Capitulo 24
Taylor soltó un gemido de placer en cuanto su espalda tocó el colchón de su propia cama. Había extrañado aquél colchón.
Había llegado a California hace exactamente dos horas y finalmente se encontraba en la comodidad de su departamento.
Justin: Espero que hayas tenido un buen viaje.
Sonrió sintiéndose como una tonta enamorada. Ya casi había olvidado lo que significaba ser algo de Justin, cabía destacar que él era muy dulce en todos los sentidos y eso siempre la hacia sentir bien.
Decidió agradecerle respondiéndole el mensaje y luego bloqueó su teléfono obligándose a eliminar la sonrisa de su cara. No se podía ilusionar tan rápido, ella creía que si las cosas no resultaban y todo se volvía a derrumbar, su corazón no lo podría resistir. De todas formas terminó sonriendo nuevamente y abrazó su almohada pensando en Justin; sentía que ya lo extrañaba, pero las cosas debían ir lentamente.
Tiempo al tiempo.
Se levantó de la cama y abrió su maleta, rebuscó entre sus cosas hasta que encontró la sudadera que Justin le había prestado el día después de la Met Gala, el día después de que habían hecho el Amor.
La olfateó como un perrito y soltó el aire retenido al sentir el olor de Justin. Se quitó toda su ropa y se colocó la camiseta de Justin antes de quedarse profundamente dormida.
Durmió toda la tarde, el cansancio que sentía era increíble. Despertó exactamente por el ruido de su celular que sonaba y sonaba, alguien no paraba de insistir.
Gruñó y se estiró, Taylor pensaba que la persona que la estaba llamando se había cansado de insistir, pero cuando su teléfono volvió a sonar, notó que estaba equivocada.
Respondió el teléfono sin ni siquiera mirar el remitente y no dijo absolutamente nada, sólo esperó a que la persona al otro lado de la línea iniciara la conversación.
—Hasta que te dignas a contestar. Soy Neels.
Taylor apretó los ojos con fuerza. Si había algo que le molestaba era que la despertaran, pero no de lo haría saber al rubio.
—¿Qué quieres? —respondió sonando más salvaje de lo que imaginó.
—Recordé que llegabas hoy a California y pensé que querrías salir.
—¿Es broma? Acabo de llegar a California y estoy cansada —suspiró abriendo los ojos.
—Vamos, Taylor. No seas aburrida.
—Estoy cansada, estaba durmiendo.
En realidad además de estar cansada, no tenía ganas de ver a Neels. Sinceramente no.
—En Nueva York me dejaste prácticamente botado después de la Met Gala.
—Neels de verdad estoy cansada —insistió acurrucándose contra las mantas y sintiendo el olor de Justin en su propio cuerpo.
—Estoy llegando a tu departamento.
Taylor colgó la llamada en seguida y soltó un grito ahogado. Nunca pensó que Neels llegaría a ser así de insistente. Quizás ella tenía algo de culpa por darle esperanzas, pero en realidad jamás ella le había dicho algo así como "intentémoslos", al contrario, después de enterarse de los sentimientos de Neels hacia ella, siguió tratándolo como un amigo, sin la intención de darle esperanzas.
No se quitó la camiseta de Justin, solo se colocó un pantalón de chandal y esperó en la sala hasta que Neels tocara el timbre.
Cuando llegó, Taylor en seguida abrió la puerta encontrándose con una gigante arreglo floral en la mano derecha de Neels, quien sonreía en grande.
Taylor sintió su corazón encogerse y no puedo evitar sonreír, ahora entendía el porqué de la insistencia del muchacho, pero aún así no podía evitar sentirse extraña.
—Debería matarte porque haz interrumpido mi sueño —besó la mejilla de Neels.
—Espero que las flores lo recompensen —sonrió observando la camiseta de Taylor—. De verdad mi intención no era molestar.
—No te preocupes —dejó las flores sobre la mesa y se sentó en el sofá.
