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Jungkook observo como Jimin entraba en su departamento y empezaba a buscarlo con la mirada.
Se veía tan bonito con las mejillas encendidas y con su expresión de confusión.
-¿Guks?--Escucho como lo llamaba dulcemente.
Pero él seguía observándolo.
No sabía de donde había sacado las pelotas para mandar semejante mensaje. Se había metido abajo de la cama y ahora no tenía las pelotas para salir.
Su plan era simplemente perfecto. Cuándo Jimin se de cuenta de que el "no estaba" en su departamento lo va a ir a buscar al otro. Y el aprovecharía esa oportunidad para saltar por la ventana desde un séptimo piso rezándole a todos los dioses en los que no cree para no matarse en el intento. Iría a dormir a su otra casa. Y al otro día le diría a Jimin que había sido todo un sueño.
Era perfecto. Simplemente perfecto.
Pero Jungkook había olvidado algo. Ese algo que por algún motivo siempre olvidaba. Ese algo que destruía todos y cada uno de sus perfectos planes con solo una palabra.
Lo vio parado frente a él. Observándolo fijamente. Sintió como su plan se desmoronaba lenta y dolorosamente.
Oreo estaba frente a él.
-TROLO, GUKS TROLO, TROLO-- Empezó a gritar el ave llamando la atención de Jimin quién se agacho y entonces encontró a su novio
-¡Sorpresa!-- Exclamó Jungkook con una sonrisa fingida en los labios observando con vergüenza pura al rubio.
-¿Es esto alguna clase de juego previo o qué?-- Pregunto Jimin con burla.
Jungkook rápidamente salió de su escondite y claramente dio la primer excusa de mierda que se le ocurrió.
"Estaba rezando"
-Hola Jimin tanto tiempo--Lo saludo completamente nervioso. Bien. Ni siquiera él podía reconocerse justo ahora.
Él no era así. Nunca había sido así. Y jamás se imagino que podría llegar a ser así con alguien. Él nunca había sentido vergüenza de casi nada, tampoco era de tener inseguridades y mucho menos a la hora de tener sexo con alguien.
Pero frente a Jimin se sentía completamente desnudo incluso con la ropa puesta. Sabía que estar con Jimin no iba a ser para nada parecido a estar con alguien más. Porque nadie jamás lo había hecho sentir lo que el chico. Nadie jamás había sido capaz de enamorarlo cada día un poquito más. Con sus sonrisas. Insultos. Sarcasmo. Exageraciones. Con todas sus cosas buenas y malas. Lo curioso es que según Jungkook. Jimin no tiene nada de malo. Ni una sola cosa. No le importa lo cabeza dura que pueda llegar a ser ,él ama que sea tan difícil descifrarlo. Se divierte haciéndolo.
-¿Guks?--Lo llama Jimin observando como el chico frente a él se había quedado completamente congelado observándolo.
-Perdón ¿Dijiste algo?
-Te dije que-
-¿Te puedo besar?--Pregunto Jungkook interrumpiendo la respuesta del rubio y acercándose a él. Paso a paso
-¿Desde cuando preguntas?-- Le pregunto Jimin en respuesta.
Y cuando finalmente estuvieron uno frente al otro se besaron con necesidad. No era la primera vez que se besaban de esa manera. Ya lo habían hecho varias veces pero jamas habían ido más alla de un "Toco y me voy"
Ambos sabían que hoy querían ir hasta el final. Jimin lo dedujo por la forma en la que Jungkook acariciaba su espalda baja con necesidad. Y Jungkook lo supo en el momento en el que las piernas del rubio se enredaron con fuerza a su cintura.
Sus labios se movían sobre los del contrario marcando un ritmo necesitado y embriagador. Jungkook sabía que jamas se cansaría de probar esos carnosos labios que se sentían igual que el algodón de azúcar. Tan suaves y dulces. O ese cuello lechoso y suave que se moría de ganas por marcar. O esas curvas que hasta ahora solo había visto por debajo de la ropa y ahora no quería esperar a verlas al descubierto y sentir la piel tan suave y provocativa de su novio.
Jimin sentía comos sus sentidos se apagaban de a poco, como segundo a segundo se dejaba invadir más y más por las sensaciones que Jungkook le estaba brindando. Los besos en el cuello que lo hacían ahogar gemidos en la garganta. Esa presión agobiante que ejercía en su entrepierna con el muslo, o esas manos que lo recorrían por debajo de la ropa con desesperación. Sin dudarlo ni un segundo saco la camiseta de su novio de un solo tirón para inmediatamente después volver a unir sus labios mientras recorría la formada espalda del chico. Los músculos contrayéndose bajo su toque lo hacían delirar.
Sus cuerpos se pegaban cada vez más. Las caricias subían cada vez más de nivel. Pero ambos. Los dos. Los two, como diría bang pdnim, se habían olvidado de algo muy importante.
Oreo los observaba completamente confundido. Los miraba fijamente parado sobre el televisor pantalla plana de Jungkook aferrándose con todas sus fuerzas al borde con sus garras. El ave no sabía si darse vuelta y no ver. Si irse a otra habitación. Si hacer de cuenta que no pasaba nada. O simplemente quedarse observando todo porque para ser sinceros no entendía lo que veía pero le gustaba.
El problema era que Oreo pensaba que estaban discutiendo y que en ese momento los humanos estaban teniendo una pelea física muy MUY acalorada.
Re inteligente el loro.
Oreo no sabía a quien defender porque no sabía quien iba perdiendo. Y evidentemente iba a defender al que iba ganando porque Oreo nunca pierde. Que asco perder. Incluso si tenía que traicionar a su Jims. .Oreo iba a ganar.
