CONWAY

LA PROPUESTA

Desperté al día siguiente con una gran sonrisa en mi rostro, y cómo no hacerlo después de la noche que había tenido.

Traté de no moverme con demasiada brusquedad porque Sienna aún dormía a mi lado. Ninguno de los dos llevaba ropa alguna, pero la mañana se sentía fresca, por lo que me encargué de cubrir el cuerpo desnudo de Sienna con la sábana blanca de la cama para que no pasara frío.

No pude evitar observarla por unos segundos mientras dormía. Una sonrisa se dibujó en mis labios tan solo verla.

Decidí desviar la mirada antes de que esto pudiera comenzar a verse como algo enfermizo o que ella abriera los ojos y me encontrara con la mirada clavada en ella como todo un acosador. Saqué esos pensamientos de mi cabeza mientras me ponía de pie y me dirigía al baño.

Me topé con mis pantalones en el camino, por lo que no dudé en agacharme para recogerlos y llevarlos conmigo. Sentí mi teléfono en uno de los bolsillos y después de hacer mis necesidades en el pequeño cuarto, decidí meterme en las redes sociales para ver cuál había sido el impacto que el evento de la noche anterior había dejado.

Opté por meterme primero a Twitter porque era la aplicación que más me gustaba y me dirigí al navegador para buscar el hashtag que se había usado ayer para el evento junto con mi nombre. Me sorprendí al ver que había una gran cantidad de tweets.

Sabía de lo que mis fans eran capaces, pero esto era casi el triple de lo que solían hacer normalmente. Tragué saliva mientras deslizaba mi dedo para buscar algo sobre la opinión que se habían llevado de Sienna, que era lo que de verdad me importaba descubrir.

Me detuve en uno que llamó mi atención. Adjuntaban una foto en la que yo me dedicaba a mirar a Sienna embobado mientras ella contestaba la pregunta que un entrevistador le había hecho.

@taylover

No se conformen con menos y busquen a alguien que los mire como Taylor mira a Sienna.

Había comentarios de mi discurso y también de lo que había decidido usar. Me alivió mucho ver que no había encontrado muchas malas opiniones con respecto a Sienna. Si bien nunca podría llegar a terminar con ella solo porque a mis fans no les gustase, ver que ella tenía la aprobación de ellas me quitaba un gran peso de encima.

Aparte, por cada comentario de odio que había hacia ella, había veinte que afirmaban amarla.

@esposadetaylor_44

Podrán decir lo que quieran, pero yo nunca había visto a Taylor así de feliz #TeamSienna

@LaTangaDeTaylor

¿Soy la única que se ha dado cuenta de que Taylor parece tener un tipo de chica y son las que su nombre empiece con «S»? Estoy seriamente considerando cambiarme mi nombre a Samantha.

Reí al notar que tenía razón y seguí viendo otros tweets.

Una foto en la que Sienna y yo nos estábamos besando llamó mi atención. Lo reconocí como el beso que le había dado antes de entráramos al auditorio. Me sorprendió verla ahí, ni siquiera me había dado cuenta de que en ese momento habíamos tenido cámaras sobre nosotros.

@tayverse.fan

No sé si quiero ser Taylor para poder estar con Sienna, o Sienna para poder estar con Taylor.

El tweet me hizo sonreír, pero la respuesta que tenía hizo que me carcajeara.

@taylor_4ever

Ellos son el verdadero bi panic.

Salí de la aplicación para entrar a Instagram ahora no sin antes dejarle un corazón a todos los tweets que me habían gustado. No negaba ni admitía que de vez en cuando me gustaba alterar a mis fans. Me metí a la otra aplicación un poco nervioso. Si bien ya había leído un par de opiniones, el ambiente en Twitter era mucho más relajado y sentía que en Instagram las personas eran más exigentes.

Me relamí mis labios y fui a mi perfil para ver las publicaciones en la que me habían etiquetado recientemente. La última había sido hace unos segundos. Suspiré al darme cuenta de que tendría que bajar un tanto para llegar a las fotos de la noche anterior. No me quejé más y comencé a deslizar. Mi curiosidad era más grande que nada.