—¿Estás sola? —Neels preguntó.
—Acabo de llegar y solo quiero descansar —murmuró con la pequeña intensión de que él captara el mensaje— ¿Por qué crees que estaría con alguien?
La ceja elevada de Taylor perturbó por completo al pobre muchacho.
—Solo decía. De verdad lamento haber interrumpido tu sueño —se acercó a ella en el sofá.
—Si me lo sigues recordando te golpearé —advirtió la morena con una sonrisa.
Neels negó con la cabeza sonriendo y volvió a mirar la sudadera que Taylor traía puesta.
—¿Dónde compraste esta sudadera? —preguntó sin resistirse, le gustaba la sudadera— Es muy linda, tiene mucho estilo.
Taylor se estremeció y levantó la vista un poco nerviosa. Sonrió hacia Neels y suspiró; no tenía nada de malo decirle la verdad, ¿cierto?
—Es de Justin.
—¿Justin? —Neels frunció el ceño sintiendo algo pesado en su estómago— ¿La tienes desde hace tiempo? Jamás había visto una así, es genial.
—No sé de cuando es, Justin me la prestó en Nueva York —suspiró siendo sincera.
—¿Qué?
Taylor pensó que si era sincera con Neels, él se daría cuenta de que ella estaba enfocada en otras cosas.
—Me la prestó en Nueva York —repitió rodando los ojos.
—¿Cuándo? ¿Por qué sigues con la camiseta? —las preguntas fluyeron por si solas y lograron molestar a Taylor.
—¿Es un interrogatorio? Porque no debo y tampoco tengo ganas de responder uno.
—Creo que merezco saberlo —Neels tomó su mano antes de que Taylor se levantara del sofá.
—¿Qué? No te confundas, eres mi amigo y te quiero muchísimo, pero no tienes derecho a saber sobre mi vida.
—Pensé que podríamos tener algo, Taylor. Estoy haciendo todo lo posible por entrar en tu corazón y me logres mirar con otros ojos —murmuró con nerviosismo.
Taylor no pudo evitar sentirse mal y desvió su mirada; su corazón era demasiado frágil y no le gustaba hacer sentir mal a la gente, en especial a la gente que le importaba.
—Neels, sabes que te quiero mucho, pero sigo enamorada de Justin —le acarició la mejilla—. Fue una relación muy larga y que me marcó por completo.
—Pero ya terminó y te hizo muy mal Taylor. Recuerda que Justin se acostó con Sofia Richie tan solo cuatro meses después de que...
—Cállate —Taylor pidió—. Tú no sabes nada, Neels.
En realidad lo que decía Neels era cierto y él mismísimo Justin se lo había confirmado, pero ella y Justin habían prometido olvidarlo todo.
—¿Por qué no quieres escuchar la verdad? Yo jamás haría algo así, yo te quiero demasiado Taylor —Neels tomó su mejilla y trató de acercarse a la cara de Taylor, especialmente a sus labios.
Taylor suspiró y miró hacia otro lado, por ningún motivo le diría a Neels que había arreglado algunas cosas con Justin y que iban a tratar de arreglarlo por completo. Lo mejor era que nadie lo supiera.
—Pero yo no te quiero de aquella forma, Neels —lo alejó con una mano—. Lo siento mucho. Eres uno de mis mejores amigos, pero no te puedo ver con otros ojos.
Neels se quedó en silencio y apretó sus labios; se sentía completamente celoso y perdido. Celoso porque Justin Bieber tenía algo que el jamás podría tener, el amor de Taylor.
—Justin no supo disfrutar de tu amor y aún lo tiene, pero él prefiera estar alejado de ti y hacerle saber a la gente que no le interesas, por algo siempre se molestaba cuando le preguntaban por ti en alguna entrevista —dijo tomándose del pelo.
Él estaba desesperado por hacerle entender a Taylor que Justin no la merecía, pero en realidad Neels no tenía idea de lo que estaba hablando.
