En esta casa, no importa que tan buenos aparentemos ser, al final seguimos siendo unas mierdas, podemos ser amables la mayoría de las veces, sobre todo yo, pero cuando no hay nadie las posibilidades de que el imbécil de mi padre, hasta asco me da decirle así... cuando no hay nadie, el tiene más probabilidad de que se le meta el demonio.

La siguiente podría ser mi madre, la tercera vendría siendo yo, porque aunque me cueste admitirlo, tengo muy poca paciencia y muy pero muy mal carácter. Y cuando se enoja el tarado de mi padre, me contagia el mal humor y no sé como explicarlo pero es como si no pudiera controlarme, como si alguien más actuara por mi.

Muchas veces he pensado en ir al psicólogo, pero siempre termino descartando la idea, no necesito de un idiota que escuche mis problemas, para eso está arbmos.

Arbmos es un árbol que está en la parte trasera de mi casa, en el jardín mejor dicho, es un gran y hermoso árbol, le puse sombra, pero lo digo al revés ¿por qué?, no lo sé, simplemente me gusta llamarlo así.

Hoy fue un día calmado, no hubo ninguna pelea, es extraño cuando pasa eso, se siente jodidamente bien, pero aun no logro acostumbrarme a que mis padres no tengan una pelea entre ellos. Quizá solo es cosa de tiempo, están acumulando su odio por dentro y cuando ya no puedan más, explotaran como una bomba, si...no puede haber otra explicación.

El reloj está contando y ya falta poco para que mis padres revienten, ¿por que digo eso?...facil, mi padre esta viendo lo que quiere en la televisión (tipico) y mi madre está cocinando de mala manera, si la comida le queda salada o con cualquier error, el señor que se dice llamar mi padre la botará como basura y es ahí en donde las discusiones empezarán...que bonita familia, no?.