Me crucé con varios vídeos que habían editado con las fotos que nos habían tomado ayer en los que mis canciones sonaban de fondo. También había dibujos sobre mí sosteniendo la estatuilla del tocadiscos o dando mi discurso. Había también un par en los que Sienna aparecía, pero no había ninguna opinión en la descripción. Les dejé un me gusta a un par y subí aleatoriamente uno que otro a mis historias.

Llegué a los posts que las cuentas fandom habían hecho la noche anterior y no me sorprendí al ver que mucho eran capturas de tweets que habían vuelto a subir aquí. No me fijé mucho en lo que decían y me concentré en la descripción que tenían, que era lo que de verdad me interesaba.

Me metí a los etiquetados y me sorprendí al ver que habían dado con la cuenta de Sienna que a Brad y Jonah les había costado varias horas encontrar. Me metí en su perfil solo para chismear y casi me caí de culo contra el piso al darme cuenta de la cantidad de seguidores que tenía ahora.

No tenía tantos como yo, pero la gente fácilmente podía comenzar a confundirla con una celebridad. En especial porque en estos últimos días ella se había dado a la tarea de revivir su cuenta de Instagram o algo así, por lo que ahora se podía apreciar un primer plano de su rostro en su foto de perfil.

Tragué saliva, regresé y seguí bajando. Vale, era hora que me dejara de distraer tanto y afrontara los hecho de una vez por todas.

Cerré los ojos y le piqué a un post al azar. Me tomé un par de segundos en la ignorancia y en contra de mi sentido común, abrí un ojo antes de abrir el otro.

Había picado en una foto que nos habían tomado a Sienna y a mí la noche anterior en la alfombra roja, pero estaba editada. Específicamente en la parte en la que Sienna aparecía.

La habían arreglado para ponerle un par de cuernos sobre su cabeza y una cola roja le salía detrás. Y eso no era lo peor de todo, sino la descripción.

Leí rápidamente sin molestarme en prestarle mucha atención y tragué saliva al leer la cantidad de cosas negativas que habían puesto sobre ella. Empezaban atacando su imagen, diciendo que era demasiado delgada y que se veía enferma. Apreté mi mandíbula al leer eso. Y joder, la cosa no se terminaba ahí. La acusaban de caza fortunas y la administradora de la cuenta proclamaba que ella solo estaba conmigo por mi fama. La tachaban de zorra y fácil.

¿No se suponía que estábamos en el siglo XXI y este tipo de cosas ya no pasaban? ¿Dónde quedaba el feminismo o el apoyo entre mujeres?

Maldita sea, y los comentarios solo eran peores porque eran de personas que concordaban con la publicación. Me sacó una ligera sonrisa ver que había un par de chicas que se encargaban de defender a Sienna.

Me metí en el perfil de la persona que había hecho la publicación y la bloqueé después de eliminarla de mis seguidores. No quería tener millones de fans si la mitad de ellos iban a ser así y pondrían sus prejuicios sobre mi felicidad.

Lo que me alteró incluso más fue darme cuenta de que eso no iba a ser lo peor que iba a encontrar por ahí. En esa publicación me habían etiquetado, pero estaba seguro de que habían miles en las que no se habían molestado en hacer lo mismo.

Lo peor de todo era que sabía que la mitad de mis fans ni siquiera se habían dado la oportunidad de llegar a conocer la maravillosa persona que era Sienna, se habían quedado con las primeras impresiones.

Dejé el teléfono sobre la encimera y me pasé las manos por mi cabello. Mierda, no eran ni las diez de la mañana y ya estaba enojado con el mundo.

El aparato comenzó a vibrar sobre el granito, anunciando una llamada entrante. Lo tomé sin checar de quién se trataba. Una distracción no me haría nada mal en este momento.

—¿Bue...?