—Neels, las cosas no son así.
—¿No son así? Seguirás sufriendo por él, mientras él seguirá haciendo lo que quiere y tú quedarás sola Taylor. Yo solo...
—¡Las cosas no son así! Por algo me junté con Justin en Nueva York y arreglamos lo del pasado. ¡Estamos en paz!
—Lo que faltaba —rió irónicamente.
Taylor suspiró y se quedó mirándolo; los ojos de Neels se comenzaban a poner rojos.
—Neels, por favor...
—¿Qué falta, Taylor? —la miró con dolor— ¿Enterarme de que arreglaron todos sus problemas y luego decidirán intentar una relación nuevamente? Si es que ya no lo hicieron.
Taylor se sintió mal, ya que en realidad con Justin ya habían tomado la decisión. Lo iban a intentar, lento y con tiempo, pero lo intentarían.
—Solo espero que no seas tonta y si es que en un futuro quieren intentarlo te niegues, porque si ya no resultó la relación entre ustedes, dudo que vuelva a resultar, y sobre todo porque Justin es un imbécil —añadió el rubio.
Taylor cerró los ojos y una lagrima de desesperación y cansancio cayó por su mejilla.
—Neels...
—Él te volverá a decepcionar y...
—Sí, joder. Justin y yo lo volveremos a intentar —explotó y abrió los ojos en seguida—. Y no, Neels. Justin no es un imbécil, yo tengo mayor culpa en la razón por la cual terminamos.
Neels frunció el ceño sin poder creerlo y soltó un suspiró.
—Lo estás defendiendo, Taylor.
Taylor bufó y caminó hacia el sofá.
—No veo razón en defenderlo, ¿por qué crees que él estuvo bastante enojado durante todos estos meses? Yo tengo mayor culpa, pero él es tan genial que lo olvidó sin ni siquiera esperar una disculpa de mi parte —Taylor abrazó un cojín casi gritando—, por esa razón hemos decidido volver a darnos una oportunidad, porque olvidamos todo y nos seguimos amando. No te doy garantía de que funcionará, pero intentaremos ser amigos y esperar que las cosas resulten solas.
Neels pateó el sillón, causando un susto en Taylor y luego se recompuso lentamente, inhalando y exhalando. Los celos y la rabia lo estaban consumiendo.
—No sé que estoy haciendo aquí. Espero que todo resulte Taylor, de verdad lo espero porque no mereces sufrir —una lagrima cayó por la mejilla del muchacho—, y también espero que él no te haga daño.
Taylor negó con la cabeza lentamente y se recargó en el respaldo del sofá; Neels jamás lo entendería.
—¡Neels! —lo llamó antes de que él abandonara el departamento.
Él la miró en seguida y pasó una mano por su cara.
—Espero contar con tu silencio.
—Créeme que no tengo ni la más mínima intención en hablar sobre ese imbécil —murmuró antes de salir del departamento.
Taylor se quedó mirando fijamente las flores y suspiró; había sido un error contarle a Neels, pero por una parte estuvo bien para que él no se creará falsas ilusiones, ilusiones de cosas que ella no le podía dar.
Volvió a la cama afligida, ya no se sentía feliz, Neels había logrado cambiarle el humor.
Encendió la televisión y no comió en el resto del día, simplemente hasta el apetito se le había quitado.
En su mente se estaba cuestionando todo, estaba pensando si realmente había sido buena idea la decisión que había tomado junto a Justin, se estaba preguntando si quizás era muy apresurado, pero luego pensaba en lo feliz que se sintió al estar con él y trataba de convencerse de que no era apresurado y de que había sido una buena decisión.
El reloj marcaba las dies de la noche cuando su teléfono comenzó a sonar, era una video llamada de Face Time por parte de Justin. Suspiró apagando el televisor y corrió al baño para lavarse la cara antes de contestar.
