→Los celos de un alfa
—¿Qué le pasa a papá?—preguntó Daejun entrando al gimnasio que había en la habitación, para apresurarse a sostener los pies de Taejun que hacía abdominales.
GyeunHyo que estaba haciendo planchas solamente sonrió y miró a su padre que golpeaba con gran violencia el saco de boxeo que había en el gimnasio.
El alfa golpeó el saco repetidamente, mientras dejaba escapar sus feromonas de manera abundante, los alfitas las soportaban; pero hubo un punto en el que Daejun no, y salió corriendo del gimnasio de su casa, antes de recibir una respuesta.
—Papá, espantaste a Daejun—dijo Taejun levantándose del suelo para ayudar a GyeunHyo en las planchas—. ¿Por qué luces tan molesto?
—Su madre—dijo el Jeon mayor antes de volver a golpear el saco—. ¿Por qué él siempre llama la atención cada que entra a un lugar?
—¿Enserio acabas de hacer una pregunta tan estúpida, papá?—indagó burlonamente GyeunHyo.
—Sí, y me siento como una mierda por ponerme celoso, pero es que...¡Ah!—y volvió a golpear el saco.
Los niños se encogieron de hombros antes de seguir con su rutina.
Jeon JungKook mientras golpeaba el saco sólo pensaba como hacer desaparecer al compañero de su esposo.
Tres horas antes
—No quiero—dijo el alfa mirando a uno de los alfas que pasó cerca de su auto.
—¿Y eso que tiene de importante?—preguntó el omega retocando su delineado.
—Jeon TaeSuk, te prohíbo trabajar aquí—y el omega bajó su delineador para mirar a su esposo mientras se cruzaba de brazos.
—¿Hablas enserio Jeon?—preguntó en voz baja, y el alfa apartó la mirada.
—No. Eres libre de hacer lo que quieras, ya que eres un omega adulto—dijo de manera baja, antes de sentir un nuevo peso en sus piernas.
TaeSuk se había sentado en su regazo.
—¿Por qué te pones tan celoso?—inquirió el omega acariciando el rostro de su esposo—. Después de todo tú eres quien me dió está marca—aclaró mostrando su vínculo—. Eres mi alfa.
—Es que me enoja que esos alfas puedan mirarte de forma lujuriosa.
—Tú lo haces siempre.
—¡Soy tu esposo!—dijo JungKook haciendo un berrinche como si fuera un pequeño cachorro. TaeSuk sonrió ante el escándalo de su esposo.
El omega acarició el cabello de su esposo para hacer que lo mirara.
—Eres mi único alfa, así que comportate, vamos, debemos conocer las instalaciones y lo demás de mi trabajo, así sabrás cuando venir a buscarme.
Jeon asintió y apretó a su esposo entre sus fuertes brazos, el omega se dejó querer con su esposo, o mejor dicho ser marcado por el aroma de licor de JungKook.
—¿Ya terminaste conejito?
—Sí.
Y TaeSuk se apartó del regazo de JungKook para acomodar su camisa y pantalón para salir del auto. JungKook apretó el volante con fuerza mientras él y su lobo intentaban calmarse. No debían a matar a ningún compañero de trabajo de TaeSuk.
No otra vez.
Bajo del auto notando como su esposo sonreía, portando un bolso de lado, en el cual estaban todas sus cosas, y en sus manos un pequeño cactus. JungKook abrió la puerta trasera de la camioneta para tomar dos cajas que habían ahí con las fotos, libros y demás cosas del omega.
Soportó un gruñido cuando notó como alguien miraba a su esposo.
—¿Para dónde debemos ir, omega?—preguntó mirando mal al desconocido que miraba a su esposo.
—Me dijeron que fuéramos al área de Cirugía general ubicado en el séptimo piso, en el área derecha. Vamos a entrar, Kookie.
Jeon como buen alfa siguió a su esposo. Eran curiosos de ver. Un omega delicado y bonito que irradiaba una vibra de positividad, en cambio el alfa tras de él todo vestido de negro, con el cabello recogido, tatuado y que daba ese aspecto de que si te acercabas te mataba. Lo más irónico era que las personalidades estaban intercambiadas.
Ambos entraron al hospital, y esperaron el ascensor para llegar al nivel siete. Al llegar un beta fue quien los recibió. Eso estaba bien para JungKook.
O fue así hasta que llegó un alfa con vestimenta quirúrgica, y una taza de café en las manos.
—Hola—saludó el alfa antes de mirar a TaeSuk de arriba hacia abajo, tomándose su tiempo de ver las caderas del omega. JungKook quiso sacar el arma que tenía en el cinturón, y darle un balazo en medio de los ojos a ese atrevido—. ¿Eres el nuevo médico?
—Sí, un gusto, soy Jeon TaeSuk.
—Un gusto TaeSuk—dijo el alfa dispuesto a tomar la mano del omega, cosa que no logro cuando JungKook se interpuso.
—A mí esposo no le gusta el contacto con extraños—«y a mi tampoco» pensó Jungkook forzando una sonrisa.
—¡Oh, vaya!—respondió el alfa desconocido.
TaeSuk se debió interponer entre los dos alfas, y regañó a JungKook con la mirada, antes de volver a retomar la conversación sobre su nuevo trabajo.
JungKook en cambio se mantuvo como un perrito regañado, escuchando la conversación entre el beta y su esposo, ocasionalmente fulminaba con la mirada al alfa que seguía mirando a TaeSuk.
TaeSuk abrió la puerta de su hogar encontrándose con sus hijos sentados en el suelo, mirándose de una forma nada amistosa.
—¿Qué hacen mis niños?—preguntó el omega dejando su chaqueta en el perchero, y se quitó los zapatos para colocarse las pantuflas.
—Jugamos Uno—respondió Daejun mirando a GyeunHyo fijamente.
—Pero estos mocosos son unos tramposos—habló Taejun señalando a sus hermanos, antes de tomar una carta.
El omega prefirió alejarse y justo a tiempo cuando escuchó un grito agudo de Daejun y luego como sus hijos empezaban a golpearse e insultarse.
Caminó con tranquilidad hacía la cocina y vio a su esposo usando un delantal muy por debajo de su talla. El alfa no usaba camisa, solo unos pantalones largos holgados. Yoonyo estaba sentada en su sillita del comedor pintando.
—¡Mami!—chilló la cachorrita cuando lo vio llegar, TaeSuk se acercó y le dió un beso en la mejilla.
—Hola preciosa—saludó antes de ir hacía el alfa y abrazarlo por la espalda. JungKook siguió preparando el ramen que daría de cena—. Hola, Kookie.
El alfa no respondió y siguió cocinando en silencio. TaeSuk hizo un puchero y empezó a besar los hombros de JungKook. El alfa no le dijo nada, hasta que TaeSuk harto lo mordió con fuerza.
—¡TaeSuk, no hagas eso mierda!—se quejó JungKook girando a ver al omega que lucía enfadado.
—Dame amor.
—Eres demasiado exigente, mejor deberías ir a bañarte y quitarte ese asqueroso aroma a alfa.
—Mi pobre conejito está celoso—se burló TaeSuk, besando la clavícula de JungKook que rodó los ojos, antes de empujar su lengua contra la parte interna de su mejilla.
—Si sigues burlándote te voy a castigar.
—Mentiría si dijera que no me interesa—respondió TaeSuk coqueto a lo que JungKook sonrió compartiendo el mismo pensamiento de su esposo.
Estaban a nada de besarse cuando escucharon algo caer con fuerza. TaeSuk se separó de JungKook y corrió hacia la sala, JungKook le siguió rápido, y se encontraron con la televisión tirada en el suelo, y a sus hijos con arañazos.
Lo habían hecho otra vez.
—Están castigados—sentenció TaeSuk, antes de escuchar como Yoonyo empezaba a llorar.
—¡Ya no Masha y Osho!—gritó la bebé entre llantos.
JungKook tragó grueso junto a los gemelos cuando notaron la mirada asesina del omega mayor.
Hasta se le habían olvidado los celos que sintió todo el día.
+ De 15 comentarios
= Nueva actualización.
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