5. Jungkook
Jungkook desde pequeño supo que estaba mal escuchar conversaciones ajenas pero le fue imposible no querer hacerlo ahora, cuando su padre había vuelto de su casa y por lo que escuchó, Yoongi estuvo allí.
Estaba en la cima de las escaleras, escondido a simple vista pero de todas formas su papá y abuela susurraban y él lograba entender algunas palabras.
Entendió que Yoongi lucía mal y él intentó imaginarlo con lo que llegó a entender de lo que Jimin decía.
No podía lograr crear la imagen, su padre, Yoongi, en esas condiciones era inaceptable. Gran abogado reconocido, arruinado e igual a un vagabundo.
Jungkook estaba sorprendido.
Cuando Jimin empezó a llorar, Jungkook se levantó, ya que estaba con la espalda recostada contra la pared, y las piernas contra su pecho, y se fue, pero había escuchado que todos verían a Yoongi esa noche.
Jungkook estaba aterrado, no de Yoongi. No le tenía miedo a su propio padre. Yoongi siempre había sido comprensivo en todo excepto en lo último pero si realmente había pedido por otra oportunidad quizás, quería intentarlo y rehacer la familia que Jungkook había destruido, arreglar los errores que su hijo había cometido.
Por ser una chusma y saber los acontecimientos desde antes, no se sorprendió cuando Jimin le comentó la cena que tendrían esa noche.
Sólo asintió y esperó lo mejor. Jimin le dijo palabras alentadoras
"Lo que sea que pase esta noche, cariño, yo estoy de tu lado, ¿bien? Tú serás quien elija perdonarlo"
En un intento por despejar su mente pidió por su mochila pero Jimin lo miró desconcertado por un momento hasta que le dijo que no la había agarrado, pero en cambio, le dió su teléfono.
Que puso a cargar al instante y pasó la tarde jugando con el aparato.
Cuando salió de bañarse luego de horas de ocio y revisó en el bolso que su padre había traído, solo encontró remeras y sus marcas eran bastante visiblemente rojas al tener la piel tan blanca.
Sus salidas familiares solían ser McDonald's y el cine por lo que por como iba vestido estaba bien.
En su camino abajo escuchó a su hermanita hablar con su papá mientras la vestía.
"¿Volveremos a casa? ¿Iremos con papá?" la añoranza en su voz lo hizo estremecer.
"Iremos a cenar. Con papá" Jimin dijo simplemente.
"¿Por qué en público, sin embargo?" Jungkook preguntó entrando. Ello podrían hacerlo tranquilamente en sus casas.
Jimin tenía sus cejas levantadas hacia él cuando entró a la habitación.
Jimin suspiró y se acercó a él, poniendo ambas manos sobre sus hombros. "Porque," dijo moviendo sus pulgares contra la tela de la campera. "Si él acepta como eres, debe ser a la vista de todos. No solamente en casa, no vamos a esconder quién eres" y eso era bastante lindo por decir algo.
Jungkook lo miró a los ojos, sintiéndose estúpido por preguntar. Por supuesto que había una razón, su papá era inteligente y sabía muy bien qué hacer.
Jungkook sonrió y Jimin también.
Ellos eran tan parecidos excepto por los ojos y el encanto especial de su papá: Jungkook había nacido sin hoyuelo y desde que era pequeño lo había querido. Amaba ese pocito que se le hacía en la mejilla a su papi, que lo dejó de llamar así luego de los ocho años.
Lisa tampoco lo tenía, pero ella era igual a Yoongi con ojos grises, excepto los días nublados, sus ojos eran casi negros pero en realidad eran gris oscuro.
Jimin lo abrazó fuertemente y luego sintió algo contra su pierna, al bajar la vista vio a su hermanita, abrazándolos a ambos.
Si él debía decidir entonces, lo que quería era a su familia feliz.
Iba a intentar ganarse a su papá Yoongi de vuelta.
Cuando se hizo la hora y una bocina se escuchó, los tres salieron. Lisa corrió hacia Yoongi en cuanto lo vio bajar del auto.
La inocencia de los niños era el más hermoso acontecimiento que alguien podía presenciar.
Su abuela le susurró al oído. "Suerte" y luego le dio un beso en la mejilla.
Se podía escuchar las risitas de Lisa y los te amo de Yoongi con cada beso que ponía en su cara.
"¿Listo?" Jimin preguntó a su lado.
