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Capitulo 43

Taylor Jones.

Miré con cuidado el sobre blanco que sostenía entre mis manos y sonreí con cautela.
No lo podía creer y menos viniendo de alguien tan cerrada de mente como yo. Tenía mi futuro y el futuro de Justin entre mis manos, el examen que confirmaba mi embarazo.

No todo fue tan fácil como lo creí, varias veces dudé y nuevamente quise salir corriendo, pero luego pensaba en todo lo lindo que sería tener un bebé y lo muy feliz que haría Justin. También sería una forma de dar vuelta la pagina finalmente y comenzar una relación mucho más sólida, con el fruto de nuestro amor.

Las primeras semanas no fueron fáciles, Justin no entendía porqué yo prácticamente quería hacer el amor con él todos los días, cuando siempre solíamos hacerlo dos veces a la semana, pero de todas formas él jamás se negó, de hecho disfrutó ese cambio en mi. Cuando me hice el test de embarazo dos semanas más tarde, este dio negativo y mi mundo se vino abajo, no le dije a Justin, pero aún así lo seguí intentado, y fue solo ayer cuando llegué a la clínica y la doctora me confirmó que tenía tres semanas de embarazo, lo más raro era que yo no había sentido ningún síntoma, pero aún así los exámenes de sangre lo decían, tenía tres semanas de embarazo.

Al principio quise salir corriendo asustada, cayendo en la realidad de lo que había hecho, pero ahí estuvo Gigi, tranquilizándome y recordándome que yo misma había querido esto y que no estaba mal. Iba a ser mamá con tan solo veinte años, pero aún así agradecía que yo misma haya decidido tener un bebé.

Justin aún no lo sabía, pero hoy lo sabría sin excepción alguna. Estábamos en Nueva York ya que habíamos decidido venir a pasar un tiempo acá. Ambos ya habíamos hecho finalmente pública la relación y también el descanso que nos daríamos de la industria.

Me sentía algo asustada y desesperada, asustada por no saber qué reacción tendría él después de todo y desesperada por decírselo ya.

Miré la ciudad de Nueva York a través de los ventanales y quise gritar cuando sentí las mariposas revolotear con entusiasmo. Era jodidamente justo y lindo que cerráramos una etapa de nuestra vida en esta ciudad.

Justin había salido temprano con Scooter y llegaría por la tarde, por lo que mi especie de plan se encontraba listo y esperando.

Tomé el bolígrafo y con mis manos temblando comencé a escribir.

"Amor, sé que debes estarte preguntando el porqué de esta nota y en donde diablos estoy metida, pero te prometo que si sigues leyendo lo sabrás.

Verás que las cosas últimamente han marchado mejor de lo normal y eso es algo que me tiene muy feliz y satisfecha.

Hoy tengo algo muy importante que comentarte, algo que creo que cambiará nuestras vidas y destinos, el mismo destino que nos cruzó, algo que sé que te hará feliz y me atreví a dejarlo suceder ya que siento que mi único deber es hacerte feliz de la misma forma en que tú me haces feliz.

Top of the rock solo para nosotros dos, te espero 🖤

-Tay."

Sé que probablemente un simple mensaje hubiese bastado, pero no, yo quería hacer esto especial, y aunque aquella pequeña nota no fuera del todo una carta, le daría mucho más misterio al asunto y lo haría un día especial de alguna manera.

La dejé sobre la cama perfectamente tendida y entré a la ducha con bastante emoción. Dejé que el agua refrescara mi cuerpo y luego de bastantes minutos acariciando mi plano vientre y haciéndome la idea de que tenía una vida dentro de mi.

Me coloqué un vestido verde esmeralda que combinaba con el color de mis ojos, sabía que a Justin le gustaba esa combinación. También esparcí por mi cuerpo aquella loción con olor a fresas que en más de una ocasión él me había comentando que lo volvía locos. Remplacé los tacones por unas sandalias con tirantes y me maquillé lo suficientemente natural como para salir a la calle y resaltar mis ojos.

Miré el reloj, media hora para la llegada de Justin; tenía media hora para salir del hotel.

Ignoré todo tipo de flash existente y gracias a mis lentes pude llegar rápidamente al auto donde uno de los guardaespaldas de Justin me esperaba. No tardé mucho en llegar a mi destino ya que el tráfico andaba rápido. Bajé del auto sin ni siquiera escuchar las palabras del guardaespaldas y me adentré al edificio para llegar lo más rápido hasta lo alto. Quise gritar de emoción cuando me encontré frente a una linda mesa servida para dos y con la linda vista del atardecer en Nueva York, al mismo tiempo que las mariposas revoloteaban en mi estómago por la ansiedad. Me mordí los labios admirando el lugar y quise darme una palmada en la espalda por hacer algo tan bueno.

