Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

11. Némesis, parte 3.

CHIARA:

Mi hermana no quiere verme.

Lo entiendo.

De ser ella yo tampoco querría verme.

Primero se encierra en su habitación con Petruskha, pero después veo por la rendija de la puerta a nuestra madre desaparecer en su interior ya que su habitación queda justo frente a la mía. Nuestra niñera sale y no puedo resistir la tentación de adentrarme en el pasillo para oír lo que está sucediendo. Si seguirá castigando a Lucrezia. Si ese es el caso no sé si pueda contenerme de hacer algo otra vez o si podría soportar la culpa de permitir que le hagan daño. 

No quería que ella saliera lastimada, pero todavía no sabemos si Santino murió.

Todavía no sé por qué mi madre esperaba que mintiera.

No debería escuchar su conversación, pero no puedo evitarlo.

―Cuando era niña mi relación con mi madre era complicada. Ella me lastimaba como yo te lastimé, pero no lo hacía por mi bien o porque estuviera preocupada. Lamento haberte herido físicamente, pero no lamento haberte enseñado lo que aprendiste―susurra acariciándole el cabello, lo que hace que mi pecho arda debido a la manera en la que Caos se aferra a ella como si no la hubiera lastimado.

Mi hermana la mira con ojos azules y tristes.

―¿Tu mami era mala, mami? ―Arlette Cavalli asiente―. ¿A propósito?

Mamá traga, mirándola por un largo momento antes de responder.

―Antes solía pensar que sí, pero ahora que soy madre no sabría qué responder. Lo entenderás cuando tú también lo seas, en especial si tus hijos son tan especiales que estás segura de que un día te superarán tus capacidades e insegura sobre si ese día es hoy. Aunque te confieso que a veces no sé cómo manejarlos porque cada uno es un mundo tan diferente y único, son dolores de cabeza que no cambiaría por nada. Son monstruos, pero son mis pequeños monstruos y no hay absolutamente nada que no haría por su supervivencia. Nada. ―Mamá coloca un mechón de cabello tras su oreja. Tras extenderse, mamá toma un cepillo y cepilla su cabello blanco con tanta delicadeza que a penas puedo soportar verlo―. No quiero que lo que pasó con mi madre suceda entre nosotras, Lucrezia, y tampoco quiero hacerte lo que mi padre hizo conmigo porque quiero que seas capaz de sentir, de sentir el ballet, de sentir la música, de sentir todas las cosas bonitas y bellas que te mantendrán en paz, pero para eso necesito que dejes de mentirme. Necesito entender qué es lo que sucede contigo. ―La hace girarse colocando un par de manos en sus hombros―. Te prometo que si es algo malo lo resolveremos juntas y no se lo diré a tu padre si su enojo es lo que impide que me lo digas. Amo la manera en la que él te ama y nunca haría nada por arruinar su conexión. Eres su pequeñita. Yo tenía el mismo tipo de amor hacia el mío y jamás te lo arrebataría. ―Coloca sus manos en sus mejillas. Veo manchas de helado de chocolate blanco alrededor de la boca de Lucrezia y desesperación en la expresión de mi madre―. Déjame ayudarte, por favor, y permíteme comprender por qué esconderías cosas así de mí de esa manera, tanto tú como Chiara, cuando mamá siempre estará aquí para resolver sus problemas cuando estos se vuelvan demasiado grandes.

Mi respiración se atasca dentro de mi garganta cuando Caos alza la mirada hacia a ella y separa los labios, pero no entiendo por qué. Mi hermana la observa como si quisiera decirle algo, como si se muriera por decile algo, pero termina agachando la vista y mirando hacia el suelo, negando.

Eso trae una extraña sensación de alivio a mi pecho, pero sigo sin entender por qué.

Es como si me faltara la pieza clave para entender un rompecabezas compuesto por seis piezas.

―¿Qué cosas, mami? ―pregunta Lu.

El rostro de mamá se vuelve tenso, pero veo cuán bien se esfuerza por mantener la calma.

―Las tres niñas que murieron en el ballet en Navidad, Lucrezia, cuando hiciste de ángel y nos hiciste sentir tan orgullosos, ¿quién las asesinó? ―Su tono de voz se vuelve más suave―. Si me dices la verdad ahora dejaré de estar molesta contigo y no volveré a mencionarlo jamás, ni a Chiara ni a papá. Será un secreto entre tú y yo. Te lo juro por lo que más amo en el mundo. ―La mira―. A ti.

Lu la mira, sus ojos llenos de una multitud de emociones.

Llora, pero mamá también lo hace.

―Yo ―dice finalmente, trayendo una emoción oscura y deshecha al rostro de nuestra madre.

Esta se levanta tras arroparla y presionar un beso sobre su frente.

