Capitulo 34
—¡Ve, Taylor! —el grito del productor la alentó a salir hacia la pasarela.
La música se escuchaba por los altavoces y el cuerpo de Taylor tembló ligeramente antes de que la morena comenzara a mover sus piernas.
Salió a la pasarela con una perfecta caminata de espalda recta, sonrió a algunos diseñadores que se encontraban en el público junto a Ed y siguió su caminata por la pasarela. Las botas y las gigantes alas la estaban matando, pero eso no le impedía mover su caderas al compás de la música.
Ese era el último ensayo antes del show, y a pesar de que lo había hecho bien en todos, ella aún no sabía qué artistas cantarían en aquel acto y eso la tenía complicada. Además del miedo a caer en la pasarela.
Llegó al backstage y soltó un suspiro de alivio al quitarse aquellas apretadas botas.
—Estoy tan nerviosa, siento que caeré en frente todos apenas comience el show —Josephine llegó a su lado dejándose caer en un pequeño sofá.
—Somos dos, odio estás malditas botas, me estrangulan las piernas —Taylor suspiró sacando su teléfono, pues Justin la estaba bombardeando en mensajes.
Justin: Estoy en el estudio.
Justin: ¿Aún no has caído con las botas de aquella foto? Son realmente mortales.
Justin: Podrías venir al estudio y darme algunas besitos para así poder inspirarme ;)
Taylor rió al mismo tiempo que sus dedos volaban a través del teclado.
—¿Taylor me estás escuchando? —Josephine la llamó divertidamente por tercera vez.
—¡No! —la miró avergonzada— Lo siento, Jo. Sucede que Justin me está enviando algunas mensajes y...
—¿Entonces es oficial el regreso de ambos? —la castaña clara sonrió con algo de emoción.
Taylor sonrió levemente al mismo tiempo que guardaba su teléfono.
—Bueno, sí —se sonrojó un poco.
—¡Lo sabía! —Josephine gritó elevando sus brazos en forma de victoria— En algún momento sucedería. Quiero que sepas que me declaro una Jaylenator oficial, Tay.
Taylor negó con la cabeza y comenzó a reír.
—Eres un poco ridícula, pero igual te quiero —rodeó los ojos antes de abrazar a Josephine.
Justin se encontraba con los ojos cerrados concentrados en la melodía, mientras Alfredo se dedicaba a tomarle fotos desprevenidas.
—Me gusta esta pista, hace dos años pensé que lanzarías una canción con ella, veo que me equivoqué.
Justin lo miró y se elevó de hombros.
—Supongo que en ese entonces no me gustaba lo suficiente.
—¿Bromeas? —el moreno frunció el ceño— Es una de las mejores pistas que he escuchado.
—Exagerado.
—¿Y? Me encanta.
Justin rió levemente antes de sacar el teléfono de su bolsillo. Leyó unos de los últimos mensajes de Taylor y miró la hora. Ella debería estar llegando en estos momentos, pero no había ningún rastro de su persona.
—Taylor tendría que estar llegando —murmuró con la vista pegada al teléfono.
Alfredo se quedó en silencio, al mismo tiempo que lo miraba fijamente.
—Han vuelto ¿Verdad? —preguntó.
Justin bloqueó el teléfono y lo miró.
—Sí —confirmó—. Taylor es mi novia nuevamente —dijo con emoción.
La ligera mueca de Alfredo se transformó en una sonrisa y chocó palmas con Justin antes de abrazarlo.
—Felicidades, bro —le golpeó la espalda amistosamente—. No sabes lo mucho que aquello me alegra.
—Gracias, Fredo. Te quiero, hermano.
Para Alfredo aquello era asombroso, solo él conocía la faceta más jodida que Justin presentó durante su ruptura con Taylor, y por esa misma razón se alegraba más que nunca. Porque a pesar de todo sabía lo mucho que Justin y Taylor se querían.
Justo en ese momento la puerta del estudio se abrió y una morena alta, llena de bolsos y con unas gafas blancas, entró al estudio gruñendo.
—Malditos bolsos hijos de... —su voz se cortó al ver a Alfredo frente a ella— ¡Fredo!
Soltó los bolsos y se lanzó contra los brazos de Alfredo.
Justin sonrió dejando el micrófono a un lado y se levantó.