El vibrador de mi teléfono me hizo sobresaltar y con mucha rapidez busqué en mi bolso. Al encontrar el aparato una gran sonrisa se formó en mi cara al leer el nombre de Justin en el remitente. Descolgué el teléfono y me mordí los labios esperando escuchar su voz.

—Voy en camino, doncella.

Mis mejillas se estiraron hasta más no poder.

—No tienes que mentirme, te conozco.

—Está bien, voy en el elevador —rió.

—Te estoy esperando.

—Así veo —murmuró a través del teléfono, en el mismo instante en que las puertas del elevador se abrían.

Colgué el teléfono con una sonrisa y corrí a sus brazos, abalanzándome sobre su cuerpo.

—Hola, cariño —susurró con su aterciopelada voz, causando muchos escalofríos en mi piel.

—Te extrañé —rocé sus labios.

—Fueron pocas horas, pero te extrañé más —elevó sus pupilas hacia las mías y mi estómago se hundió bajo el hermoso brillo de sus ojos.

Abrí mis labios y acaricié los suyos con delicadeza, besándolo con lentitud, pero a la vez con todo el Amor que pude reunir.

—Mmm —gimió al separarse solo unos centímetros de mi— ¿Sabes lo mucho que me encantan tus besitos? Sobre todo la deliciosa sensación de tenerte contra mi boca.

—A mi me gusta cuando me besas mientras me haces el amor.

—No me mientas, te gusta cuando te besó en otra parte —sonrió pícaramente.

Mi boca se abrió con indignación y quise reír por la forma que tomó su cara. Golpeé su hombro y me tapé la cara con las dos manos.

—Acabas de matar el momento romántico, Justin.

—Yo siempre soy romántico —elevó las cejas.

Besé su nariz negando con la cabeza y me deshice de sus brazos con delicadeza.

—Puede pasar a la mesa, caballero —hice un ademán con mis manos, mostrando la mesa.

Su cara se tornó en una linda mueca de confusión, pero sentí mi cuerpo relajarse a medida que una linda sonrisa se formaba en sus labios mientras admiraba con cada detalle el lugar.

—¿Te gusta? —lamí mis labios, esperando ansiosa su respuesta.

—Nunca antes había estado aquí, pero... la vista es hermosa y todo esto luce muy elegante y lindo... ¿Tu lo has hecho?

—No me quiero llevar todo el crédito, lo he hecho con ayuda de algunas personitas —me elevé de hombros.

—Por lo que sé, este lugar está siempre lleno de turistas, no sé cómo lo has hecho para reservarlo —se sentó frente a la mesa.

—Por algo me dicen Taylor Jones —hice un perfecto movimiento con mi cabello sentándome a su lado.

Rió levemente y me robó un pequeño beso.

Tomé la campanilla que reposaba sobre la mesa y la moví, en seguida un mesero llegó con una bandeja y un aperitivo junto a un agua mineral.

—Buenos días, mi nombre es Will, está noche los atenderé y estaré a sus órdenes.

Justin me miró sorprendido y yo solo me elevé de hombros.

—Gracias Will —sonreí hacia él.

Will sirvió los vasos y luego se retiró.

—¿Agua? —Justin elevó una ceja, mirando con una sonrisita mi vaso— Se supone que no modelarás en un año, no necesitas cuidar tu peso.

—Siempre hay que ser saludable.

—¿Quieres probar este trago? Sé que contiene un vodka exquisito —me ofreció.

Mi boca se hizo agua literalmente.

—No puedo beber alcohol, Justin —rodeé los ojos como si fuera la cosa más obvia del mundo.

—¿Qué? ¿Por qué? —elevó una ceja.

Cuando la realidad me golpeó, abrí los ojos a más no poder. Él no lo sabía y yo casi había metido la pata.

—Cosas de mi supuesta dieta —mentí.

Will volvió esta vez con una bandeja que contenía dos platos de comida. Los bajó frente a Justin y frente a mi y nuevamente repitió algunas palabras cordiales antes de marcharse.

—Todo esto es muy lindo —Justin
sonrió—, pero nada se compara contigo, ni siquiera la hermosa vista que tengo a mis espaldas.

