Capítulo 8
Mala chica

No era mucho lo que podía hacer en ese ático encadenada, no quería siquiera tocar el collar en su cuello, otra descarga eléctrica no sería lindo. Su estómago rugía por algo de comida, no había probado nada en todo el día, TaeHyung volvió a llevarle otra bandeja con el almuerzo luego de enviar los mensajes falsos a su madre, los envió con un nudo en la garganta pidiendo perdón en su interior. La noche había caído, la temperatura había bajado mucho más en el ático haciéndola temblar, apenas veía algo, aquel ático tenía cosas antiguas, el olor a polvo era intenso, una ventana circular a unos metros de ella permitía que entrara una mínima luz al lugar. Escuchó la puerta del suelo ser abierto, no esperó que fuera JungKook quien apareciera esta vez con una bandeja que no tenía comida exactamente.

—Veo que no quieres comer—sustituyó la bandeja de la tarde con la nueva. GulMi encontró un plato de perro con comida para perros, era comida de animal. Al lado, tenía otro plato con agua, JungKook le arrojó una manta delgada al colchón—Si Tae se entera que te dejo morir de frío se pondría más dramático.

"¿Él cree que voy a comer eso?"

—Debes preguntarte por él—se colocó a su altura—Me atreví a ayudarle a descansar, ya sabes, enamorarse es agotador—bromeó—Estará dormido por unas horas gracias al té que le di—la chica tragó con dificultad—Eso nos deja solos por el momento, Yoo GulMi.

"Eso no me hace sentir mejor. ¿Qué va a hacer?"

GulMi miró la puerta abierta. JungKook lo notó, se levantó cerrando dicha puerta dejándolos solos en el ático, estaba aprovechándose de su incapacidad para gritar o hacer ruido, una luz se encendió iluminando el lugar, la chica parpadeó varias veces acostumbrando su visión, miró al chico encender un cigarrillo luego de sacarlo de su bolsillo. Éste levantó una de sus cejas al dar una calada.

—Tienes que comer, GulMi—ella negó con la cabeza—Vamos, no es tan malo, cariño—se sentó a su lado. La chica se alejó abrazando sus piernas, no quería tenerlo cerca—Te ayudaré a comer—tomó un puñado de las croquetas para perro. Ella negó con la cabeza apretando sus labios—Oye, no seas grosera.

"Está loco"

JungKook rodeó los ojos al ver que no tenía avance, dio otra calada al cigarro en su mano y acto seguido colocó la punta que ardía en uno de sus brazos quemándola, GulMi en acto reflejo golpeó su mano quejándose. Retrocedió siendo jalada por el pelinegro.

—¿Vas a comer ahora o quieres otra marca en esa linda piel?—advirtió.

GulMi señaló la bandeja que Tae le llevó en la tarde mientras su otra mano cubría la quemadura de su brazo. A pocos metros de su hombro.

—No, no comerás esa. No la tocaste en ningún momento—el chico negó con la cabeza—Abre la boca—tomó su mandíbula ejerciendo presión. Sostuvo el cigarro con sus labios colocando aquellas croquetas de perro en la boca de GulMi. Ésta iba a escupirlas sin lograrlo, JungKook cubrió su boca con su mano advirtiéndole con la mirada, la chica jadeó golpeando su brazo, el sabor era horrible, retenerlo tanto tiempo en su boca sólo fue peor. Las arcadas aparecieron, JungKook la soltó, pero ella acabó vomitando junto al colchón—Ugh, maldita sea, eres un desastre. Intenté ser bueno, es obvio que necesitas un castigo, cariño.

"El sabor en mi boca es horrible, puedo sentir todavía esas croquetas"

Antes de que se recuperara, se vio empujada al colchón quedando acostada boca arriba, JungKook se subió a su cuerpo quedando con sus piernas a ambos lados de su cintura impidiéndole moverse, GulMi movió sus brazos forcejeando unos segundos, JungKook era el doble de su tamaño y más fuerte, sus manos quedaron juntas sobre su cabeza.

—Si haces un ruido, te liberas del castigo, ¿Te parece?—sonrió con malicia sabiendo que ella no lo haría.

