Justin despertó gracias a la alarma de su teléfono y miró directamente el techo de la habitación. Bostezó y estiró su mano para tomar su teléfono, apagó a la alarma y nuevamente cerró los ojos para seguir durmiendo.

La puerta de la habitación se abrió y Scooter entró riendo.

—Sabía que apagarías la alarma y seguirías durmiendo —se sentó en la cama y lo destapó—. Buenos días princesa del país de la melodía, hoy es un gran día.

—Gran día el de tu abuela —Justin maldijo y se sentó en la cama.

—Tal vez.

Justin rió mirando a Scooter y sonrió.
Scooter le devolvió la sonrisa y le dio dos palmadas en la espalda.

—Hace tiempo que no te veía despertar feliz a pesar de que te obligué —añadió sintiéndose como un padre orgulloso de su hijo feliz.

—¿Gracias? —Justin volvió a reír—. En realidad estoy tranquilo, fue un mes duro pero ya que.

Scooter asintió y posteriormente salió de la habitación para que Justin pudiera tomar su ducha mañanera.

Ya había pasado un mes exacto desde el día en que sucedió el conflicto con el paparazzi, y gracias a Dios Justin se sentía tranquilo, a pesar de toda la polémica que se armó, se sentía bien y liviano. También hoy era un día especial, se cumplían cinco meses desde su ruptura con Taylor Jones, no se sentía tan deprimido como los meses anteriores y era porque se estaba esforzando por estar feliz hoy.

—Si es raro —rió Scooter—. Justin siempre está deprimido y siempre lo estaba el doble los días en que se cumplen meses desde que terminó con Taylor, literalmente es insoportable, pero hoy despertó feliz y hoy es uno de esos días donde debería estar comportándose como un imbe...

—Puedes cerrar tu boca que ya todos entendimos —lo interrumpió Justin entrando al salón.

Scooter, Alfredo y Martin guardaron silencio en seguida. Justin rió al verlos nerviosos. Sin embargo le causaba gracia escucharlos hablar de él.

—Justin, lo siento, yo no...

—Tranquilo Scooter —rió—. Sé que siempre ando deprimido y que soy insoportable los días en que se cumplen meses de lo que sucedió con Taylor, pero hoy es un gran día y no dejaré que nadie lo arruine —sonrió en grande mirando hacia el balcón.

Alfredo miró a Martin y Martin miró a Scooter.

—Okey chico feliz —Alfredo se levantó de su asiento y lo miró—. Tengo que conversar contigo pero no te quiero arruinar la felicidad.

—Adelante —Justin pensó que nada podría deprimirlo.

—Es sobre Taylor y necesitamos hablarlo a solas.

Justin sintió su corazón latir un poco más rápido y se levantó casi en seguida del sofá. La curiosidad lo mataba por saber que tenía que hablar sobre Taylor Jones.

—Vamos a mi habitación —comenzó a caminar.

—No se olviden que en una hora debemos salir —Scooter les recordó.

Alfredo asintió y siguió a Justin hasta su habitación.

Justin se sentó ansioso en el borde de la cama y miró a Alfredo.

—Justin... —comenzó y Justin lo miró fijamente, haciéndose el indiferente— Sé que es un tema del cual no te gusta hablar, pero conmigo tienes toda la confianza para desahogarte.

—Solo ve al grano —pidió.

—Sé que estás enojado con Taylor, de la misma forma en que ella está algo molesta contigo...

—¿A qué quieres llegar? —Justin se levantó de la cama desesperado y caminó hacia las mamparas de vidrio que daban vista al balcón.

Alfredo suspiró al ver que comenzaba a comportarse como "imbécil" y siguió hablando.

—Hace un mes, cuando ocurrió lo del paparazzi fui a almorzar con ella.

El estómago de Justin se revolvió y su piel quemó. Sentía algo de celos, pero no de los típicos, si no de el hecho de que Alfredo pudo haber estado con ella y él no, de todas formas él no la quería ver y no tenía de que quejarse.

—No me interesa, Fredo... —se giró y miró a su amigo—. Si me llamaste para decirme esto te aviso que no me interesa y me gustaría no escuchar sobre Taylor, menos el día de hoy...

—Ella está mal Justin, no creas que eres el único sufriendo.

—¡No estoy sufriendo!

—Tan solo mírate. Tus reacciones lo dicen todo.

—Basta Alfredo —sintió su estómago doler y desvío su mirada, en esos momentos estaba odiando a su amigo.

—¡Deja de ser un imbécil! Solo te quería decir que ella estaba mal y se puso mucho más mal cuando vio el video en donde salías peleando con el paparazzi —habló rápidamente.

Justin lo miró en seguida y apretó la mandíbula.

