Capitulo 12
Como saben este capítulo se me borro minutos después de ser subido (ayer) (porque soy una tonta y lo pase a borrar),pero gracias a Dios, a PauBubbless1 aún le salía y tuvo el hermoso propósito de enviarme pantallazos para que volviera a escribirlo. Para las que no alcanzaron a leerlo aquí está nuevamente. Igual al primero que escribí.
Justin se sentó a un lado de Taylor en el sofá y la miró fijamente.
—Discúlpame por lo que te dije ese día que estabas con Neels... sabes que siempre...
—Lo sé —Taylor lo interrumpió.
Sabía que Justin siempre sintió celos hacia Neels, pero no quería escuchar esa frase saliendo de la boca de él.
—Me dan celos, Taylor —lo dijo de todas formas.
—Me pareció un poco descarado, pero ya no importa.
Taylor apretó sus piernas al terminar de decir aquello y lo miró; le había parecido descarado porque habían salido fotos de Sofia junto a él y ella jamás le reclamó.
—No sigas con eso —pidió, sabía a lo que Taylor se refería—. Te dije que me arrepiento de todo lo que sucedió con Sofia.
Taylor lo miró por un segundo y luego bajó la cabeza.
—Ya no importa nada, Justin. Ya no somos pareja.
—No sigas con eso —volvió a pedir lo mismo, pero esta vez más dolido que antes—. Ese día en el balcón de aquel restaurante te dije que tenías todo el derecho a reclamar porque mi corazón te seguía perteneciendo —habló de una vez, estaba cansado de rodeos—, y tú me dijiste los mismo... que tu corazón me seguía perteneciendo.
Taylor cerró los ojos por un segundo y al abrirlos se encontró a Justin muy cerca de ella.
—Quizás lo que dijimos esa noche estuvo mal —musitó.
Justin sintió como una grieta se formaba en cada pedazo de su corazón roto al oírla decir eso.
—No haz dicho eso —negó para él mismo.
—Ya no somos novios, Justin. Tendremos que acostumbrarnos a esto, porque en cualquier momento uno de los dos volverá a rehacer su vida y el otro tendrá que aceptarlo, ya han pasado cinco meses y...
—Y sigo enamorado de ti —la interrumpió y su voz se quebró—, sigo jodidamente enamorado de ti, y sé que no volveremos a estar juntos, por eso me duele, simplemente no sé cómo aceptarlo, no sé cómo acostumbrarme a esto —sus ojos se nublaron.
Taylor sintió su corazón vaciarse y un nudo se formó en su garganta al ver como una lagrima caía por la mejilla de Justin.
—No puedo evitar sentir celos —siguió hablando cuando Taylor no respondió—. Se que fui un idiota al involucrarme con ella pocos meses después de que lo nuestro acabara, pero en ese momento no estaba actuando por mi mismo, yo no quería y ella me encontró en mal estado, la ruptura me tenía mal y solo quería sacarte de mi mente...
—No sigas —Taylor lo interrumpió antes de que siguiera hablando—, por favor no sigas.
Justin la miró y notó como varias lágrimas se habían acumulado en sus ojos verdes, los lindos ojos verdes que tanto le encantaban, soltó un suspiro y pasó las manos con frustración por su cara. No llevaban ni diez minutos juntos y ambos ya estaban casi llorando.
—Tenemos que hablarlo, Tay —murmuró en voz baja—. Estamos aquí porque queremos arreglar las cosas, y te aseguro que no me iré hasta que dejemos las cosas claras entre los dos.
Y esa fue la gota que colmó los sentimientos de Taylor Jones.
—¡Ya no existe un Justin y Taylor! —soltó de golpe, casi gritando— ¡Ya no existe un tú y yo! ¡Ya no existe un los dos!
Justin se quedó en silencio, sintiéndose algo humillado y bajó la cabeza, sin responder.
—¡Entiéndelo! Maldita sea —añadió y solo eso bastó para que rompiera en llanto frente a su ex novio—. Me hace mal saber de ti, escuchar tu nombre o tan solo verte. Esto no es sano para ninguno de los dos, debemos olvidarnos el uno del otro y el hecho de que ahora estemos juntos no ayuda.
