Once
Capítulo 11
Impulso
—¿Qué piensas hacer exactamente?—preguntó a su hermano. JungKook seguía molesto con él, TaeHyung estaba saliéndose del protocolo por culpa de esa estúpida, odiaba a esa chica por haberle robado a su hermano, un mínimo error y todo se iría a la mierda, ¿Acaso su padre no se los repitió varias veces?—JungKook—llamó de nuevo.
—Dime algo, ¿Qué otra cosa debo saber?—volteó a verlo con brazos cruzados en el pecho.
—¿De qué hablas?
—Le dijiste nuestra dirección, me mantuviste oculto por año y medio que te gustaba esa muda—señaló—¿Algo más que deba saber?, porque no dejo de pensar que estás cegándote por tus sentimientos y te estás olvidando de las cosas que papá nos dijo.
TaeHyung pensó en la videollamada que GulMi hizo a su madre. Tensó sus hombros siendo consciente que eso tampoco era común.
—Me encargaré de GulMi...
—Yo no dije eso, tienes que hacerlo, pero en este momento no estoy hablándote de eso—levantó una de sus cejas tomando esa imagen autoritaria—¿Qué más has hecho con esa chica, hyung?
—No te enojes, ¿Sí?—JungKook sostuvo el puente de su nariz inhalando profundo—Estuve en una videollamada con su madre, ella había llamado a GulMi, pero...
—No quiero oírte más, ya escuché suficiente.
—No es lo que piensas. No podía negarme y...
—¡No quiero oírte más!—alzó la voz—Cuando esa mujer llegue te quiero fuera de la escena.
—Esto nos involucra a los dos, no puedo dejarte...
—Cierto, nos involucra a ambos, ahora debo solucionar lo que hiciste—el timbre de la casa se escuchó. Tae lo detuvo cuando pasó a su lado, en un susurro preguntó:
—¿Qué piensas hacer?, no podemos asesinar a su madre.
El timbre se escuchó de nuevo, JungKook se alejó dirigiéndose a la puerta, TaeHyung se escondió asomándose de reojo por la pared, JungKook inhaló profundo antes de abrir la puerta fingiendo su mejor amabilidad.
—Buenas noches, ¿En qué puedo ayudarle?
—Buenas noches—la señora Yoo se extrañó por el chico. Hubiera esperado que el mismo Tae le abriera o recibiera, ¿Se había equivocado de casa?, un ruido de arriba llamó la atención de TaeHyung, se alejó de la entrada dirigiéndose a la puerta del ático, jaló de la cuerda y las escaleras desplegables cayeron ante él, revisó en su bolsillo tomando la llave que abría el candado. Otro golpe se escuchó, GulMi intentaba burlar la seguridad de aquella puerta con un alfiler que había encontrado en el suelo entre las cajas, se quedó como piedra unos segundos al escuchar del otro lado que intentaban abrir.
GulMi miró alrededor, debía pensar rápido, si tan sólo pudiera darle una señal a su madre, porque sí, había escuchado claramente el timbre. Rápidamente se escondió entre las cajas luego de romper el foco de luz para evitar que la persona pudiera encenderlo.
—¿GulMi?—ese era Tae. De reojo se asomó viéndolo gracias a la luz que entraba por la puerta, estaba intentando encender la luz como esperaba—Maldito foco, ¿GulMi?
Era ahora o nunca.
La adrenalina adormeció el dolor de su cuerpo, GulMi apareció por detrás empujando a TaeHyung por las escaleras, el cuerpo masculino cayó con un golpe seco al suelo, ella aprovechó esa oportunidad para bajar con prisa, el cuerpo estaba inmóvil, pero seguía respirando.
"Está inconsciente. Un momento, ¿Por qué hay tanto silencio?"
Manteniéndose alerta, miró a la puerta principal que se encontraba cerrada. ¿Dónde estaba JungKook?, ¿Y dónde estaba su madre?, ¿Se había ido?, ¿La dejaron ir?, agudizó el oído deteniéndose al pasar por la cocina, rápidamente tomó uno de los cuchillos de la encimera, al voltearse identificó el cuerpo frente a la puerta principal, el umbral de la cocina le permitía verlo mejor.
"Mamá"
Sin dudarlo fue a ella, se detuvo a mitad del camino cuando vio a JungKook revisar a TaeHyung que seguía inconsciente.
—Hyung, despierta, ¿Hyung?—movió su brazo. Su mirada se encontró con la de GulMi quien sintió su corazón latir mucho más rápido—¿Qué demonios le hiciste?—apenas avanzó a ella, levantó el cuchillo en su dirección con manos temblorosas.
