Capitulo 4
"Polémicas fotos del ídolo del pop y la modelo Sofía Richie, han salido a la luz"
Deje de hacer zapping en la televisión. Algo me decía que no viera la nota del subtítulo, pero de todas formas lo hice.
"El ídolo canadiense, luego de su gran presentación en los VMAs, se dirigió al "after party" donde varias fuertes confirmaron verlo bailar muy apegado a la modelo de diecisiete años; varías fotos han sido captadas pero aún no han salido a la luz; sin embargo, hemos captado fotos y videos de ambos artistas saliendo muy acaramelados del after party y entrando de la mano al hotel del canadiense en Upper East Side; donde está mañana han sido sorprendidos en la piscina del hotel en un acto muy comprometedor. ¿Será esto el comienzo de una importante relación entre el ídolo canadiense y la hija de Lionel Richie?"
Apagué el televisor en seguida y me recargué en el sofá, sentía mi corazón bombear con fuerza y me obligué a cerrar los ojos
Esto no podía estar pasando. El no me podía hacer esto.
¿Tan rápido se había olvidado de mi?. Habíamos terminado hace solo cuatro malditos meses.
Una lagrima cayó en la palma de mi mano y recién ahí noté que estaba llorando. Suspiré tragándome el nudo en la garganta y me obligué a no llorar por él. Ni Justin, ni esa chica engreída merecían mis lágrimas.
—Dímelo nuevamente. —suspiré dejándome caer sobre su cuerpo.
Sus brazos me rodearon lentamente y acarició mi espalda sonriéndome.
—Te amo demasiado, Taylor —susurró a centímetros de mi boca—. Eres la única chica que voy a amar en toda mi vida, nunca te cambiaría por nadie, te lo juro.
—Te amo mucho —lo besé y sonreímos en el beso.
Sollocé al recordar semejante estupidez y en menos de dos segundos mi teléfono se encontraba hecho trizas en el suelo. Él era un imbécil, un imbécil. Después de mirarme como un tonto mientras cantaba One Life, se iba con esa niña.
Él no cumplía sus promesas, en cambio yo sí las cumplía, a pesar de todo lo seguía amando como el primer día y por esa misma razón en estos momentos solo tenía ganas de desaparecer y destrozar todo a mi alrededor.
Tomé el iPhone de emergencia y en menos de cinco segundos el nombre de Alfredo relucía en la pantalla. No podía quedarme con las dudas. Justin me interesaba demasiado para ignorar esto.
—¿Taylor? ¿Eres tú? ¡Dime que esto no es un sueño y me estás llamando! —su emotiva voz resonó al otro lado del teléfono y no pude evitar sonreír.
—Hola, Fredo. Sí, soy yo. —sonreí con melancolía y me deje caer en el sofá.
Me estaba doliendo demasiado la cabeza y mi vista estaba demasiado nublada.
—¿Estás bien, caramelo? ¿Haz estado llorando? Tu voz suena...
—Solamente dime si es verdad —sollocé.
Maldije los mil Dioses en ese momento. No tenía que romperme, no debía dejar que me afectara, él ya no era nadie en mi vida, pero maldita sea, me había marcado tan duro, él era mi chico, mío. Me dolía el alma pensar que estaba en los brazos de otra. Lo conocía profundamente, conocía todos sus secretos, lo conocía de pies a cabeza, y me dolía pensar que otra lo podría estar consolando, viendo su perfecta sonrisa o riendo con el, cuando eso solo lo hacía yo.
—Caramelo...
—¡Solo dime la verdad! Me duele maldita sea, me duele demasiado...
—Dulzura escúchame, es verdad, pero no te dejes llevar por...
Es verdad.
Yo ya no le importaba ni un poquito.
—¡Es un imbécil! —sollocé— ¿Tan rápido se olvido de mi?
—Él no te ha olvidado, Taylor.
—Mira como lo demuestra.
Colgué la llamada y lancé nuevamente el teléfono lejos, abracé el cojín y sollocé una vez más, por la misma persona que había estado causando mis lágrimas desde hace cuatro meses.
—¡Se acabó! —grité lanzando la lámpara al suelo— ¡Todo se acabó!
Lo miré y noté como sus ojos se abrían sorprendidos, trató de acercarse a mi, pero él mismo se detuvo y su expresión cambió repentinamente de arrepentimiento a enojo.
—¡Estoy jodidamente de acuerdo! No te soporto —soltó atacándome con la mirada—, espero que no te arrepientas de alejarte de mí, de mi fama y de mi dinero, te convienen y te convenían mucho, nena.
Sentí todo dentro de mi revolotearse y me acerqué para darle una bofetada, pero me agarró la mano quedando a centímetros de mí. Miró mis labios y trato de acercarse pero lo empujé. El no me podía estar diciendo semejante estupidez después de todo lo que habíamos vivido juntos.
Antes de que notara por milésima vez mis lágrimas, me giré y le di la espalda.
—Lárgate, Justin. No te quiero ver.
Sentí su mano en mi hombro y rápidamente la saqué con un manotazo.
—¡Vete! —grité y lo miré— ¡No te quiero ver! No te quiero insultar más. ¡Por favor lárgate!
Apretó la mandíbula y me miró fijamente antes golpear la mesa y marcharse.
Ese pequeño flashback se vino a mi mente, lloré un largo rato hasta que todo se volvió negro.
La alarma de mi iPhone sonó despertándome y suspiré levantándome del sofá. Después del golpe y de la pantalla completamente quebrada, seguía funcionando.
Apagué la alarma y caminé hacia el balcón de mi habitación. Me senté en una silla de madera y miré hacia la ciudad.
Nueva York era la ciudad donde mi relación con Justin había comenzado y terminado. Siempre fue una ciudad especial para los dos, a pesar de que él pasaba muchísimo tiempo en California y yo viajando a muchos lugares, siempre terminábamos juntos en Nueva York. Los dos estábamos completamente enamorados de la ciudad, fue donde nos conocimos y comenzamos todo. Varios dirán que era un estupidez, pero para mi tenía mucho sentimiento y ahora él se atrevía a comenzar otra relación en la misma ciudad donde prometimos amarnos siempre.
Desbloqueé el celular soltando un suspiro y entré a Instagram, tomé una foto de la ciudad y me debatí varios minutos en decidir si estaba bien lo que quería hacer. De todas formas no perdía nada si lo hacía.
«Creí que toda la vida sería la ciudad más importante de nuestras vidas, donde comenzó y terminó nuestra historia, pero me equivoqué, solo lo fue para mí. Nunca creí que comenzaras otra historia en este lugar, donde juraste amarme eternamente.»
Escribí el pie de la foto y sin pensarlo dos veces la subí. Mis nervios estaban a flor de piel y decidí que lo mejor sería ignorar un buen rato el teléfono.
No One's Point Of View.
—Más rápido —gimió Sofia debajo de Justin, quien hacia todo lo posible por resistir su pezo y no caer rendido sobre el cuerpo de la chica.
—¡Mierda! —cerró los ojos acelerando sus movimientos, pero rápidamente tuvo que abrirlos cuando otros ojos verdes se le vinieron a la mente.
Taylor. No la podía recordar justo en ese momento.
—Sí.... Justin —sofia acarició su espalda y Justin gruñó teniendo una lucha interna en su interior—. ¡Así!
Los dos acabaron en seguida y el castaño cayó a un lado de la cama. Cuatro meses sin sexo y cuando finalmente lo había obtenido no se sentía a gusto.
¿Qué demonios le estaba sucediendo ? Acababa de tener sexo después de cuatro meses, debería estar feliz.
—Eres increíble, Justin —murmuro Sofía abrazando su torso desnudo.
Él le regaló una sonrisa, pero esta rápidamente se borró cuando la chica comenzó a trazar dibujos en su pecho. Se obligó a apartarla para que los recuerdos con Taylor no lo atormentaran. Taylor siempre acostumbraba a dibujar y besar su torso luego de hacer el amor.
—¿Qué sucede? —preguntó Sofia.
—Debo darme una ducha —murmuró levantándose—. Deberías volver a tu habitación y hacer lo mismo.
—Me estás jodiendo ¿no es así? —asombrada lo miró de pies a cabeza mientras Justin colocaba sus boxer.
—Lo siento Sofía, de verdad lo siento.
—¿No te ha gustado? —murmuró apenada.
—Nena eres increíble —tomó sus muñecas antes de que comenzara a suponer cosas que no eran verdad—. Él único con problemas existenciales soy yo.
Sofía hizo una mueca y asintió. Justin le sonrió levemente y caminó en dirección al baño.
Se quedó mirando fijamente en el espejo, recordando lo sucedido en las ultimas veinticuatro horas y soltó un largo y profundo suspiro; «Él cantando, él mirando a Taylor, Taylor mirándolo fijamente con los ojos llorosos, Taylor hablando con Scooter, él borracho con Sofía, él durmiendo con Sofía, él besando a Sofía, él teniendo sexo con Sofía» No lo podía asimilar bien, muchas emociones en tan poco tiempo y todas se resumían en una sola persona, Taylor. No se la había podido sacar de la mente mientras estaba con Sofía, era como si sus recuerdos no lo dejaran avanzar y eso lo cabreaba. De alguna forma sentía que le había fallado a Taylor, porque estaba enamorado de ella, estaba muy enamorado de Taylor Jones; pero realmente solo le había fallado a los sentimientos de su corazón, ya que con Taylor ya no eran absolutamente nada y ella podría hacer lo que quisiera con su vida, aún que a él le doliera admitirlo o pensarlo.
Salió de la ducha y bajó en seguida a la piscina del hotel. Alfredo se encontraba recostado en una tumbona mirando fijamente su teléfono. Se acercó a él y le dio un leve golpecito en el hombro antes de sentarse a su lado.
—¿Te haz acostado con Sofia? —así de directa fue la pregunta de Alfredo.
Justin miró hacia otro lado y suspiró, dejando en evidencia la verdad.
—Sí —miró a su amigo y se quitó las RayBan— ¿Qué hay de malo en eso? estoy soltero, puedo hacer lo que se me de en gana.
—Estás soltero, pero estás enamorado de una chica que sigue sufriendo por ti —soltó sin importarle llegar hasta los más profundos sentimientos de Justin—. Eres tan tonto, empeoras las cosas cuando simplemente puedes arreglarlas.
En algún momento debían hablar de eso.
—No sabes nada sobre Taylor. Ella vive la vida de puta madre mientras yo soy el único que sufre en casa —el enojo hablo por él y Alfredo se tuvo que controlar para no mandarlo a la mierda—. ¿Ahora soy yo el culpable cierto? Los dos tuvimos culpa en esto.
Alfredo suspiró porque por una parte Justin tenía razón; los dos eran culpables de lo sucedido en su relación.
—Han salido fotos de Sofia y tú besándose está mañana.
Esa fue la gota que colmó el vaso en el interior de Justin, golpeó la tumbona con fuerza y se dejó caer con rendición. Estaba completamente cansado de la mala suerte y de todos los escándalos. Su nombre y el de Taylor no paraban de ser mencionados, pero ahora estaba completamente seguro que Sofia, Taylor y él, no pararían de ser involucrados en un triángulo amoroso. Y todo era su culpa.
—¡Todo es una mierda!
—Taylor me ha llamado.
Con esa simple frase, Alfredo logró que un nudo se formara en la garganta de Justin y sintiera su corazón inflarse. Lo miró en seguida y por la mirada que tenía Alfredo lo sospecho todo, ¿y cómo no? Si conocía perfectamente a Taylor.
—¡Por favor! Dime que no es lo que estoy pensando —susurró Justin llevándose las manos a la cara.
—Taylor... estaba muy mal. Me preguntó si era verdad lo que salía en la televisión y yo... yo no le pude mentir, Justin.
El corazón de Justin comenzó a bombear con fuerza, solo deseaba desaparecer en ese instante. No quería imaginar a Taylor Jones en ese momento. Se sentía imbécil. Sin embargo la rabia, el arrepentimiento y el orgullo, respondieron por él.
—No creo que esté tan mal. Ya no somos novios.
Ya no somos novios. Era una simple palabra, pero aunque ellos no fuera novios actualmente, siempre tendrían un sentimiento de familiaridad, se conocían completamente el uno al otro, estaban enamorados, siempre se importarían aunque lo quisieran negar.
Alfredo rio irónicamente y eso solo hizo sentir más mal al pobre Justin.
—Deberías revisar lo último que ella ha publicado en Instagram, y deberías decirme si en realidad crees que le importó un carajo ver tus fotos con Sofia Richie —se levantó molesto de su tumbona y dejó solo a Justin, con miles de dudas en la mente.
Suspiró y cerró los ojos los ojos con fuerza. Tratando de calmarse y no romper en llanto ahí mismo.
Sentía que había llegado la hora de aclarar todo con Taylor Jones.
Taylor terminó de arreglar su maleta y suspiró tomando su abrigo, esa misma noche volvería a California. Debía grabar algunas canciones y necesitaba estar lejos de Nueva York por un tiempo.
Su nuevo iPhone comenzó a vibrar desesperadamente y lo ignoró, sabía que era Gigi y realmente no quería hablar con ella ni con nadie.
Cuando ya estuvo cómoda en al auto que la llevaría al aeropuerto, desbloqueó el iPhone rosa y se encontró 51 mensajes en un grupo y 3 mensajes individuales. Su corazón se detuvo de un momento a otro y se obligó a abrir bien los ojos para comprobar que lo que estaba viendo era real.
1 mensaje de Justin Bieber privado.
Después de cuatro meses y después de salir besándose con otra chica, el se atrevía a enviarle un mensaje.
Justin: Nueva York siempre será importante para mí.
🌟
📍New York, New York.
taylorjones: Creí que toda la vida sería la ciudad más importante de nuestras vidas, donde comenzó y terminó nuestra historia, pero me equivoqué, solo lo fue para mí. Nunca creí que comenzaras otra historia en este lugar, donde juraste amarme eternamente.
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justinmybb: @justinbieber
jaylorgoals: Se nota a kilómetros que es para @justinbieber! Por favor! Vuelvan.
RichieFamily: despechada a la vista.
TaylorJonesMyAngel: I Love youuu @taylorjones❤
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Fame
Justbiebssg
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