Veintiocho
Capítulo 28
Algo pendiente
El día para GulMi finalizaba con una visita de la enfermera quien revisó como iba el tratamiento en ella, la joven necesitaba reposo todavía, su sangrado cada vez era menos, mientras GulMi cenaba de la bandeja que le habían llevado, él le escribía al oficial Choi. La búsqueda de Jeon JungKook seguía activa, TaeHyung aseguraba no saberlo, en la tarde comenzaron a descubrir algunos huesos humanos en el bosque, un cadáver apareció gracias al olfato de uno de los perros de la policía, el cuerpo de Yoo SeGye había sido encontrado.
—Bien. Ahora debe descansar por esta noche, señorita Yoo—dijo la enfermera al recoger la bandeja vacía. Acomodó la almohada de GulMi permitiéndole recostarse—Señor Min, asegúrese de que la chica duerma, cualquier novedad no dude en avisarnos en recepción.
GulMi agradeció con una pequeña sonrisa y YoonGi en cambio despidió a la enfermera con una reverencia. Debía contarle a su amiga.
—¿Estás cansada?—preguntó cuando quedaron a solas, con un gesto indicó más o menos—Intenta dormir, estaré aquí.
Y eso la hacía sentir segura al menos un poco. Lo miró apagar la luz de la habitación dejando encendida sólo la lámpara de la mesita, eso ayudó a que GulMi cayera dormida en cuestión de minutos. YoonGi la cubrió más con las sábanas, tomó asiento en la silla junto a la camilla, respiró profundo sabiendo que al amanecer debía contarle a GulMi que su madre fue descubierta, ¿Acaso las cosas podían ponerse peor?, sus ojos fueron cerrándose cuando recostó la cabeza de la camilla, el silencio lo ayudó a caer dormido también.
Todos necesitaban descansar.
─━━━━━━⊱✿⊰━━━━━━─
GulMi había necesitado estar varios días en el hospital para su total recuperación. La policía seguía buscando creyendo insólito que Jeon JungKook pudiera esconderse tan bien en un pueblo. TaeHyung no estaba sorprendido, sabía lo quisquilloso y cuidadoso que podía ser su hermano, atacaría en cualquier momento. YoonGi regresó al hotel con GulMi, tuvo que comprarle algo de ropa ya que ésta se rehusó a usar lo que la policía había recuperado, la hacía sentir sucia.
—Iré a la tienda, debo comprar algunas cosas para tu higiene, ¿Quieres que te traiga algo?
GulMi negó con la cabeza asegurando estar bien. Hace unos días, diría que una semana, se había enterado por YoonGi que la policía descubrió el cuerpo de su madre, el dolor de la pérdida se volvió más fuerte pero al mismo tiempo tuvo el alivio de que la hubieran encontrado. Sola en aquella habitación pensó en su madre con ojos llorosos, se recostó en la cama abrazándose así misma en posición fetal, cerró sus ojos con un suspiro, al volver a Seúl tendría que ocuparse del local, sabía que todo iba a traerle más recuerdos.
Cubrió su rostro con sus manos disculpándose internamente con la mujer que le dio la vida y que se preocupó por ella hasta el último minuto como nadie más lo hizo.
El sonido de la puerta le hizo despertar. GulMi al ver el despertador en la mesa de noche descubrió que se había quedado dormida casi una hora, escuchó la puerta de nuevo acercándose a ella. YoonGi todavía no regresaba, miró por el ojo de la puerta encontrando el pasillo casi vacío. Un carrito con una bandeja de comida se encontraba frente a la puerta, frunció el ceño girando el pomo, miró a ambos lados del pasillo sin ver a nadie allí. ¿Acaso sólo lo habían dejado allí?
"¿YoonGi habrá pedido servicio a la habitación?, no tengo un teléfono para escribirle"
Cuando se disponía a mover el carrito para colocarlo a un lado del pasillo y dejarlo allí para que el personal lo viera, no pudo. El carrito pesaba mucho, las ruedas no querían avanzar. De inmediato se detuvo, una parte del carrito quedaba oculta por una tela, GulMi pensó en una sola posibilidad. Dicha tela se movió apenas, de prisa volvió al cuarto, algo tomó su pie haciéndola caer de bruces al suelo, la puerta se cerró dejándola con una segunda persona en dicha habitación.
—Las chicas como tú nunca aprenden—lo escuchó decir. Se alejó de él en cuanto se incorporó del suelo, JungKook tenía unas ojeras muy marcadas, se veía más pálido de lo normal—Tú y yo tenemos algo pendiente, ¿Lo olvidas?—sonrió ladinamente.
"¿Dónde demonios está la maldita seguridad de la que habla la policía?"
GulMi corrió al baño encerrándose allí. Escuchó los golpes del chico a la puerta, miró alrededor acercándose a la ventana. Pudo abrirla, pero era muy pequeña para su cuerpo, allí no entraría.
—Si fuera tú saldría de allí, GulMi—los golpes se detuvieron. JungKook estaba disfrutando eso, pero necesitaba actuar rápido antes de que YoonGi volviera—Si no abres la puerta puedo esperar, ¿Crees que tu nuevo novio se desangre más rápido que tu madre?
Para GulMi fue fatal escucharlo. Apretó sus manos convirtiéndolas en puños, necesitaba algo para defenderse, una idea rápido pasó por su mente, JungKook por otro lado se colocó a un lado de la puerta, de su suéter sacó el cuchillo que tomó del carrito, agudizó el oído escuchando a la chica moverse en el interior del baño.
La puerta del baño se abrió por la misma GulMi. Ésta iba a usar la toalla para arrojarla al rostro de JungKook y lo "distrajera", cuando pensó en correr ya era muy tarde, JungKook apareció tomándola desprevenida, la tomó del cuello estampándola contra la pared. El oxígeno disminuyó para ella en cuestión de segundos, JungKook se veía muy fuera de sí y esa sonrisita...
—No puedo esforzarme como quisiera, ya sabes, la maldita herida que me hiciste sigue sin sanar del todo—el cuchillo acarició el cuello de GulMi. Eso le trajo recuerdos de su sueño, la mano de JungKook apretó mucho más su garganta complicándole el respirar—Pero al mismo tiempo no quisiera asesinarte tan rápido, ¿Qué te parece si esperamos a tu nuevo novio?—el cuchillo hizo un corte en su mejilla que la hizo quejarse. GulMi negándose a rendirse golpeó con sus manos el lugar de la herida en sus costillas.
JungKook la soltó con una maldición. Aun así, no la dejó ir, empujó a GulMi contra el espejo del baño aturdiéndola, los cristales cayeron al suelo junto a ella.
—Maldita sea—se quejó JungKook con su mano en las costillas. Aprovechando que GulMi estaba en el suelo arrojó dos patadas a su estómago, la tercera lo hizo caer con quejidos de dolor. GulMi había clavado uno de los cristales en su pierna.
El sonido de la puerta abriéndose alertó de la llegada de YoonGi.
—¿GulMi?—sí, era él.
"Tenemos que avisar a la policía. No, no, yo misma quiero acabar con este maldito desgraciado"
De nuevo, lamento la tardanza :)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro