Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Séptima parte

El cine se encontraba un poco retirado del lugar donde cenaron, por lo que al salir se dirigieron al auto de Jongin, justo después de que la canción de Elvis hubiera terminado. Kyungsoo sentía que ese había sido un gran paso y que de alguna forma Jongin quiso expresar sus pensamientos a través de la canción.

—Hace frío —comentó Kyungsoo una vez que se subieron al auto. Jongin de inmediato encendió la calefacción.

Lo observó mientras se preparaba para conducir; realmente le gustaba Jongin desde todos los ángulos. Tenía un perfil increíble, sobre todo por los mullidos labios que sobresalían como una invitación a besarlo.

Se recostó en el asiento, medio inclinado hacia un lado para mirar con mayor comodidad y Jongin reveló una sonrisa, sabiéndose observado.

—¿Qué pasa? —cuestionó al tiempo que encendía el estéreo. Kyungsoo no se movio ni un centímetro.

—Nada. La vista es agradable.

Tras poner una canción al azar, Jongin imitó su posición para quedar frente a frente, en una postura que lucía y se sentía muy íntima. Durante unos segundos solo se quedaron así, mirándose. El ambiente se calentó con sus respiraciones vagas que se mezclaban y cuando Kyungsoo se dio cuenta, ya estaban demasiado cerca.

No le importó quién se acercó primero, o si los dos lo hicieron al mismo tiempo, pues fue él quien acabó con la distancia, colocando la mano en la parte trasera de la cabeza de Jongin para jalarlo hacia él. Sus labios impactaron de forma descuidada, aunque no tardaron en adoptar un ritmo más adecuado.

Al separarse, Jongin le mordió los labios con suavidad y sonrió satisfecho. Le puso el cinturón y se irguió en su asiento.

—Es mejor que vayamos ahora o no alcanzaremos la función.

No hablaron mucho lo que duró el camino. Kyungsoo estaba concentrado en las sensaciones que volvía a experimentar después de mucho tiempo y pensando en el beso una y otra vez. Cuando se bajaron, se pusieron sus chaquetas y Jongin se apresuró a su lado para tomarle la mano como si fuera ya algo natural. Kyungsoo se recargó ligeramente en él y caminaron lentamente al interior del cine.

No había muchas opciones en la cartelera a esa hora, aunque para ambos era algo irrelevante. Compraron boletos para una película que parecía ser de comedia y omitieron las palomitas porque habían comido ya lo suficiente. Por suerte, no había muchas personas que fueran a ese cine tan tarde y había pocos asientos ocupados.

—¿Aún tienes frío? —le preguntó Jongin. Él sacudió la cabeza y Jongin no dijo nada más, pues la película estaba comenzando.

La película era demasiado aburrida, a decir verdad. Kyungsoo dejó de prestar atención y tomó la mano de Jongin para comenzar a jugar, acariciando sus dedos y presionando su palma. Cuando levantó la cabeza, descubrió que estaba siendo observado. Con su otra mano, Jongin le acarició la cara y lo besó por segunda vez en la noche.

Ese fue el segundo beso de un montón más a lo largo de la película.

Cuando salieron se dirigieron al estacionamiento tomados de la mano. Hacía más frío que antes, así que Kyungsoo se mantuvo cerca.

—¿Bebes? —cuestionó Jongin de repente, Kyungsoo asintió.

—No mucho, pero ahora mismo me gustaría una cerveza.

—Podemos ir a un bar —dijo pensativo—. O podemos comprar algunas cervezas e ir a mi casa a beberlas.

Kyungsoo levantó las cejas y ocultó una sonrisa.

—La segunda opción me gusta más.

—Entonces hagamos eso.

En cuanto subieron al auto, no pudieron resistirse a la tensión que había entre ellos y volvieron a besarse, era como si no pudieran mantenerse alejados uno del otro. Las manos firmes de Jongin rozando su espalda le hicieron estremecer, y él se aferró a su cuello. Cuando las cosas se pusieron más calientes, le dijo a Jongin que comenzara a conducir y se marcharon.

Antes de llegar a la casa de Jongin, hicieron una parada en una tienda de conveniencia. Tomaron media docena de cerveza y algunos bocadillos dulces y salados. Cuando se colocaron frente a la caja para pagar, Kyungsoo se asomó por detrás del cajero para ver los artículos que estaban guardados en ese sitio.

—¿Puedes pasarme una caja de esos? —dijo, señalando con el dedo. El chico lo miró sin entender, incluso Jongin hizo lo mismo, así que tuvo que ser más explícito—. Unos preservativos.