Bajé la vista algo sonrojada y levanté los cubiertos para comenzar a degustar la comida.

—A comienzo de nuestra relación creí que eras lindo y dulce porque era el comienzo, pero ya han pasado siglos y sigues siendo igual de dulce y hermoso. Yo... creo que soy todo lo contrario.

—Eres linda... —Justin frunció el ceño—, eres dulce y a pesar de tener personalidad en tu trabajo, te sonrojas y te intimidas con facilidad algunas veces. Así me gustas, así me enamoré de ti.

—Aún así cuando soy celosa... llego a ser enferma y lo reconozco...

Justin suspiró suavemente y dejó sus cubiertos a un lado, llevó una mano a mi mejilla y por la forma en que sus ojos me miraron, supe que me diría algo que lo tenía preocupado.

—He estado pensando sobre eso hace un tiempo, y tú no eres la culpable de todo, yo creo que los dos tenemos mucho que ver, la relación siempre es de dos y...

—¿Qué quieres decir?

Lo conocía, mientras Justin más divagaba era porque tenía algo que decir bastante serio.

—Veras, he encontrado a una doctora súper buena, es...

—¿Terapia de pareja? —deje mi cubierto caer.

—Amor... no quiero que te sientas ofendida o algo, yo solo pienso que es lo mejor, empezar desde cero, y si queremos que todo esto siga bien y funcione...

Bebí de mi vaso tratando de procesar sus palabras y no sentirme enferma. Al fin y al cabo el tenía razón, por más que tratáramos de dejar el pasado atrás, en cualquier pelea terminábamos mencionándolo y recordándolo todo.

—Tienes razón, Justin. Creo que es lo correcto.

Limpio su boca con el pañuelo sin dejar de mirarme. Me estaba analizando, lo conocía tan bien y él a mi. Él me estaba analizando.

—Hay algo que te molesta. No me mientas.

—No... es solo que me entristece pensar a lo que hemos llegado.

—A muchas parejas les pasa amor.

—Tienes razón, yo solo... —negué con la cabeza sin saber qué decir— estoy de acuerdo, además, si queremos comenzar desde cero esto nos ayudará y sobre todo ahora qué hay algo importante que nos une aún más —suspiré.

—¿Qué cosa? ¿De qué hablas?

—Justin yo...

Llegó el momento, era ahora o nunca. Se encontraba mirándome curiosamente mientras masticaba un trozo de carne, quise besarlo pero no era el momento. Mi corazón comenzó a latir con rapidez, pero aún no sabía si decírselo o no. En realidad no sabía como decírselo. Quería que fuera especial, esencialmente porque era una noticia que yo sabía que lo alegraría, pero creo que la cena y el lugar no bastaba para hacerlo especial. Había metido la pata, debería haber esperado un poco más.

—Me preocupas y me tienes ansioso a la vez, cariño —puso su mano en mi mejilla y quitó algo de cabello que molestaba en mi cara.

¿Qué iba a hacer? No podía llegar y decirle "estoy embarazada", quizás no era tan terrible, pero yo quería que fuera especial, siempre lo había anhelado.

Me levanté de la silla dejándolo solo y caminé hasta un ventanal para mirar la ciudad, y lo rápido que la gente transitaba. Me estremecí cuando sentí las manos de Justin en mi vientre, me estaba abrazando desde la espalda. El hecho de que estuviera acariciando mi vientre me ponía aún más de los nervios, pero luego recordaba que él no tenía ni idea de que significaba en esos momentos.

—Sé lo que te sucede, solo quiero oírlo de tu boca —susurró en mi oído.

En ese momento quedé sin aire en los pulmones, y el poco aire que me quedaba se quedó atascado en mi garganta. Sentí mi corazón salir volado y mis piernas temblar.
¿Él solo sabía?

—¿Ju-Justin? —murmuré con dificultad, dándome la media vuelta para quedar frente a él.

Sus ojos brillaban aún más que antes, incluso sonreía con seguridad, sabiendo que me estaba matando de la emoción y sorpresa.

—Te conozco perfectamente, Taylor. Tus cambios de humor, tus intenciones y lo que causas en mi. Estás embarazada, tendremos un bebé —susurró— ¡Tendremos un hijo!

Mi boca se abrió y en ese mismo instante mi corazón dejó de latir. Su sonrisa se ensanchó aún más y su mano dejó de acariciar mi vientre para pasar a acariciar mi mejilla.

—¿Cómo lo...

—Digamos que algo tenían que explicar las cajas de pruebas de embarazo en el basurero, mis náuseas y vomitos, y el hecho de que tú quisieras hacer el amor prácticamente todos los días... ¿tú has querido esto?

Sus ojos se apoderaron de los míos con brutalidad, lucia serio, pero no estaba enojado, solo se veía curioso y con ganas de explicaciones que yo estaba dispuesta a darle.

Su dedo atravesando mi mandíbula calmó el temor en mi cuerpo.

—¡Sorpresa! —me maldije interiormente al no saber que mas decir.

Su cara dejó de lucir confundida y comenzó a reír en silencio, mirándome fijamente. Sus brazos me aplastaron contra su pecho y sus labios besaron mi frente.

—¡No puedes ser más perfecta! —tomó mis mejillas.

Esto era exactamente lo que quería sentir, quería sentir la hermosa sensación de tenerlo feliz y emocionado frente a mi.

—Yo solo quería hacerte feliz.

Sus ojos brillaron más de lo normal, y cuando una gota se deslizó por su mejilla, comprendí todo; se había emocionado.

Bajó sus manos hasta mi vientre sin dejar de mirarme y lentamente comenzó a inclinarse. Solté un gran suspiro sin saber que hacer ni decir, pero cuando su boca tocó mi abdomen, lo besó y lo acarició, sentí de todo. Él estaba siendo tan dulce y lindo, más de lo que llegué a imaginar.

Quizás yo no quería decírselo de esta forma, incluso no me esperaba que él lo sospechara, pero este momento jamás lo cambiaría, por nada en el mundo.

—Estoy tratando de hacerme la idea, Taylor —levantó sus hermosos ojos para mirarme, aún seguía inclinado frente a mi vientre—. Es verdad, sospechaba lo del embarazo, pero no me quería hacer ilusión por la forma en que terminó todo la última vez, pero ahora que lo has confirmado, me has dejado sin palabras. Solo sé que te amo demasiado y que me he convencido de que este es el comienzo que tanto estábamos esperando.

Veía sus lágrimas correr y al mismo tiempo sentía mis ojos nublarse. Tiré de él para tenerlo de pies frente a mi nuevamente, y me refugié en sus brazos, inhale su olor y cerré los ojos. Se sentía tan bien la tranquilidad que él y el hermoso momento nos brindaba.

—Taylor —su ronca voz me hizo abrir los ojos.

—¿Qué? —sonreí.

—Vamos a ser papás. Tendremos un hijo —se separó de mi.

—Sí, tendremos un hijo —asentí.

Sus brazos me rodearon con fuerza de un momento a otro, y cuando menos lo sentí, todo comenzó a girar a mi alrededor.
Reí con fuerza mientras Justin me seguía dando vueltas en el aire.

—Abre los brazos, siente la libertad.

Y así lo hice, abrí los brazos y sentí el aire llenar todos los huecos existentes en mis pulmones. Me abracé de su cuello con fuerza y besé sus labios hasta que estuve nuevamente de pies en el suelo.

La gran sonrisa en su cara era exactamente todo lo que me llenaba.

—¡Vamos a tener un hijo, Tay! —murmuró llevándose las manos a la cabeza— ¡Vamos a tener un bebé! ¡No lo puedo creer!

—Sí, lo haremos —reí con ternura.

—¡Vamos a tener un hijo! —se acercó hasta la mampara de vidrio— ¡Voy a tener un hijo! —gritó con fuerza, abriendo los brazos y dejándose caer en el suelo.

En seguida corrí hacia él y me abracé de su cuerpo, sin dejar de sonreír y de sentir esa corriente a través de mi estómago.

—Vamos —murmuró.

—¿Dónde? —fruncí el ceño.

—A casa para hacer el amor —mordió despacio mi labio inferior.

Mis mejillas tomaron algo de color, pero de todas formas asentí levemente.

Entramos a la habitación del hotel tomamos de la mano, mis piernas temblaban ligeramente, pero las palabras realmente eran innecesarias en ese momento.

Entramos a la habitación de Justin en silencio y caminé junto a él hacia la ventana. Me miró con una sonrisa que yo conocía muy bien y solo pude apretar mis piernas para no derretirme ahí mismo.

Me giró lentamente y yo tan solo cerré los ojos, sentí sus manos tocar mi cintura y mi piel se erizo completamente.

—Te voy a hacer el amor esta noche —susurró.

Mordí mi labio para no dejar escapar el gemido que tenía retenido y solo boté todo el aire existente.
Bajó el cierra de mi vestido lentamente y luego bajó un tirante, dejando mi hombro y parte de mis senos expuestos. Sus labios hicieron contacto con la piel de mi hombro y besó allí con bastante delicadeza y pasión, haciendo que mis bragas se mojaran finalmente. Tiré mi cabeza hacia atrás, afirmándome en su hombro y solté un pequeño jadeo mientras Justin mordía la piel de mi cuello.
Hace bastante tiempo no teníamos un momento tan caliente y romántico como este. Las últimas veces, en las cuales yo exigía el sexo casi todos los días, era cosa de hacerlo y listo, ahora todo era distinto, gracias a Dios.

—Siénteme Taylor —susurró y con sus manos tomó mis caderas para hacer que mi trasero se aplastara con su pelvis.

El gemido que salió de mi boca, representó todo lo que sentí, él estaba muy excitado, y sus pantalones lo dejaban en evidencia.

—Justin —susurré cuando mi vestido calló por completo al suelo y sus manos remplazaron mi brazier.

Acarició mis senos llevándome mucho más allá de lo que podía resistir en ese momento y finalmente me giró dejándome frente a él,
En ese momento me percaté de que su ropa seguí intacta, así que lo besé y comencé con mi trabajo, deshaciéndome de su camisa y sus pantalones con agilidad. La vergüenza se fue de mi cuando lo vi cerrar sus ojos y me atreví a tocarlo por sobre el bóxer, logrando hacerlo respirar con pesadez y caliente.

Sus brazos me tomaron desprevenida y me elevó con fuerza en el aire. Enredé mis piernas en sus caderas y él me estampó contra la pared más cercana, haciéndome sentir su dureza con bastante fuerza.
Algo palpitaba en mi, y no era mi corazón.
Miré sus ojos mieles, los cuales no me perdían de vista y estaban bastante dilatados. Aproveché de acariciar los músculos de su espalda y me abracé de su cuello.

—¿Qué esperas para tumbarme en la cama? —susurré.

Con bastante rapidez me dejó sobre la cama y se deshizo de mis bragas de un solo tirón, bajo sus besos desde mis senos hasta mi estómago, y ahí se detuvo, lo besó y acarició lentamente, teniendo mucha más delicadeza y luego continuó con sus besos hasta llegar al punto débil en donde me volvería loca.

—Justin... no...

El aire en mi garganta se atascó y mis ojos se abrieron a más no poder cuando su boca prácticamente comenzó a comer toda mi parte íntima. Me agarré con fuerza de las sabanas y lo miré fijamente, lo cual fue un grave error porque eso logró llevarme mucho más allá.

Estuve a centímetros de alcanzar el cielo, pero él lo sabía y al parecer no quería que lo hiciera, ya que se deshizo de su ropa interior y volvió hasta mi altura, sonriéndome y besándome en la boca con mucha dulzura.

Su erección rosaba en mi y eso solo logró volverme loca, por lo que con mis piernas le obligué a dejarse caer sobre mi y entró en mi interior de un viaje.

Esto era el cielo, era mucho más que el mismísimo cielo.

—Mi amor —susurró tomando mis mejillas mientras se hundía lentamente pero a la vez con fuerza en mi interior.

Elevé mis caderas porque necesitaba sentirlo más y cerré los ojos enredándome en el placer mientras él se dedicaba a comer mis labios.

Alcanzamos nuestro limite juntos, y creo que eso fue lo mejor, cuando se volvió loco y gruñó acelerando sus movimientos, repitiendo a cada segundo lo mucho que yo le encantaba y que me amaba.

Lo abracé con fuerza cuando llegue a mi fin y cerré los ojos tratando de recuperarme en la cama.

Estuvimos mucho tiempo en silencio, sin decir nada, mirándonos y acariciando nuestros cuerpos  por debajo de la sábana, nuestras miradas expresaban lo mismo, expresaban lo íntimo que había sido ese momento..

—¿Quién más lo sabe? —se giró lentamente hacia mi y envolvió sus brazos en mi cintura.

Acaricié su rostros, el cual lucía bastante sereno y besé castamente sus labios antes de acurrucarme en su cuello.

—Gigi, Romee, mi madre y mi manager —suspiré.

—¿No crees que yo debería haber sido el primero en saberlo? —elevó una ceja.

—Acabas de decirme que lo sospechabas.

—Sí, lo sospeché por las pruebas de embarazo y porque yo sentí los síntomas, pero me gustaría haberlo sabido primero.