"¡Suéltame!, no soporto ese olor a nicotina"

El dolor de otra quemadura interrumpió sus pensamientos, JungKook presionó el cigarro en la parte baja de sus brazos sintiéndola removerse debajo de su cuerpo, GulMi jadeó con una mueca de dolor, ¡Estaba ardiendo!, para JungKook fue fascinante y divertido no escuchar gritos de súplicas para que se detuviera. ¡Era como jugar con una muñeca!, no tenía que callar a la víctima, podía hacerle lo que quisiera.

La tercera quemadura fue en su otro brazo, GulMi sollozó sintiendo el dolor y el ardor en ellos. Quemadura tras quemadura sus brazos fueron llenándose de puntos rojos maltratando su piel blanca.

—No seas tan llorona, esto no es nada—dejó el cigarro a un lado cuando se apagó solo—Es el castigo más leve que puedes tener—admiró su obra mirando sus brazos lastimados, GulMi con lágrimas en el rostro luchaba por soltarse—Sigo sin entender como mi hermano se enamoró de ti, no tienes nada interesante, eres bonita, sí, pero si hablamos de esto...—tocó sus pechos por encima de la camisa—No hay nada que ver—se echó a reír burlándose de su físico.

Con rabia e impotencia, GulMi le escupió el rostro. En su mente le gritaba que era un idiota y un imbécil, JungKook limpió su rostro borrando la sonrisa de sus labios, se levantó asqueado además de furioso.

—Retiro lo que dije. No me importa si Tae se enoja porque mueras de frío. Levántate—ordenó.

La joven adolorida por sus brazos gateó lejos de él. La descarga eléctrica la paralizó como la primera vez, JungKook tenía un pequeño control en el bolsillo de su pantalón, con eso tenía control de las descargas y del collar. GulMi respiró con dificultad sin poder moverse, sus músculos estaban muy tensos para hacerlo. JungKook jaló de su tobillo, la giró en el suelo comenzando a romper su ropa, la desnudó por completo empeorando el frío en ella. GulMi sintió las lágrimas caer por sus mejillas, humillada y aterrada creyó que el chico quería algo más.

—Espero que sobrevivas a tu castigo, cariño—la ropa rota la recogió colocándola sobre la bandeja que tenía comida de verdad—Buenas noches, GulMi—se despidió como si nada. Recogió las cosas retirándose, apagó la luz y cerró la puerta dejando a la pobre desnuda en la oscuridad teniendo escalofríos.

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TaeHyung despertó por la mañana sintiéndose con energía, había dormido muy bien, hace mucho que no dormía así. Tomó un baño y se vistió con algo cómodo, afuera llovía con brisa, al salir de su habitación se dirigió a las escaleras del ático, las desplegó subiendo por ellas, al intentar abrir la puerta tuvo un problema. Ésta tenía un candado, frunció el ceño recordando perfectamente que no tenía nada de eso.

—JungKook—murmuró sabiendo que fue él. Bajó de las escaleras caminando a la cocina, escuchaba su voz allí, cantaba una canción de la radio mientras preparaba el desayuno—¿Dónde está la llave del ático?

—Buenos días, hyung, ven a comer. Ya estoy sirviendo los platos—sonrió muy animado.

—¿Por qué pusiste un candado a la puerta del ático?

—¿No es obvio?, nuestra mascota puede escapar—colocó los platos en la mesa.

—Dame la llave. Necesito ver a GulMi.

—Primero desayuno, luego haces lo que quieras—terminó de acomodar la mesa tomando asiento. Tae tensó si mandíbula odiando esa actitud de su hermano, en otra situación no le hubiera interesado lo que ocurriera, pero GulMi le importaba. Tuvo que acabar obedeciendo comenzando a comer—¿Dormiste bien?, luego de que bebiste el té fuiste directo a la cama.

No se había acordado de eso.

—¿Le colocaste algo?

—No—respondió dando un mordisco al trozo de panqueque en su tenedor—Me pareció que tuviste muchas emociones en un día y usé las gotas de dormir que muchas veces le dimos a papá para escaparnos.

—¿Qué?

—¿Sabes?, estuve pensando en él anoche—masticó mirándolo—¿No te parece que es momento de seguir la tradición en esta familia?

—¿De qué estás hablando, JungKook?