—¿Me ves preocupado? —sentía rabia, no quería hablar de Taylor porque le dolía todo el cuerpo con su nombre.

—Rompió en llanto, estaba preocupada por ti, y tú no haces nada más que comportarme como un estúpido —Alfredo sintió rabia al decir esas palabras y se acercó a su amigo—. Solo pienso que ninguno de los dos pueden seguir con esto por mucho tiempo, sé que están dolidos, pero deben hablar y dejar las cosas claras en vez de seguir haciéndose daño.

El corazón de Justin se apretó al escuchar que Taylor había estado llorando y toda su felicidad fue directo al bote de la basura.

—No tengo nada que hablar con ella, todo terminó.

—Todo terminó pero sigues preocupándote por ella y subiendo fotografías a Instagram para causar polémica.

—¡Porque aún estoy enamorado de ella! —gritó y se levantó de la cama empujando a Alfredo contra la pared—. Estoy cansado de que me juzgues a mi y que todo el mundo lo haga, porque yo no le hice nada. ¿Crees que ella es la única que sufre y es la víctima? Estás bastante equivocado porque ella me rompió el corazón y quizás yo también se lo rompí, pero las relaciones son de dos y ninguno tiene más culpa que el otro. Estamos iguales. Estoy bastante dolido y estoy cansado que todo el mundo se entrometa y no me dejen vivir mi dolor solo, pero debo aguantar todos los días lo mismo porque así es mi vida, así es la fama, tengo que soportar que la personas sigan poniendo más sal en la herida.

Alfredo abrió los ojos y alejó a Justin de su cuerpo con un empujón. Se quedó mirando fijamente hacia Justin quien tenía lágrimas en los ojos y sin pensarlo dos veces lo abrazó. Se sentía culpable por estar presionando a Justi, sin antes pensar en cómo se sentía él.

—Lo siento, hermano —susurró y golpeó su espalda—. Es solo que me desespera verlos a los dos mal y que tú seas tan indiferente sabiendo que te importa mucho.

—Ser indiferente es mi barrera para no sufrir más de lo que he sufrido, siento que nunca podré superarlo.

—Sigo pensando que deberían hablar las cosas, no digo que se den una oportunidad, pero podrían quedar con una buena relación, sin guardar rencores entre ustedes.

Justin tomó aire sabiendo que Alfredo tenía razón y miró sus zapatos preguntándose cómo sería una conversación entre Taylor y él, después de todo lo que vivieron aquella noche hace cinco meses atrás.

Justin Bieber.

El guardaespaldas abrió la puerta de la camioneta y en seguida varios flashes comenzaron a impactar contra mi cara. Puse mis gafas en seguida y con una sonrisa bajé del auto saludando a los paparazzis. Caminé hasta la entrada privada del festival y pude ver que varios artistas se encontraban en la entrada, comencé a caminar rápido pero cuando los paparazzis comenzaron a atacarme con preguntas detuve mi paso para caminar lentamente, era interesante escuchar rumores.

—Que bueno verte Justin, ¿cómo haz estado? —preguntó un moreno a mi lado.

Sonreí a la cámara y levanté el pulgar.

"¿Conoces a Neels Visser? Acaba de llegar junto a varias modelos."

"¿Qué opinas de la supuesta amistad entre Taylor Jones y Neels Visser? Esta noche no se han separado y los rumores sobre una supuesta relación no pasan desapercibidos"

"Neels admitió querer algo más con ella"

"¿Dónde está Sofia Richie?"

"¿Es verdad que tienes un nuevo álbum escrito aparte de Purpose?"

Miré hacia el rubio paparazzi, quien tenía un micrófono sobre mi cara y alejé mi vista de su cámara. Logré sacármelos a todos de encima cuando Alfredo me tiró hacia el backstage y recién ahí pude sentirme tranquilo.

—No sé como los soportas a diario —rió Mike, mi guardaespaldas, mientras caminábamos.

No le preste atención y fije mi vista en mis pies mientras caminaba. Mi corazón estaba latiendo con prisa y creo que tanto ruido a mi alrededor empeoraba la situación, me sentía sofocado.

—¿Qué hay entre Taylor y Neels Visser? —pregunté hacia Alfredo sin poder aguantarlo.

Alfredo abrió los ojos y me miró fijamente.

—No lo sé —musitó.

Me estaba doliendo el estómago de tan solo pensar.

—Es obvio que lo sabes.

—No he hablado con ella Justin, quizás Martin sabe.

—Garrix hace bastante no se junta con...

—La semana pasada salieron juntos.

Bufé con molestia y comencé a caminar dejando a Alfredo atrás. ¿Será que todos mis amigos tienen que seguir teniendo contacto con ella?

—No te imagines cosas —llegó a mi lado.

—No me estoy imaginando nada.

