Peleas
El peli cenizo se desperto por unos llantos provenientes de las dos cunas donde los bebés dormían, su esposos estaba con su hijo en brazos con un termómetro en su mano, tenía una cara de verdadera desesperación.
—Izumi tiene fiebre, y Katsuro tiene cólicos–Respondió el pecoso preocupado intentado tranquilizar a su bebe
—Cuanto grados—Rápidamente Bakugo se bajó de la cama y se pocisiono a lado de su esposo
—38 grados—Para un bebe en normal esto era algo preocupante, pero para SUS bebés era peligroso.
—Llamaré al pediatra—Anunció Bakugo buscando su teléfono entre las sábanas
—Ya lo hice, me dijo algunos medicamentos y cosas que debemos hacer.
—Mierda
—No digas malas palabras enfrente de los niños—Reprendió Izuku con cansancio
—Estoy estresado ¡Ok—Dijo Bakugo cansado sosteniendo a Katsuro para que parara de llorar
—Tu crees que yo no lo estoy, mientras tu te divierte batallando con villanos o duermes YO cuidado a los bebés.
—Eh, maldito Deku tú sabes muy bien lo cansado que es batallar con putos villanos diario, y solo por que no puedas salir a pelear no significa que no hagas algo importante—Izuku se quedó mirándolo en silencio, estos meses habían tenido una gran tensión entre ellos, sumando el echo de que los bebés estaban enfermos era peor.
—Y-Yo solo lo siento—Deku se sentó con cuidado en la cama, intentado reprimir sus lágrimas
—Ey y-yo, no te quise gritar—Bakugo dejo a sus bebés en sus cunas y se acercó a su esposo para besarse.
—Uf, creo que hemos estado muy ocupados.
—Debemos relajarnos.
Los dos pasaron cuidando a sus pequeños el resto de la noche, en la mañana los dos pequeños estaban como nuevos, gritaban y comían, incluso habían mostrado su primera risa, era como si la tensión se había esfumado, sus madres vinieron en la tarde al día siguiente para quedarse con los bebés un rato, al parecer había presentido que los esposos necesitaba un tiempo para estar solos.
Todo pasó muy placentero para ellos, después de unas cuantas rondas, se duermieron abrazados uno del otro, dándose cariño mutuamente, Izuku despeinaba el peinado de sus esposo haciéndolo reír con los locos peinados que hacía, el pobre parecía una bolsa grande en su pelo, pero no le importaba estaba pasando un rato muy ameno con su esposo, y no cambiaría eso por nada del mundo.
—Esto me recuerdo a cuando lo hicimos por primera vez—Izuku mantuvo su mirada en esos ojos esmeralda, echándose a reír segundos después lo recordaba muy bien.
—No me culpes, era un crío hormonal—Respondió Deku, ese día había estado tan nervioso que casi no se ponen el condon, un bebé a los 16 no era tan buena idea.
—Puf, me siento viejo tan solo decir eso
—Casi 24 años Kacchan, ya no eres un niño.
—Tu tampoco señor Katsuki—La respuesta del pelicenizo hizo que se sonrojada, muy pocas veces había escuchado su nuevo apellido
—Que quieres comer yo invito—Dijo de pronto Izuku, aunque su cocina no superaba la de Kacchan era totalmente decente o la mejor opción era pedir comida.
—Puedo pedir otra ronda de Deku—Dijo pícaro provocando que el menor se sonrojada.
—Es mejor que vayamos a ver a nuestros pequeños—Izuku se levantó al mismo tiempo que Bakugo, cuando abrieron la puerta, la casa estaba en silencio, eso era muy extraño considerando que tenían dos bebes de casi 6 meses en casa.
Con preocupación se dirigieron hacia la sala donde sus madres estaban hablando amenamente mientras sus bebés dormían en sus portabebes, fue como si les volviera el alma al cuerpo.
—Aún puede caminar mi hijo—Dijo Inko inmediatamente aparecieron en su campo de visión, sonrojando al peli verde y con una sonrisa pícara de parte de Bakugo.
—Veo que los lograron dormir—Mencionó el pecoso acercándose a los bebés
—Son unos angelitos comparados con el padre—Mitsuki miró de reojo a su hijo, quien estaba apunto de gritarle, cuando, su más pequeño hijo despertó con un bostezo viéndose tan tierno como un cachorrillo bebé según sus abuelas, pero para los padres, era como ver a un ángel.
—Aww—Dijeron todos en unísono, sus pecas ya se estaban haciendo notar, según Bakugo eran igual de hermosas que las Deku, pero claro nunca lo admitirá en voz alta.
—Como estas presiosuras pueden ser hijos de este engendro rubio—Un pequeño tic se presentó en el ojo de Katsuki, su madre enserio le hacía bullying.
—Como puede ser, los tuve 7 meses en mi estómago y casi 12 horas de parto para que se parecía a su padre—Decía Izuku sentándose en el sillón cargando a sus dos pequeños, que con sus ojos abiertos miraban a todos fijamente.
—La tengo más grande querido nerd—Izuku fulmino con la mirada a Bakugo, lo cual las madres sólo pudieron echarse a reír.
—Uf, vamos a ver cuando digan su primera palabra quien es su favorito—Bufo el peli verde
—Es una apuesta estupido nerd—Hablo Bakugo con humor
El clima era algo helado a fuera así que abrigaron a sus hijos, al parecer los niños no querían dormir en sus cunas, se sentían mucho más cómodos en la gran cama de sus padres, los esposos no se negaron pero claramente cambiaron el juego de cama, sus madres se habían ido y prometieron que talvez fueran de vacaciones en un día cercano.
Los problemas se resolverían en la casa Bakugo, solo tendría que conversar
Y con el esplendido ruido de la lluvia de fondo, todos habían caídos dormidos abrazados, no podían tener una mejor vida.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro