Escudriñó en sus pensamientos, en busca de respuestas. Sin embargo, lo único que encontró fue extractos de un video viral de hace unos años, que involucraban un pájaro y una melodía desconocida, acompañado de un "Oa oa ho ho. Oa oa blah blah"

La soltó, cuando finalmente llegaron hasta la sala. Su familia allí reunida, lo observaba con ansiosa expectación, la que se mezclaba con la extrañeza que les producía ver a la chica de expresión impávida, a su lado.

"Y entonces... y entonces... el que poco explica es porque es mucho lo que esconde..."

Sus pensamientos eran irritantes. No revelaban nada, eran incoherentes y estaban acompañados de una extraña tonada. Como en una retorcida canción.

En contraparte William, hablaba fuerte y claro. El hilo de sus pensamientos era en un perfecto inglés y rara vez, cambiaba de idioma, lo que le había revelado de forma eficaz, que estaba al tanto de su naturaleza sobrenatural. Eran vampiros y él lo sabía.

Naturalmente, la responsabilidad, caía sobre Julieta, la única humana a quién le había contado su secreto.

—Julieta. —La aludida alzó las cejas, mirando en su dirección, con presunción de inocencia. — ¿Qué hiciste?

Los pensamientos de su familia reverberaban sospecha, sobre todo Rosalie, cuyos músculos se agarrotaban preparados para lanzarse sobre el cuello de la chica.

A pesar de que quería su sinceridad, sería más feliz con una mentira. De esa manera, no tendría que enfrentar a su familia nuevamente, por ella.

—Le conté al Willy que eran vampiros. —Respondió encogiéndose de hombros, y desencadenando diversas reacciones.

William palideció.

Rosalie dio un gruñido, y se abalanzó, siendo rápidamente alcanzada por Carlisle y Esme, quienes la contenían tomándola por sus delgados antebrazos.

Jasper, apretó la mandíbula, poniendo toda su concentración en calmar los ánimos, ante el repentino cambio de la atmósfera. Alice, a su lado hizo un puchero, decepcionada de no prever aquello.

Los esfuerzos del vampiro manipulador de emociones, por contener la furia asesina de Rosalie, no surgieron efecto, en parte, porque estaba abrumado con la cantidad de emociones que se concentraban en el lugar.

Ira, decepción, tristeza, miedo y.... alivio.

La humana, de semblante despreocupado, lo desconcertaba con el inmenso alivio que desprendía, provocando que descuidara su labor de apaciguar a la rubia.

Emmett, se interpuso a tiempo para impedir que Rosalie, se enfrentara en una lucha con Edward, quien obviamente iba a impedir que su hermana, mandara a mejor vida a la humana. O peor... que la convirtiera en inmortal.

Por su parte, Julieta apenas fue consciente del peligro en el que se encontraba. Los vampiros parecían sorprendidos, pero no dispuestos a sacrificarla. Ninguno había sacado gorritos blancos puntiagudos, ni habían comenzado a recitar Mein Kampf. Su alivio era casi palpable.

Solo Rosalie, la miraba con cara de pocos amigos, variando su postura: de "muérete" a "haré el trabajo de Dios, yo misma."

Una compungida Esme, se llevó una mano a la mejilla, mirando a Edward con tristeza, en busca de explicaciones. El error de la chica, al que su hijo alguna vez le profesó su amor, implicaba que nuevamente, deberían irse de Forks, o solucionar aquel problema de la manera tradicional.

Sin embargo, Carlisle, en su infinita compasión, no querría matar a un inocente. Menos a dos.

El corazón bondadoso de Esme, se contrajo con condescendencia al pensar en su desafortunado hijo. Edward, sintió una punzada de culpabilidad al escuchar los pensamientos preocupados de su madre.

"Todo hubiese sido más sencillo, si no se hubiese enamorado de esa humana..."

No obstante, como Esme repetía, "hay cosas del corazón, que la razón no entiende."

Ni siquiera, él entendía qué lo tenía orbitando alrededor de esa chica, libre de toda lógica y sentido común.

Emmett, por su parte, no terminaba de entender. ¿Qué harían ahora? ¿Y por qué Will estaba tan pálido? Parecía a punto de desmayarse.

Incluso su pulso se había debilitado hasta hacerse imperceptible.

Antes de que la familia Cullen y los González, siguieran discutiendo, Will, cayó de espaldas, inconsciente, sobre la impoluta alfombra de la sala, de la mansión.

El Willy, descripción gráfica:

Estoy demasiado feliz. Y una lectora muy maravillosa es responsable de gran parte de esa felicidad. La nombraría acá, pero no sé si se sentirá cómoda. Sabes, que este apartado es por ti bb, ya debe haberte quedado más que claro con mi emoción mal disimulada.

El resto de la felicidad es gracias a ti, fiel lector, que me honra con sus lecturas, sus estrellitas y su anhelado y codiciado y a veces inalcanzable comentario.

No olvide que este es un espacio seguro y que puede dejar, su crítica, sinopsis, premonición, pronóstico del tiempo, etc.

En breve le subo otro capítulo, porque tanta felicidad no cabe en un capítulo.

Besitos y no se pierda.