—Sí, sí, yo igual te extrañé, Angelito —Alfredo rió abrazando devuelta a Taylor.
—Dios, ¿qué había sido de ti en estos meses? Ni siquiera me has llamado desde que nos vimos en California, eres un maldito ingrato —lo soltó para golpearle ligeramente el hombro.
—Y tú eres una maldita agresiva —fingió dolor.
Taylor se rió ligeramente y luego se giró para sonreírle a Justin. Se mordió el labio inferior algo sonrojada y luego lo abrazó. Desde aquel día en que hicieron el amor casi toda la noche, Taylor se sonrojaba ligeramente con cada mirada de Justin. Bueno, en realidad Justin la miraba con algo de lujuria escondida en sus ojos, haciéndoles a ambos recordar lo caliente que esa noche se la pasaron, por esa razón Taylor se sonrojaba.
—¿Qué tal el ensayo? —susurró casi sobre los labios de la chica. Se encontraba casi encantado teniéndola tan cerca.
Alfredo se giró para darles más privacidad y fingió estar ocupado en su teléfono, cuando en realidad tenía toda su atención en ellos, estaba feliz de verlos de aquella forma, enamorados y felices.
—Agotador, pero a la vez genial —Taylor se elevó de hombros—. ¿Has estado aquí desde la mañana?
Justin asintió, la miró a los ojos y luego la besó sin rodeos, quitándole todo el aire de los pulmones.
Se separaron lentamente y se sonrieron antes de separarse.
Alfredo carraspeó la garganta antes de bloquear el teléfono y mirarlos.
—Siento que ya estoy acostumbrado a sus muestras de amor frente a mi hermosa presencia. ¿Cómo es que nunca antes los golpeé? Me sacan envidia, yo igual necesito una novia, aunque sea para pasar el rato.
Taylor carcajeó y Justin solo rodó los ojos.
—Te la pasas trabajando. Deberías salir más y así encontrarás a tu chica americana, Alfredo.
—Sí, quizás tienes razón —se elevó de hombros—. Aunque me gustó una que tú conoces —entrecerró sus ojos—, una que sigues en Instagram, ¿cuál era su nombre? La conociste en el club de la otra vez.
Taylor elevó una ceja.
—Con esa información claramente no sabré de quien hablas —Justin rodeó los ojos pasando su brazo por la cintura de Taylor.
—Es nieta de un político, creo que su nombre es Sam. Dios, es preciosa —Alfredo suspiró mirando a la nada.
Taylor se removió incómoda y miró a Justin, quien se limitó a carraspear la garganta incómodamente.
—Sí —tosió—, mmm, es es... linda.
Taylor se alejó de Justin y también tosió ligeramente.
—Iré por una botella de agua —avisó.
Cuando salió por la puerta, Justin soltó un suspiro y Alfredo elevó una ceja.
—¿Es mi idea o se ha molestado?
—Es tu idea —Justin se giró para seguir haciendo lo suyo en el piano.
En realidad no tenía ganas de explicarle a Alfredo que Taylor celaba a Sam.
—Bueno, que más da. Me tengo que ir hermano —se levantó del sofá—. Despídete de Taylor por mi y dile que luego la llamaré para que no me trate de ingrato —abrazó a Justin—. Te quiero y por favor, no la cagues con Taylor, sabes lo mal que la pasaron, no lo arruinen nuevamente.
Justin asintió y lo abrazó.
—Gracias, Fredo. Nos vemos.
Alfredo tomó su cámara y posteriormente desapareció por la puerta.
Minutos más tarde, Taylor entró por la puerta del estudio con una botella de agua en la mano y una mueca en la cara.
Justin se levantó de la silla, parando el reproductor y caminó hacia ella.
—¿Por qué has tardado? —la abrazó por la espalda.
Taylor busco a Alfredo con la mirada, dejando la botella a un lado.
—¿Y Fredo?
—Sé que me has escuchado. No me ignores —afirmó su mentón en el hombro de la morena.
—Estaba lleno de paparazzis, por eso.
Justin soltó un suspiro y se alejó de ella. Le molestaba el humor que traía Taylor encima, pero lo que más les molestaba era que él no había hecho nada para molestarla. No era su culpa de que Alfredo encontrara hermosa a Sam y mucho menos que la nombrara, además el tampoco había cometido algún delito con la chica para que Taylor reaccionara de esa forma.
Se dedicó a revisar algunas pistas en el computador y a editar algunos cortes.
—¿Ahora me vas a ignorar tú? —la voz de Taylor lo terminó por desconcentrarte.
—Eres tú la que se ha molestado por algo sin sentido.
Taylor resopló y se levantó sin ganas de hablar, tomó sus bolsos y caminó hacia la puerta.
—Me voy al hotel.
—Haz lo que quieras.
Un nudo en la garganta fue el resultado de las palabras de Justin. Taylor esperaba que él le rogara aunque fuera un poco, pero se notaba que él estaba molesto.
Caminó con la cabeza baja y a paso lento hasta la puerta. Esperaba que él la detuviera, pero aquello no pasó.
—Justin —susurró.
—¿Qué?
—Abrázame.
Justin levantó la cabeza y la vio en la puerta con los ojos cristalizados. Soltó un largo suspiro antes de levantarse y caminar hacia ella.
—Eres una celosilla —susurró para luego envolverla en sus brazos.
Taylor lo abrazó con fuerza escondiéndose en su cuello.
—Es que te quiero tanto que no puedo evitar ponerme celosa —susurró con la voz débil, sintiéndose perdida y sentimental.
Justin le acarició la espalda y le besó la coronilla.
—Soy todo tuyo —le guiñó un ojo.
—¿Lo prometes?
—Creo que te lo he dejado bastante claro cada vez que te hago el amor.
Taylor se volvió a sonrojar y agradeció estar escondida en su cuello.
Pasaron toda la tarde en el estudio, ambos se entretuvieron cantando e incluso bailando. Justin había escrito una canción completa en aquella tarde y bueno, Taylor estaba ansiosa por escucharlo cantar.
—Por favor cántame —pidió Taylor sentada sobre el piano.
—¿Qué quieres que te cante? —elevó una ceja.
—Sorpréndeme, bebé.
Justin sonrió y le robó un pequeño beso antes de sentarse y comenzar a deslizar sus dedos por el piano.
El corazón de Taylor latió a mil por hora y su piel se erizó al reconocer aquella melodía. Era la canción favorita de ambos.
—If you ever leave me, baby
Leave some morphine at my door
'Cause it would take a whole lot of medication
To realize what we used to have
We don't have it anymore
Justin cerró sus ojos mientras su dulce y hermosa voz llenaba el estudio.
—There's no religion that could save me
No matter how long my knees are on the floor
Oh, so keep in mind all the sacrifices I'm makin'
To keep you by my side
And keep you from walkin' out the door
—'Cause there'll be no sunlight
If I lose you, baby
There'll be no clear skies
If I lose you, baby
Just like the clouds, my eyes will do the same
If you walk away
Everyday it will rain, rain, rain —la dulce voz de Taylor rellenó lo siguiente sin darle tiempo de cantar, y Justin solo abrió sus ojos con una sonrisa mientras la escuchaba cantar.
—Es nuestra canción —se levantó ganándose entre sus piernas.
—La ultima vez que la cantaste fue cuando nos juntamos en la cabaña, en California.
—¿En nuestro nido de amor?
—Sí —Taylor sonrió y lo abrazó.
Se quedaron así un largo rato hasta que Justin tomó la iniciativa y la besó. La besó con dulzura probando de los sabrosos labios de Taylor, no era uno de esos dulces besos que se daban siempre, era de esos besos dulces y candentes al mismo tiempo.
La lengua de Justin se mezclaba con facilidad con la de Taylor mientras ella le acariciaba su cuero cabelludo.
El beso se comenzó a intensificar cuando Justin bajó sus manos hasta el trasero de Taylor y ella le comenzó a besar el cuello con ganas con muchas ganas. En el estudio solo se escuchaban las respiraciones agitadas de ambos junto al sonido de los besos mojados.
Taylor se quedó mirando como Justin le besaba el valle de sus senos y no pudo evitar lamerse los labios, aquello la estaba matando lentamente y la situación no ayudaba.
Justin la bajó del piano y se recostó en el sofá con Taylor a horcajadas sobre él, miró con lujuria los ojos verdes de la chica mientras le sacaba la blusa lentamente. Taylor se mordió los labios con una sonrisa y volvió a atacar el cuello de Justin, el exquisito cuello suave y oloroso de Justin, con ese olor fresco y varonil que la volvía loca. Se encargó de dejarle una pequeña marca y luego le ayudó a desvestirse.