Fruncí el ceño y analicé su rostro, no había señal de molestia pero de todas formas igual entendía su punto.
Sus ojos ya no brillaban tanto cómo antes, pero conocía la forma en que me miraba, con algo de ternura y amor.

—Lo siento, no sabía como decírtelo —suspiré—. Quise quedar embarazada para darte la sorpresa y necesitaba comentarlo con Gigi.

La mueca d esa cara desapareció y volvió a sonreír, con una linda sonrisa  muy sensual.

—Está bien —acarició mi mejilla—. Ahora estoy comprendiendo muchas cosas, como las que mencioné y muchas más —su dedo índice delineó mis labios levemente.

—¿cómo cuales? —me apreté aún más a su pecho.

Justin rió con ternura y sin dejar de mirarme tomó mi mano y comenzó a besarla.

—El hecho de que tenías un Aura más distinto, te me hacías más hermosa de lo que ya eres —murmuró entre beso y besó en mi mano—, no quiero decir que antes no lo eras, pero si antes no habían palabras para describir tu hermosura, ahora no hay vocabulario.

—Lindo —susurré.

—Quiero hacer una cena para darles la noticia a nuestros amigos, Alfredo, Martin, Scooter, tus amigas de Victorias Secret, y los más cercanos.

—Me parece genial —asentí—, pero igual me gustaría tenerlo en secreto por un tiempo, no quiero a los medios encima ahora. Quiero tranquilidad y quiero estar contigo, nada más.

—Créeme que yo quiero lo mismo —besó mi frente y se separó solo un poco para mirarme.
Sonrió y comenzó a reír lentamente, ni siquiera sabía el porqué, pero comencé a reír con él y lo abracé con fuerza.

—Te amo.

—Yo igual te amo, mucho —respondió.

—"I found a love for me
Oh darling, just dive right in and follow my lead
Well, I found a girl, beautiful and sweet
Oh, I never knew you were the someone waiting for me
'Cause we were just kids when we fell in love
Not knowing what it was
I will not give you up this time
But darling, just kiss me slow, your heart is all I own
And in your eyes, you're holding mine —cantó en pequeños susurros—.
Baby, I'm dancing in the dark with you between my arms
Barefoot on the grass, listening to our favourite song
When you said you looked a mess, I whispered underneath my breath
But you heard it, darling, you look perfect tonight"

Suspiré cuando dejó de cantar y me abrazó con fuerza, miré sus ojos mieles, los cuales habían vuelto a brillar con dureza, y le daban esa luz especial a su hermosa carita. Acaricié su mejilla con mi dedo sin dejar de mirarlo y pegué mi frente a la suya, él se encontraba mirando mi cara en silencio y la mayor parte del tiempo mirando a mis labios.

—Está es definitivamente nuestra etapa —susurró—, somos unos niños, unos niños pequeños que cometieron muchos errores en el pasado, pero a pesar de eso nos amamos tan fuertemente que por eso estamos aquí reunidos nuevamente. Ahora que las cosas están su horizonte, Dios no ha puesto una nueva prueba, una prueba más grande y que vamos a tomar con mayor responsabilidad —acarició mi cintura—. Hoy comienza una nueva etapa en nuestras vidas, una etapa que estoy dispuesto a vivir si o si, con la única condición de que me ames de la misma forma en que te amo, pero de esto estoy seguro. Vamos a tener un bebé, algo que demuestra que tan real es nuestro amor y nuestra relación, así que en esta nueva etapa voy a dar lo mejor de mi para seguir amándote con kocura y sobre todo amar de la misma forma a nuestro hijo —se enderezó y tomó mi cara. Te amo, Taylor, y te voy a amar siempre y a proteger de todos, lo juro por lo más sagrado. Tú y mi pequeño —tocó mi vientre—, son mi familia, lo más preciado que tengo en esta vida —me besó.

Dejé escapar un sollozo y recién ahí noté que mis mejillas estaban húmedas. Esas palabras habían tocado hasta lo más profundo de mi ser, haciendo que todo en mi interior se revolviera.
Creo que no habían palabras para describir lo que él me causaba y lo tanto que lo amaba.

Volvimos a hacer el amor y le repetí mil veces lo mucho que lo amaba.

Finalmente me sentía en paz y tranquilidad, al fin ya no más pasado. Ese bebé era la bendición más grande que ambos habíamos estado esperando.

Un hijo, un hijo mío y del primer y único amor de mi vida.


Justbiebssg presentó Fame.

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