—Aún así haz aceptado venir hasta aquí —fue lo único que Justin pudo decir.
—Porque quiero acabar con esto de una vez, no quiero rencores, solo quiero quedar bien contigo porque te quiero muchísimo.
—¿Y qué si yo no me quiero olvidar de ti? —Justin se acercó peligrosamente hasta ella, quería ver sus ojos— ¿Tendré que soportar este dolor toda la vida?
Taylor sollozó en respuesta y Justin sintió un sentimiento de vacío en su estomago y en su corazón, no le gustaba para nada ver a Taylor Jones llorar.
La abrazó tomándola por sorpresa y aunque Taylor trató de alejarlo finalmente terminó abrazada al cuello de Justin y llorando sobre su pecho. Se sentía bien y triste a la vez para ambos, hace tiempo no se abrazaban tan fuerte como lo estaban haciendo en ese momento, la piel de Taylor se había erizado y el corazón de Justin había comenzado a latir con rapidez. Prácticamente ambos estaban llorando en los brazos del otro por la misma razón, y aunque era masoquista ninguno de los dos se quería soltar.
Taylor volvió a sollozar con fuerza contra la camiseta de Justin, la cual ya estaba bastante húmeda gracias a las lágrimas de Taylor.
—No llores así —pidió él alejándose un poco solo para mirar sus ojos sin romper el abrazó—. No me gusta verte llorar así, me rompes el corazón.
—¿Te rompo el corazón más de lo que ya lo he hecho? —lo miró con sus mejillas y la punta de su nariz completamente teñidas de rojo.
Justin rió un poco por las masoquistas palabras de Taylor y levantó su pulgar para secar algunas lágrimas que seguían cayendo por las mejillas de la chica.
—Te encanta culparte por cosas que no te corresponden y simplemente dejar sobre ti la carga de las cosas —le acarició la mejilla.
—La mayor culpa del porqué terminamos fue mía —Taylor miró al piso con culpa luego de decir aquello.
—No quiero recordar ese día, con recordar la discusión y toda las cosas que nos dijimos esa noche... me basta.
Taylor tomó una respiración y miró con adoración los ojos mieles de Justin.
—Prométeme que aunque estemos lejos seguiremos manteniendo comunicación —pidió ella y se atrevió a acariciar la nuca de Justin, seguía abrazada a su cuello.
—Me acabas de decir que nos hace mal vernos o saber del otro.
—Creo que lo que más mal me hizo estos meses fue saber que había un rencor entre nosotros, y el no saber nada directo de ti —miró las largas pestañas del castaño—, no pido que nos veamos, solo pido que tengamos una buena comunicación, que terminemos esto de una vez y de buena forma.
—Te llamaré siempre cuando pueda, pero si te puedo ver... lo haré.
—¡Justin! —Taylor se quejó— Nos hace mal vernos.
Justin pareció resignarse y finalmente terminó asintiendo.
—Está bien.
—Yo igual te llamaré, aunque me duela mucho, lo haré —volvió a recostar su cabeza sobre el pecho de Justin.
Muchos sentimientos en ese momento y muchos recuerdos invadiendo la mente de cada uno al estarse acariciando delicadamente como ellos lo estaban haciendo. Simplemente habían bastado palabras y lágrimas para que acabaran de esa forma.
La luz de la cabaña comenzó a apagarse y encenderse sola hasta que finalmente se apagó, la ampolleta se había quemado.
Taylor saltó en su lugar y Justin maldijo en todos los idiomas posibles al recordar que nunca pensó en la maldita ampolleta.
—Tranquila —se alejó de ella y encendió la linterna de su iPhone.
Taylor comenzó a temblar y Justin suspiró, estar sin luz en una cabaña que se encontraba detrás de un bosque era una mala idea, y mucho más porque estaba con Taylor, quien era la reina asustadiza.
—¡Justin! —lo llamó dramáticamente cuando él comenzó a alejarse con la linterna para alumbrar.
