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Capitulo 22


Taylor entró al departamento de Gigi luciendo un vestido verde, su rubia amiga la esperaba con pizza y cabritas. Tarde de chicas.

—Hola —Gigi la abrazó y besó su mejilla—. El día de la Met Gala te fuiste sin despedir.

Taylor tosió para disimular el nerviosismo y sonrió.

—Sí, digamos que me sentía algo enferma.

—Creo que Justin igual estaba algo enfermo —Gigi caminó hacia la lujosa cocina y se sentó sobre la barra—. Igual se fue sin avisar.

—No hablemos de Justin —Taylor pidió sentándose frente a ella.

—¿Ayer saliste con Neels? —Gigi rodó los ojos mirando a su castaña  amiga.

—Sí, me invitó al cine —Taylor se elevó de hombros sin darle mucha importancia.

Gigi bufó y la quedó mirando fijamente, logrando poner a Taylor nerviosa.

—¿Qué?

—¿No estarás saliendo con Neels?

Taylor frunció el ceño y en seguida negó con la cabeza. Le parecía tan extraño el comportamiento que Gigi tenía porque ella era amiga de Neels y ahora parecía como si no lo quisiera ni ver.

—No, pero si eso fuera cierto ¿qué tiene?

—Justin.

Taylor se quedó en silencio, le iba a pedir a Gigi que no hablara de Justin, pero pensó que eso sería sospechoso.

—Con Justin estamos separados —murmuró pensando en la promesa que se habían hecho con Justin días antes.

«Prométeme que me esperaras»
«Solo si tu me prometes lo mismo»

—Están separados pero los dos se siguen amando, además no puedo simpatizar con el chico que mi mejor amigo odia —se elevó de hombros—. Sí, Justin detesta a Neels.

—Y yo detesto a Sofia Richie, no puedes simpatizar con ella —le advirtió.

Gigi rió levemente y luego la abrazó.

—Los celos son señal de algo —guiñó un ojo.

Taylor rió algo nerviosa y luego bostezó, digamos que tenía el sueño cambiado desde que pasó la noche con Justin.

—¿Qué tienes ahí? —Gigi preguntó mirando el cuello de Taylor.

—¿Qué cosa?

—Tienes un chupetón en el cuello —Gigi acusó.

Los ojos de Taylor se abrieron a tope y comenzó a reír de los nervios, levantándose de la silla.

—Estás alucinando.

Gigi bufó y bajó de la barra para comenzar a caminar a la sala.

—¿Fue Neels?

—¡Claro que no! —Taylor respondió en seguida algo indignada— Te dije que solo somos amigos.

Gigi le creyó en seguida, conocía a Taylor y sabía que no estaba mintiendo, además ¿para qué mentiría?

—Entonces quién fue? —insistió.

—Debí golpearme con algo y apareció aquel hematoma —Taylor desesperada porque Gigi lo olvidara, encendió la tele—. Están dando Gossip Girl.

—¿Por qué no confías en mí? —Gigi insistió.

—No es no confiar en ti, en realidad no sé que sucedió en mi cuello —mintió.

Gigi bufó molestándose y luego ignoró a Taylor mirando la televisión. Taylor suspiró y abrazó un cojín, no quería mentirle a Gigi, pero no podía decirle que había pasado la noche de la Met Gala en la cama de su ex novio, no era así de simple; Justin y Taylor siempre le daban problemas a todos y sería feo que supieran que habían pasado una noche juntos después de todos los líos que habían formado, líos que involucraban a sus amigos; así pensaba Taylor Jones.

—Si te sacan una foto con aquella
marca en el cuello Justin se volverá loco.

Taylor gruñó cansada.

—¡La marca me la hizo Justin! —gritó—. No debía decirle a nadie, lo prometí.

Gigi se quedó en silencio y su boca literalmente cayó abierta

—Estoy cansada de lo mismo, Gigi —añadió—. Desde que sucedió lo con Neels no paras de decir "pobre Justin" —imitó en un tono ridículo— "Pobre Justin" "Justin esto esto y esto" Estoy cansada, estamos separados y ya nada importa. Nadie se preocupó de mi cuando salieron fotos de Justin y Sofia Richie besándose y no me digas que entre ellos no sucedió nada porque no soy tonta y es obvio que ellos dos se acostaron, ¿pero quien dijo "pobre Taylor"?

Se levantó del sofá con lágrimas en la cara y tomó su bolso.

—Taylor... —Gigi trató de tomar su mano.

—Déjame ir.

—Perdóname yo... —Gigi secó sus lágrimas al mismo tiempo que el timbre sonaba.

Taylor bufó y comenzó a caminar hacia la puerta, la abrió y se encontró la sorpresa.

—¿Taylor? —Justin frunció el ceño al verla, pero luego su cara cambió totalmente al verla llorar— ¿Estás bien? ¿Qué sucede?

Taylor lo esquivó y salió corriendo hacia el elevador. Justin frunció el ceño y luego miró hacia el interior del departamento nuevamente, encontrándose a Gigi con una mueca de tristeza.

