Capítulo 3
La "solución"

Al enviarlo chasqueó la lengua un tanto molesta. Nunca le había pedido algo parecido a su madre, sabía los peligros del Internet en esas cosas, pero tenía hablando con TaeHyung muchos meses, era un año y medio de conversaciones. Lo había visto en videollamada, nunca mintió sobre nada, era lo que decía ser. Resopló jugando con el teléfono en su mano, mordió su labio inferior levantándose de la cama. Se dirigió a su escritorio abriendo el cajón de éste, tenía un sobre blanco donde guardaba el dinero que iba ahorrando, además de eso, por su discapacidad recibía una ayuda económica de parte del gobierno, dinero que tanto ella como su madre preferían mantener en la cuenta para emergencias futuras.

Contó los billetes del sobre tomando asiento en la silla, en su laptop revisó precios de pasajes o boletos con dirección a la isla de Jeju. Podía tomar el avión el cual le haría un trayecto más rápido o el ferri para tener un viaje en barco, terminó convenciéndose por el avión, su estómago no soportaría la segunda opción. Unos pequeños golpes a su puerta le hicieron dar un respingo, cerró todo en su laptop guardando el sobre también en su lugar. La señora Yoo entró a la habitación con una bandeja que tenía trozos de frutas cortados y un vaso de agua.

—Ya que no quisiste cenar, me pareció buena idea traerte una ensalada de frutas. Sé lo mucho que te gustan.

GulMi asintió levantándose de la silla.

—Gracias.

—Sé que en este momento estás molesta conmigo—recogió la bandeja al dejar el plato con el vaso en la mesa de noche—Tal vez no lo veas ahora, pero intenta colocarte en mis zapatos, ¿Sí?—la chica apretó sus labios uniendo sus manos detrás de su espalda—GulMi—sus ojos oscuros la miraron—El mundo es cruel la mayor parte del tiempo, especialmente con personas como tú—acarició su mejilla—Te quiero mucho, ¿Lo sabes?

Asintió de nuevo recibiendo un beso en su frente. La joven de veinticinco años quedó de nuevo sola en su cuarto, echó un vistazo a la laptop considerando su propio plan. Entendía la preocupación de su madre, pero también olvidaba que GulMi era una adulta, necesitaba crear sus propias experiencias en ese mundo cruel.

La pantalla de su celular se iluminó con la notificación de un mensaje.

Y si que pensaría en algo.

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La señora Yoo se había levantado esa mañana del sábado con muchas cosas por hacer. Debía ir al local para recibir la mercancía fresca, necesitaría de GulMi allí presente pues dos personas eran mejor que una, al servir el desayuno fue extraño para ella que su hija no estuviera dirigiéndose a la mesa.

—Tal vez se quedó dormida—limpió sus manos de su delantal dirigiéndose a la habitación de la joven. Tocó la puerta dos veces sin pensarlo—¿GulMi?, cielo, el desayuno está listo, necesito que me acompañes al restaurante.

Como respuesta, obtuvo silencio.

—¿GulMi?—giró el pomo logrando abrirla. La cama estaba hecha, todo estaba perfectamente arreglado, pero en la almohada se encontraba una hoja doblada—¿Qué es esto?—la recogió identificando la letra de su hija.

Mamá:
No te asustes ni te preocupes. Tomé el dinero que tenía ahorrado en mi escritorio, mi vuelo sale a primera hora de la mañana, estoy escribiéndote esto en la madrugada.

Ya hablé con TaeHyung, va a esperarme en Jeju. Cuando pueda te escribiré un mensaje, te dejaré la dirección aquí abajo escrita.

Te quiero, mamá.

—No, no, ¿Qué hiciste, GulMi?—rápidamente se dirigió al comedor para recuperar su teléfono. Presionó la opción de llamar encontrando la contestadora—¡Maldición!

Jamás hubiera pasado por su cabeza que la chica haría eso.

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El vuelo a Jeju tardaba una hora y diez minutos. GulMi había reservado su pasaje hace dos días exactamente, al llegar al aeropuerto tuvo suerte de recibir atención especial por su discapacidad, una de las mujeres que recibía a los pasajeros conocía lengua de señas facilitando la comunicación para la joven que viajaba por primera vez sola. Tenía mariposas en el estómago que alimentaban su nerviosismo, en ocasiones una pequeña sonrisita se dibujaba en sus labios, sabía que su madre estaría preocupada.

Pero luego la llamaría, nada malo pasaría, ella confiaba en TaeHyung.

Al salir por las puertas del aeropuerto divisó muchos taxis o autos personales, GulMi revisó en su bolsillo su teléfono. Ignoró las notificaciones escribiendo un mensaje al número que conocía:

Miró alrededor mordisqueando su labio. Tenía un bolso en su espalda y una maleta a su lado, su teléfono vibró en sus manos, tenía nuevo mensaje.

Dicho y hecho, un chico de sonrisa cuadrada, cabello oscuro un poco largo, alto además de tener un estilo vintage se acercaba con un ramo de flores en su mano. GulMi sonrió recibiéndolo con un fuerte abrazo que fue correspondido por él, TaeHyung besó su cabeza estrechándola en sus brazos. La sentía frágil entre ellos, la joven muda miró las flores encontrando atrayentes las rosas rojas.

—Esto es para ti—se las entregó. La felicidad de GulMi era tanta que explotaría, sus mejillas dolían de tanto sonreír—¿Todo bien en el camino?

Asintió. En su teléfono escribió un segundo, mostrándole acto seguido la pantalla en el bloc de notas:

Finalmente nos encontremos cara a cara. Eres mucho más atractivo en persona.

Tae se echó a reír algo avergonzado.

—¿Qué dices?, tú luces mucho más hermosa en persona—El sonrojo se apoderó de sus mejillas—¿Qué te parece si vamos a comer?, seguramente debes tener hambre, además, déjame llevar ese bolso por ti.

GulMi se lo permitió encontrando muy caballerosa esa actitud. Estaba completamente ciega por la imagen encantadora de ese hombre y por sus propios sentimientos.

Nos acercamos al peligro :D (no hagan lo que hizo GulMi, por favor)