No pude ni siquiera llegar a terminar de formular la pregunta porque un grito del otro lado de la línea me interrumpió.

—¡Conway Taylor! —exclamó la voz de mi madre y tuve que despegar el teléfono de mi oreja para que no se me reventara el tímpano—. ¡¿Cómo es que tienes una novia y no me lo habías dicho todavía?! Hablamos dos veces a la semana pero al señorito nunca se le pasó por la cabeza contarle a su madre, ¿no? ¡Pues por supuesto que no! Uno tiene que prender la televisión y ver las entrevistas que das enfrente de miles de personas para enterarse junto con el resto del mundo.

Hizo una pausa corta para tomar aire.

—Vi tu discurso ayer, por cierto. Muy bonito; mi parte favorita fue cuando hablaste sobre mí —la única razón por la que no reí en ese momento fue porque sabía que mi madre aún no terminaba de darme el sermón de mi vida; y por la hora que era tenía sueño, no instintos suicidas.

—Mamá... —traté de hablar para darle explicaciones sin mucho éxito.

—¡Mamá nada, Conway Taylor! ¿Es que acaso esa chica te mantiene tan ocupado que no tienes el tiempo de decirle a tu pobre madre que estás saliendo con alguien? ¿Qué tanto hacen? Olvídalo, no quiero saber la cantidad de cochinadas que ustedes dos deben estar haciendo sin la supervisión de un adulto —exclamó escandalizada.

Solté un suspiro.

—Es algo bastante reciente, mamá —mentí. La verdad no era esa. Había tenido muchas oportunidades de decirle a mi madre sobre lo mío con Sienna, pero sabía que iba a terminar reaccionando de esta manera y me echaba para atrás solo para posponerlo un poco más hasta que fuera inevitable. Suponía que este era ese momento.

—Ya, como sea —su tono me dejó saber que no se había tragado mi excusa—. Deberías traerla a la casa un día de estos, quiero conocerla.

Casi me atragante con mi saliva cuando escuché esas palabras salir de su boca.

—No creo que eso sea una buena idea, mamá —mi instinto de supervivencia tomó el control de la situación.

—¿Por qué?

Me rasqué la nuca mientras pensaba en una excusa que pudiera lograr que dejara de insistir.

—Estoy muy ocupado de momento —fue lo mejor que se me ocurrió.

—¿Tienes una gira?

—No —respondí un poco inseguro.

—¿Estás grabando una nueva canción?

—No.

—¿Tienes alguna premiación o alguna entrevista grande próximamente?

Tragué saliva antes de contestar.

—No.

—Entonces no veo por qué no podrías venir. Solo será un fin de semana y es porque quiero conocer a tu novia ya que tú nunca te molestaste en siquiera hablar sobre ella.

Abrí mi boca para refutar pero ella se me adelantó.

—Los espero el viernes en el aeropuerto. Voy a pasar yo misma por ustedes, así que más te vale ir, Conway Taylor —amenazó antes de cambiar drásticamente el tono que estaba usando para despedirse—. Espero que tengas un bonito día, cariño.

Y cortó la llamada.

Mierda.

Miré la pantalla negra de mi teléfono durante unos segundos, esperando que en cualquier momento esta se iluminara con un mensaje de mi madre diciéndome que no me preocupara y que no era necesario que fuéramos en realidad.

No era que no quisiera que mi madre conociera a Sienna, yo ya había conocido a la suya, así que lo justo sería que ahora ella conociera a la mía. Pero tenía un poco de miedo de cómo podía resultar ese encuentro. O tal vez mucho miedo.

Cuando salíamos, Sally conoció a mis padres una vez en una gala a la que decidí llevarlos y había decido presentarlos. A mi madre nunca terminó de caerle bien y al poco tiempo terminamos.

Me gusta engañarme pensando que mamá no tuvo nada que ver en esa decisión que tomé y fue más que nada porque las cosas simplemente no se sentían bien entre Sally y yo; pero joder, una minúscula parte de mí sabe que la opinión de mi madre me influenció. Lo que ella piense siempre ha sido algo muy importante para mí.

