New York = Nuevos Vecinos
—Decían que tener un alfa alto y grande era bueno; porque ellos intimidaban, y te hacían sentir protegido—mascullaba Lee TaeSuk sosteniendo su bolso, cruzado de brazos—. Esas perras mintieron.
Y es que frente a él su esposo estaba en una piscina de pelotas jugando con los trillizos y YoonYo.
¿Cómo habían terminado ahí? La respuesta era fácil, y estaba en la pequeña cachorra de la manada Jeon.
YoonYo vio un letrero de McDonald's y JungKook no se pudo resistir a bajar para comprarle una cajita feliz a la pequeña. Los trillizos aprovecharon para comprarse unas hamburguesas, pero los 5 se detuvieron cuando vieron una piscina de pelotas, y terminaron allí metidos.
TaeSuk tuvo que pedir todo para llevar.
—¡Entra mamá!—dijo Daejun sin importarle las miradas que les daban. En sí no a ellos, sino al alfa alto y tatuado que jugaba con los cachorros.
—No entraré, ustedes deberían salir, debimos llegar a la nueva casa hace media hora, pero siguen ahí.
YoonYo al escuchar el tono del omega salió y corrió para abrazar la pierna de este.
—No seas aguafiestas, TaeSuk—dijo JungKook hundiendo a GyeunHyo.
—No lo soy, pero si no salen en medio minuto los dejaré.
Y el omega sostuvo a YoonYo para salir del establecimiento y subir a la camioneta. Adentro acomodó a la cachorra en su silla, y encendió el auto.
—Creo que debemos salir—dijo Taejun algo preocupado.
—Taesuk no es capaz de dejarnos—dijo JungKook.
—Pues nos está dejando...—y los cuatro miraron como el auto salía de los estacionamientos del McDonald's.
—¡Persigan ese auto!
Y tanto el alfa como los trillizos salieron para perseguir la camioneta...
—No puedo creer que nos dejarás—dijo un indignado JungKook mirando a su esposo que conducía con calma por Upper East Side uno de los lugares más costosos en donde vivir.
—Eso es para que se tomen seriamente mis palabras.
El omega dió un giro siguiendo el GPS y entró al estacionamiento de un edificio, los niños mayores fruncieron el ceño.
A YoonYo no le importó; ella iba pendiente de sus papas fritas.
—¿Vamos a vivir en un departamento?—preguntó Daejun— No tienen espacios para plantas.
—Viviremos en el penthouse, puedes hacer un jardín acuático cerca de la piscina.
—¡¿Hay piscina?!
—Sí, creí que les había dicho.
Los niños negaron y TaeSuk sonrió, que fáciles de comprar eran sus hijos.
Brindó su identificación como dueños del penthouse, y les permitieron el paso, diciendo que el lugar ya había sido equipado.
TaeSuk se estacionó en el lugar asignando, y dándoles una mirada de seriedad a sus hijos, que decía más que mil palabras, la familia bajó del auto.
JungKook tomó en brazos a YoonYo, mientras los trillizos llevaban la comida que habían pedido en McDonald's. TaeSuk no les dejaba comer tanta grasa, así que debían aprovechar comer comida chatarra.
Y cuando se dirigían hacia el ascensor escucharon más pasos.
JungKook sintiendo el peligro, llevó su mano a su espalda, en donde tenía el arma oculta entre el cinturón; siendo cubierta por la chaqueta que llevaba.
—No lo hagas—dijo TaeSuk sujetando su mano—. Solamente es una familia.
Y era así. Una omega de unos treinta y algo de años, sumamente elegante caminaba del brazo de un alfa; este compartía el atuendo elegante. Frente a ellos caminaban dos niños que con solo darles una mirada te dabas cuenta que eran gemelos.
—Buenas tardes—saludó la omega mirando con desdén a la familia Jeon.
—Buenas tardes—saludó TaeSuk tocando el botón del ascensor.
—¿Son nuevos residentes?
—Sí—respondió el Lee en un perfecto inglés; después de darles una mirada a los trillizos que habían empezado a murmurar entre ellos.
—Oh ya veo, me imagino que son nuevos millonarios, ya que jamás los había visto aquí—y JungKook frunció el ceño.
¿Nuevos millonarios? Su familia había tenido dinero desde la división de las dos Coreas. Era considerado de los más poderosos de Asia. ¿Qué se creía esa bruja?
TaeSuk al sentir el malestar de su esposo, le envío una ola de calma a través del lazo.
—No lo somos señora, pero si somos nuevos en New York—contestó TaeSuk mientras las puertas del gran ascensor se abrían, le indico a su familia que entraran. Luego les siguieron los desconocidos.
GyeunHyo y Taejun cubrieron a Daejun, al este sentirse cohibido por la presencia de los otros dos niños.
—¿Y en qué piso vivirán? Nosotros estamos en el 60. Uno de los más caros—los Jeon ya la odiaban. TaeSuk sonrió levemente.
—En el penthouse—y la cara de sorpresa de la omega les brindó una satisfacción.
—Interesante—murmuró tocando el botón para que el ascensor cerrara sus puertas—. Tienen muchos cachorros.
—Sí, mis cuatro cachorros.
—¿Cuatro partos? Eso daña la figura de cualquier omega. En lo personal solamente tuve gemelos. Eso es algo que enorgullece a mi esposo—y el alfa desconocido asintió.
—Se equivoca señora—intervino JungKook ignorando la mirada de su esposo—. Mi hermoso esposo, solamente ha tenido dos partos. El primero parto fue de nuestros trillizos, y eso es algo que me enorgullece, no solo de mis cachorros sino mi esposo también.
—Pero se ven muy jóvenes.
—Lo somos, yo tengo 28 y mi alfa 29—aclaró el omega.
—Quisimos tener cachorros pronto, para que esperar a los treinta, si cuando nuestros cachorros crecieran no los podríamos disfrutar lo suficiente por ser viejos.
El otro alfa soltó un bajo siseo que a JungKook no le importó. Sí quería se podía deshacer de él en un santiamén.
Las dos familias no se dijeron más nada, TaeSuk le sonrió a la omega cuando está le miró antes de bajar con su familia en el piso correspondiente.
El Lee miró a su esposo e hijos que lucían enfadados.
—Detesto a los vecinos—exclamó el omega mayor esperando que el ascensor llegará a su piso, para poder descansar un poco antes de arreglar todo.
JungKook le dió un beso en la mejilla a TaeSuk.
—Por lo menos la pusiste en su lugar, estoy feliz de que mi omega nos defendiera.
Y el Lee solo sonrió dejándose mimar por su alfa.
En algo estaban de acuerdo los Jeon. Tener vecinos no era algo que a ellos les gustara.
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