ellos.
-¿Qué dices? ¿Estás listo para combatir a estos invasores? – La ojiverde le sonrió a Shina y él chico rubio asintió también alistándose para lanzar un ataque.
-¡No dejaré que destruyan nuestro legado, Shannaro!
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Continuara…
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