Epílogo
Katsuki fulminaba con la mirada al joven frente a él, este sudaba a mares bajo la atenta mirada de su suegro, Katsuro miraba la escena enojado, mientras los demás en la mesa discutían divertidos.
—Cariño, deja de mirar al niño asi—Comentó Izuku después de ver la desesperada mirada de Katsuro.
Después de que habían visto un chupeton en el cuello de su hijo, no dudaron en interrogarlo sobre eso, el tuvo que admitir que había conocido a alguien en la U.A que era mayor. Katsuki se había vuelto loco al oír a su bebé decir eso, y le exigió conocer al muchacho con que estaba saliendo, tampoco espera que fuera el hijo de sus mejores amigos.
—¿Se están cuidando?—Dijo Katsuki entre dientes, su Katsuro era omega dominante y no iba a permitir tener nietos tan joven.
—¡Papá!—Dijo Katsuro totalmente sonrojado.
—¿Como están tus padres Hitoshi?—Dijo Izuku tratando de calmar el ambiente.
—¡Muy bien! De hecho les manda saludos
Izuku asintió y atendió a su hijo más pequeño cortando el pollo en pedacitos, Bakugo lo seguía fulminado con la mirada pero por lo menos ahora estaba ocupado comiendo la comida de su dulce esposo, sabía que si seguía haciendo un espectáculo dormiría en el sillón esa noche así que mejor era seguir con el interrogatorio después, aunque conocía a Hitoshi desde bebé y sabía que era un buen chico.
—¿Entraste a la U.A?—Pregunto de nuevo Izuku.
—¡Si! Hace poco recibí la carta, planeó estudiar para ser un héroe.
La academia se había vuelto más famosa, incluso mucho más que antes, así que la competencia para entrar era grande, y no por ser hijos de grandes héroes les darían privilegios.
—Papás, hablando de eso hay algo que tengo de decirles respecto a eso...—Izumi hablo obteniendo la atención de todos en la mesa—No quiero estudiar para ser héroe, yo se que es como tradición familiar, y se que lo esperaban de mi desde que era una bebé, tengo el poder, la fuerza y el entrenamiento y como soy alfa es lo único que esperan de mi, era mi responsabilidad...
—Cachorra—La llamó Katsuki deteniendo sus murmullos.—Esta bien, los dos lo aceptamos, mientras seas feliz y hagas lo que te guste no nos importa.
—Que no seas una heroina no te quita valor para nosotros, no nos importa, hasta creo que estamos aliviados—Rio nervioso el pecoso.
—Ademas, yo ya pase la prueba física para héroe—Dijo Katsuro por lo bajo nervioso, aún no había dado la noticia hasta ahora, su novio lo miro con una sonrisa y sostuvo su mano por debajo de la mesa.
—¿Ah?
—¡Eso es increíble! Mis bebes están creciendo muy rápido
Bakugo aún se había quedado procesando la noticia de su pequeño, aquel asmático que le tenía miedo a las alturas había entrado a la U.A aquella que había pasado sus mejores años.
—¿Papá?
—Estoy muy orgulloso de mis dos cachorros mayores
La cena siguió entre risas y anécdotas, los más pequeños de la mesa fueron a dormir y los mayores con los jóvenes se quedaron charlando en la sala sobre distintas cosas.
—¿Recuerdan ese verano que Katsuro vio una araña debajo de su cama?
—Grito como si lo estuvieran torturando
—¡Era una araña muy grande!—Dijo el pequeño sonrojado.
Con un cabeceo Bakugo llamó a Hitoshi para hablar en privado en su oficina, el chico tenía la cola entre las patas por el miedo, su mano sudaban y jugaba con el anillo en su mano derecha, estaba sudando dirigiéndose a un a habitación sola con su suegro.
—Hitoshi, se que eres un buen chico, pero es mi cachorro así que no puedo dejarte solo así ¿Entiendes?
—S-si señor
—¿Que intenciones tienes con mi hijo?—Se reclino en el escritorio mientras esperaba la respuesta del muchacho.
De repente todos los nervios de Hitoshi se fueran abajo, perdió el peso en sus hombros y ya tenía la respuesta a la pregunta.
—Lo amo señor, entiendo que somos muy jóvenes para decir esa palabra pero lo he querido desde que somos unos críos, su sonrisa, su carisma, la forma en la que juguetea con sus manos cuando está nervioso, lo quiero mucho, es mi primer amor y el más importante, se que eso no significa que vamos estar una vida juntos pero lo espero, por que lo adoro y nunca haría algo para dañarlo o hacerlo sentir mal por que si lo hago, yo mismo me mataría.—Katsuki se detuvo que examinar las palabras y asintió.
—Si lo lastimas, de descuartizare vivo.—Abrió la puerta de la oficina dejándoles salir, y ahí estaban todos escuchando detrás de la puerta, en especial Katsuro.
Este lo sonrio risueño a su novio y lo agarro del cuello para darle un beso.
—¡En mi casa no!—Grito Izuku.
Y así afrontaban otro reto los Bakugo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro