Aviso:
Decidí no subir una parte privada porque a muchas no les saldrá, así que escribí en este capítulo todo. No fui tan explicita porque la novela no es contenido de adulto y tampoco lo que escribí es tan exagerado, pero de todas formas avisaré qué hay algo de lenguaje adulto.

Taylor se encontraba de pie frente uno de los ventanales que daba hacia la hermosa ciudad de Nueva York, estaba embobada mirando el hermoso anillo de diamantes que había en su dedo. No podía creer que esa cosa tan hermosa fuera suya.

Justin por otra parte se encontraba a unos metros de ella en el sofá, estaba entretenido mirando a Taylor, analizando lo bien que le quedaba aquel vestido y desnudándola con la mirada, mientras bebía un vaso de whisky.

—¿Dónde encontraste este anillo tan hermoso?.

—Es un secreto, bebé.

Taylor se dió la media vuelta para mirarlo y elevó una ceja.

—Como dueña de tu amor, te exijo que me lo digas.

Justin soltó una pequeña carcajada y la examinó por milésima vez de pies a cabeza, solo que esta vez lo hacía a sabiendas de que Taylor se pondría nerviosa.

—¿Por qué mejor no vienes y te acurrucas conmigo en esté cómodo sofá? —la retó.

El cuerpo de Taylor se estremeció por unos segundos y se obligó a juntar las piernas. Sabía que aquel "acurrucarse" conllevaba a hacer cosas inapropiadas en el sofá.

Caminó hacia él y se sentó sobre sus piernas, abrazándolo del cuello. Justin la atrapó por la cintura y ambos se quedaron mirando fijamente, en silencio y sin hacer nada más que mirarse.

Justin se encontraba maravillado con el profundo color verde que trasmitían en ese momento los ojos de Taylor, se encontraba preguntándose qué diablos había hecho para merecer a una chica tan hermosa como la que tenía sentada en sus piernas. Estaba seguro de que no había mujer más perfecta que Taylor, estaban tan jodidamente enamorado que asustaba.

—Me pones nerviosa —el susurro de Taylor lo devolvió a la realidad.

Sonrió con suficiencia y se lamió los labios.

—Lo sé.

Las mariposas revolotearon por el estómago de Taylor y le golpeó lentamente el hombro. Se sonrojó desviando la vista, pero aquello fue peor, ya que cuando sintió un beso en su cuello, un pequeño gemido se escapó de sus labios.

—Mírame —le pidió él.

Taylor lo miró y su estómago se estrujó; Justin era tan guapo que lo único que lograba era ponerla más nerviosa.

—Justin, deja de hacer eso —protestó.

—Yo no hago nada.

—Sí, lo haces.

—¿Qué cosa? —sonrió.

—¡Deja de mirarme de esa forma!

—¿Qué forma?

Taylor soltó un gruñido y Justin soltó una carcajada.

Le parecía divertido la forma en que ella se irritaba cuando estaba muy nerviosa.

Esta demás decir que la excitación llenaba la habitación en ese momento. Ambos estaban demasiado extasiados.

Justin finalmente dejó de reír y tiró de ella para poder besarle los labios. Dejó salir un gruñido de satisfacción cuando ella le respondió el beso, y la estrujó entre sus brazos.
Sus lenguas se mezclaban gustosas y con desesperación, la respiración de ambos era caliente y los pequeños mordiscos no pasaban desapercibidos.

Se separaron lentamente y ambos sonrieron en complicidad. Justin coló su mano por debajo del vestido de Taylor, entre sus piernas, y le acarició con la yema de los dedos la entrepierna.

—Justin —dejó escapar un suspiro de placer.

—Si no quieres que siga...

—Cállate y sigue —pidió con los ojos cerrados.

Justin sonrió sin dejar de mirarla.

Taylor seguía sentada sobre sus piernas, así que fue bastante fácil para él correrle las bragas y tocarle directamente en la entrepierna.

Taylor dió un pequeño brinco y se aferró con fuerza a los hombros de Justin.

No la podían culpar, el momento era bastante intenso para ella.

—Estas tensa —el susurro de Justin la hizo abrir los ojos—. Relájate, mi amor.

Taylor volvió a suspirar, pero esta vez de amor. Amaba lo dulce que Justin era con ella, sobre todo en esos momentos tan íntimos.

Los dedos de Justin hicieron su maravilla allí abajo, haciendo a Taylor soltar gemidos involuntarios con los ojos cerrados durante unos buenos minutos. Cuando ella le comenzó a pedir más, Justin se obligó llevar la cosa un poco más allá, y solo eso bastó para que ella pudiera alcanzar su liberación en los brazos de Justin.

Cerró los ojos, tirando su cabeza hacia atrás y soltó un largo gemido suave y femenino que terminó matando el poco autocontrol que le quedaba a Justin.

Justin se quedó observando lo acelerada que estaba, el pecho de Taylor subía con brusquedad y sus ojos seguían cerrados. Él mismo la atrajo hacia su cuerpo y depositó un beso en la frente de Taylor para ayudarla a calmarse.

—Corazón —la llamó—, ¿estas bien?

Taylor abrió sus ojos con brusquedad y asintió, aún estaba un poco aturdida.

Una ataque de ternura la golpeó y abrazó a Justin con fuerza, acurrucándosele en el pecho.

—Te amo.

—Repítelo, por favor —le bajó el cierre del vestido.

—Te amo mucho.

—Yo igual te amo —susurró.

Se dejó caer en el sofá con ella sobre su pecho y le tomó la mano derecha, donde tenía el anillo que él le había dado hace unas horas.

—Este anillo es como uno de compromiso —murmuró levemente, pensando bien en las palabras que diría a continuación y que había practicado más de diez veces en el avión de California a Nueva York—, este anillo representa todo el amor que ambos nos sentimos mutuamente, es como un anillo de matrimonio, pero no lo es, ese anillo representa todo mi amor por ti Taylor —le acarició la mejilla—, si alguna vez te lo llegas a sacar, asegúrate que sea cuando me dejes de amar y cuando ya nada esté...

—Cállate, porque eso no sucederá —se elevó hacia arriba para quedar a la altura de Justin—. Soy toda tuya Justin. No pienses que alguna vez te voy a dejar de amar, quítate ese tonto pensamiento de la cabeza.

Justin suspiró y asintió. Acarició el anillo nuevamente y luego le besó los nudillos.

—Mía —le bajó un tirante del vestido y depositó un beso en el hombro desnudo de la chica—, solo mía.

—Tuya —se restregó sobre el bulto de Justin.

Justin soltó un gruñido y siguió con su trabajo, la dejó en ropa interior y se mordió los labios analizándola, se veía tan bien, joder.

—Vamos a la cama —Taylor pidió en el momento que Justin le desabrochó el sostén.

—Me gusta el sofá —Justin se elevó para besarle los senos y morderle su punto débil.

—¡Justin! —Taylor gimió cerrando los ojos y arqueando la espalda— Vamos a la habitación, cielo.

El camino a la habitación se volvió complicado, sobre todo porque Taylor se dedicó a desvestirlo y a besarlo.

Llegaron a la habitación y Justin prácticamente tiró a Taylor sobre a la cama antes de devorarla a besos, le besó desde las pantorrillas hasta los labios, deteniéndose solo para repetirle lo mucho que la amaba. Por su lado, Taylor solo se estremecía y gemía con cada caricia de parte de la lengua de Justin. Tuvieron mucho juego previo, hasta que Justin la tomó sin aviso y comenzó a moverse sobre ella.

Taylor gemía suavemente en el oído de Justin, mientras él empujaba sus caderas contra las de ella, en profundos movimientos precisos y rítmicos, llevándola lentamente al más allá de los placeres.

—Oh Dios mío —susurró ella mientras le mordía el cuello y sus uñas le arañaban la espalda.

Mientras más minutos pasaban, Justin entraba y salía con más fuerza, apoderándose él de todo el momento como siempre. Disfrutando de la sensación de sentir a Taylor y hacerla disfrutar. Además de volverlo loco, lo hacía sentir más macho alfa de lo normal.

Taylor solo alcanzó a susurrar un pequeño "te amo" antes de que un gran orgasmo la tomara e hiciera de su cuerpo una locura. Sus piernas apretaron con fuerza las caderas de Justin, al mismo tiempo que arqueaba la espalda y su intimidad envolvía con fuerza la de Justin.

Soltó un grito ahogado, que solo causó que Justin también llegará a su fin, gruñendo con fuerza.

Se quedaron reposando en silencio, mientras las piernas de Taylor temblaban brevemente, al mismo tiempo que la boca de Justin se encargaba de hacer un increíble trabajo en los senos de Taylor.
Mordía y lamía con fuerza.

—Justin por favor para... —suplicó.

Sentía que no podría aguantar más sensaciones en su estómago y su feminidad que comenzaba a latir nuevamente.

Justin dió un suspiro y se dejó caer en la cama a su lado, tenía planeado subir la sabana hasta su cintura, pero Taylor lo sorprendió subiéndose sobre él.

—¿Qué-qué haces? —tartamudeó sintiéndola íntimamente.

—Disfruta —comenzó a restregarse contra él, antes de bajar su cabeza hasta la pelvis de Justin y comenzar con un buen trabajo, el cual lo llevó a él a la perdición.

Después de varios minutos, donde Justin disfrutó de un grandioso sexo oral, y donde ambos volvieron a hacer el amor, terminaron bastante agotados sobre la cama.

Ambos se quedaron en silencio sin nada más que decir, estaban bastante extasiados aún.

Taylor suspiró acariciando el pecho de Justin, especialmente la corona en su pectoral, era uno de los tatuajes que más le gustaba.

Justin bajó la vista y la acarició suavemente la espalda.

—Has estado increíble—susurró luego de besarle la coronilla.

Taylor elevó la vista lentamente al mismo tiempo que sus mejillas se enrojecían.

En realidad cuando ambos hacían el amor, siempre se trataba de bastante pasión y romanticismo, por eso cada vez que ambos se ponían atrevidos y aventureros lo disfrutaban al máximo.

—No me digas esas cosas—se escondió en el pecho del muchacho—, sabes que me...

—No debes avergonzarte por cosas que definen tu personalidad—le levantó el mentón, obligando-la a mirarlo—. Eres tímida, tierna, pero a la vez bastante sexy y atrevida, eso todo el mundo lo sabe, pero lo que nadie sabe es lo salvaje que te pones con pasión, y para mi es un regalo caído del cielo. Soy el único que conoce tu lado salvaje, y me gustaría ser el único por siempre.

Las mariposas revolotearon con fuerza en el estomago de Taylor, matándola de emoción.

—Me siento afortunada al tener a alguien como tú—le miró.

Justin se lamió los labios y le acarició la mejilla.

—Preciosa.

—Lo digo de verdad. No necesito decirte nada más porque ya sabes que eres el amor de mi vida y bla bla bla.

Justin rió con diversión mirando hacia el techo de la habitación.

Un vosteso salió de la boca de Taylor, llamando la atención de Justin. Él mismo se encargó de cubrirse a ambos con las sabanas. La abrazó con fuerza he inhaló su exquisito olor a frutillas.

—Descansa —le besó la coronilla.

—Tú igual, bebé —se le acurrucó en el pecho.

Justin cerró los ojos y cayó en un profundo sueños.

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Sé que esperaban un capítulo hot privado, pero realmente no me arriesgue y preferí dejarlo así.

Decidí crear un Instagram para subir adelantos, sorpresas y cosas así, pueden seguirme @justbiebssg (es privado) estaré respondiendo solicitudes.

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enews: ¡Justin Bieber y Taylor Jones se han dejado lucir frente a las cámaras esta noche en Nueva York! Al parecer la ex-parejita, mmm, quiero decir, la pareja, acaba de oficializar el regreso de su relación. Esta noche se vieron llegar y salir del Madison Square Garden tomados de la mano. ¡Se rumorea de que tuvieron una romántica cita, ya que Justin Bieber rentó el MSG completo!

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jbismine: No puede ser :(

jonesvsmodels: OMG!

jerryandjones: ¡Yes! Mis bebitos lindos.

jerrymania: Justin debería aprender a vestirse decente para algunas ocasiones. Solo miren la vestimenta de Taylor y luego la de Justin.

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justinbieber: Mi chica.

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biebsssmine: Me decepcionas Justin.

kyliejenner: @kendalljenner pellízcame, creo que estoy soñando ❤

gigihadid: Yes! 😻😻

zayn: Felicidades hombre @justinbieber Estoy feliz por ustedes.

arianagrande: POR FIN! 😭😭❤

madisonbeer: PADRES ❤❤❤😻 @taylorjones.

jerryandjones: Jaylor is back! @jaylorislife

meredithmickelson: Por fin los bebés están juntos de nuevo 😻❤❤

taylorjones: @meredithmickelson Tú eres la bby, años sin saber de ti :)

jaylorislife: Finalmente puedo morir en paz ❤😻

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jaylornews: Justin y Taylor esta mañana en Nueva York.

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Voten :)
Se acerca el final!

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