Jungkook asintió y caminó hasta Yoongi quien estaba saludando con la mano y una sonrisa a su abuela.
"Hola, Yoongi" Jimin asintió y extendió sus brazos para agarrar a Lisa y la llevó al asiento de atrás.
Jungkook realmente sintió un tirón en el pecho al ver la forma en que sus padres se habían saludado.
Ellos siempre tenían las manos encima del otro. Siempre debían tener una parte sus cuerpos tocándose. Era como una necesidad y él solía encontrar eso hermoso pero la ausencia de tal acción y el saludo a distancia lo hizo sentirse enfermo.
Era obvio que ambos se amaban y por culpa de él sus paás tenían que contener ese amor.
"Hey, campeón" saludó. "Con que ahí estaba esa campera" y por más que intentara sonar casual, su voz estaba forzada, fuera por incomodidad o nervios, Jungkook no sabía cual de la dos razones era. "Quedatela, te queda mejor, mis años no ayudan"
Jungkook asintió desconcertado, quería abrazarlo, pero ¿qué si su padre le tenía asco y nunca quería volver a tocarlo?
"Hola... Pá" dijo vacilante.
Y la situación era tan rara, y todo parecía poder romperse con el más leve de los soplos. Ellos siempre habían sido uña y carne.
Su hijo, su compañero, su muchacho, Yoongi lo llamaba así, Jungkook había sido eso y más. La relación padre/hijo que solían llevar no era para nada como esto.
Los abrazos eran sus saludos y los te amo sus despedidas.
Siempre peleaban entre ellos por la atención de Jimin. Yoongi actuando como un niño todo el tiempo y Jungkook amaba que su padre fuera así de juguetón, por esas razones él nunca creyó que Yoongi explotara de la forma en la que lo había hecho. Él no parecía ser ese tipo de padre, y quizás no lo era. Simplemente necesitaba tiempo para digerirlo, quizás su reacción había sido precipitada por no saber qué decir al respecto.
Jungkook no tenía nada que perdonarle, como había dicho Jimin, Yoongi no había hecho nada que requiriera su perdón. Yoongi tenía que perdonarlo por haberle quitado a su esposo e hija. Y quizás ellos, Jimin y Lisa, también debían perdonarlo por haberles quitado el padre y esposo.
Y tal vez, en algún momento de la cena lo diría, pediría perdón por lo que había hecho.
El camino a donde sea que estuvieran yendo estuvo tranquilo, incómodo, pero tranquilo, lleno de la voz de Lisa contándole a Yoongi todos los dibujos que había hecho en la casa de su abuela pero que extrañaba su propia colección de colores -Lisa tenía un enorme tablón de todos los colores y en todos los tonos posibles, regalo de navidad del año anterior.
Yoongi asentía y sonreía ante cada ocurrencia de su hermanita y cuando Jungkook vio la palanca de cambio encontró las manos de sus padres entrelazadas.
El anillo de casado en la mano de su papá Jimin brillaba bajo las luces del tablero y las de las calles.
Sonrió al ver eso y cuando inconscientemente levantó la mirada, como siempre hacia, encontró los ojos azules de su papá a través del espejo retrovisor.
Yoongi tenía la esquina de sus ojos arrugadas por lo que Jungkook adivinó que estaba sonriendo también y él sintió respirar apropiadamente desde que se había alejado de su papá.
La mirada duró poco ya que Yoongi iba manejando y sus ojos debían ir pegados a la calle y no en su hijo pero se sintió hermoso en esos escasos segundos.
Y como Jungkook esperaba, pararon en McDonald's pero después de que Yoongi le preguntara si quería algo, sólo pidieron una cajita feliz para Lisa y luego fueron a un comedor que estaba enfrente. No era formal y estaba bastante concurrido por lo que la idea de Jimin seguía en pie.
En una mesa para cuatro y con el menú en sus manos parecían, a simple vista, una familia normal. Pero estaban lejos de esa realidad.
Jungkook fingía estar leyendo y considerando más opciones en el menú, incluso si ya había elegido su entrada, plato y postre, sólo por hacer algo o estar ocupado con algo.
Por la esquina de su ojo logró ver a su papá, Jimin, moviendo su cabeza en su propia dirección, incitándole a Yoongi que le hablara.
Él se aclaró la garganta para llamar su atención y Jungkook lo miró, con sus cejas levantadas y el azul inocente en sus ojos. "Y cuéntame, hijo..." él dobló la carta y la puso en una esquina de la mesa. "¿Hay, um, alguna chica que te guste?" y diciendo eso se inclinó hacia adelante, como si realmente le importara su respuesta.
Jungkook le disparó una mirada fugaz a Jimin, sus ojos llenos de terror.
Su papá le asintió levemente, diciéndole sin palabras que todo estaba bien.
"Em... Sí" ¿Realmente iban a hablar de esto en público? Yoongi estaba intentando fuerte.
"Pero..." dijo Yoongi para que la conversación siguiera y Jungkook decidió no hacerle la noche más difícil así que confesó.
"Pero yo- no creo que ella sea, em como... ¿yo?, o en parte. No lo sé muy bien" dijo llevando sus manos a su regazo.
Yoongi levantó ambas cejas como si entendiera. "Será difícil encontrar a una pareja entonces"
Jimin abrió su boca para decir algo pero la moza llegó en ese momento, pidiendo sus órdenes y trayendo las bebidas que habían pedido con anterioridad, en cuanto se fue, la voz chillona de Lisa sobresaltó a todos.
"De hecho, papá" se dirigió a Yoongi, como una persona adulta. "No. Hay muchas personas como él. Será fácil, mi hermano es hermoso".
Yoongi apretó su agarre en el vaso que estaba a medio camino a su boca y tragó con dificultad, lo que debió ser saliva. Respiró hondo, Jungkook pudo ver como su pecho se expandía con la inhalación.
"Oh, y tú, tan pequeña" hizo énfasis con los dientes apretados. "¿Cómo sabes?"
Lisa no pareció darse cuenta del enojo en la voz de Yoongi, quizás para alguien de esa edad lo había ocultado bien, pero para él y por la forma en la que su papá Jimin había apretado la mandíbula no, porque lo habían notado.
"Papi estaba viendo la tele con la abuela Sana y yo espíe desde la escalera" soltó una risita y se tapó la boca "Oops, era mi secreto"
Jimin sonrió por el apoyo que su hermanita le estaba dando, tan inteligente que era. pero luego de su sonidito, la sonrisa cayó automáticamente de su cara. Esa palabra que su papá Yoongi llevaba tatuada en el brazo, como alguna prueba de amor. Un amor que estaba roto en mil pedazos y la cena esta era algo absurdo, ya que la tensión era más que palpable. Jungkook se sintió un fracaso una vez más.
Y por más que él deseara que todos volvieran a ser felices, la situación era bastante difícil.
Yoongi quiso llevar su mano a la de Jimin pero su papá la corrió.
Era obvio en la postura de Yoongi que a lo primero que le molestó el que Lisa supiera de ciertas cosas sobre los heterosexuales, pero tenía la misma mirada de arrepentimiento al escuchar el oops.
Y Jungkook, que sabía la historia de cómo se habían conocido, se hundió un poco más en su asiento.
La cena en si podría haberse llamado Cenando con Lisa, ya que era la única que hablaba y se dirigía a los tres mayores de vez en cuando. Jungkook no sabía que si lo hacía adrede ya que nadie hablaba e incluso a esa pequeña edad intentaba arreglar lo que él había hecho o si simplemente estaba siendo ella misma, llevando la atención de todos hacia su brillosa personalidad, heredada de Jimin.
Cuando todo hubo terminado y Jungkook podía decir que pronto de sudar como testigo falso, la moza regresó con la tarjeta de crédito de su papá y acotó:
"Tiene una familia muy hermosa, señor Min" No era la primera vez que se los decían, y como cada otra vez, Jimin los miró a todos sonriendo y Yoongi usualmente respondería lo sé con un brillo en los ojos, pero esta vez...
"Muchas gracias. No cambiaría nada" dijo su papá y la conexión de sus miradas fue a propósito.
Jungkook sonrió verdaderamente por segunda vez en la noche.
Cuando subieron al auto dando la noche por acabada, Yoongi comenzó a conducir y Jungkook sabía muy bien donde se dirigían, y si su papá Jimin hubiera sabido alo, quizás le hubiera dicho. Pero aún así, cuando llegaron a su casa y Yoongi estacionó el auto en la entrada, observando la casa melancólicamente antes de soltar un suspiro, Jimin lo miró, preguntando silenciosamente.
Y él asintió.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro