Diez
Capítulo 10
Es mi hija
Al enviarlo se dejó caer en su cama. Miró el bolso que había preparado esperando que GulMi no se enfadara tanto, luego de la noticia de la desaparición de esa chica tenía un mal presentimiento, cuando cerró el local dejó una nota en la puerta informando que estaría cerrado por temas de viaje, puede que YoonGi tuviera razón con sus palabras, pero ella era la madre de esa chica. La intuición de madre nunca fallaba, algo le pasaba a su hija y no se quedaría de brazos cruzados.
—Terminaré de arreglarme, se supone que debería estar camino al aeropuerto.
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Una pequeña GulMi de cuatro años se asomaba por el marco de la puerta que daba a la habitación de sus padres, un hombre de cabello azabache doblaba algunas prendas de ropa guardándolas en su bolso, GulMi era consciente que su padre trabajaba en una fábrica de zapatos, su turno siempre variaba en la semana, a veces iniciaba en la mañana, otras veces en la tarde y últimamente estaba trabajando de noche, su padre solía llevar su uniforme en el bolso, pero esas prendas no eran del uniforme.
El señor Yoo al sentirse vigilado volteó hacia la puerta donde se encontraba la niña.
—Ve a jugar a tu habitación, GulMi—ordenó. La niña permaneció en el mismo lugar observando de reojo lo que hacía—Papá debe irse a trabajar para poder pagar los gastos de esta casa—resopló—Para eso si le intereso a tu madre.
Ellos dos habían discutido hace unos minutos. GulMi escuchó desde su cuarto, su padre parecía rechazarla por ser muda. ¿Y si intentaba con más fuerzas poder hablarle?, quizás no estaba intentando lo suficiente. La pequeña se acercó a él abrazando su pierna.
—¿Qué haces?—intentó alejarla sin conseguirlo, la niña sólo se aferró más a él.
GulMi abrió su boca intentando hablar, las palabras se rehusaban a salir y su voz no existía. El señor Yoo la cargó sentándola en la cama, ésta se aferró a su mano haciendo intentos de decirle que lo quería, de nuevo, nada salía. ¿Por qué los demás niños podían decirle a sus padres que los querían y ella no?, cierta frustración llenó sus ojos de lágrimas.
—Oye, tranquila—el hombre acarició sus mejillas—Respira, no me gusta que te agites así.
"Mamá dijo que usara mis manos como lo hemos practicado"
—Appa, no te vayas—se expresó con sus señas, pero él no sabía entenderlas, no se había dedicado a practicar con su mujer y su hija.
—Sabes que no te entiendo así.
—Te quiero mucho—y esa sí la entendió. La había visto usarla mucho con su madre.
—Papá también te quiere mucho—la niña sonrió contenta de haber sido comprendida. Lo abrazó complicándole más las cosas al hombre—Debo ir a trabajar, hazle caso a tu madre, ¿Sí?—para GulMi lo importante era el abrazo que le estaba dando—Lo siento mucho, cielo.
Esa fue la última vez que lo vio.
La puerta del ático se abrió de golpe ocasionando que despertara en el acto. La luz fue encendida y no tuvo tiempo a reaccionar cuando ya tenía a JungKook jalando su cabello. TaeHyung venía detrás:
—¡Suéltala!
—¡No te metas!—alzó la voz—Tu madre escribió, querida—tensó su mano escuchando un quejido de la chica. Le mostró la pantalla del teléfono permitiéndole leer, GulMi supo entonces la razón de esa reacción agresiva—¿Le diste a tu madre la dirección de aquí?
—Claro que no—Tae la defendió—Ella no le dijo a nadie.
—¿Enserio?—jaló del cabello de GulMi inclinando su cabeza hacia atrás. Las miradas de ambos se encontraron en ese momento—Yoo GulMi, ¿Cómo sabe tu madre donde estamos?
—Fue TaeHyung—respondió con señas. JungKook miró a su hermano esperando que tradujera.
—¿Yo?
—Entre nuestros mensajes te pregunté a dónde iríamos y me enviaste la dirección...
—Pero me dijiste que no le avisaste a nadie. Me mentiste.
El chico la soltó empujándola, GulMi en el colchón sintió un fuerte dolor en su abdomen cuando JungKook lanzó una patada en su dirección, una tras otra hasta que TaeHyung lo detuvo alejándolo de ella. La pobre tosió buscando el oxígeno que necesitaba mientras se abrazaba así misma.
—¿Tú le diste la dirección?—empujó a TaeHyung—¡¿Eres idiota o qué carajos te pasa?!, ¿Desde cuándo hacemos las cosas así?
—Pensé que...
—Ese es el problema, esta zorra no te está dejando pensar—del bolsillo de su pantalón sacó el pequeño control del collar que GulMi tenía en su cuello, la descarga eléctrica la recorrió entera sacudiendo su cuerpo.
—¡Basta!—Tae intentó quitárselo forcejeando con él unos minutos. Ambos hermanos movieron algunas cajas en la lucha, el control cayó al suelo dándole tiempo a GulMi de respirar, aunque ahora no podía moverse, su corazón iba muy rápido y respiraba con dificultad. TaeHyung recuperó el control presionando el botón de apagado, fue a la chica quitándole aquel collar arrojándolo lejos—No servirá de nada hacer estas cosas.
JungKook llevó sus manos a su cabello pensando en algo. Dar la dirección a la víctima nunca estaba permitido, miró a GulMi con evidente odio y asco:
—Encárgate de tu novia, que aprenda la lección—miró a Tae después—Yo me encargaré de esa mujer—se alejó dejándolos solos.
"No, mamá, no vengas, por favor"
—Esto es tu culpa—escuchó decir a Tae cuando se levantó—Tu madre morirá por tu culpa, ten eso en tu conciencia—dijo antes de retirarse dejándola sola de nuevo en ese ático.
"No puedo dejar que eso pase. Necesito salir de aquí, necesito hacer algo"
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La señora Yoo llegó a Jeju a las ocho de la noche, había intentado llamar varias veces a GulMi obteniendo respuesta de la contestadora. Por esa razón optó por dejarle un mensaje para decirle que ya estaba en la isla, un taxi la llevó a la dirección indicada, cuanto más cerca estaba, más sentía inquietud, intentaba mantenerse serena y calmada, ¿Estaba exagerando?, ¿Estaba sobreprotegiendo mucho a su hija?, GulMi siempre tuvo problemas en la escuela debido a su discapacidad, en la secundaria aquellos chicos y chicas seguían siendo igual de inmaduros, sabía que eso influenció en la chica haciéndole sentir más segura detrás de una pantalla.
Todo eso la llevó a sentirse más segura con ese chico Kim TaeHyung. Si lo pensaba bien, debía sentarse a hablar seriamente con ella, quería darle la libertad que merecía y sí, era consciente que tenía veinticinco años, pero...tenía tanto miedo de lo vulnerable que podía ser para el mundo.
Tenía miedo de que la lastimaran.
—Aquí es, señora—anunció el conductor.
La mujer miró alrededor encontrando oscuridad, frunció el ceño asomando su cabeza por la ventana, algunos faros de luz iluminaban un camino por la colina, el vecindario que GulMi le decía en la dirección debía estar allí arriba.
—No pensé que tendría que caminar tanto—bajó del vehículo con su bolso pagándole al hombre. Caminó al camino iluminado escuchando el mar, la brisa golpeaba con fuerza esa noche—Todo está muy callado por aquí—susurró subiendo con cierta prisa. Aquella zona le daba mala espina. Una vez llegó a la cima de la colina respiraba con cierta dificultad.
La casa donde debía estar GulMi se encontraba frente a ella con sus luces encendidas. Aquel mal presentimiento se volvió más intenso, como si su sexto sentido le gritara que no entrara allí.
Sexto sentido que ignoró, necesitaba ver a su hija.
La señora está entrando en la boca del lobo ._.
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