Justin con una mano desabrochó el brazier de Taylor y con la otro lo arrancó quedando más que extasiado con la vista. Todo había pasado tan rápido, habían llegando a esa situación excitante tan rápido que él no se había tomado tiempo para procesar de que ya se encontraba con una erección escondida en sus pantalones.
Taylor al percatarse de la situación se comenzó a restregar contra los pantalones de Justin mientras soltaba suaves gemidos casi silenciosos, pero claramente audibles para los oídos de Justin.
El estómago de Justin hervía y su entrepierna aún más al sentir la presión de Taylor sobre él, y aún más al ver sus senos en el aire apuntando hacia él. Los mordió con suavidad y luego se dedicó a besarlos mientras Taylor se volvía internamente loca.
—Mierda, me encanta —gimió tirando de los cabellos de Justin.
Lo demás fue historia, Justin con algunas maniobras logró dejarla solo en bragas, y él solamente desabrochó sus pantalones ya que nada más era necesario, en un minisegundo le corrió las bragas hacia un lado y se introdujo en ella sin ninguna complicación.
Taylor soltó un ligero grito al sentir a Justin deslizarse dentro de ella y cerró los ojos tratando de acostumbrarse. Justin le besó la mandíbula y se le quedó mirando.
—Se siente bien, estás muy estrecha.
Taylor se sonrojó y se abrazó del pecho desnudo de Justin para esconderse. Justin rió levemente al mismo tiempo que su piel se erizaba, los pezones de Taylor le estaban quemando.
Se dejó caer en el respaldo del sofá, con ella aún abrazada a él y la comenzó a mover sobre sus caderas, ejerciendo una pequeña presión en la cintura de Taylor, una presión que a ella le mandaba cosquillas por todo su interior.
Los gemidos rápidamente llenaron la habitación junto a pequeños susurros, los cuales hacían la situación aún más excitante. El sonido de sus sexos chocar se hizo cada vez más constante al pasar los minutos. La frente de Justin se encontraba arrugada bajo el aumento del placer, al mismo tiempo que Taylor cerraba los ojos y dejaba que la boca de Justin hiciera un trabajo tranquilo en sus pechos, mientras ella se movía con ritmo sobre él.
—Te amo —le susurró él —. Eres hermosa, sobre todo en esta posición.
Tener a Taylor excitaba o desnuda, sobre o bajo su cuerpo, era una de las cosas más hermosas para los ojos de Justin.
Taylor no pudo evitar soltar una sensual carcajada, la cual desapareció de sus labios y se transformó en grandes gritos mientras sentía algo formarse dentro de su vientre.
Justin al notarlo, le acarició la entrepierna con sus dedos, al mismo tiempo que entraba y salía de ella con fuerza, acabando finalmente con una Taylor alcanzado su fin sobre él. Llegó al mismo tiempo gruñendo con fuerza y luego ambos se dejaron caer a lo largo del sofá abrazados, sudados, agotados y relajados.
Justin rió al notar que aún estaban en el estudio y miró fijamente a Taylor, quien se encontraba con los ojos cerrados sobre su pecho.
—Ha sido el sexo más inesperado de mi vida.
Taylor abrió los ojos e igualmente rió.
—Estábamos cantando y de un momento a otro terminamos aquí.
—Por mi está bien.
—Por mi también —se elevó de hombros y acarició la mejilla de Justin con su pulgar.
—Podríamos terminarlo en el Jacuzzi del hotel —Justin elevó una ceja acariciando el trasero desnudo de Taylor.
—En ese caso me gustaría llegar lo más pronto al hotel —Taylor guiñó.
Justin sintió que se volvía loco y la abrazó con fuerza. Definitivamente aquella era su dulce y tierna Taylor Jones.
————
¿Adivinen quien está de vacaciones y se viene con capítulos diarios?
Se que avisé hace dos días esto, pero me tomé unas pequeñas vacaciones (un día en realidad 🤣) de Wattpad.
Voten y déjenme un comentario si les pareció inesperado lo qué pasó al final. 😻❤️🤣
Fame
@justbiebssg
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