—¿Qué sucedió?

—Nada —la rubia fingió una sonrisa—. ¿Qué haces aquí?

—¿No puedo visitar a mi mejor amiga un sábado por la tarde? —elevó una ceja.

—Necesito buscar a Taylor, Justin —Gigi se levantó y comenzó a ordenar algunas cosas.

—¿Me dirás que sucedió?

Gigi se quedó en silencio, pensando en que le diría a Justin y cuando se armó de valor, se enderezó y lo miró.

—¿Estuviste con Taylor?

—¿Qué? —Justin frunció el ceño, sabía a lo que se refería Gigi, pero debía ser cuidadoso y prevenir.

—Encontré unas marcas en el cuello de Taylor, sé que fuiste tú —sonrió levemente.

El corazón de Justin dio un vuelco y sus mejillas ardieron, Justin Bieber estaba sonrojado.

—Tuvimos una discusión, yo dije algunas cosas que no debí y ella se alteró —Gigi explicó—. Desde que llegó noté que estaba rara.

Justin suspiró, sabiendo lo que le debía estar sucediendo a Taylor; arrepentimiento.

—Yo iré donde ella.

—Justin no lo hagas más difícil, sabes que los paparazzis y...

—No me importa, Gigi —interrumpió—. La quiero ver.

Gigi sonrió y se acercó a abrazarlo.

—Último hotel sobre la quinta avenida —susurró.

Justin asintió y besó la mejilla de la rubia antes de salir del departamento.

Taylor se encontraba acurrucada en el sofá, bebiendo leche de frutillas en tan solo una bata de seda. Se había calmado hace algunos minutos, digamos que no era algo tan exagerado, pero la angustia del momento la hizo explotar, además había recordado que Justin había tenido algo con Sofia Richie y se había puesto algo celosa.

El timbre de su habitación sonó y elevó una ceja. Deberían haberle avisado desde recepción del hotel que alguien quería verla. Digamos que tenía seguridad extra al ser la ex-novia del ídolo del pop.

Se levantó del sofá y caminó hacia la puerta, la abrió lentamente y se encontró con Justin recargado en la pared del pasillo.

—¿Qué haces aquí? ¿Cómo te dejaron subir? —preguntó abriendo la puerta en su totalidad.

Justin sonrió levemente y se acercó a ella, causando que las piernas de Taylor comenzaran a temblar.

—Soy Justin Bieber.

Taylor rió levemente rompiendo la tensión que se había creado y se hizo a un lado para que Justin pudiera entrar.

—Ni siquiera me molestaron los paparazzis, uno que otro —comentó mientras analizaba la habitación de Taylor.

—Difícil de creer. ¿Qué haces aquí?

—Gigi me comentó lo que sucedió. No sé que te habrá dicho Gigi, pero sé que ella sabe sobre nuestra noche.

Taylor agradeció a Dios y a Gigi que ella no haya abierto la boca y mencionado a Sofia; no quería que Justin supiera que le había afectado lo de Sofia Richie, además ya había sucedido hace muchísimas semanas.

—Solo tuve un ataque de furia porque me juzgó un buen rato por esta marca —señaló su cuello—. Pensó que otro hombre lo había hecho.

—¿Otro como Neels? ¿Qué tal la película que vieron en el cine? —Justin se sentó en el sofá cruzando sus piernas.

Taylor frunció el ceño. Estaba dispuesta a preguntarle como lo sabia, pero luego notó que sería estúpido porque los paparazzis eran los culpables de todo.

—Aburrida.

Justin palmeó el sofá a su lado, quería que Taylor se sentara junto a él.

—Quiero saber la razón por la cual estabas triste. No es normal tener aquellos arranques.

—Es normal cuando tienes muchos problemas.

—Dímelo, Taylor —pidió levantando su mano para acariciar la mejilla de la chica.

Taylor cerró los ojos bajó el tacto de Justin y empujó su mejilla contra la palma de Justin, como si quiera sentir aún más su tacto.

—Siento que te estás arrepintiendo sobre lo que sucedió la otra noche —añadió casi sin voz mirando los ojos verdes de Taylor—. ¿Es eso?

Taylor rió levemente, jamás se podría arrepentir de lo que sucedió aquella noche.

—Gigi me comenzó a juzgar sobre el chupetón, me dijo que si tú lo vieras te pondrías mal y bla bla —giró la cara para besar la palma de Justin—. Yo le dije que estaba cansada de que todo lo que hiciera tenían que involucrarlo contigo, le dije que cuando salieron las fotos tuyas y de Sofia, nadie me pregunto cómo estaba...

Justin pasó su dedo pulgar por los labios de Taylor haciéndola callar.
Se estaba sintiendo mal. Culpa lo estaba invadiendo, pero el jamás fue consciente de todos sus actos.

—Sofia fue un error, es una buena chica, pero ella buscaba algo que yo no le podía dar.

—¿Se acostaron, verdad ? —Taylor pregunto sin vergüenza—. Disculpa, es obvio que lo hicieron.

Justin dejó salir un suspiro y bajó la vista. No quería admitirlo delante de ella, pero no quería mentirle.

—Sí, pero solo fue aquella vez.

Sintió una fricción en el corazón a ver cómo caían lágrimas por las mejillas de Taylor.

—Tay...

—No importa, lo sospechaba, es algo del pasado, no estábamos juntos —habló rápidamente y limpió sus lágrimas.

Justin suspiró cansado de la situación y se dijo a si mismo que y estaba harto de la misma mierda. Nada de tiempos ni de promesas, si ellos querían volver lo intentarían o si no debían dejarlo por el bien de ambos.

—No aguanto ningún minuto más alejado de ti, Taylor —Justin se enderezó y tomó con fuerza la cintura de Taylor para sentarla sobre sus piernas—. Mírame —pidió cuando ella bajó la cabeza—, no soy rencoroso, olvidemos lo del pasado e intentémoslo, no sé por qué estamos separados si solo sufrimos más y más, arreglemos las cosas lentamente y con tiempo, mi amor.

Taylor sollozó y se abrazó de su cuello.

—No es tan fácil, Justin.

—Pero es que estoy cansado de tantos enredos Taylor, o es o no es.

—Te quiero, pero no sé si sea lo más correcto en estos momentos.

—No hace falta decir que no me importan los demás. Estoy dispuesto a arreglar las cosas contigo, aunque sea muy rápido. Ya han pasado más de siete meses. ¿No crees que es tiempo?

Taylor se quedó mirándolo fijamente y una sonrisa se formó en sus labios; ella igual lo quería y necesitaba estar con él. ¿A quién engañaba? Lo extrañaba con todo su corazón.

—Te amo —lloró.

—Yo también.

—¿Qué haremos con los fans, con la prensa, con la herida en nuestros corazones?

—No me importan los demás —Justin besó su barbilla—. Sanemos la herida con tiempo, pero juntos... por favor.

Los ojos de Justin brillaban con esperanza, tenía un nudo en la garganta, pero debía ser fuerte para contener a Taylor.

—Seamos amigos, comencemos así —Taylor susurró.

Justin asintió en seguida y no pudo evitar besar sus labios.

Taylor sentía que se estaba arriesgando a mucho. Ambos habían sufrido bastante con la ruptura, y arreglar las cosas no era tan simple; pero ambos sabían que al estar lejos se creaban más líos y sufrían más.

—Amigos que se besan, ¿lo recuerdas? —Justin sonrió ligeramente.

Taylor se sonrojó y rió. Ellos se conocieron y a los meses ya eran amigos que se besaban, como Justin solía llamar la extraña relación que tenían.

—Vamos a arreglar esto, bonita —susurró mientras miles de emociones estallaban en su estómago.

—Prométeme que mañana no te vas a arrepentir —Taylor pidió con los ojos cerrados.

Justin pensó que eso jamás sucedería. Ella no sabía lo mucho que él la amaba como para arrepentirse.

—Es una gran decisión de la cual jamás me podría arrepentir.

Se besaron en seguida, un beso llenó de amor, de pasión y de sentimientos. El corazón de Taylor estaba latiendo con mucha rapidez, quería gritar de emoción y de miedo. Tenían los sentimientos encontrados, como que no lo podía creer, pero aún así estaba feliz.

—Quédate —pidió cuando Justin rompió el beso.

Justin la quedó mirando fijamente y luego sacó un iPhone de su bolsillo. Marcó el número de Mike y en seguida su guardaespaldas le respondió.

—¿Vienes bajando en el elevador? —Mike preguntó al otro lado de la línea— ¿Preparamos la camioneta?

—Váyanse ustedes al hotel, yo me quedaré —musitó mientras miraba a Taylor.

—¿Qué? ¿No vienes?

—No.

—Justin, Scooter nos matará, mañana tienes...

—Buenas noches.

—Aún no anochece y Justin...

Justin cortó la llamada con una sonrisa y luego miró a Taylor.

—¿Qué decías?

Taylor rió negando con la cabeza.

—Scooter te matará.

—Vale la pena —besó los labios de Taylor con lentitud, disfrutándolo.

El beso comenzó lento, Justin no podía evitar sonreír cuando Taylor se estremecía entre sus brazos cada vez que el la apretaba más a su cuerpo.

Justin sentía una tranquilidad, pero al mismo tiempo estaba ansioso, ansioso por volver a intentarlo con el amor de su vida. Ansioso por saber si resultaría o no, y por la misma razón comenzarían como amigos, claramente al otro día ya que en ese momento no podían parar de besarse, y ambos sabían que los amigos no se besan.


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Mañana maratón, así que denle a la ESTRELLITA.

¿Creen es que muy rápido para intentarlo?

¿Creen que una segunda oportunidad funcione en una relación tan dolorosa y difícil?

Fame
Justbiebssg.

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