Un quejido llamó la atención de ambos, Tae comenzaba a despertar o eso parecía. JungKook fue a él y GulMi fue donde su madre agachándose a su lado, su cabeza estaba sangrando, la joven se deshizo de su suéter presionando con él donde recibió el golpe, ella estaba respirando, pero ahora ambas eran víctimas de esos hermanos. Con una de sus manos revisó los bolsillos de la mujer en busca de un teléfono para llamar a emergencias, la acción fue muy tardía, uno de los hermanos jaló su cabello arrastrándola lejos de su madre, GulMi intentó defenderse con el cuchillo en mano alcanzando a rasgar algo, JungKook había obtenido un rasguño en su antebrazo, la sangre cayó al suelo en gotas.
Tal vez el plan de empujar a Tae no fue tan buena idea.
"No puedo detenerme ahora"
Con ese pensamiento forcejeó con el pelinegro logrando levantarse del suelo, su mano sosteniendo el arma temblaba dejando en evidencia sus nervios.
—Vaya, así que esta noche tienes ganas de jugar a ser la valiente—sonrió con burla. Miró su brazo haciendo una mueca de dolor.
TaeHyung la abrazó por detrás tomándola desprevenida, sus manos le quitaron el arma de sus manos arrojándola al suelo en dirección a JungKook. GulMi se removió en brazos del que creyó ser su príncipe encantador, Tae tenía fuerza y ella no pensaba rendirse.
—¡Apresúrate y trae la jeringa!—gritó.
"Van a sedarme. No puedo perder a mamá de vista"
Jadeó luchando con la fuerza del chico sintiendo sus brazos presionarse a su alrededor impidiéndole libertad en sus brazos, ¡No podía defenderse!, aunque intentara gritar nada salía de su boca aumentando la frustración, JungKook apareció de nuevo con una jeringa cargada, la aguja entró en contacto con el brazo de GulMi quien sintió aquel líquido viajar por sus venas haciendo que su movilidad disminuyera en segundos.
Los tres respiraban agitados por la repentina lucha de la víctima.
—Tu novia tiene agallas, hyung—dijo un JungKook burlón—Buen intento, cariño—dio unas palmaditas a su mejilla. Tae la recostó en el suelo al ver que el sedante hacía efecto.
—Mierda—se quejó tocando sus costillas. El golpe con las escaleras pasaba factura.
—¿Enserio esta chica puede dejarte inconsciente?
—¿Cómo está su madre?
—Está viva si eso quieres saber. La dejé inconsciente apenas escuché el golpe en las escaleras—JungKook seguía sangrando aunque más que antes—Voy a curarme esto. No pierdas de vista a tu novia.
TaeHyung se quejó de dolor escuchando los pasos de su hermano alejarse, no podía creer lo que GulMi le había hecho. Estaba molesto, claro que sí, no iba a permitir que lo tratara de ese modo.
GulMi no pudo luchar más contra el sedante, antes de cerrar sus ojos lo último que vio fue a su madre a pocos metros de ella.
"Lo siento, mamá"
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Podía escuchar el canto de los pájaros, se sentía un poco aturdida y mareada. Olía a moho acompañado de humedad, GulMi entreabrió sus ojos, su vista fue aclarándose a medida que parpadeaba, los recuerdos aparecieron en su mente haciéndole recordar lo que ocurrió. Miró alrededor encontrándose en un lugar distinto al ático o la casa, para empezar, estaba colgando de los tobillos ocasionando que la sangre bajara a su cabeza y sus brazos quedaran colgando, sus quemaduras quedaban expuestas, pues su suéter se lo había dejado a su madre.
"Dios mío, mamá. ¿Dónde está?"
Estaba sola en esa especie de cabaña, era literalmente un espacio cuadrado no muy grande, había un sofá con una almohada y una manta, un escritorio viejo lleno de hojas con dibujos, movió su cabeza para encontrar detrás de ella los lienzos que TaeHyung pintaba, entre esos distinguió el que le mostró a ella por mensaje, ese que le pareció bonito.
"Supongo que aquí es donde pinta"
—Está bien—bebió de la limonada.
¿Vives muy lejos de aquí, Tae?
—En realidad no.
—¿Por qué no quisiste llevarme allí?
"¿Podría ser que este es su "hogar" o algo parecido?"
Sea lo que sea, estaba peor que antes. Para empezar la habían sacado de casa, probablemente su madre seguía en ese lugar con esos psicópatas, tenía que encontrar la manera de escapar, quería creer que su madre seguía viva. Si algo le ocurría...
No iba a perdonarse jamás.
._.
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