Mordí mi labio y me di cuenta que en algún momento de mi crisis me había sentado en la taza del váter. Me puse de pie y decidí que era un buen momento para salir del baño de una vez por todas. Había pasado ya un buen rato aquí adentro y no quería que Sienna se despertara con la idea de que la había dejado sola.

Me topé con ella en el pasillo. Llevaba la camisa que yo había usado la noche anterior y no pude evitar relamer mis labios al notarlo.

—Estaba empezando a preguntarme dónde estabas —me saludó mientras una sonrisa se asentaba en sus labios.

Le sonreí de regreso y puse mis manos en su cintura mientras me acercaba a ella para saludarla con un beso en su coronilla. Pude sentir como se relajaba al sentir mi tacto y cerraba sus ojos para disfrutar un poco más del momento. Era bueno saber que yo parecía tener el mismo efecto que ella tenía sobre mí.

—Buenos días, dormilona —la molesté un poco mientras la tomaba de la mano para que regresáramos a la cama.

—¿De qué estás hablando? —respondió con una sonrisa que se borró al instante en el que un bostezo salió de sus labios—. Apenas van a dar las once de la mañana. Tienes suerte de que esté siquiera despierta, no suelo despertarme hasta las doce como poco.

—Duermes demasiado —le informé.

Se encogió de hombros sin mucho interés.

—De todas formas, estaba bastante cansada después de anoche.

No pasé desapercibido el tono sugerente que usó para soltar eso último. Ni tampoco la mirada que me lanzó después o cómo sonrió al darse cuenta de que había logrado que mis orejas se sonrojaran.

Una suave risa salió de sus labios y se inclinó para besarme. No puse protesta alguna y dejé que su lengua explorara cada rincón de mi boca sin ninguna clase de prisa, aunque estaba segura que ella ya la conocía a la perfección.

Normalmente me resultaban bastante repugnantes los besos mañaneros, en especial cuando ninguno de los dos se habían lavado los dientes, pero con Sienna simplemente parecía no importarme.

Ella sonrió sobre mis labios y se separó después de un tiempo.

—¿Con quién hablabas en el baño? —preguntó después de un tiempo de estar en silencio. La miré con una ceja alzada—. Hablas demasiado alto cuando hablas por teléfono —se explicó.

Solté un suspiro antes de contestarle.

—Era mi madre.

—Oh, ¿quería felicitarte por el premio que ganaste anoche? —preguntó con inocencia mientras subía sus piernas al colchón y se sentaba sobre ellas.

Hice una mueca sin poder evitarlo.

—Sí, algo así —me encogí de hombros antes de soltar la bomba—. De hecho... ella quiere conocerte.

Con solo un vistazo a su rostro pude darme cuenta de que mi respuesta la había tomado por sorpresa. Trató de recomponerse con rapidez.

—¿En serio? —trató de sonar desinteresada.

—Ajá, pero no te preocupes, ya le he dicho que no.

Ella se puso de pie de un salto.

—¿Estás bromeando, Conway? ¡Quiero conocerla!

El primer pensamiento que cruzó mi mente fue «¿por qué?» Mi madre era una persona genial, de eso no había dudas. Pero de vez en cuando podía ser demasiado intensa y meter su nariz de más en mis asuntos.

—No estoy seguro sobre eso —confesé mientras me rascaba mi nuca con incomodidad.

—¡Vamos, Conway! —insistió Sienna mientras se paraba delante de mí—. No puede ser peor que mi madre —blanqueó los ojos—, y es justo que ahora yo conozca a tu mamá porque tú ya has conocido a la mía.

Tragué saliva al darme cuenta de que eso era justo lo que yo había pensado antes.

Sienna no parecía dispuesta a rendirse ante esto, por lo que cambió su estrategia.

