Los Orígenes de la Familia Choi
Hermano: Choi Siwon 

Ser omega no era fácil, Heechul lo sabía muy bien, había vivido todo el tiempo huyendo de la cúpula, manteniendo su hermoso cabello largo escondido, tratando de pasar desapercibido entre tantos alfas, él no necesitaba a nadie, nunca cedería ante un alfa, quizás esa era la razón por la que sabía que iba a quedarse solo.

O eso creía.

Recuerda haber estado durmiendo en un callejón, oculto entre la basura para cubrir su olor, alguien lo vio, tiró de él observando su cuello sin marca y le hizo entrar en el único pasillo que había ahí, lloró, ya podía imaginarse siendo violado en aquel frío lugar, apretó sus manos en puños porque sabía que tarde o temprano aquello iba a pasar.

La Cúpula no era mejor, su madre había sido la amante de un hombre de negocios muy importante, cuándo él nació y fue omega, las cosas marcharon muy mal, recuerda haber acompañado a su madre solo hasta que logró ponerse en pie y luego huyó porque unos extraños hombres vinieron por él, había escuchado lo que pasaba en la cúpula, posiblemente sería marcado como desechable, fecundado y su vida se iría por el retrete, no porque tener un cachorro sea malo sino porque los desechables nunca soportaban el embarazo.

— Entonces ese rico olor entre tanta mierda eras tú— comentó una voz sarcástica examinandolo— Debí imaginarlo, llevenlo a bañarse

Fue aseado, maquilladp y vestido en muy pocos minutos, miró hacia todos lados aterrado y buscó una salida, él no quería acabar como un omega de compañía o algo parecido.

— Mi nombre es Hyesung— comentó el extraño sentándose frente a él— Puedes decirnos un nombre o inventarte uno, no soy exigente

— Heechul— susurró mirando el suelo— Me llamo Heechul

— Bonito— una sonrisa apareció en su rostro— Debe estar asustado, esto... esto es una casa de omegas

— ¿Un prostíbulo?—

— Oh no— soltó una risita culpable— Una casa de omegas, todos somos omegas aquí, vivimos juntos en secreto, tenemos visitas ocasionales de alfas pero no es frecuente

Su mirada recorrió el lugar lentamente, no parecía un mal lugar, podía sentir distintos olores en aquel lugar.

— Algunos tenemos crías— susurró el chico con una sonrisa nostálgica— Yo aún no, pero todos estos niños son como mis hijos...

— ¿Esto es seguro?—

Una risa irónica se escapo de los labios del mayor mientras se ponía de pie sirviéndose algo de alcohol.

— Nada es seguro, cariño— elevó su copa examinandola— La mayoría de nosotros ya debería estar muerto, ningún omega pasa los 27 y yo acabo de cumplir los 22... ¿Acaso no puedo vivir un poco más?

Heechul se removió incómodo, los omegas no solían hablar sobre aquello, era un tabú, nadie quería pensar en su muerte como algo cerca.

— Tenemos un bar— comentó distraído— Nos portamos bonitos y mimosos con los alfas... y cuando no lo notan tomamos su dinero

— Eso es robar—

— Eso es supervivencia— dijo con serenidad— Ellos no lo necesitan, nosotros tenemos niños que alimentar, niños que ellos engendraron pero de lo que nunca quisieron hacerse cargo

Era cierto, los alfas eran unls completos idiotas, a sus quince años Heechul lo sabía perfectamente, él nunca iba a amar a un alfa.

— Quiero quedarme— pidió haciendo un puchero— ¿Puedo?

— Naturalmente— Hyesung le sonrió de forma cálida— Creo que Junjin puede explicarte mejor

Una habitación le fue asignada, a pesar de ser pequeña lucía cálida y acogedora, abrazó las mantas y sonrió, éste podía ser su nuevo hogar. Un chico algo agotado se sentó en su cama examinandolo, acarició su cabello y sonrió dejándose descansar.

— Tu cabello ea bonito— susurró el chico entre bostezos— Mira, no creas que un alfa va a enamorarse de ti, sinceramente eso es tonto y ya tenemos demasiados omegas preñados aquí, todos regresan aquí después de vivir su tonta historia de amor, todos más quebrados de cuando se fueron, nadie quiero eso para ti ¿Está bien?

— Hecho— dijo sin dudarlo— Los alfas y yo nunca hemos tenido una buena relaciónalgo

— Mejor, eres demasiado bonito— inflo sus mejillas algo celoso— Andy, nuestro beta creó una pócima llamada Enchanted, sirve para controlar a los alfas, suprime sus deseos primarios, nunca debes decírselos, solo se los das y traes dinero a casa

— ¿Los embaucan?—

— Tenemos que sobrevivir— le gruño rodando los ojos— El amor no existe, sólo la cúpula y nadie quiere ir allí

— ¿Y si lo descubren?—

Junjin se estremeció recordando, sus ojos se llenaron de lágrimas y nego, no, eso no era una posibilidad, no quería tener más cuartos vacíos en aquel lugar, el nuevo omega debía sobrevivir.