Justin apareció en la pantalla mostrando solo la cara y una pequeña sonrisa. Taylor no pudo evitar sonreír nuevamente y sintió como su cuerpo se relajaba, pero a la vez igual sentía un poco de nervios.
—Pensé en llamarte más temprano, pero sé perfectamente que sueles dormir luego de viajar y que odias que interrumpan tu sueño —murmuró con la voz completamente ronca.
La piel de Taylor se erizó y su sonrisa se volvió aún más grande.
—Estoy despierta, desperté hace algunas horas.
—No puedo creer que hayas dormido tan poco luego de un viaje —Justin suspiró cambiándose de lugar.
Taylor sospechaba que él se encontraba solo ya que no se escuchaba ningún ruido además de su ronca voz. También sospechaba que se encontraba sin camiseta ya que su se veía el comienzo de su pecho desnudo.
—Neels me vino a visitar —comentó sintiéndose algo ansiosa y nerviosa.
Esperó ver alguna reacción de molestia, pero solo vio una mueca por parte de él.
—Espero que lo hayas golpeado duro por haberte despertado, si no fue así, siempre le puedo decir a Mike que vaya por él y le de su merecido.
Taylor soltó una carcajada y abrazó una almohada. Justin había logrado hacerla sentir feliz nuevamente.
—Llegó con flores.
Justin se sentía celoso, pero no quería que Taylor lo notara, aunque ella ya lo sospechaba.
—Ya.
Taylor puso la llamada en silencio para reír; le parecían dulces los pequeños celos de Justin. Cuando logró calmarse, volvió a enfocarse y activó el micrófono nuevamente.
—Le conté que arreglamos nuestros problemas y estamos tomando las cosas con calma.
—Espera, ¿qué? —Justin frunció el ceño y se lamió los labios.
Taylor botó el aire retenido y rodó los ojos, esperando que Justin lo entendiera y no se molestara.
—Sé que prometimos no decírselo a nadie porque lo tomaremos con calma y aún no estamos seguros, pero debí hacerlo, él comenzó con reproches y realmente no quería que siguiera haciéndose ilusiones conmigo, por eso se lo dije.
Justin suspiró y asintió. Le parecía bien que Neels supiera que el corazón de Taylor ya estaba ocupado.
—Está bien, Taylor.
—¿No estás molesto verdad? —se mordió el labio admirando la cara de Justin.
—Me molestaré si te sigues mordiendo ese labio, porque desde aquí no te puedo robar un beso.
Las mejillas de Taylor tomaron color en seguida y Justin tomó un screenshot; Taylor se había sonrojado a tal punto que Justin lo pudo notar a través de la video llamada.
—¡Justin! —se quejó en tono de reproche, pero sin eliminar la sonrisa de su cara.
—Linda —dijo sin parar de reír.
—¡Basta! —pidió.
Justin paró de reír al mismo tiempo que se recostaba en su cama.
—¿Qué harás a fin de mes?
—No tengo nada en mi calendario, esta semana la tengo completa, pero luego estaré libre —murmuró mirando como Justin bostezaba.
—Ven a Canadá conmigo, me lo prometiste y te lo estoy cobrando —sonrió.
—¿No crees que es muy luego para exponernos en público? A mi no me importa, pero...
—¿Vienes conmigo o no? —la interrumpió, sabía que Taylor se preocupaba mucho por todo.
—Voy —sonrió.
Justin igual sonrió y se mordió el labios, deseaba tenerla junto a él en ese momento de la misma forma en que deseaba besarla.
—Bueno, solo espero que pasen luego estas semanas porque estoy deseando abrazarte —él confesó.
El corazón de Taylor latió con rapidez y sonrió en grande.
—Yo igual estoy deseando abrazarte, Justin.
Él le guiñó y ella se sonrojó.
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¿Qué opinan de la visita de Neels? Yo creo que estuvo bien que Taylor le dijera le verdad.
Fame
Justbiebssg
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