―Cuando seas madre también entenderás el profundo dolor que puede ocasionar ver a tus hijos a los ojos y saber que necesitan ayuda, pero no te permiten hacer nada por ellos. La impotencia que eso genera. Soy la dueña del mundo, pero eso no vale nada si no puedo alejar lo que te está lastimando ―dice―. Y sea lo que sea que es apuñaló a uno de tus hermanos hoy y casi lo mata, Lucrezia.

Tras hablar mi madre se queda por unos segundos más a la espera de que Lucrezia diga algo más, pero no lo hace y se da la vuelta. Me escondo entre la puerta y la pared de la habitación de Valentino. Mis dedos se aprietan cuando la escucho detenerse y creo que es porque me ha descubierto.

Pero luego escucho la voz de Lu.

Te perdono, mami, y yo tampoco se lo diré a papi.

Mamá traga, lo que me hace saber que la ha escuchado, y se apoya en la puerta tras cerrarla, sus párpados presionados con fuerza entre sí. Después de que escucho sus pasos desaparecer por el pasillo me enderezo y camino rápidamente hacia la habitación de Lucrezia. Sus luces se encuentran apagadas. Al encenderlas la descubro abrazada a su oso de felpa e intentando alcanzar un pequeño cuchillo que esconde entre su colchón y la cama, el cual le regalé. Se calma cuando enciendo la luz.

Olvidé tocar.

―Vete, Chiara ―dice sin abandonar su postura a la defensiva, acostándose de nuevo y dándose la vuelta―. No quiero verte, ni a nadie. Quiero estar sola.

Camino lentamente hacia ella, desesperada por reparar el daño que le hice.

Si tan solo pudiera mentirle a nuestra madre como ella lo hace.

―Acabo de escuchar que perdonaste a nuestra madre y ella fue la que te lastimó ―susurro sentándome en su cama y llevando mi mano a su pierna para acariciarla, la cual aleja y suspiro.

―Me lastimó, pero no me traicionó ―dice, sonando más mayor de lo que es, y frunzo el ceño ya que no tenía idea de que ya tuviera la edad para entender sobre traición. Lucrezia por lo general olvida todo en cuestión de minutos, pero han pasado dos horas y sigue molesta conmigo―. Tú me traicionaste y eso duele más que mi espalda. Es lo que no me deja respirar sin que duela, no el castigo de mamá.

La desesperación se adueña de mí.

―Lu, estabas cubierta de sangre. Era obvio que habías sido tú. Tampoco puedo mentirle a mamá.

Lucrezia se arropa hasta arriba.

―Lucrezia no está ―gruñe―. Vuelve después, hermana.

―Lucrezia ―insisto―. Lo siento mucho. Realmente desearía ser tan buena como tú mintiendo. De serlo tanto Santino como yo nos habríamos puesto de acuerdo para asumir la culpa, te lo aseguro. ―Ante la mención de nuestro hermano me mira. Leo la petición en sus ojos de saber sobre su estado sin que tenga que decirlo―. Por las palabras de mamá y por el hecho de que todos no hayan enloquecido ya, Santino debió haberse recuperado. ―Tras escucharme el alivio inunda su expresión y sube su manta de nuevo. Contengo un gruñido―. Lu ―insisto―. Debe haber algo que pueda hacer por ti que haga que que me perdones. No quiero dejar de ser tu hermana favorita.

Lucrezia no responde al instante.

Guarda silencio por un momento tan largo que me hace creer que no hay manera de reparar el daño que hice, pero luego se descubre y me mira con feroces y oscuros ojos azules.

Ojos azul Cavalli.

Alza la barbilla, altiva, antes de hablar.

Me recuerda tanto a mamá, pero con el corazón de papá.

Y el don para la danza de nuestra bisabuela.

Y don para mentir que solo ella posee.

―El cumpleaños de Valentino es en dos semanas ―dice, a lo que asiento porque tanto yo como Valentino tenemos el mismo cumpleaños. Mi madre lo modificó para que así fuera cuando éramos bebés debido a lo similar de nuestras edades―. Si haces que él regrese antes, te perdono. De lo contrario, Chiara, nunca más mentiré por ti. Lo juro por lo que más amo en el mundo, hermana.

―¿Por papá? ―pregunto, intimidada, y niega.

―Por ti.


Muchas terminaron con el corazón roto tras el último capítulo, así que decidí publicar las siguientes dos partes hoy para que no sufrieran tanto (más tarde). El siguiente será el único narrado por el punto de vista de V porque necesito que tengan una idea de cómo se sienten él y A como padres, pero luego volvemos a los pequeños. También quería comentarles que tenemos tanto drama siempre porque son extras (no son libros en los que puedo poner de todo), a parte de que es la mafia, y quería darles partes en las que pudieran entender más sobre los personajes, pero a parte de esto los chicos sí han tenido momentos lindos y felices y buenos que no han visto aquí porque son mini historias puntuales xc

Les daré algunos cuando terminemos Némesis y Olvido.

Love u

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro

Tags: #mafia