Ganar > Jims
Entonces Oreo vio que por algún motivo los muchachos estaban desesperados por sacarse la ropa. Y en ese momento entendió todas las reglas del juego "El que menos ropa tiene es el que pierde"
La NASA debería contratar a Oreo.
Y entonces observo como el pantalón de Guks caía al suelo y de pronto observo como esa tela que lo cubría empezaba a bajar. En ese momento Oreo lo decidió. Iba a ser Team Jims.
Con eso en mente el ave espero el momento indicado para atacar. De pronto el trasero de Guks estaba completamente desnudo. Y de pronto escucho un "Aaah" de parte de Jims.
Con toda su furia el loro voló hacía el lindo trasero expuesto de Guks y empezó a picotearlo con toda la bronca.
-AAAAAAH--Ese grito desgarrador de Jungkook hizo alertar a Jimin quien se dio cuenta de que su novio estaba luchando contra un dolor inmensurable.
Levanto la cabeza y observo como su amada mascota picoteaba sin piedad alguna entre lo más profundo del ser de Jungkook. Si. Oreo estaba picoteando entre las nalgas del chico.
-¡OREO NO!-- Grito Jimin parándose de su lugar y ayudando a Jungkook que ni siquiera gritaba. Simplemente tenía la expresión más dolorosa que alguien haya visto jamás.
-TROLO GUKS TROLO TROLO TROLOOOOOOOOOO
Luego de correr a Oreo por todo el departamento, Jimin logro atraparlo y lo encerró en la sala de juegos acercándose con inseguridad a Jungkook quién se encontraba completamente desnudo sobre la cama observándolo con una expresión que no supo descifrar.
-Oreo me bautizo-- Dijo rompiendo el silenció que se había formado e inmediatamente después ambos empezaron a reír a carcajadas.
-Perdón por eso-- Se disculpo sentándose en la cama.
-No te preocupes ¿Cuántas personas pueden decir que un loro lo picoteo reiteradas veces entre las nalgas?-- Jungkook estaba acostumbrado a ser maltratado por Oreo-- Como sea. Nosotros estábamos en algo-- Le recordó a Jimin acercándose a él. Observando el cuerpo del rubio siendo cubierto únicamente por su ropa interior
-¿Enserio?-- Pregunto Jimin con ironía volviendo a recostarse en la cama mientras Jungkook volvía posicionarse encima suyo.
-Muy enserio-- Le respondió Jungkook volviendo a atacar sus labios.
Finalmente retiro la ropa interior del rubio para inmediatamente después posicionarse entre sus piernas causando que sus erecciones se toquen suavemente haciéndolos enloquecer.
Una de las manos de Jungkook se dirigió a preparar a Jimin logrando sacarle gemidos de placer que hacían al castaño sentir que estaba escuchando la canción más hermosa del mundo.
Luego de asegurarse de que el rubio estaba listo para recibirlo lo beso entrando lentamente en su interior sintiendo como sus paredes se estiraban solo para él. Y entonces observo al chico debajo suyo. Sus mejillas completamente rojas, sus ojitos brillantes y húmedos, sus labios rojos e hinchados invitándolo a besarlos nuevamente. Ese hermoso pelo rubio y enrrulado que tanto le encantaba completamente desordenado. Su respiración agitada, su piel tan suave y perfecta brillando debido al sudor que recorría a ambos.
Ambos empezaron a moverse en busca de complacerse, sus movimientos aumentaban, las manos de Jimin recorrían todo el cuerpo de Jungkook con necesidad. Le encantaba tocarlo. Le encantaba cuando el mayor lo envolvía en sus fuertes brazos haciéndolo sentir completamente protegido.
Porque Jimin quería a Jungkook. Lo quería mucho. Tanto que lo sentía absolutamente todo cada vez que lo besaba, lo abrazaba o lo miraba.
Los gemidos en la habitación aumentaban cada vez más de volumen. Jimin escuchaba los jadeos de placer de Jungkook justo en su oreja mientras era fuertemente embestido llevándolo a la locura.
-Guks voy aAah-- Fue interrumpido por una estocada justo en su punto que lo hizo delirar.
-Esta bien Jimin. Hacelo. Quiero verte-- Esas palabras de Jungkook lograron que el inminente orgasmo de Jimin llegara logrando que un fuerte gemido se escapara de sus labios.
Y Jungkook no resistió mucho más al sentir como el interior de Jimin lo apretaba deliciosamente. Unas pocas embestidas más bastaron para que acabe en él interior del menor.
En la habitación solo se escuchaban las respiraciones agitadas de ambos y los pequeños besitos que el mayor dejaba por todo el rostro del rubio.
-Estoy muy enamorado de vos Jimin ¿Lo sabes verdad?-- Le pregunto Jungkook aún sin salir de su interior.
-¿A pesar de que mi loro te picoteo entre lo más profundo de tu ser?-- Le pregunto en respuesta con una dulce sonrisa acunando su rostro con cariño.
-A pesar de todo. Estoy muy enamorado de vos-- Aseguro Jungkook devolvíendole la sonrisa
-Solo lo voy a decir una vez así que escucha con atención. Yo también estoy muy enamorado de vos Guks-- Admitió Jimin por primera vez con palabras.
-Lo se
Y nuevamente volvieron a unir sus labios cariño.
Eso había salido muy bien
-TROLOOOO GUKS TROLOOOO AYUDAAAA JIMS TROLOOOO-- Bueno. No del todo.
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