—Entonces habla con ella, dijiste que lo ibas a hacer, ¿o eres un cobarde? —elevó una ceja.

Gruñí bebiendo de mi botella de agua y desvíe la mirada, Alfredo sabía perfectamente como provocarme.

—No soy un cobarde.

—Entonces demuéstralo y mira a tu izquierda.

Rodeé los ojos y me giré hacia la izquierda. Bajé la botella de agua, mientras mi boca se abría y sentía mis ojos casi salirse de su órbita, mi corazón comenzó a latir con fuerza y me sentí más nervioso que nunca. No podía ser posible justo hoy.

Taylor estaba a varios metros de mi disfrutando del festival junto a el Gigi y Neels. Me giré nuevamente y Alfredo sonreía levemente.

—Solo una cosa te voy a pedir —murmuré y me miró fijamente—. No te entrometas en esto Alfredo, es asunto mío, yo sé que debo hacer y cuando hacerlo, déjame en paz. Eres mi amigo y te aprecio, pero es mi vida personal.

Su sonrisa se borró y bajó la cabeza. Lo dejé solo y caminé hacia mi izquierda en busca de Scooter. Sentí mi corazón ahogarse cuando caminé cerca de Taylor hasta que finalmente estuve lejos, no podía creer que justo hoy que se cumplían cinco meses desde que terminamos, me la encontraba en un festival, un festival al que solíamos venir los dos juntos.

La tarde pasó tranquila, me mantuve bien alejado del centro del backstage y disfruté del festival en un rincón junto a todo mi equipo. Con Alfredo no volvimos a dirigirnos la palabra, y yo no tenía planeado hacerlo; siempre había depositado toda mi confianza en él, era con el único que podía hablar de mis profundos sentimientos y en estos momentos me sentía algo traicionado, traicionado por su confianza, él no tenía porqué juzgarme si no sabía de qué forma me sentía yo en mi interior, no tenía porqué obligarme a hacer cosas que no quiero o de las cuales no me siento preparado. No tiene porqué obligarme a hablar con Taylor si yo no me siento preparado.

Solté un suspiro tratando de dejar el tema de lado, me hacia mal todo lo que involucrara el nombre "Taylor".

Miré como toda la gente saltaba y gritaba con el ritmo de Martin, sin duda era el mejor Dj.

—¿Dónde está Justin? —Scooter llegó gritando. Me miró fijamente cuando me encontró y siguió gritando— Sales en quince minutos.

Asentí y desvíe mi mirada. Choqué con unos preciosos ojos verdes y sentí mi estómago dar vueltas. La miré de pies a cabeza y no pude evitar lamer mis labios, sus ojos seguían fijos en los míos y  mi corazón ya había comenzando a latir con fuerza.

Taylor Jones.

El festival dio por finalizado horas más tarde y todos nos dirigimos a un restaurant que estaba en un muelle de Santa Bárbara. La tarde había pasado increíblemente tranquila, a pesar de que choqué miradas con Justin, me estaba logrando sentir tranquila.
Sus ojos había conectado con los míos dos veces en todo el día y con eso ya sentía mi día completamente hecho, porque algo que siempre iba a destacar de él iban a ser sus ojos, los cuales podían transmitir sentimientos que solo yo podía comprender.

Caminé hasta la terraza que daba vista a la playa y me quedé un largo rato ahí. En ese lado del Restaurant no había nadie, estaba todo oscuro y alumbraba solamente una vela. La noche estaba estrellada y y el cielo estaba lindo.

Cinco meses, cinco meses se cumplían desde que mi corazón comenzó a experimentar lo que es estar roto; no me sentía para nada contenta por el simple hecho de que me sentía igual que hace cinco meses atrás, rota por dentro y por fuera.

Sentí unos pasos detrás de mi, pero no me importó, seguí mirando hacia el lindo cielo mientras mi corazón latía con lentitud.

—Pensé que nunca tendría las agallas de volver a hablar contigo —silencio—, pero aquí me tienes, con el corazón roto y con unas malditas ganas de hablarte, de saber de ti y de saber si te sientes de la misma manera que yo.

Esa voz.

Giré mi cabeza y sentí una corriente de asombro, nervios y cosquillas recorrer mi cuerpo. Mi corazón dio un vuelco y me atragante con mi propia respiración.

—Justin...

Se encontraba mirando el cielo, al igual que yo hace unos segundos, bajó la vista para mirarme fijamente y sentí como el oxigeno abandonaba mi cuerpo.

—Respóndeme Taylor, dime si soy el único sintiéndose tan perdido —pidió—. Esto me está matando, me estoy ahogando, no lo soporto y no quiero saber que soy el único que se siente así.

Escuché su voz quebrarse y mi corazón se volvió a quebrar en más pedazos al mismo tiempo.

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Maratón 1/2.

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