—Estoy buscando una vela.
—No me dejes sola —pidió.
—Ven aquí.
Taylor tomó el brazo de Justin con fuerza y no se despegó de él ni por un segundo. Lo ayudó encendiendo la linterna de su iPhone y no encontraron nada, hasta que algo apareció hacer clic en la cabeza de Justin y comenzó a caminar hacia la habitación, aún habían velas de la última vez en que habían estado ahí, exactamente haciendo el amor.
La piel de Taylor se volvió a erizar al ver las velas aún en el mismo sitio de aquella noche, hace muchísimos meses atrás.
Justin notó como Taylor se tensaba levemente y se apresuró en tomar las gloriosas velas.
Sacó un encendedor de su bolsillo y encendió cinco velas dejándolas por la cabaña. Taylor se sintió algo más tranquila y pudo separarse de Justin para sentarse en el sofá.
—Yo creo que deberíamos volver a California —Taylor murmuró luego de un corto silencio.
—Sabes que sería una locura volver a esta hora, hay un tráfico terrible y esta oscuro, si quieres ve, pero allí en la ciudad te van a reconocer —Justin suspiró y se sentó a su lado.
—Está bien, volveré a California en unas horas más —resopló y se acurrucó en el sofá.
Un nudo se volvió a formar en la garganta de Taylor y las lágrimas volvieron a salir de sus ojos, simplemente le pesaba, le dolía y le enfermaba la situación. Se suponía que debía estar un poco más tranquila, pero el corazón le estaba doliendo aún más. Aún no hablaban sobre la razón principal de su rompimiento, pero ninguno de los dos se sentía bien emocionalmente para hablar de aquello.
El ambiente era triste pero no incómodo, los dos estaban callados y pensando lo mismo; probablemente esa sería la última vez que se verían, ya no más problemas, ya no más atados, no más rumores. Era la hora de que ambos dejaran que el otro rehiciera su vida, era hora de que salieran adelante sin ningún problema y debían hacerlo, aunque para ambos iba a ser difícil, pero en el fondo de sus corazones querían que el otro fuera feliz. Habían acordado llamarse sí, pero esas eran cosas que la gente solo decirse y nunca las cumplía, y si ellos lo llegaban a hacer ambos sabían que se llamarían cada cierto tiempo, muy rara vez, porque aún no se superaban por completo y les dolería mucho oír la voz del otro sin poder verse o tenerse cerca.
El tiempo tiempo pasó lento y ambos seguían pensando en silencio. Luego de varios minutos los ojos de Taylor comenzaron a cerrarse y Justin se quedó mirándola fijamente; era simplemente hermosa. La miró por un largo rato y cuando se aseguró de que estaba completamente dormida, la tomó en sus brazos y la llevó hasta la habitación para recostarla en aquella cama vieja, la cubrió con las mantas y besó su mejilla antes de alejarse para salir de la habitación, pero eso no sucedió, Taylor lo sorprendió agarrándolo del antebrazo y aún con los ojos cerrados habló.
—Quédate.
—No me hagas esto más difícil.
—No dejaré que te duermas en aquel duro sofá.
Taylor se sintió mal, sabía que el tenerlo a su lado en una cama sería otra daga más directo a su corazón, pero el amor que sentía hacia aquel hombre era mucho más grande que el amor que sentía hacia ella misma, y aunque eso estaba mal, no le importaba.
Justin suspiró y se recostó a su lado sin tocarla, pero dos horas más tarde Taylor terminó de alguna forma roncando levemente abrazada al pecho de Justin, mientras él le acariciaba la espalda y la observaba dormir, con el corazón roto y con los ojos llenos de lágrimas, repitiéndose que sería la única y última vez que podría volver a verla y a tenerla de esa forma.
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¿Cuantos votos y comentarios para este hermoso capítulo?
Este capítulo es de ayer pero ya saben el problema que pasó, así que más tarde subiré el capítulo de hoy.
Fame
Justbiebssg.
🖤🖤🖤🖤
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