El silencio habla por el
Que linda es la soledad, acompañada de un cigarro amargo, el cual fue encendido con una llama de un intenso pasado...
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La droga es un veneno dulce y amargo, que nos envuelve en su falso abrazo, nos hace volar a lugares lejanos, pero al final nos deja sin nada en las manos, nos consume poco a poco, sin embargo su adicción nos ciega y nos hace esclavos...
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La noche se hace presente y las estrellas aparecen. Los carros andando como las personas caminando sin problemas a su paso.
Los niños en su casas sucumbiendo ante el profundo sueño, y los padres esforzándose para su futuro.
Señores de segunda y tercera edad rumbaban por las calles dirigiéndose para sus trabajo o para conseguir uno.
En la fábrica donde lo más resaltante son unos robots el cual su único motivo de su existir, son que la diversión de los infantes no se acaben.
El que sería el Guardia de seguridad, no se encontraba en los alrededores.. En ningún lado.
Asta que el oir de una televisión se escucho en una de las oscuras habitaciones.
Ahí estaba el Guardia, en un asiento frente a una pequeña televisión el cual no apartaba su vista, solo estaba estoico, paralizado.. asombrado...
Lo que ante sus ojos ve, solo esperanza carece...
–Eres afortunado. Encontraste la quinta cinta... Déjame decirte algo que puede que no sepas. –
–Antes de que Chrsitopher muriera algo más paso en ese lugar... Había algo mal con los trajes.–
– Mira –
Abrazado por la escuridad se muestra como un hombre con un traje animatronico con apariencia de conejo respiraba con mucha intensidad como si se estuviera ahogando con su mismo traje.
Asta que sus gritos de dolor resonó como si de una tortura se tratase todo eso visto por el pelos parados que atónico miraba la televisión.
–Te contaré un secreto. Lo mismo le pasó a el.–
–Eso lo mato. Pero solo por un tiempo.–
–El sigue ahí afuera. –
–¿Quieres encontrarlo?. Entonces te mostratre...–
–No te preocupes por la hora, fecha o el lugar.–
–Lo sabrás cuando ocurra.–
–Habrá un garrafon de gasolina en la parte de atrás, al lado de la segunda salida.–
–El estará contigo ahí en el edificio.–
–Se verá diferente que aquella ves que lo conociste.. pero sabrás que es el.. y podrás acabar con esto...
Con tu sufrimiento.–
–Se como te sientes Goku. Es una gran responsabilidad, pero cuando todo haya acabado todos seremos libres.–
–Tu serás libre.–
–Tal vez no lo parezca pero el te perdonara. –
–Yo también te he perdonado.–
–Tu también eres bueno Goku.–
–Pase a lo que tu crees. Te mereces este final feliz. He estado trabajando todo este tiempo para darte esta oportunidad. –
–Te amo Goku...–
Ahora se muestra a dos animatronicos charlando entre sí, como si de unas personas se tratase.
–Un mejor amigo es lo mejor que puedas tener. Cuando la vida es buena contigo. Ellos están ahí para ayudarte –Hablaba el animatronico dorado con apariencia de Oso.
–Si. Como una vez en la que me atore en la lavadora y Freddy tubo que ayudarme –Ahora hablaba en animatronico en forma de concejo su problema y como su amigo tubo que ayudarle, dandonos a entender la importancia de tener un buen amigo...
Su cabeza le daba vuelta entre sí y tenía ganas de vomitar así que enseguida salió de ese oscuro cuarto y corrió asía la punta del edificio que es el único lugar que le llena de paz.
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Al pasar de lo minutos se pudo tranquilizar pero las lágrimas no pudo retener.
El sabía quien era sabía que el le guardaba un gran rencor pero por lo que le hizo a su hijo...
¿Quien era? Esa voz. Le parecía muy conocida. Esa voz... sabía muchas cosas de las que el no está enterado.
Pero eso no le importaba. lo único que el quiere, es el perdón. El perdón de ella y de él.
De su amiga Charlotte y de Chrsitopher. Pero por alguna extraña razón, siente que el ya fue perdonado por ella...
Hay recuerdos que se clavan en el corazón como una daga.. recuerdos que duelen y entristecen el alma.
Las lágrimas no se detenían y dejaba que el viento se las llevase como un río que se desvío de su principal destino.
Ahora un nuevo destino se le marcó frente a su rostro algo que el no esperaba que sucediera, pero asta el destino se apiadó de su pobre alma. Pero de algo estaba seguro y es que...
El pagará por sus propios pecado. Es mi destino y yo marcare el de él....
–William afton..–
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Fin de cap.
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