Steve se había quedado pasmado al oír eso. Nunca pensó que su fachada fuese tan mala como para ser descubierto en la primera entrevista.

— ¿Cómo?

—Capitán, tú y tu equipo me subestiman demasiado. Tu querías infiltrarte y saber cómo funciona mi familia, pues felicidades, déjame decirte que estas dentro. —Stark sonrió burlón. —Bueno ahora tendrás que quedarte aquí como prisionero, pero descuida, podrás observar de primera mano todo el movimiento de la familia Stark y por supuesto el mío.

Steve se alejó al notar que el mafioso se acercaba a él.

Prisionero, eso no, tenía que salir de allí cuanto antes. Intento darse vuelta y correr, pero Tony le atrapo rápidamente, entonces le empujo con fuerza y se preparó para el combate. Sabía que podía ganarle en una batalla cuerpo a cuerpo, Tony apenas esquivo el puñetazo que el rubio le dirigió, pero sonrió ladino.

—Ok cap, eres más fuerte físicamente hablando, pero estas en la boca del lobo, tarde o temprano te morderé.

Steve enfadado le lanzo una patada y otro golpe, el cual sí impacto, pero al momento entraron al despacho los sicarios de Tony, y varios de sus hombres. El Don se sobo la mejilla dolida y se acercó a él quien había sido retenido ya por sus subordinados.

—Te lo dije, la boca del lobo.

El rubio se vio acorralado por varios hombres armados y estuvo obligado a rendirse.

— ¿Lo matamos señor?

—No, me divertiré jugando un poco con él.

— ¿A dónde entonces? —Pregunto Drax.

—Las mazmorras. —Sugirió Gamora.

Steve le miro enfadado aunque temblaba por dentro imaginando las torturas a las que lo sometería el capo.

—No, a mi habitación, déjenlo atado.

—A la cama. —Dijo Rhodes malicioso, pues bien conocía los gustos de Tony.

Rogers se estremeció al oír eso.

—Suena bien.

Dijo Tony, los sicarios asintieron y se llevaron al prisionero arrastrado al cuarto de su jefe. Steve forcejeaba, pero no podía soltarse del rudo agarre. Si bien era un buen guerrero y tenía gran técnica y disciplina, era difícil contra aquella mole de músculos y esa mujer extraña maquillada de verde, ni que fuera zombi. Pensó tratando de escapar, pero por más que lo intento termino atado a la cama del mafioso. Se quedó pensando en cuanto tiempo se quedaría allí, en lo que Stark haría con él. Una vez salieron los sicarios forcejeo con las ataduras hasta hacerse daño.

Por su parte Tony se había quedado en su despacho con su Amigo Rhodes. Ambos se sirvieron una copa y comenzaron la plática.

— ¿Qué opinas de mi nueva presa?

—Que te hará muy feliz en la cama.

—No lo voy a violar.

—Nunca dije eso.

Tony sonrió travieso, antes de llevarse su vaso a los labios.

—Es algo que tú y yo sabemos, pero no él, jugare un poquito, será divertido. Aunque no me refería eso, si no a él como persona y a él como agente.

—Bueno como ex soldado, puedo notar que el chico sigue órdenes al pie de la letra, es eficiente y disciplinado, leal y honorable, pero demasiado inocente. Esta verde, no sabe mentir y es demasiado bueno para esa clase de trabajo, no le veo madera de espía o agente especial. Tiene una visión noble y poética de patriotismo, de protección, de honor, pero es solo una fantasía, un soldado real, no es tan utópico como él imagina. ¿Cómo supiste que no era un mafioso?

Tony gasto su bebida y se sirvió de nuevo antes de responder, parecía que estaba meditando su respuesta.

—Me pareció demasiado puro para ser un mafioso, lo estudie bien en cada frase que intercambiamos, además sabía que el nombre del emisario de Stefanno era Alfonso Marcillo y tenía ya una descripción física del hombre, desde el momento en que el capitán entro supe que estaba ante un impostor, pero quise ver a dónde llegaba, entonces note que no era otro mafioso o asesino, sino un agente y por su desliz con el apellido supe quién era. Tengo un archivo de la mayoría de los agentes de Shields, pero el que me llamo la atención en especial era la del capitán Steve Grant Rogers, un verdadero modelo a seguir, y lo más sorprendente es que haya logrado no solo ingresar, si no llegar a esa posición dada su condición.

—Su condición... ¿A qué te refieres?

Tony alzo una ceja y sonrió divertido, luego susurro al oído de Rodhes, que se quedó asombrado por la respuesta.

—Wow

—Sí wow, bueno tengo que revisar unas cosas y después iré a darle la bienvenida a mí lindo y dulce capi.

Rhodes se despidió y salió del despacho, mientras Tony se encargaba del papeleo, firmar algunos documentos y leer informes contables y financieros de sus activos, así como de los cargamentos que esperaba para su tráfico ilegal de armas, antigüedades y licores. También tenía que preparar los archivos correspondientes para las alianzas y advertencias hacía otras familias. Horas más tarde, algo cansado se retiró a su habitación, por un momento había olvidado que ordeno que atasen al rubio en su cama y se sintió mal al entrar y ver al joven inmovilizado aun, pero con las muñecas en carne viva de tanto forcejear. Además para esa hora el chico debía estar hambriento.

—Lo siento bebé, me olvide de ti, ahora te atiendo.

Steve le miro con odio y le soltó un "Púdrete Stark" con la voz ronca, lo que le indico que de igual forma se la habría pasado gritando hasta dañarse.

Tony entendía su actitud, con cuidado se acercó a él y le acaricio la mejilla, después acerco sus labios a la frente del rubio y le dio un tierno beso.

Steve, se sentía extraño, le dolía todo, más las manos y la garganta, pero en fin todo por la pelea con esos dos barbaros que trabajaban para Stark, y no se esperaba ternura de parte del mafioso, pero seguro era sólo fachada.

Tony fue hasta la puerta y cerro con seguro, seguidamente saco un botiquín de primeros auxilios y se acercó al joven para soltar sus manos usando una tijera para cortar las ataduras, entonces tomo las manos del chico y comenzó a curarlas.

Steve se dejó hacer quieto y confuso, pensando en por que no intentaba atacarlo y huir ahora que estaba libre de amarres, pero se dijo que era por cansancio, hambre y dolor, estaba débil, estaba mareado. Qué vergüenza de soldado era.

—No pienses en huir, aun cuando salgas de esta habitación, no podrías hacerlo de la mansión. Yo puedo protegerte, cuidar de ti, es decisión tuya claro, pero o eres solo mío o puedes caer como presa de mis hombres, no, no es una amenaza, no estoy diciéndote que vaya a entregarte a ellos, si no que podrían capturarte y hacerte algo antes de que te encuentre y lo impida. No es fácil controlar a tanta gente y una cosita bonita como tú, estará en riesgo.

—No soy frágil Stark, soy un agente entrenado.

—Ya, pero también eres un doncel.

Steve, lo miro sorprendido, ese hombre siempre lo hacía.

—Sé sólo mi prisionero Steve, no te haré daño o no mucho, aquí entre nos, lo único que dañare será tu orgullo, no tengo intenciones de torturarte o matarte, tampoco de violarte,pero sí de que juguemos un poco. Algo de manoseo. 
Dijo con una sonrisa de gato ladino.