—Tienes 29 años y yo 27, papá nos enseñó lo que sabía, ahora es nuestro turno de hacer lo mismo—insinuó encogiéndose de hombros. TaeHyung todavía no captaba el mensaje oculto—Tienes que cogerte a esa chica, necesitamos un nuevo miembro en la familia.

Ahora lo entendía. Él quería que Tae tuviera un bebé con GulMi.

—Dame la llave del ático, no hablaré de esto.

—Piénsalo, primero lo haces, ella queda en estado, esperamos nueve meses o quizás provocamos el parto al séptimo u octavo mes. Luego sería mi turno y tendríamos dos por el precio de uno—contó muy orgulloso de su plan—Continuaríamos el legado de papá.

TaeHyung sonrió con cierta amargura, se inclinó en la mesa y en un rápido movimiento tomó la camisa de su hermano jalándolo hacia adelante.

—Si tocas a GulMi te asesino, ¿Entiendes?

JungKook no lo tomó enserio, nunca lo hacía.

—Si no lo haces, yo lo haré primero y sabes que prefiero el sexo duro—dio palmaditas a su mano—A lo mejor logro que diga su primera palabra.

El puño de TaeHyung se estampó en su rostro. JungKook sintió el sabor raro en su boca escupiendo al suelo algo de sangre, furioso miró a su hermano mayor, que Tae estuviera enamorado le molestaba, que la estuviera protegiendo inútilmente era más molesto todavía.

—Dame la maldita llave del ático.

El pelinegro obedeció entregándosela de mala gana. Tae salió de la cocina dirigiéndose con paso rápido a las escaleras desplegables, abrió el candado logrando subir, algo de luz entraba por la ventana, sus pasos hicieron crujir la madera, en el colchón estaba ella, una manta delgada cubría su cuerpo mientras temblaba, GulMi dormía profundamente cubierta hasta el cuello, se encontraba en posición fetal, el chico miró la bandeja con comida de perro y agua, también distinguió el vómito junto al colchón donde ella dormía.

"No puedo creer que caí estúpidamente en su trampa"

Pensó refiriéndose a JungKook. Ahora entendía porque lo durmió.

Se acercó a GulMi tocando su brazo, ésta se quejó temblorosa frunciendo el ceño mientras dormía, más de cerca, Tae notó que debajo de la manta estaba desnuda. Por eso la chica estaba helada y temblaba, la cargó sin pensarlo bajando como pudo por las escaleras teniéndola en brazos, GulMi inconsciente se acurrucó en su pecho necesitando calor, había pasado toda la noche muriendo de frío, TaeHyung la llevó a su habitación acostándola en la cama, la cubrió con lo que tenía para darle calor.

—No seas dramático, es sólo frío—JungKook miraba desde el marco de la puerta con su labio roto.

—¿Sabes que podría tener una hipotermia?

—Hablas como si estuviéramos en invierno.

—¿Por qué carajos está desnuda?—exigió saber. La sonrisita en sus labios le hizo imaginar lo peor—Eres un maldito, si me entero que la tocaste...

—No follamos si es lo que te preocupa—resopló—Quise alimentarla, ella se negó y la castigué—le restó importancia—Debe aprender.

TaeHyung frotó los brazos de ella deteniéndose en el acto por sus quejidos. Confuso, comprobó lo que ocurría encontrando las quemaduras en los brazos de GulMi, eran quemaduras pequeñas de cigarros, por eso le dolía cuando la tocaba.

—Sal de mi cuarto—ordenó.

—Hyung...

—¡Fuera de aquí!—alzó la voz.

—¿Se te olvida que soy el único que te apoya?, esta chica no es más que carne fresca, si nada de lo que te digo te parece, vete—indicó—La ames o no, terminaremos asesinándola como las demás—giró sobre sus talones para irse. Se detuvo tocando el último punto—Ah, y si tampoco te parece mi plan, pienso seguir el legado de papá, te guste o no, voy a usarla como me plazca.

La puerta se cerró dejando sola a la pareja. TaeHyung se encargó de que su cuerpo recibiera calor con las mantas gruesas que colocó sobre ella, las manos de la chica estaban heladas, la última vez que se preocupó de esa manera o que sintió algo por alguien fue hace mucho, cuando tuvo quince años y acabó siendo rechazado por esa niña, SeLim.

No, GulMi era diferente, ella no iba a rechazarlo. No podía hacerlo.

Pobre GulMi :(