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- Ni-ki - Jeongin llamó la atención del niño junto a él - ¿te gusta este? - preguntó señalando un conjunto de ropa para el menor.

- ¿Ni-ki? - preguntó el niño confundido.

- Si, es algo así como un apodo, ¿te gusta? - preguntó nuevamente el peliteñido.

Riki se quedó viendo el conjunto un par de segundos, terminó por asentir con una sonrisa.

Jeongin sonrió igualmente y metió las prendas en el carrito, donde ya llevaba lo necesario para la higiene del niño y otras cuantas prendas más.

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- ¡Amor, ya llegamos! - escuchó Yang desde la cocina.

Hyunjin y el castaño entraron a casa, encontrándose con Yang preparando la cena, el peliplata se limpió las manos con un trapo y fue a la entrada a saludar a sus esposos.

Estos aceptaron gustosos los besos que el menor tenía para ellos, caminaron hasta el salón donde se encontraron a Ni-ki ya vestido, perfumado y bonito sentado en el sofá mientras veía televisión, Hwang lo saludó con un movimiento de cabeza mientras el menor levantaba la mano y la agitaba lentamente.

Cuando Hwang cayó en cuenta se levantó de golpe y se escondió tras el peliplata.

- Innie, hay un niño sentado en el sofá - dijo temeroso el mayor.

- Sí, se llama Riki y es huérfano - respondió el menor - Riki, ellos son Hyunjin y Seungmin - dijo presentandolos al menor.

- Nishimura Riki - respondió el niño haciendo una reverencia.

- Oh, eres tan educado y muy lindo - Hyunjin se acercó a el con una sonrisa y comenzó a apretar sus mejillas - ¿nos lo podemos quedar?

- Es un niño, no una mascota Jinnie - dijo el castaño acercándose a el niño, acariciando su cabello - anda Innie di que sí - siguió Kim.

Jeongin sonrió por la actitud de los mayores, y negó levemente la cabeza.

- Primero hay que buscar algún familiar suyo, y luego... - se quedó pensando - a un orfanato o un juez para que la adopción sea legal y no tengamos problemas.

- A mi me parece perfecto - respondió Kim.

- Podríamos ir mañana mismo - dijo esta vez Hwang.

- No, debemos ser más responsables - Yang se cruzó de brazos - es la primera noche de Ni-ki aquí, no podemos simplemente quedarnoslo sin saber que es lo que él quiere, quizá le desagradamos y no quiere que seamos sus papás.

- Yo si quiero - dijo bajito el menor.

- Todo resuelto - dijo Hyunjin con una sonrisa.

- Mañana hablaremos bien sobre esto, ahora a cenar -

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- Está delicioso - dijo el pelirubio apenas probó bocado.

- Gracias - respondió Jeongin con una sonrisa - ¿te gustó Ni-ki? - preguntó en un japonés algo atropellado.

El niño asintió con una sonrisa mientras comía rápidamente, llevaba mucho tiempo sin comer algo preparado en casa, sin comer algo en realidad.

Jeongin veía al pequeño con una sonrisa, no lo admitiría pero desde hace un tiempo tenía ganas de adoptar a un niño, sabía que estaban listos, tenían su propio departamento y estaban económicamente estables.

El pequeño Riki igual veía a los mayores con una sonrisa, igual le hacía ilusión tener papás, y parecía que los mayores no eran malas personas.

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La hora de dormir había llegado, el problema era que solo había una cama en el departamento.

- ¿Puedo dormir con ustedes? - preguntó el menor jugando con sus dedos.

- ¿No te sentirás incómodo? - preguntó el peliplata agachandose a la altura del niño - preferimos que estés cómodo.

- No, está bien - respondió el menor.

- Bueno, hay que ponerte el pijama, ¿lo harás tu solito? - preguntó el castaño.

- ¿Me podrían ayudar? - preguntó el menor.

- ¡Claro, yo te ayudo! - exclamó el pelirrubio.

Hyunjin tomó al niño y lo cargó en brazos, lo llevó hasta la habitación donde comenzó a quitarle las prendas que traía, sacó un lindo pijama de conejitos que Jeongin había comprado esa misma tarde y se colocó al menor.

- ¡Listo! - exclamó el mayor con una sonrisa, Ni-ki soltó una risa.

- ¡Ya estoy listo! - gritó el menor, seguido Kim y Yang entraron a la habitación con sonrisas en sus rostros.

Ambos traían pijamas similares a la del menor, el de Jeongin tenía zorritos y la de Min cachorros.

- ¡Yo igual quiero una así! - exclamó el pelirrubio con un puchero.

- La dejamos en el baño, ve a cambiarte - dijo el menor.

Hyunjin salió corriendo de la habitación, pasaron un par de minutos para que Hwang regresara, con ahora la pijama de lo que parecían ser pequeños hurones.

- ¡Una pijamada! - exclamó Riki con una sonrisa, levantando ambos bracitos, a continuación corriendo se acomodó en la cama y palpeo los lugares junto a él.

Los mayores corriendo se acostaron a su lado quedando: Hyunjin, Jeongin, Ni-ki y Seungmin.

El sueño invadió el pequeño cuerpo de Ni-ki, quedando dormido a los minutos con su brazo sobre el torso de Jeongin, este lo miraba con ternura antes de quedarse dormido de igual manera.

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Anteriormente agradecí por las 100 vistas y ahora la historia ya tiene casi 230 😭😭