—Hemos tenido sexo ya, presentarme a tu madre no debería ser un gran problema —soltó sin ninguna clase de pudor mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho. Poco me faltó para atragantarme con mi propia saliva después de escucharla decir eso.

Madre mía, ¿por qué tenía que ser tan directa? Ahora podía sentir otras cosas a parte de mis orejas calientes. Joder, necesitaba sacar esa imagen de mi cabeza.

Aún recordaba que Sienna no había dicho nada después de que yo le confesara que la amaba. No me molestaba de verdad. No tenía que escuchar esas dos simples palabras salir de sus labios para saber que ella me amaba de regreso. Sienna siempre había sido una persona de acciones sobre habladurías, y de momento se había encargado de dejarme bien en claro cómo era que se sentía acerca de mí.

Aunque debía admitir que una minúscula parte de mí de verdad esperaba que las dijera.

Sacudí la cabeza al darme cuenta de que me había desconectado de la conversación y me volví a enfocar en la mirada intensa de mi novia sobre mí. Tragué saliva.

—¿Qué dices entonces? —presionó mientras alzaba una ceja y daba un par de pasos en mi dirección para que lo único que nos separara fueran meros centímetros.

Joder, podía ver qué era lo que estaba haciendo ahora. Estaba tan cerca de mí que apenas y podía pensar en algo más que no fuera ella.

Entreabrí mis labios con anticipación mientras ella se inclinaba sobre mí y acercaba su rostro peligrosamente al mío. Se sentó sobre mi regazo y de repente fue bastante notorio para mí el hecho de que yo solo estaba usando un pantalón y ella una camisa. Tragué saliva mientras trataba de pensar con la cabeza correcta.

—¿Vamos? —se inclinó para susurrar en mi oído. Tuve que cerrar mis ojos al experimentar la sensación.

—Lo que tú digas —definitivamente ya no estaba pensando.

Pero Sienna apenas y me dio tiempo para que me arrepintiera de haber soltado esas palabras porque de repente, sus labios estaban sobre los míos.

Sabía que de alguna forma u otra acababa de manipularme para que aceptara, pero joder, no me importaba si esta era la forma en la que me iba a recompensar después.

Sentí cómo sonreía sobre mis labios y dejé mi espalda caer sobre la cama. Las únicas prendas que ambos llevábamos no tardaron en terminar en el suelo.

─ ♫ ─

Se escucharon un par de golpes en la puerta después de unas horas. Sienna y yo ya nos habíamos bañado y, para mi desgracia, ambos estábamos completamente vestidos ahora.

La persona que aporreaba no esperó a que nosotros fuéramos a abrirle y pasó a nuestra habitación como si le perteneciera. No me sorprendí al ver que se trataba de Jonah.

—¿Cómo van las cosas por aquí, par de tórtolos? —nos saludó con una sonrisa. Cruzó sus brazos sobre su pecho y se recargó contra la pared.

Blanqueé los ojos y traté de ignorarlo sin mucho éxito. Para mi desgracia, él tomó mi silencio y el de Sienna como una invitación para seguir hablando.

—En fin, ¿ya tienen todo listo para que salgamos de aquí de una vez por todas? Acabo de pasar a la habitación de Brad y él está ahora mismo abajo haciendo el check-out —se balanceó sobre sus talones, mirándonos fijamente en el proceso.

Ninguno de nosotros se movió durante unos segundos.

—¿Qué están esperando? —rompió él el silencio dando un par de aplausos—. ¡Muévanse!

Di un salto y me di la vuelta para comenzar a doblar mis cosas para meterlas de vuelta en la maleta. No tenía idea de cuál era la urgencia que Jonah tenía para salir de aquí, pero era mejor no contradecirle en este tipo de situaciones porque él siempre encontraba la forma de vengarse añadiendo cosas que no me gustaba hacer a mi itinerario.

A diferencia de mí, Sienna no tenía un orden para empacar y simplemente aventó toda su ropa a la maleta. Para mi sorpresa, consiguió que cerrara sin ningún problema. Ella se sentó satisfecha en la cama con una sonrisa en su cara después de haber terminado.

—¿Qué estás esperando? —le preguntó Jonah cuando se dio cuenta de que ella ya no estaba haciendo nada—. Brad está ya abajo, ¡ve, ve ve!

Sienna lo miró con una ceja alzada pero no dijo. Frunció el ceño en mi dirección cuando pasó junto a mí para llegar a la puerta y le rogué con la mirada que no me dejara solo con Jonah. No fue como si ella hubiera tenido una opción cuando mi amigo se acercó a donde ella estaba parada y la tomó por los hombros para que apresurara el paso.

—Ahora que tú y yo estamos solos... —habló una vez que ya no había rastro de Sienna—. Hablemos de ese jodido brillo que tienes. Se acostaron, ¿no es así? —preguntó mientras se cruzaba de brazos.

—Preferiría no debatir mi vida sexual contigo, gracias —fue la respuesta que le di después de tragar saliva.

A Jonah no pareció molestarle.

—Como tú digas —se encogió de hombros.

—Pero mi madre me ha llamado porque quiere conocerla —confesé.

El rubio no se mostró muy sorprendido al oírme. De hecho, hasta rodó los ojos.

—Por supuesto que quiere conocerla, imbécil. No puedes implicar en televisión abierta que es el amor de tu vida y no habérsela presentado a tu madre todavía.

—No impliqué que fuera el amor de vida —respondí un poco indignado mientras fruncía el ceño y me limitaba a seguir tratando de doblar mi ropa.

—Ya, pero dijiste varias cursilerías que básicamente implicaban lo mismo. Por cierto, ¿ya viste la reacción de tus seguidores ante la declaración de tu relación?

Asentí con la cabeza. Traté de pensar en las cosas buenas nada más, pero inevitablemente, en mi mente también se colaron los comentarios destructivos. Tensé mi mandíbula.

—Volviendo al tema de mi madre —traté de distraerme—, voy a necesitar que despejes mi agenda el fin de semana porque vamos a ir a casa de mis padres —usé un tono de emoción bastante sarcástico.

—Considéralo hecho —accedió casi de inmediato.

Estaba seguro de que la única razón por la que estaba haciendo esto era porque sabía que iba a sufrir un poco en el proceso y eso no era algo que él quisiera perderse.

—Ey, yo nunca he conocido a tu madre —reflexionó Jonah después de un rato en silencio mientras tomaba asiento en la silla del escritorio.

No dije nada, aún trataba de terminar de doblar mi ropa para meterla en mi maleta. Jonah levantó una ceja en mi dirección en respuesta a mi silencio.

Era verdad. A pesar de que era ella quien me acompañaba a la mayoría de los eventos a los que era invitado, por alguna u otra razón, ella y Jonah no se habían cruzado en ninguna ocasión. A pesar de que nunca se habían conocido en persona, mi madre sí que sabía de la existencia de Jonah por todas esas veces en las que le había gritado por el teléfono porque según ella, no tenía tiempo para ella por todas las cosas que él me ponía a hacer.

—¿Hay alguna razón por eso, Lory? —inquirió mi amigo mientras deslizaba el cierre para cerrar mi maleta.

—Por supuesto —respondí sin verlo a los ojos. Puse mi equipaje en el suelo y tomé la manija para comenzar a jalar de él—. Estoy avergonzado de ti —respondí como si nada

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Vale, que actualizar me tomó más tiempo del que creí :/

Como sea, aquí estamos. El capítulo es un poco corto pero es porque no quería extenderlo demasiado 🥴

¿Qué opinan de los padres de Conway? VAMOS A CONOCERLOOOOOS. Dale, pero un hecho es que no pueden caer peor que la madre de Sienna, así que al menos tienen eso.

En caso de que alguno se haya olvidado como yo, je, los padres de Conway aparecen en el capítulo 8, por si alguien quiere ir a refrescarse la memoria ;)

Trataré de traer el próximo capítulo el jueves, pero no prometo nada :c