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EL MATRIMONIO POTTER MIRABA FIJAMENTE A SU AMIGO RUBIO. Luego de una larga conversación decidieron que Peter fuera el guardián secreto del encantamiento fidelio. Elizabeth al principio había propuesto a Ariana o Remus, sin embargo, aquello significaba poner en peligro también a los mellizos. 

James por otra parte propuso a Sirius, y aunque iba a ser algo obvio ya que eran mejores amigos, estaba seguro que aunque lo capturaran no soltaría ni una sola palabra. 

Ya estaba todo listo para nombrar a Sirius su guardián secreto, pero este les dijo que lo cambiaran a ultimo momento y pusieran a Peter, ya que según el nadie se lo esperaría. El matrimonio Potter termino aceptando, aunque la castaña no muy convencida. 

—¿Estas seguro de esto?—pregunto Elizabeth, mirando a su amigo sin expresión alguna en su rostro. 

Peter la miro con dolor en sus ojos.—¿No confías en mi, Lizzie?

—No es eso, es solo que...—se aclaro la garganta—Te pondrías en riesgo. 

—Si el morir implica en que ustedes vivan y estén a salvo, al igual que sus hijos, esta bien. Tomare el riesgo—dijo con voz firme. 

—De acuerdo—James asintió—Hagamos esto de una vez—dijo mientras sacaba su varita, Elizabeth lo imito pero no del todo convencida. 

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Elizabeth tenia la mirada perdida mientras acariciaba el cabello de su hija, Harry se encontraba jugando con una escoba de juguete que su padre le había obsequiado. 

—¿Estas bien?—la voz de James la saco de sus pensamiento. 

—Si—asintió rápidamente—Es solo que...—

—¿Piensas que tomamos una mala decisión en nombrar a Peter como nuestro guardián secreto, cierto?—la interrumpió. 

—Creo que si—susurro. 

James suspiro y tomo a Phoenix para acercarla a su hermano menor, asi ambos jugaban juntos. Harry al ver a su hermana sonrió le tendió su peluche de dinosaurio. Volvió a tomar asiento al lado de su esposa y dejo un tierno beso en sus labios. 

—No deberíamos desconfiar entre nosotros, somos mejores, los merodeadores. ¿Recuerdas?—la miro con una leve sonrisa. 

—Lo se...—suspiro—Háblame de otra cosa, no quiero pensar en esto. 

El azabache sonrió ampliamente.—Ya que lo mencionas, tengo un obsequio para ti y los pequeños. 

James se puso de pie y rápidamente se dirigió al segundo piso, dejando a Elizabeth algo confundida. Fue cuestión de segundos cuando volvió a aparecer pero esta vez con dos cajas en sus manos. 

—Este es para ti—le comento tomando asiento nuevamente a su lado—Es algo parecido a un amuleto. 

La castaña frunció el ceño confundida y abrió el paquete. Allí se encontraba un lindo collar, su piedra era en color negro pero cada cierto tiempo cambiaba a gris, al rededor de esta habían unos pequeños y raros adornos los cuales eran de plata, al igual que la cadena. 

—Y estos son para Nix y Harry. 

Elizabeth abrió la segunda caja dejando ver dos pequeñas pulseras del tamaño exacto de las manitas de sus hijos. Eran muy parecidas a su collar, sin embargo, la piedra era de color roja y cambiaba a blanco. El hombre Potter se puso de pie para colocarle la pulsera a cada uno de sus hijos, para después volver a sentar al lado de su esposa y tomar el collar entre sus manos. La castaña movió su cabello a un lado, dejando que le colara el collar. 

—Nunca te lo quites—susurro dejando un beso en su hombro—Ni tu, ni los pequeños. 

—¿Por que?—lo miro confundida. 

James suspiro.—Solo no lo hagas, ¿si? 

La castaña quiso comentar algo mas pero justo en ese momento una luz entro por la ventana haciendo que el matrimonio Potter se pusiera rápidamente de pie mientras sacaban sus varitas. Sin embargo, intercambiaron una mirada confundida cuando reconocieron que esa luz tenia forma de lobo. 

—Ari fue atacada, estamos de camino a San Mungo, vengan rápido—la voz de su amigo Remus salió del patronus.  

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Hello!

Uy Ari, ¡UY ARI!

¿Qué piensan del collar y de las pulseritas? 

Opiniones y teorías aquí... 

Kisses!!

With love, Mar

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