Parte 6
Sexto capitulo
Andrea Berroncille
Haber visto a mi padre luego de diez años era algo que todavía no podía asimilar. Poco recordaba de mi tiempo con él, pero en los recuerdos que tenía era un hombre amable y bondadoso que se había aproximado a mí con una pistola en la mano.
Me encontraba limpiando las mesas de la cafetería mientras observaba de reojo a Angello y Diego discutir sobre un tema que muy poco me importaba, lo normal es que si hablan de ti te interese un poco, pero por mí podían mandarme al infierno que ya tenía hasta inversiones allí y un plan vacacional.
—Andrea, ¿pusiste el cartel de cerrado?
—¡No soy tu puta empleada del mes, Diego! —le grité antes de dirigirme a poner el cartel.
En la última semana mi humor había estado... pasando por momentos difíciles. Estaba enojada conmigo misma por lo sucedido en ese estudio cuando vi a mi padre por primera vez en diez años y estaba enojada con Diego por ocultarme la verdad, sabía que él me escondía algo, pero no podía sacarle qué era y eso me desesperaba.
¡Era mi vida! Tenía derecho a saber, que no era niña, demonios, tenía veinticinco años. Suspiré profundo para tratar de controlarme un poco, Angello pasó por mi lado con una sonrisa en el rostro y luego abrió la puerta para irse, yo estaba terminando con la última mesa, así podría irme a casa.
—Ya me estoy cansando de ti, Andrea.
—Debió haberte sucedido hace unos años, ahora ya estás tarde porque hasta vivimos juntos. Por cierto, ¿cuándo me vas a pagar?
—Eres increíble. ¿Esos pocos billetes son los que te preocupan? ¿O el hecho de que aceptaste un trato con un desconocido para arruinar la reputación de toda tu familia?
—Me alegra ver que ahora digas que es mi familia, en serio, hasta me enorgullece, pero si no tienes nada mejor que decirme, como por ejemplo, ¿qué sucedió realmente el día del accidente? Entonces déjame terminar mi trabajo, por el cual no me pagas aún y así ambos volvemos a nuestras vidas.
Diego negó con la cabeza para seguidamente perderse en la cocina, iba ahí a pensar cada vez que lo molestaba demasiado, lo cual había sido repetitivo en la última semana. En fin, que ese no me alteraría más de lo que estaba, si se rehusaba a contarme del accidente, pues bien, ya lo averiguaría por mi cuenta.
Terminé con las mesas rápidamente y comencé a dedicarme a subir las sillas, el espacio era pequeño, así que terminaría pronto. Estaba ya a punto de tomarme un cinco porque me dolía la espalda cuando escuché la puerta de la cafetería abrirse. ¿Es que no hay respeto por el cartelito? Me giré para encarar al idiota que entraba cuando descubrí quien era.
—Debo hablar contigo.
—Hola, Adam, mi amor, yo también me alegro de verte, ¿hoy me dedicas unos cinco minutos al menos? Es que me dejas necesitada solo con tus hermosas palabras.
Mi comentario no pareció hacerle gracia porque se acercó hasta una mesa y bajó una silla para sentarse. ¡Iba a matarlo!
—Andrea... —Algo en su voz me decía que esto venía fuerte—. Mis padres me siguen insistiendo con el tema de irte a presentar, puede que te hayas librado de eso hace una semana, pero no sé si pueda seguir conteniéndolos.
Como no nos conocíamos realmente, pensaba que era descabellada la idea de ir frente a su familia y soltarle: ¡hey, soy la amante que arruinará sus vidas! Pues no, estaba loca, pero quería hacer esto bien, así que propuse tiempo para conocernos y todo lo que descubrimos sobre el otro en esta semana era que jamás podríamos estar juntos, mucho menos enamorados. Adam era... mi alma gemela opuesta.
—Pues bien, principito, si tu casa real quiere conocerme, hagámoslo. Tengo de ti lo necesario para que no sospechen.
—Sí, bueno, no es tan fácil. A mi madre se le ocurrió conocerte en una de sus galas, y justo el día anterior a una entrevista mía, esto es increíble.
¿Una gala? ¿Cómo esas donde hay que vestirse elegante y hablar refinado para quedar bien con la sociedad? El infierno no me hizo para esas cosas, mi cara debió decirlo porque Adam no pudo evitar sonreír cuando me vio. Iba a gritarle algo cuando Diego salió de la cocina tarareando una canción, ¡Por mis reyes! Estaba muy enojado, solo cantaba cuando trataba de contenerse. Me volteé hacia él que lo vi sacando dinero de la caja para contarlo y me acerqué hacia el mostrador donde estaba, Adam no tardó en seguirme.
—Diego, cariño, ¿te vas a enojar conmigo por mucho tiempo? Necesito saber eso.
No dijo ni una palabra.
—Andrea, sobre lo que estábamos hablando...
Me giré hacia Adam sin despegar mi brazo del mostrador, ¿qué hablaba con él? Ah, sí, la gala.
—Cierto, solo dime qué gala es.
—No estoy muy seguro, deberé llamarla para que me confirme, por lo general no me meto en esos asuntos.
—Es una gala para reunir fondos de inversión —dijo Diego, así, de pronto—. Angello me comentó de ir, las galas de la Condesa son muy refinadas, el código de vestimenta es muy elegante, por supuesto, la acompañante femenina debe ser una mujer con clase y estilo, que conozca las normas de la alta sociedad y pueda fácilmente hablar con distinción entre personas ricas, por lo general se le presta mucha atención a las mujeres que asisten.
—Santa divinidad, estoy perdido —dijo Adam de pronto al casi acostarse con la mitad del cuerpo sobre el mostrador.
Me insultaba por el solo hecho de haber usado esa expresión.
—¿Por qué? —preguntamos Diego y yo al mismo tiempo.
—¿Cómo que por qué? ¿Mujer refinada que pueda hablar con clase? ¿Conocer las normas y seguir los protocolos? Vamos, Andrea, acaba de describir a alguien justamente opuesta a ti.
Le sonreí ante esa insinuación y me acerqué a él que me miró de arriba abajo como acostumbraba a hacer, yo solamente me aproximé un poco más a su oído y le susurré suavemente:
—Te sorprendería saber quién soy en realidad, Adam Carver.
Él sonrió, como si le hubiese contado un chiste o desconociera de algo, porque la verdad es que me gustaba mantener toda mi verdadera yo bajo cero y no tenía intenciones de que él supiese mucho de mí. Sin embargo, todo eso estaba al peligrar.
Y era algo que descubriría en esa gala. Nunca imaginé lo mucho que podría cambiar una vida en una sola noche.
Intenso se viene lo próximo😁 No olviden dejar votos a la historia si les está gustando, así como comentarios o marcar frases que les gusten.
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