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Miedo, eso era lo único que rondaba su mente, llevaba una bandeja de bebidas en su mano, observó hacia todos lados, había hombres muy guapos ahí, podía observar a Junjin desde donde estaba, el chico se veía muy risueño con un hombre de mediana edad, desvío la mirada y observó hacia otro lado.

Había una nueva visita, quizás el alfa mas guapo que había tenido el placer de ver, se veía imponente, podia imaginar su toque sensual y como se sentiría tenerlo dentro, sabía que el celo estaba haciendo efecto, a pesar de que nadie más lo notaba.

— ¿Puedo tomar uno?— preguntó el hombre con una sonrisa—

— No creo que eso sea conveniente— dejó escapar apartando la bandeja— Quizás sea mejor que no bebas nada esta noche

— ¿Y que se supone que haga en un bar sino es beber?—

Oh no, él no quería verlo siendo tocado por otros omegas, no quería que nadie lo tocase, se encogió de hombros sin.querer añadir más, no pondría en peligro a sus amigos.

— Me llamo Choi Siwon— se presentó deteniendo su huida— Si vas a impedir que beba, al menos debes acerte cargo de mi primero...

— Heechul— susurró en voz baja— Lo que hagas es tu problema, yo no seré tu entretenimiento

Tiró de su brazo hasta verse libre y escabullirse entre los demás clientes, se aferró a su bandeja y se tambaleo al llegar tras la mesa del bar, no podía estar pasando ahora.

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— Sabía que iba a encontrarte aquí—

— Ni siquiera me estabas buscando—

— Lo hice, te busqué, eres mío—

— Yo no soy de nadie, Siwon—

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No podía arrancarlo de su mente, no era posible, él nunca pensaría en un alfa porque sabía lo que un alfa podía hacerle, no quería acabar como su madre encerrado esperando recibir el mínimo cariño.

— ¿Junjin, estás despierto?— preguntó molestando a su compañero de habitación— ¿Podemos hablar?

— Es sobre él ¿Verdad?— la voz de su amigo sonó triste— No es bueno, Heechul, por favor no pienses en él

— Creo que...— pero se vio interrumpido por una almohada— ¿Por qué hiciste eso?

— Sé lo que dirás y no quiero oirlo— sollozo el chico cubriendose con una almohada— No quiero perder a otro compañero de habitación

Un largo silencio inundó la habitación, quería tener el valor de explicarle los sucesos pasados pero la.herida seguia fresca.

— Creo que es mi destinado— comentó en voz baja— Puedo sentirlo

— Eso no existe — gruño de mal humor— Un destinado es solo una mentira para llevarte la cama y cuando estes preñado ¿Sabes dónde estará él? Embaucando a otro tonto como tú

— No lo entiendes—

— No, no lo hago— gruño dandose la vuelta— Mejor olvidate de eso, Heechul

Pero no era tan fácil como decirlo, aún podía sentir su piel hormiguear, Siwon era malo para él pero no quería alejarse, quería mas salidas a escondidas, mas conversaciones mirando el cielo, se sentía vivo estando cerca de él.

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Choi Jonghoon era casi tan guapo como su hermano menor, pero Heechul podía notar la diferencia, lo estaba analizando aunque no dijese nada.

— He tenido que venir a conocerte personalmente— comentó con una sonrisa— Eres incluso más guapo de lo que Siwon dice

— No ha venido en bastante tiempo—

El alfa asintió indicándole que se sentara, tenía que ser claro con el joven omega.

— Él está deprimido— comentó analizando su copa— No sabía que era posible para un alfa pero él lo está

— ¿Por qué? ¿Qué marcha mal?—

El dolor y miedo burbujeo en su estómago, no, no quería que su amigo estuviese así, quería ir y mimarlo. Quizás probar sus labios y acurrucarse en su pecho.

— Tú no estas con él— aseguró con el ceño fruncido— Dice que negaste el apareamiento

A pesar de la fuerte música, Heechul sentía estar rodeado de solo silencio, hace unos días el había hecho aquello, había enviado a Siwon a casa y había salido huyendo, incluso se habia negado a ir al bar, pensó que Siwon lo entendería, ellos no podían estar juntos.

— No podemos estar juntos— susurró mirando las luces brillosa— E incluso si pudiéramos... yo no creo ser el indicado para él

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— Puedo dartelo todo—

— Me ofendes— sollozo Heechul mirando hacia otro lado— Yo quiero lo único que tú no estás dispuesto a darme

— ¿Qué?— preguntó Siwon aferrandose a él— Pídelo y te lo daré

— Quiero ser tratado como tu igual—

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Era una decisión o se marchaba con ellos o se quedaba a esperar que todo tomara su curso, Junjin lo miró suplicante, quería ir con ellos pero sabía que no era su lugar, quizás Heechul nunca tendría un lugar seguro al que volver.

— Ven— suplicó Junjin sin apartar su mano— Se nos hace tarde

— Me quedaré— dijo mirando a los demás— Voy a extrañarlos mucho

Hyesung y Junjin lo abrazaron hasta dejarlo sin aire, quizás sería la última vez que se verían, quizás había tomado la decisión incorrecta.

No tenía mucho consigo, apenas unas fotos que había tomado con sus amigos, observó la luna y luego vio al hombre sentado en aquella banca.

— Te amo— soltó Heechul sin filtro— Te amo incluso antes de saber lo que era el amor

— Pensé que te irías—

La voz de Siwon sonó distante y perdida, entre sus manos apretaba el pequeño peluche que había ganado para Heechul la primera vez que se escaparon a un parque de diversiones.

— Estoy aquí...—

— Lo estás— Siwon le sonrió como solo él sabía—  Pero... ¿Por cuánto tiempo?

El omega tomó asiento a su lado enlazó sus manos y suspiró, no era bueno con las palabras pero eso debía darle una pista, no pensaba irse de su lado.

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— Tenemos que completar la Unión— se quejó Heechul rodando en la cama— Oh... estoy tan agotado ahora...

— Casate conmigo—

— No lo dices en serio—

— Lo digo muy en serio— Siwon acarició la mejilla de su omega— Casemonos, pondré tu nombre junto al mío y seremos felices

— ¿Como tu igual?—

— Cariño... ¿Acaso no te has dado cuenta?— Siwon soltó una risa amistosa— Tu ya estás por encima de mi cabeza

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¿Está es la forma correcta de amar y ser amado? Heechul quería creerlo, porque no quería apartarse de Siwon nunca más.

Los Chois eran una familia numerosa, ya había conocido a algunos de los hermanos menores y le agradaban, quizás tenía una predilección por Siwon, quizás solo un poco.

Organizar una boda no fue sencillo, especialmente cuando conoció a Jiyong, pero esa es otra historia divertida.

— ¿Por qué tenemos que hacer una.fiesta?— se quejó el.pequeño de la casa Minho— yo no quiero vestirme así

— No puedes ir a mi boda en pijama— le dijo Heechul.indignado—

— Tu eres un omega— se quejó el.niño desmayandose dramaticamente— No me.digas que hacer

— Pues este omega va a acabar contigo—

Tuvieron que ser separados por Siwon y Seunghyun para evitar una guerra mundial en el día de la.boda del segundo hijo de los Chois.

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— Amor, tengo algo que decirte—

— No voy a pintar la casa de rosa—

— Estoy embarazado—

— ¿Uh? ¿Que tono de rosa quieres para la casa, amor?

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Era precioso, el pequeño bebé Choi era un bebé hermoso, su pulgar enlazado al del pequeño niño omega, el alfa se mostraba orgulloso presumiendo a su recién nacido hasta que los llantos llenaron la mansión.

Jiyong tiró de su ropa bajando las escaleras corriendo, intentó escapar pero fue detenido por Seunghyun, tiró de su cabello sollozando y observó a la pareja con su primer hijo.

— Mis gemelos— lloriqueo clavando sus uñas en su vientre— Mis gemelos se han ido

Un amargo llanto llenó el lugar, Jiyong intentó escapar varias veces mientras gritaba y suplicaba, los demás alfas tuvieron que bajar a controlarlo, incluso Seungri intentaba que su amigo se calmase.

— ¡No! ¡Quiero morirme!— chillo Jiyong golpeando sus manos contra el espejo— ¡Dejame! ¡Dejame, Seungyun!

Heechul sollozo en voz baja, él no quería perder a su diminuto bebé, su lindo Jin debía crecer como un.niño sano.

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La mañana era hermosa, no podía entender como todo había acabado tan mal, su bebé vestido de marinerito sujetaba su mano dando cortos saltitos mientras buscaban ropa para su alfa y algunos juguetes para el.niño, cuando el.ruido habia estallado.

— ¡Jin!— habia gritado con todas sus fuerzas— ¡Jin! ¡Jin! ¡Mi hijo!

Pero su bebé nunca contestó y un nuevo dolor nació aquel día.