Protagonista(s): Michael Afton

Advertencia: Alcohol, Insultos y Abuso Psicológico

Tiempo: Pasado

Universo: Original

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Primero su madre...

Luego su hermanita...

Y ahora su hermanito... todo por su culpa.

Hace meses que su hermano había muerto y el peso de la culpa aún caía en él, odiaba ese sentimiento, se odiaba en serio. Aún le costaba procesarlo, ¿Era todo un mal sueño? ¿Por qué aún no despertaba?

Por primera vez en su vida sentía lo que era el arrepentimiento, la culpa y el aprecio. ¿Por qué aprecio? Pues... antes tenía a un padre que se preocupaba por él, que le daba todo y, a pesar de su mal comportamiento, él lo soportaba. ¿Y ahora?

Pues...

La puerta de la sala se abrió bruscamente, William había entrado a la sala donde se encontraba Michael descansando. William intentó abrir la puerta de calle pero está estaba cerrada haciendo que se enfadara.

William: te eh dicho que no cierres la puerta - empezó a caminar hacia Michael y lo miró con asco - esta es mi casa, debes respetar me - tomó sus llaves y se largo de su hogar dejando a Michael en un ambiente tenso

Eso era lo que tenía ahora. Su padre ahora era un alcohólico que no le importaba nada, ni siquiera su vida o la de su hijo.

Lo entendía, después de todo, era su culpa, él lo había roto. Ahora podrían estar viviendo en otra ciudad junto a su hermano y su padre sin preocupación alguna, superando juntos la muerte de su madre y hermana, viviendo felizmente. Pero él lo arruinó.

Michael: vaya infierno...

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Michael miraba la TV, su madre siempre veía una novela rara llamada "La Inmortal y La Inquieta" y a él le empezó a dar curiosidad esa serie. De la nada, William llegó de mala gana con una botella de vino barato en la mano mientras insultaba a la nada.

William: esos hijos de perra... - empezó a murmurar - se creen dueños del mundo...

El mayor entró a la cocina mientras que Michael seguía viendo la TV, fingiendo no saber nada. El sabía que había pasado, no era la primera vez que William era echado de un bar por su exceso de alcohol, pero jamás había llegado con una botella.

Michael apagó la TV y se acercó a la cocina donde William estaba tomándose el vino de la botella, parecía que no se encontraba muy bien, se había excedido.

Michael: William, esto es demasiado - se acercó a él y este lo miró con desagrado - has estado bebiendo todas las noches, ¿Qué acaso no te da vergüenza?

William: me avergüenza que tu seas mi hijo

Sus palabras sorprendieron a Michael, era la primera vez que su padre lo insultaba. Normalmente lo ignoraba o solo le hablaba de mala gana, pero esto era diferente.

William: eres una vergüenza para el apellido de esta familia, eres un maldito bueno para nada

Michael: por favor, sé que-

William: ¿¡Qué cosa!? ¿¡Qué eres un jodido bastardo!? ¡Eres peor! ¡¡Eres un terrible hijo, el peor hermano del mundo y la peor influencia para tus putos amigos!! ¡¡Todos estarían mejor de no ser por ti, Terrence!!

A cada palabra Michael se sentía más asustado, le daba miedo el que William pudiera llegar a mayores con él, de verdad lo sentía pero jamás había encontrado el momento para decírselo y le daba miedo lo que fuera a decir.

Michael: por favor, p-para...

William: ¿¡Qué!? ¿¡Te parece feo maldita escoria!? ¡¡Mereces incluso peor por toda la mierda que has causado!! ¡¡Desearía que jamás hubieras nacido!! - golpeó fuertemente la mesa haciendo que la botella de vino se callera y se rompiera - tsk... tu limpia esa mierda, más te vale que todo este limpio en la mañana si quieres seguir con vida, escoria

William se largo a su cuarto mientras que Michael se quedó en la cocina temblando, empezó a llorar por la impotencia mientras limpiaba lo que se había tirado al suelo, acabo cortándose un poco pero no le importaba, estaba más asustado que nunca. No quería despertarse en la mañana.

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Michael despertó en su cuarto de mala gana, no quería ver a su padre después de lo que le dijo ayer.

Bajó las escaleras hasta la cocina, esperando encontrarse con algunas sobras frías de ayer, al contrario de lo que esperaba, vio a su padre sentado en la mesa con un desayuno preparado para los dos, un desayuno igual al de los viejos tiempos.

William: siéntate...

Rayos, parecía seguir molesto...

No quería molestar lo así que solo obedeció y se sentó a comer. William en ningún momento le quitó la vista de encima haciendo que se sintiera incómodo y tenso, William se levantó dejando su plato en el fregadero dejando que Michael por fin pudiera disfrutar en paz su comida.

Pasaron unos minutos y William regresó con un botiquín, Michael dejó su desayuno y lo miró con duda. Este se arrodilló frente a él mientras abría el botiquín.

William: dame tu brazo

Este hizo caso y William comenzó a curar las heridas que tenía en las manos a causa de los vidrios rotos. Ninguno dijo nada, era un silencio incómodo pero parecía que los dos querían hablar.

Michael: ... yo-

William: lo siento...

William terminó de curar su mano y se retiró. Michael se quedó viendo su mano con sorpresa pero con algo de duda.

¿Recordaba lo que pasó ayer? ¿En serio se arrepentía o solo jugaba? ¿Lo que dijo esa noche era cierto?

....

Michael: en que diablos pienso....

"Claro que es verdad".

Por fin lo aceptaba, era una mala persona.