La expresión del chico fue bastante graciosa, les dio una rápida mirada a los dos antes de soltar un avergonzado "ah" y darse la vuelta para tomar el artículo. Jongin también lo observó medio sorprendido, aunque se veía contento.

—Esos de la caja azul, los que tienen cuatro, por favor —indicó Kyungoo, y el chico los tomó y los colocó en una bolsa junto al resto de su compra luego de marcar cada artículo.

—¿Puedes agregar uno de esos también? —preguntó y señaló hacia donde estaban los lubricantes. La cara del muchacho se puso incluso más roja y se dio cuenta de que Jongin ahogó una risa.

Cuando abandonaron la tienda con bolsas en las manos, Jongin se inclinó para darle un beso en la sien y se apresuraron para llegar lo antes posible. Afortunadamente para ellos, ya no estaban demasiado lejos y alrededor de cinco minutos después por fin llegaron.

—Siéntete como en tu casa —le dijo Jongin al entrar, luego se dirigió a lo que parecía ser la cocina para dejar las cosas. Al poco rato volvió con un par de cervezas.

Jongin ni siquiera alcanzó a abrir su lata cuando Kyungsoo lo jaló del cuello de la camisa para besarlo. Pegó el cuerpo a él y sintió cómo la dorilla de Jongin se colaba entre las suyas. Estaba muy ansioso, no sabía si se debía a que llevaba una considerable cantidad de tiempo sin tener relaciones sexuales, o a la inmensa atracción que sentía hacia Jongin.

Cuando sintió que le besaba el cuello, Kyungsoo suspiró, sintiéndose débil, y tiró de la chaqueta de Jongin para sacársela.

—Quiero ir a tu habitación —musitó con voz ronca, Jongin levantó la cabeza para verlo y asintió.

—Sí, espera, dejé las cosas en la cocina.

Casi dos horas más tarde, se hallaban desnudos y exhaustos entre un embrollo de sábanas. Jongin se levantó por un par de minutos y volvió con cervezas y una bolsa de papas que dejó en la mesita de noche, luego se tiró a la cama y se subió sibre Kyungsoo. Sus pechos estaban pegados, Jongn le acarició la cara y le dio un beso cerca de la clavícula.

—Me encanta tu cuerpo —musitó. Kyungsoo rio con voz cansada y lo abrazó.

—Sí, creo que me di cuenta —dijo divertido—. Estoy cansado, me despertaré muy tarde.

—¿Entonces te quedas a dormir? —Jongin lo miró con ilusión.

—¿Acaso no era obvio? —Le dio un beso rápido en los labios y suspiró—. Tenemos que ir por los niños antes de mediodía.

Cerró los ojos, sintiéndose confortado por el calor del cuerpo de Jongin y no tardó en quedarse dormido.

*

A la mañana siguiente despertó al percibir un aroma dulce. Se estiró en la cama aún con los ojos cerrados y emitió un quejido por los músculos doloridos. Luego, cuando abrió los ojos, vio que estaba solo en la cama.

Ignorando el cansancio, se levantó de la cama y vio que en una esquina había un pijama doblado. Asumió que Jongin lo había puesto ahí para él y luego de vestirse abandonó la habitación.

El delicioso aroma lo condujo hasta la cocina, donde vio a Jongin de espaldas. Estaba cocinando algo que no alcanzaba a ver, así que se acercó.

—Buenos días, ¿Qué haces? —Se colocó detrás de él y se asomó por encima de su hombro. Jongin se giró para sonreírle.

—Buenos días —Levantó la sartén para enseñarle y Kyungsoo sintió que su apetito aumentó—. Panqueques.

—Con forma de osito —dijo entretenido—. Qué tierno.

—Hubo un tiempo en el que Jeonghwan dejó de alimentarse bien. Solo comía si la comida tenía formas lindas, así que tengo mucho de esto —explicó—. Y pensé que merecías un lindo desayuno post-sexo.

Kyungsoo soltó una carcajada rápida y se colocó a su lado, con la espalda apoyada en la barra.

—Se ven deliciosos

—¿Quieres café? Puedo poner la cafetera.

—Yo lo haré —Kyungsoo se sentía extrañamente cómodo en la cocina, así que se dispuso a preparar algo de café y a Jongin no parecía molestarle.

Más tarde, después de desayunar y de ducharse, se marcharon. Primero fueron a la casa de Kyungsoo para que se cambiara, pues la ropa de Jongin no era de su talla, y luego fueron por los niños a la casa de sus padres.

Pasaron el resto del día juntos y Kyungsoo no podía estar más feliz.

***

Penúltimo capítulo TuT el próximo será publicado más o menos a las 11pm

Nos leemos, les tqm uwu

Les debo las escenas candentes jaja 

  

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro